Esta historia esta dedicada a dory-25, ExodoOo, Mentxu Masen Cullen, yasmin-cullen,wndy 30, Twilight all my love 4 ever y RAkel quienes me animaron a publicarla. Gracias chicas y espero seguir contando con su apoyo.
Los personajes pertenecen a Step Meyer y el enredijo de esta historia a mi guelita...
Francia, Septiembre de 1988.-
El Collège Privés Saint-Joseph , era sin lugar a dudas el mejor colegio internacional para señoritas, un internado permanente donde recibían educación escolar las hijas de las familias más ricas de Europa, desde primaria hasta Preparatoria y con acceso inmediato a la más prestigiosa Universidad del pais, sin lugar a dudas se granjeaba de una excelente reputación, por su puesto era dirigido por una congregación de religiosas, junto con el apoyo monetario de los padres de las pequeñas, que debido a sus grandes ocupaciones no podían hacerse cargo de ellas.
Pero este no era el caso de Isabella quien a su corta edad era recibida en el internado, la excepción por supuesto se debía a su benefactor, el cual otorgaba grandes sumas de dinero al Collège Saint-Joseph, por lo que la madre superiora no podía negarse a semejante favor, aunque nadie conocía personalmente al dueño de exuberantes donaciones, los cheques firmados por él nunca fallaban, sin embargo esa noche fue representado por una joven mujer quien llevaba en sus brazos a una pequeña recién nacida, que para salvarla del mismo destino que había sufrido su madre, la ocultarían de aquellos que deseaban su muerte, por lo que sería entregada a la Madre Superiora para su cuidado y educación.
–Bonne nuit Mère, merci de m'avoir invité à cette heure de la nuit*.–Mencionaba la joven mujer al entrar a majestuosa construcción, que apesar de su belleza arquitectonica la cual denotaba su antigüedad no dejaba de parecerse a una carcél, de hecho guardaba una ligera similitud a aquella donde fue recluida Maria Antonieta, y probablemente eso era para las jovencitas que vivian alli, pues aunque era una institución educativa no dejaba de ser un internado permanente, el cual en ocasiones resguardaba a las jovenes que eran olvidadas por sus padres en la temporada de vacaciones. Seria muy dificil de escapar pero no imposible, el Colegio estaba ubicado a una hora en auto del pueblo mas cercano y rodeado por altos árboles al igual que el camino de entrada que no permitia el paso a la luz natural.
–Todo sea por nuestro queridisimo y viejo amigo, para nosotras no es ninguna molestia… Señorita?
–Esme Platt… Madre... Sé que el tutor de esta pequeña se ha comunicado con usted, por lo que ya debe estar al tanto del porqué de mi presencia, sin embargo a modo personal permítame agradecerle lo que esta haciendo, esto es un asunto muy delicado tanto para el tutor de la niña como para una servidora por lo que se le suplica absoluta discresión en todo lo relacionado a ella, nadie debe saber cómo llego aquí, lo único que debe decir si alguien pregunta es que la dejaron en las puertas del internado para su cuidado, con una nota diciendo que era huerfana de padres. Ella permanecerá aquí hasta que termine sus estudios, mientras tanto usted recibirá las instrucciones de lo que se le debe decir a la niña a medida que vaya creciendo, al igual que estará recibiendo los cheques mensuales de donación como los que cubrirán los gastos de la pequeña.–
–Bueno, Señorita Platt. Debo recordarle que esto no es un orfanatorio, pero no tenga duda que la cuidaremos como una hija… y cual sera el nombre de la niña?– Preguntaba la religiosa. Si por ella fuera no estaría haciendo semejante excepción pero estaba claro que el tutor de la pequeña era el mayor contribuyente del Internado, si ella rechazaba a la pequeña, estaría rechazando el sustento del colegio y eso no le convenía, no tenía otra opción que aceptar.
–Isabella Lefevre.– Musito Esme, quien depositaba a la pequeña recién nacida en los brazos de la madre superiora.
Esme quería a Isabella como si fuera su propia hija pero no podía quedarse con ella. Pues también corría peligro, habia descubierto quienes fueron los causantes de la muerte de la madre de Isabella, y era posible que ella corriera con la misma suerte no podía exponer a la pequeña a ese peligro– Lefevre es un apellido muy conocido aquí en Francia por lo que no habrá problemas, si alguien quiere deducir su origen, hay tantas familias que no es necesario dar explicaciones.–
–Quiere decir que tampoco ese es su apellido verdadero?–Abriendo los ojos a su máximo esplendor Interrogaba la directora del internado a la joven mujer, preguntándose qué tantos secretos rodeaban a esa pequeña bebé.
Esme solo levanto la ceja como diciendo eso es algo que a usted no le concierne.
–Oh, entiendo, no es asunto mío… –Pobre pequeña vivirá toda una mentira, que es lo que será real para ella?– Murmuraba la directora del colegio, acunando a la pequeña Isabella en brazos y acariciándole la mejilla
–Lo siento Madre, como le repito es todo lo que por el momento le puedo decir... Cuide mucho a mi pequeña por favor. Y le suplico de esto ni una palabra a nadie. Yo no podre visitarla muy seguido, pero estaré al pendiente de ella, seré el contacto entre usted y el tutor de Isabella.
–Por supuesto señorita Platt, no se preocupe.
Esa noche Esme perdía otro pedacito más de su corazón, le había hecho una promesa a su mejor amiga, a su casi hermana, cuidaría de su pequeña pasara lo que pasara, la cuidaría como su propia hija, pero al descubrir al autor intelectual de tan horroroso crimen no podia tentar a la muerte teniendo a Isabella a su lado quien. En el trayector a Paris Esme recordaba con tristeza al "espíritu libre" como se auto nombraba su amiga. Sin embargo ese misma libertad fué la causante de un sin fin de adversidades de la joven mujer.
**** Flash****
Renée Dwyer y Esme Platt, se conocieron en el colegio cuando solo tenían 6 años, se consideraban hermanas, pues habían sido hijas únicas en sus respectivas familias, y puesto que vivían sobre la misma privada de Nothing Hill en Inglaterra, la amistad que forjaron con el tiempo se convirtió en una hermandad inquebrantable. Esme perdió a sus padres a los 18 años en un accidente automovilístico y Renée había perdido a su madre con tan solo 2 años de edad, nadie sabía la causa de su muerte, simplemente una mañana no despertó, las jóvenes mutuamente se hacían compañía. El padre de Renée le había tomado un cariño especial a la joven amiga de su hija por lo que decidió adoptarla como una hija más. Todo era felicidad en la Casa de los Dwyer hasta que Renée conoció a Charlie Swan.
Charlie Swan era un joven universitario que estudiaba Negocios internacionales en la misma universidad que Renée y Esme, sin duda era un joven muy apuesto con gran personalidad por lo que había deslumbrado a la heredera del Imperio Dwyer Transportaciones. Se conocieron, se hicieron amigos, y dicha amistad los llevo al amor, pero ellos sabían que mantener su relación no sería fácil.
La familia Swan estaba iniciando su propio negocio de Logística, apenas contaban con 10 unidades móviles que operaban solo en Londres, Charlie estudiaba con ahincó para poder dirigir el negocio familiar, siendo hijo único, su padre esperaba que tomara las riendas del negocio y a si llegar hacer los número uno en Transportaciones Internacionales, aunque era obvio que para ello pasarían algunos años o al menos eso pensaba Charlie, ya que por el momento ya había un líder en ese ramo Dwyer Transp.
Para Thomas Dwyer los Swan no reflejaban ninguna amenaza en los negocios, pero en el ambiente familiar era otra cosa, no le gustaba la relación que sostenía Renée con Charlie, a él no se le quitaba de la cabeza que los Swan querían formar parte de su imperio a como diera lugar, y eso era algo que él no iba a permitir. Pero Renée era una joven muy terca y hacia su santa voluntad, lo cual provocaba grandes enfrentamientos con su padre. Pero el último de todos puso punto final a las discusiones. El casamiento de Renée con Charlie Swan.
Cuando Renée cumplió 21 años recibió la herencia de su madre Marie Lefevre, en la que la nombraba heredera del 40% de las acciones de la empresa Dwyer Transportaciones, así como una cuantiosa suma de dinero en el banco y dueña de una casa de campo en Cornwall Inglaterra. Para Renée era vivir el hoy sin pensar en el mañana, por ello al recibir su herencia decidió casarse con Charlie Swan sin consentimiento de su padre. Para Thomas Dwyer esto fue un golpe bajo, se sintió traicionado por su única hija y en la confrontación que tuvieron Thomas le grito a Renée que para él ella estaba muerta, ella a su vez le grito que muy pronto tendría como socio a Charlie Swan pues le cedería sus acciones de la empresa. A partir de ese momento Renée no volvió a saber nada de su padre.
Esme sabía que al tomar esa decisión Renée perdía a su hermana del alma, que a partir de ese momento nada sería igual. Renée al casarse se fue a vivir a Cornwall, a la casa de campo que su madre le dejo, que por supuesto estaba muy lejos de ser una casita, ya que era una mansión estilo colonial, cerca de un Lago y unos acantilados muy hermosos. Renée sentía que había encontrado su propio paraíso, era la mujer más feliz.
**** Fin de Flash****
Esme absorta en sus pensamientos suspiraba recordando a su única amiga. Quien iba a pensar que el paraíso de Renée se convertiría en su infierno personal al permitir la entrada a su hogar de la encarnación del mal Victoria Sutherland.
Victoria Sutherland era prima segunda de Renée, había tenido una relación tormentosa y deseaba alejarse lo más lejos posible de su ex pareja. Por lo que recurrió a Renée para pedirle refugio. Pero lejos estaba Renée de conocer el real motivo de Victoria.
Victoria y Charlie Swan se conocieron en una exposición de Arte en Paris a él la belleza de ella le había impactado, la hermosura y elegancia que destilaba, era de una femme fatal, aunque Charlie había llamado la atención de Victoria, esta desistió de su conquista al enterarse que no era el hombre que ella necesitaba, el hombre que cumpliera sus caprichos. Sin embargo cuando se entero que la empresa de Charlie estaba cogiendo auge y que al casarse con su prima este la representaba en las acciones de Dwyer transp. No dudo en retornar a Inglaterra para conquistarlo nuevamente.
Cuando Charlie vio a Victoria en su salón principal, sintió un calambre en toda la columna vertical, era la mujer que más lo había deslumbrado en toda su vida, había quedado hipnotizado de su mirada seductora, esa que hacía perder la noción del tiempo y lugar, era un deseo ardiente que quemaba su cuerpo, no cabía duda que amaba a Renée pero a Victoria la había deseado como jamás deseo a nadie.
Victoria capto el nerviosismo de Charlie, se dio cuenta que la reconoció y que todavía influía en él, por lo empezó a tramar su plan; volverlo loco de deseo y hacer que abandonara a Renée, pero primero tenía que convencer a su prima que las acciones de Dwyer estarían mejor si estaban a nombre de Charlie, quien si no para cuidar todos sus bienes, una vez hecho esto, haría que Charlie dejara a Renée y ella llegaría hacer la futura señora de Swan.
Charlie no tardo en caer en las redes de Victoria no tenía ni una semana cuando ella lo siguió hasta Londres donde el tenia una junta de negocios, Charlie sucumbio al deseo, ese que habia mermado todo su fuerza de voluntad, se dejo arrastrar por el deseo más primitivo del cuerpo humano. Victoria sabía que a partir de ese momento lo tenía en sus manos, el plan ya estaba en marcha y nada la haría desistir de su objetivo. Charlie se había arrepentido de lo que había hecho pero ya era demasiado tarde, victoria lo había chantajeado con decirle la verdad a Renée. El remordimiento de Charlie lo hacía alejarse cada vez más de su esposa y sabía que nada volvería hacer como antes.
Charlie exigió a Victoria que se largara de Cornwall, pero ella se negaba a marcharse, lo acosaba continuamente y a veces sus coqueteos no eran nada discretos. Un mes después Renée le da la noticia que estaban esperando a su primer hijo, la alegría que había desaparecido volvió a surgir con la esperanza de reanudar aquel amor que Renée sentía estaba perdiendo de su marido. Una semana después Victoria abandono la casa de su prima, Charlie sintió un alivio enorme, creyó que estando lejos Victoria la amenaza también desaparecía, que equivocado estaba. Pues justo cuando Renée cumplia 7 meses de gestación recibió un sobre anónimo que contenía unas fotos donde rebelaba la infidelidad de Charlie con Victoria. Renée lo enfrento y ante la afirmación de Charlie decidió abandonarlo, desapareciendo como si se la hubiera tragado la tierra.
Durante 2 meses Renée estuvo viviendo en diferentes hoteles, de verdad no quería ser hallada por su esposo. No quería recurrir a su padre, pues bien sabia que le había fallado. Cuanto se arrepentía Renée de haberle abierto las puertas a semejante arpía, de haber entregado todo su amor al único hombre que la lastimo de la manera más vil, le dio la espalda a su padre por amor, para que dicho amor le pagara con una traición.
Decidió tragarse su orgullo y busco a su mejor amiga, la única que no la había abandonado. Pero a la cual ella misma también había rechazado, cuando Esme le había advertido que tuviera cuidado con su prima, de no confiar demasiado en ella, pues notaba demasiado acercamiento con Charlie el cual no era propio de un hombre casado, Renée se indigno por semejante acusación y la corrió de su casa le dijo que no quería volver a verla. Que tonta había sido, se recriminaba por no haber confiado en su mejor amiga, si tan solo le hubiera hecho caso pensaba Renée, pero el hubiera no existe.
Sin embargo Esme no guardaba rencor a su amiga, sabía que estaba muy sensible y probablemente no era el momento para hacer esas observaciones, por ello cuando le llamo para pedirle ayuda no lo pensó y corrió al lugar donde habían fijado su cita. Un parque cerca del hotel donde se hospedaba Renée. Renée estaba contenta volvería a ver a su amiga, le pediría perdón por no haber confiado en ella, y recuperaría a su hermana del alma. Sin embargo cuando Renée se disponía a cruzar la calle para encontrarse con Esme, de la nada salió un carro embistiéndola en el acto y huyendo del lugar.
Esme corrió a ver a su amiga, la cual estaba muy mal herida y no se aparto de ella hasta llegar al hospital.
Londres Inglaterra, misma fecha….
Victoria Sutherland llegaba a Casa de los Swan con una pequeña en brazos, si bien era cierto que hacía 7 meses que la habían corrido, esa noche llegaba como la mayor de las heroinas.
Charlie había dejado la casa de campo en Cornwall Inglaterra para trasladarse a Londres, el investigador que había contratado para encontrar a Renée le había indicado que allí se había dejado ver Renée por última vez. Por lo que él no dudo en cambiar de residencia, a pesar del gran error que había cometido con victoria él amaba a su esposa, y ahora estaba a punto de perderla, sabía que tenía que encontrarla, Renée estaba los últimos días de su embarazo y no tardaría en dar a luz a su bebé, él quería estar con ella, necesitaba obtener su perdón y volver hacer la familia feliz, que tanto añoraba.
Charlie estaba sumido en una desesperación e incertidumbre, no se movía del estudio esperando noticias del Investigador. Hasta que escucho unas voces en el salón principal y el llanto de un bebé, creyendo que era Renée, salió despavorido corriendo a encontrarse con ella, pero quien estaba en el salón era la última persona a quien deseaba ver.
–Victoria?, ¿Qué haces aquí?.– Se dirigió con una mirada fría con ganas de asesinarla, ella era la culpable de la angustia que estaba sufriendo. Dirigiéndose a su ama de llaves que estaba nerviosa, pues no había podido detener a la mujer que se abalanzo por la puerta con bebé en brazos.
–Señor… yo lo siento, no me hizo caso… Señor.– El la corto y pidió que se retirara.
–Victoria te hice una pregunta, Que Demonios haces aquí?– Observando al pequeño bulto que victoria traía en brazos, no sabía que significaba toda esa escena, y exigía respuestas.
–Oh, Charlie, Lo siento tanto, por favor... necesito que estés sentado para que escuches lo que tengo que decirte.
–Estoy esperando una llamada Victoria así que no tengo tiempo, lo que tengas que decir, dilo ya y lárgate.- Las palabras de Charlie sin duda destilaban odio por esa infame mujer que habia sido la causante de la ruptura de su matrimonio, aunque claro él tambien habia contribuido en ello y diarimente se lo recriminaba.
Victoria se acerco a Charlie, quien seguía impaciente esperando el por que de su visita, por lo que no se movió en cuanto ella llego a su lado.
–Cariño... temo darte una mala noticia, pero antes permiteme presentarte a tu hija.
Charlie no podía creer lo que escuchaba. Hija? Una hija con Victoria? Se preguntaba Charlie, para él, su único bebé era el que tendría con Renée, a la cual aun no encontraba.
–Pe… Pero si tu… y yo solamente fue una vez.– Charlie se pasaba la mano sobre el cabello a modo de desesperación, no estaba entendiendo nada, en qué momento su vida se había complicado tanto.
–Oh no Cariño, Obvio que no es hija mía, es tuya y de Renée.- Charlie fruncia la frente, no entendia nada.- Hace algunas semanas las encontré en un parque de la ciudad.–Comentaba Victoria a modo de explicación.– Renée estaba totalmente desesperada, estaba sola y con una pequeña en brazos, sabes que la relación de su padre se termino cuando se caso contigo y bueno tampoco contaba ya con Esme… asi que no tenía a quien recurrir, fui totalmente sincera al pedirle perdón por el dolor que le había causado y yo apelando a su buen corazón creí que me perdonaría.– Posiblemente Renée la hubiera perdonado si ese relato fuera cierto. Sin embargo ahora sollozando tratando que Charlie le creyera su relato, continuo diciendo.– Charlie, Renée no nos perdono y lo más triste es que No la volveremos a ver.– Charlie que hasta ese momento se encontraba parado, se dirigió a uno de los sillones de la sala y tomo asiento.
–Que quieres decir?
–El día que la vi, aun estaba muy dolida por todo lo sucedido, me dijo que jamás nos perdonaría, y que tu castigo seria que jamás conocerías a tu hija. Yo le dije que no podía hacer eso... que la bebé necesitaría de sus 2 padres... que tú la seguías amando y que por eso yo me había alejado de tu vida, pero a ella no le importo, no quiso escucharme, antes de irse le dije que podría quedarse en mi departamento si necesitaba donde quedarse me buscara, queria arreglar las cosas con ella... le entregue una tarjeta con mis datos. Pero hoy por la mañana recibí una llamada de una clínica donde me informaban que Renée había tenido un accidente, la atropellaron esa misma tarde que la encontre, al parecer no se fijo al cruzar la calle... Oh Dios! Si tan solo la hubiera seguido…. Cuando llegue a la clínica me relataron como fué el accidente, que al haber protegido con su cuerpo a la bebe provoco que ella sufriera más daño.– Victoria dirigió una mirada a Charlie quien estaba totalmente cabizbajo e impresionado por la noticia que no podía creer.–Lo siento Charlie– Continuo Victoria.– Renée no aguanto y hoy en la mañana murió.
Charlie levanto la cabeza y miro a Victoria de manera exorbitante, Renée Murió era lo único que se repetía en su cabeza, Muerta.
-Porque tú? Porque no me avisaron a mi? Soy su esposo Maldita Sea! Yo debería estar con ella…
Charlie cayó al piso de rodillas y jalando los cabellos de su cabeza, no estaba preparado para semejante noticia y es que nadie está preparado para escuchar que el amor de tu vida ha dejado de existir.
–Dime donde esta? Donde esta su Cuerpo? Quiero verla, llévame donde esta ella.
–Como te repito, ella llevaba una tarjeta mía entre sus pertenencias, y yo… la verdad no sabía si recibirías mi llamada. Lo único que pude hacer fue encargarme de todo y traerte a tu hija.
Charlie volvió a dirigir su mirada a victoria y por primera vez vio a la pequeña.
–No!, las cosas no tenían por qué ser así.
–Claro que no. Contestaba Victoria.– Ella no tenia por que morir, pero ya no esta Charlie, ahora tienes que seguir adelante por tu hija, tienes que ser fuerte por ella, te necesita. Charlie tomo a la bebe en brazos y la observaba, era tan pequeña, tan indefensa, le haría falta su madre, una pequeña florecita que estaba todavía en su capullo, donde no se enteraba de nada de lo que ocurría a su alrededor.
De repente el teléfono sonó, la llamada que tanto estaba esperando, ahora sabría la verdad, le confirmarían lo que victoria le dijo o que todo era una vil mentira fraguada por ella, cuanto deseaba que fuera lo segundo.
–Diga.
–Sr. Swan, la encontré, pero lamentablemente no tengo buenas noticias.–El hombre dio un fuerte suspiro y continuo.– Al parecer sufrió un accidente, estuvo hospitalizada y dio a luz a una pequeña niña, pero el golpe que sufrió… lamento decirle que le causo la muerte... Lo extraño es que se presento una mujer y se hizo cargo de todo, y también se llevo a su hija.
Estaba confirmado, Renée había muerto.
–Sr. Swan tengo los datos de la mujer, estoy seguro que desea recuperar a su hija.
–Gracias Félix, pero ella ya esta aquí conmigo.
–Como? Pero si ella…- Charlie no dejo que continuara.
–Félix mañana le envió el cheque por sus honorarios, gracias.–Colgó la llamada y centro su atención en la pequeña que tenía en sus brazos.
–Estamos solos pequeña, solos tu y yo.– La abrazo más fuerte y la pequeña se removió, era una bebé hermosa, con una motita de cabello color castaño claro, más claro que el de Renée, los cuales ligeramente se rizaban que demostraban que traían los genes Swan, la bebé abrió los ojitos, pero sus ojos eran verdes, Charlie miro inmediatamente a Victoria, la cual le sonrió y le dijo:
–Son los ojos de su abuelo, pero tiene tu lunar. – Descubriendo a la pequeña de las mantitas le mostro el lunar que tenía en el hombro derecho un pequeño lunar en forma de media luna, el cual también Charlie tenia herencia de su abuelo, sin duda era su hija.
Victoria había logrado su cometido, entrego la bebe a Charlie y pidió que le permitiera quedarse para ayudarle a criar a la pequeña, lo convenció que la pequeña necesitaría una imagen materna y quien mejor que ella, su tía, quien se había encariñado con la bebe y quería estar al tanto de ella. No esperaba nada a cambio solo poder hacerles compañía. Charlie se sentía en deuda con Victoria por todo lo que había hecho, y no tuvo inconveniente en que se fuera a vivir con ellos.
Pero Victoria tenía en mente otros planes criaría a la pequeña Swan como hija suya y la haría a su modo, siendo ella la heredera de Swan y Dwyer, podría manejarla y obtener todo lo que ella deseaba, había jugado muy bien sus cartas, sin Renée de por medio solo quedaba esperar, esperar a cosechar sus frutos.
Su ambición no tenia limites.
Y bien, que les parecio? Continuo o me retiro? Como les mencione en la historia anterior la idea surgio de una novela mexicana de hace años igual no tuvo mucho exito, no tiene que ver nada con la usurpadora, aunque pareciera que si, la trama es totalmente mia y espero contar con sus comentarios, sugerencias o ayuda, creanme que soy toda ojos para leerlas y aceptar lo que me digan.
Dependiendo de la aceptacion de esta historia estare subiendo el segundo capitulo el proximo viernes 29, ya que ese dia estare ocupando para las actualizaciones, claro, si es que les agrada.
Besos ª.ª
