CAPITULO 1 -. Primera impresión y ... ¿Un Invitado?

POV. YUI

Me dirigía a la casa de unos familiares lejanos; Los Sakamaki, Ya que a mi padre de llamaron y tuvo que irse lejos por un tiempo; "Realmente quisiera que fueras conmigo Yui, pero es peligroso. Me duele dejarte aquí, pero no estarás sola, vivirás por un tiempo con unos familiares aquí en Japón". Me fijo en la dirección dos veces "¿Nos hemos equivocado?" No lo creo; hemos preguntado en varias casas vecinas y nos dicen que aquí, aunque parece una casa abandonada. Realmente" ¿qué me esperará al cruzar las puestas de esta mansión?".

-Cuídese Srta. Komori – Me despidió el chofer.

-Gracias! – Me acerqué para tomar mi equipaje –Muy bien, aquí voy—Tomé aire y me acerqué a la entrada

Observe el paisaje antes de la entrada. Enfrente de la reja de entrada, se encuentra una fuente con la figura de una gárgola en la punta; la mansión misma puede ser una escuela. El jardín es amplio y hermoso. Conforme avanzaba sentí una gotas de agua "DIABLOS" me dirigí a la puerta lo más rápido posible.

-Disculpe!—Toque la puerta, nadie contesto –Disculpen!—Volví a tocar; con un poco más de ansiedad, la puerta se abrió. –Se encuentra alguien?—Empuje la puerta esperando respuesta.

Como no la recibí y me estaba empapando decidí entrar "Quizás no sabrán que llegaría hoy". Lo siguiente que vi fue aún mejor que el patio de hace un rato, si esta casa por fuera se veía grande por dentro lucia aún más a la entrada de esta se encontraban unas escaleras un enorme candelabro el fondo de la paredes era rojo obscuro. Se escuchó un trueno, gire mi cabeza a la derecha donde vi un pasillo que al fondo tenía un sillón, me acerque y logre visualizar a un chico de tez blanca y cabello rojizo que utilizaba una pantalón negro con una blusa blanca y una chaqueta negra. Cuando estuve frente a él me di cuenta de que estaba durmiendo, toque una de sus manos

-Disculpa—Cuando sentí el tacto de sus manos… -Están frías!- preocupada acerque mi oído a su pecho –No tienes pulso—saque mi celular – No te preocupes llamare a un hospital – Intente marcar el número pero…

-Haces demasiado ruido—Escuche una voz que al parecer provenía del pelirrojo; alzé la mirada y choque con uno ojos verde claro, acto seguido me arrebato el celular y se sentó en ese mismo instante.

-¿Estas vi-vivo?—me levanto enseguida bastante sorprendida

-¿Por qué no lo estaría? ¿Qué crees que soy? – Me cuestiono con un tono calmado pero al mismo tiempo molesto

-Tu corazón… no latía—le conteste como si fuera lo más obvio

En ese momento solo sentí su mano tomándome de la cintura, mientras me atraía al mueble colocándose sobre mí

-¿Qué vas a... a hacerme?

-No es obvio voy a tomarte—Sonrió con malicia mientras acercaba su rostro, cerré los ojos; sentí como me lamio el cuello y su aliento en mi piel.

-AYATO-SAMA!—Era una voz entre seria y chillona, bueno al menos ya se el nombre de este chico. El mencionado volteó un tanto molesto

-Maldición, Ruko. Podrías no interrumpirme de esa forma. Tsk. —Le reclamo bastante irritado; pero sin quitárseme de encima. Gire mi rostro y pude ver a una chica de cabello verde oscuro y puntas lilas, usaba una falda de mezclilla azul de holanes corta, una blusa negra y chaqueta de un rojo obscuro con unas botas negras; sosteniendo su cabello en una coleta de lado y unos audífonos aparte de eso usaba una gargantilla color lila. Lo que me parecía gracioso era que a pesar de querer parecer seria no podía.

-¿Qué sucede aquí?- hablo otra voz masculina un poco más grave que la de Ayato

-Reiji!—Mencionaron molestos ambos

-Ayato. Se supone que esta es una sala principal donde se pretende recibir visitas. Por favor; lleva tus actividades a tu habitación—Con esto el chico me dejo "libre" y me levante enseguida.

-Ayúdeme! Por favor—Me dirigí hacia el joven que perecía ser el mayor. Era un chico de cabello negro y ojos rojos, usaba ropa formal y lentes

- Y tu… ¿Quién eres?—Se dirigió a mí de manera formal pero distante y con cierto fastidio

-Soy Yui Komori, me dijeron que viviría aquí un tiempo—Le conteste segura pero con cierto nerviosismo

-Ayato. Tú sabías algo de esto? – Cuestionó al pelirrojo que se encontraba jugando con... Ruko?

-Ehh! No; Chichinashi ¿Por qué no mencionaste algo de ello?—Me miro serio

-Porque tú me atacaste de la nada y… me dijiste Chichinashi?—"No puedo creerlo, este chico es realmente grosero"

-Por supuesto IDIOOTA, eres tan plana como uno—Un tanto avergonzada lleve mis manos a mi pecho, tratando de taparlos. Sentí unas manos sosteniéndome por los hombros.

-Pero no te preocupes; aun eres linda—Escuche la voz de Ruko, mientras me abrazaba por detrás. Forcejee un poco

- Ruko compórtate—Le ordeno Ayato, en tono serio y enfadado al mismo tiempo, pero con un toque de ¿dulzura?

-Está bien. Luego jugaremos nosotras solas—Susurro lo último en mi oreja antes de lamerla. Me removí incomoda y lleve mis manos a los oídos

-Es realmente extraño, no se me informo de esto. Arreglemos este asunto en la sala. —Me señalo que lo siguiera—Encárgate de su equipaje—Le ordenó a alguien. Gire mi rostro y pude distinguir a un señor mayor llevarse mi equipaje

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Ya estando en la sala. Ayato se sentó en un sillón individual y Ruko detrás de él.

-Vaya realmente hay una linda chica humana por aquí? – Era una voz cantarina pero masculina, voltee y vi a un chico de cabello marrón rojizo con un uniforme escolar y sombrero y detrás de él un chico de cabello lila con uniforme y abrazando a un oso de peluche

De pronto; sentí que me lamieron la mejilla temblé y me di la vuelta descubriendo que se trataba del chico de cabello marrón

-Permite lamerte también—Escuche una voz un tanto débil y enferma pero linda del chico del cabello lila; que sin esperar respuesta me lamio la oreja.

-¿No creen que es descortés, tratar de esa manera a una dama que acaban de conocer?—Los reprendió Reiji

-Pero, Reiji. Cualquiera quiere probar algo que huela bien. ¿No es así Kanato?—Miro al chico de cabello lila. El cual solo asintió

-YA BASTA! No pueden tocarla, SIN mi permiso. Yo soy su Majestad y su Majestad tendrá su primer todo—Les grito enojado Ayato.

-Que patético—se escucho una voz grave y un tanto ronca—Nada es más irritante que el hecho de que te llames a ti mismo "Majestad"

-Subaru, ¡MUESTRATE!—Ayato gritó sobresaltado y levantándose del sillón donde se encontraba.

-Sentí que olía a humano – Un chico de cabellos blancos que hizo caso omiso a lo que Ayato había dicho anteriormente; se encontraba recargado en la pared, frente a nosotros – ¿Eres tu quien interrumpió mi preciado sueño?—Dirigió una corta mirada hacia mí, la cual sentí algo fría.

-¿Cuándo llegaste?—Aquella pregunta tonta fue la única que pude articular de forma decente

-Mi pregunta PRIMERO—El chico albino dio un golpe seco a la pared, lo bastante fuerte como para provocar que en esta se formara un cráter.

- Ya basta .Bien, ya que todos nos encontramos aquí ¿Alguien sabe de esta cica que ha venido a vivir con nosotros?- El chico de ojos rojos hablo de forma fría, mientras se acomodaba los lentes. -¿Ruko? ¿Mizuki?—Miro de forma rápida a la chica que se encontraba detrás de Ayato y tras recibir una negación de su parte, dirigió su mirada a las escaleras donde se encontraba una chica de cabellos blancos que en las puntas se volvían de forma degradada a un azul rey recargada en el barandal y sosteniendo un libro. La chica no se percató de la pregunta o simplemente le ignoro.

-Creo, que debe haber algún error. Será mejor que me vaya. Gracias—Me disponía marcharme pero una voz fría que ya lograba reconocer me retuvo.

-Realmente careces de educación. Intentó aclarar la situación y te decides irte, dejándola inconclusa—A pesar de no estarlo mirando a los ojos, pude sentir un ligero escalofrío.

- ¿Eres tú la mujer que "ese Hombre" menciono?—Se logró escuchar una voz tranquila pero distante, la cual creí reconocer como la de una chica. Me giré para verla pero fue en vano

- ¿Shion?, ¿Shuu? Acaso saben algo—el peli-negro dirigió su vista hacia un sofá situado al fondo de la sala.

-Realmente quisiera que me lo explicaras—Kanato, el chico que aun abrazaba a su oso, miro algo intranquilo al chico rubio que se encontraba recostado en el sofá, que al parecer se encontraba dormido.

- Él dijo que tendríamos una invitada de la iglesia—Habló el chico rubio, de forma perezosa y aun con los ojo cerrados.

- Eso quiere decir, ¿que ella es la novia?—Cuestiono Ayato

-En vez de una novia parece más un sacrificio—Comentó el chico de cabellos marrones, con voz divertida.

- Pero dijo que no la matáramos—La chica que no lograba identificar concluyó

- Está bien, en ese caso nos presentare. Ellos son Shuu—Dirigió su mirada hacia el chico que se encontraba acostado en el sofá—El segundo hijo y Shion – Detrás del sofá apareció una chica de cabellos rubios tornándose a naranjas, su mirada se mostraba cansada. Desvió su mirada. —El cuarto hijo; yo—Saludo de manera formal—Mizuki—La mencionada alzó la mirada por un momento

-Realmente, eres patética—Me sostuvo la mirada por unos segundos—A que sí, Yui—Sentí que el brazo de la chica me atravesaba la espalda apoyándose en mi hombro

-Los trillizos; Raito –Reiji prosiguió restándole importancia a su hermana

-Mucho gusta, Bitch-chan – Saludo de forma divertida el chico de cabellos marrones, Raito

-Kanato – Reiji se acomodó los lentes

-Mucho gusto—Se presentó el chico de cabellos lilas, abrazando a su oso

-Ayato

-La próxima vez, no podrás escapar—Me sonrió de manera arrogante.

-Ruko

-Encantada, Yui-san—Se acercó dando brinquitos hacia mí y me abrazo por la espalda—Realmente eres linda—Se posicionó frente a mí y me tomo de las manos, dedicándome una sonrisa

-Y el…- Reiji fue interrumpido por un fuerte sonido proveniente de la puerta principal.