Siempre me hice una pregunta, sin encontrar una respuesta, se puede cambiar el destino?, y si es así, hasta donde podemos llegar para lograrlo?. Sera que nuestro camino está marcado como las líneas de la palma de una mano, que no se pueden torcer, ni borrar...será que desafiar al destino es inútil?...pero el deseo de una vida mejor, de algo diferente, es como la fe que mueve montañas, o eso deseo creer.

Capítulo 1

Kurt estaba de pie frente al ventanal, por donde la nieve caía sin cesar, pensativo, con una sonrisa, miles de ideas paseaban por sus ojos hacia el futuro, sintió los brazos de su novio rodeando su cintura y su mentón en su hombro, él abrazo sus brazos queriendo fundirse en ese abrazo.

-Lamento tener que interrumpir nuestro descanso, me hubiera gustado quedarme a vivir aquí contigo.- dijo Blaine.

-Dos semanas alejados del mundo es un récord.- Kurt sonrió.

-Récord es hacer el amor todo el día durante dos semanas.- comento con una sonrisa Blaine.

Kurt se giro en sus brazos quedando cara a cara.

-Te amo.-

-Te amo mas.- dijo Blaine mirándolo a los ojos sonriendo.

-No, yo te amo más.- Kurt río midiendo un beso entre ellos.

-No...yo te amo mas.- Blaine cerró el espacio entre ellos y lo beso.

Sus labios danzaban en sincronía, saboreando ese beso, perdidos en el amor. Blaine profundizó el beso y Kurt lo siguió, las caricias viajaban por encima de sus prendas, encendiéndolos de a poco.

Unos golpes en la puerta los interrumpieron, Blaine gruño separándose de su novio.

-Estoy empezando a odiarlo.-

-Tú le pediste que viniera a buscarnos, tu auto no se ve por la nieve.- dijo Kurt tomando su abrigo.

Blaine negó con la cabeza, se dirigió a la puerta abriéndola.

-Buenos días.- saludo Wes.

-Buen día.- respondió Blaine haciéndose a un lado para que entrara Wes a buscar las maletas.

-Hola!.- dijo Kurt. -Mira, vamos a casarnos!.- mostrándole el anillo de compromiso.

La emoción de Kurt le provoco una sonrisa a Blaine, Wes sonrió y miro el anillo.

-Los felicitó.- respondió Wes sonriente.

Blaine se coloco su abrigo, tomo una maleta y Wes otras dos, Kurt tomo otra y salieron hacia el auto.

Todo el viaje de regreso a la mansión Anderson, estuvieron entre arrumacos y besos furtivos, Wes miraba de vez en cuando por el espejo retrovisor, era muy diferente este Blaine al que él conocía, junto a Kurt era un hombre diferente.

Jeff salió de la mansión esperándolos en la puerta, sonrió al ver la felicidad de su amigo.

-Hola Jeff, no casaremos!.- dijo Kurt caminando hacia él.

-Wow!, los felicitó!.- dijo Jeff sonriendo. -felicidades jefe.-

Blaine sonrió tomando la mano de su novio.

-Gracias.-

Los novios ingresaron a la mansión, tras ellos Wes y Jeff con las maletas, Kurt estaba ansioso, quería empezar con los preparativos de la boda, Blaine quería hacerla lo antes posible.

Entraron a la cocina y se encontraron con Nick y Max, Kurt no tardo en darles la noticia y ellos los felicitaron, Blaine quería tener un momento a solas con su novio antes de volver a su trabajo.

-Ya están en su habitación las maletas.- dijo Wes entrando junto a Jeff.

-Gracias, amor...- dijo Blaine hacia Kurt.

Kurt miro a su novio y entendió que quería ir a su habitación.

Salieron de la cocina, Blaine lo tomó de la mano y caminaron rumbo al segundo piso.

-Tienes que irte?.- preguntó Kurt ya en su habitación.

-Sí, tengo una reunión, lamento no poder llegar para almorzar juntos.- dijo Blaine abrazándolo.

-No te preocupes, almorzare con los muchachos, tendré que retomar mi agenda también.- comento Kurt.

-Mmmh... Mi madre querrá empezar con la segunda etapa de la campaña publicitaria, podrás hacer todo?, no será mucho trabajo?.-

Kurt río.

-No, claro que no, está bien.-

-Bien...te voy a extrañar.- dijo Blaine besándolo.

Kurt pasó sus brazos por detrás de la nuca de su novio dejándose llevar por el beso.

-Te amo.-

-También te amo.- dijo Blaine besándolo nuevamente.

Se separaron y Blaine salió de la habitación, tenía que reunirse con Santana y no sería grato como de costumbre.

Kurt abrió su maleta y comenzó a sacar sus cosas, la mayoría de su ropa era de diseñadores europeos, abrió el closet para guardar sus prendas y encontró en un rincón unas playeras de cuando trabajaba con Puck.

Respiro profundo, saco las prendas mirándolas, tenían el aroma del perfume de Blaine como todo el closet, sonrió al darse cuenta de cómo cambio su vida, ya no habían jean gastados, ni zapatillas rotas, todo su guardarropa así como su vida había cambiado en gran manera. Miro su anillo, ese símbolo que tanto expresaba, se sentía feliz como nunca antes, entonces decidió dejar las playeras a un lado y busco su celular para hablar con su padre y darle la nueva noticia.

...

Blaine se acerco a la mesa habitué, Santana estaba sentada y frente a ella otro joven.

-Buenos días.- saludo educadamente Blaine.

-Anderson.- dijo Santana. -El es Sebastián Smythe.-

Sebastián se puso de pie mirando a Blaine con un brillo en su mirada.

-Mucho gusto.- dijo extendiéndole la mano.

-Un gusto también.- respondió Blaine.

Sintió una sensación extraña al tocar a Sebastián, una incomodidad lo recorrió, desvío su mirada y se dirigió a un asiento frente a Santana.

-Bien, Sebastián manejara la zona de Puckerman, ya está al día con los negocios y como nos manejamos, espero que no existan diferencias entre ustedes, no quiero más malos entendidos, y la organización espera de ti, el doble de lo que crees poder dar, así que no me des una excusa para matarte.- le dijo Santana a Sebastián. -y espero que tu vida amorosa no se mezcle con nuestro trabajo Anderson, porque nadie es imprescindible.-

Blaine entendía perfectamente, no dijo una palabra, solo la miro serio.

Ella se puso de pie y tanto Blaine como Sebastián también lo hicieron con educación, se retiró sin despedirse, resonando sus zapatos por el pasillo de la cafetería, Blaine se sentó mirándola, Sebastián lo observaba con una media sonrisa.

-Tenía muchas ganas de conocerte, escuche mucho de ti.- dijo Sebastián.

-Mmmmh...supongo que te pusieron al día.- dijo mirándolo Blaine.

-Sí, fue increíble el trabajo que hiciste en la zona de Puckerman, era una zona de guerra antes.-

Blaine estudiaba con detenimiento a Sebastián, tenía una mirada seductora, conocía ese tipo de hombres.

-Escuche sobre tu padre y lo que hicieron en Washington.- comento Blaine.

-Si...mi padre, es una piedra angular de la organización, llevar su apellido es un honor, pero bueno tú debes saber lo que eso significa, tu padre también era una leyenda, y tú le has hecho honores.- comento Sebastián mirándolo a los ojos.

Blaine hizo un gesto agradecido.

-Espero podamos llevar nuestra responsabilidad en paz.- dijo Blaine poniéndose de pie.

-Estoy seguro de eso.- respondió Sebastián dándole la mano.

Blaine extendió la suya y sintió esa sensación nuevamente, se giro y salió caminando del local.

-Y?, que te pareció?.- pregunto Wes una vez dentro del auto.

-Un presumido adulador como lo suponíamos.- respondió Blaine.

-Que haremos?.- pregunto Wes mientras Víctor conducía.

-Nada. Por ahora nada.- Blaine miro a través del vidrio pensativo. -vamos el este, tengo que hablar con Manny.-

-Con Manny?.- pregunto Wes con cierto asombro.

-Sí, tengo que hablar con él.-

...

-Y como va a ser?, la harán aquí?.- preguntó Jeff sentado en el sillón de la cocina junto a Kurt.

-No hablamos mucho de eso, pero si quiero hacerla aquí...donde hay de esas masas?.- preguntó Kurt mirando a Jeff.

-En la heladera.- respondió éste.

Kurt se dirigió a la heladera sacando un plato con las masas que él quería.

-Son deliciosas.- dijo sentándose nuevamente junto a su amigo.

-Entonces?, que haremos esta tarde?, tengo órdenes de no dejarte solo.- dijo Jeff mirándolo.

-Tengo que buscar mi agenda, ni bien habilite la pagina que hice, comenzaron a aparece estudiantes y turistas.-

-Wow! Estas muy solicitado...eso y sin hablar de tu fama, vas a empezar firmar autógrafos en cualquier momento.- dijo Jeff riendo.

-Mi fama?, de que hablas?.- Kurt miro a su amigo con una ceja alzada.

-No viste los afiches?, están por toda la ciudad y de cuerpo entero, hay una gigantografia solo tuya.-

Kurt se quedo mirándolo, si era lo que él creía no sabía si volvería a pisar la calle.

-Dijeron que era para catalogo.- dijo Kurt algo preocupado.

-Te mintieron, eso o le gustaste mucho a los publicistas, estarás trabajando con ellos nuevamente verdad?.- pregunto Jeff mientras comía unas masas con su café.

-Sí...pero no se...-

-Oh, vamos, será publicidad gratis para tu empresa...piensa lo así.-

Kurt siguió comiendo masas, no sabía qué pensaría Blaine de todo eso, no vio nada cuando volvieron a la mansión, estaba muy embelesado abrazado a su novio como para mirar hacia la calle, y ahora parece que la ciudad estaba empapelada con su rostro, solo esperaba que esto no le trajera problemas con Blaine.

...

Estaba sentado en un banco largo, de madera, observaba el lugar con detenimiento, las imágenes en las paredes y esculturas religiosas eran asombrosas. Conocía el lugar porque había visitado al amigo de su padre hacia unos años atrás, había mucha paz en ese lugar, parecía imposible que existiera un lugar así en medio de tanta maldad.

-Blaine, muchacho...qué bueno verte.- dijo un hombre robusto, de cabello castaño y piel de igual color, vestido con una sotana negra.

-Manny...- Blaine se puso de pie y lo saludo con un cordial abrazo.

-Hacia mucho que no te veía, y que te trae por aquí?, vas a casarte o vienes a confesarte?.- pregunto con gracia el sacerdote.

-No creo que quieras escuchar mis confesiones, y si bien, voy a casarme no vine por eso.- dijo Blaine mirándolo con cierta gracia en su tono de voz.

-Mmmm...bien pues cuéntame.- pidió en sacerdote sentándose junto con Blaine.

-Tengo un problema, alguien está amenazando a mi familia, no es cualquier persona, es alguien deseoso de poder, y no creo que tenga limites.- dijo Blaine mirándolo serio.

-Amenaza a tu familia o a la organización?.- pregunto el sacerdote.

-A ambas, pero la organización puede defenderse.- dijo con pesar Blaine.

El hombre lo miro en silencio.

-Dañaron a alguien de tu familia?, a tu madre?.- preguntó el sacerdote.

-A Kurt, mi novio...el trabajaba con un mafioso, cuando quiso salir, a pesar que ya vivíamos juntos e hice lo imposible para protegerlo, le dispararon en una fiesta en mi club...no puedo protegerlo, saben que él es lo único que ...él es todo para mí. Me enamore y ese fue mi error, lo sabía desde un principio pero no pude evitarlo...ellos lo saben, él lo sabe...-

-Él, ellos?.- preguntó atento el sacerdote.

-No sé si es uno o varios.- dijo Blaine. -no sé mucho en realidad.-

-Sabes que ya no trabajo para la organización, tengo otro jefe...- dijo mirando en gran crucifijo en la entrada. -cuando mataron a tu padre, la organización se termino para mí, yo trabajaba para él, porque lo respetaba más que a mí mismo, mi fidelidad era para él, y cuando murió...ya no había razón por la cual quedarse, supuse desde un principio que ocuparías su lugar porque está en tu sangre, y la consecuencia de eso también la llevas contigo.-

-Lo sé, se cual es mi destino, pero...-

-Pero el amor hace milagros, aquí aprendí eso...que es lo que necesitas?.-

-Información, se que tienes amigos en Canadá y necesito información nada mas.-

-Veré que puedo hacer, tal vez pueda ir a visitar algunos amigos.- dijo el sacerdote.

-Gracias, de verdad te lo agradezco.-

-No agradezca, mejor cuéntame sobre tu futuro esposo.- dijo el sacerdote sonriendo.

Blaine sonrió, Manny era de esas personas que te daban confianza.

...

Kurt no salió de la mansión, se dedicó a ponerse al día con las reservaciones, le llevo casi toda la tarde, se recostó en un pequeño sofá que había en su oficina con la computadora, se mantuvo allí hasta que unas manos se apoyaron sobre sus hombros sobresaltándolo.

-Hey...- dijo Blaine masajeando sus hombros.

-Hola amor...ya es hora de cenar?.- pregunto Kurt relajándose bajo las manos de su novio.

-Sí...hace cuanto estas aquí?.- pregunto Blaine.

-Desde las cinco...tengo mucho trabajo...creí que era menos.- respondió Kurt restregándose los ojos.

-Necesitas usar lentes para estar frente a la computadora, te va a doler la cabeza.- dijo Blaine.

-Si.- Kurt se puso de pie y lo beso con ternura.

-Vamos a cenar bebé.- dijo Blaine sonriéndole. -te tuve presente todo el día, más cuando salía a la calle y tu imagen aparecía en todos lados.-

-De verdad?...- pregunto Kurt preocupado. -como se ven?.-

-Como te ves deberías preguntar, porque estas increíble, tanto que me dieron celos de todas esas personas babeando en la acera.- dijo Blaine mientras caminaban hacia la cocina.

-Te estoy hablando en serio?, tu mamá dijo que sería un catálogo.- dijo Kurt.

-Mi mamá vio en ti un gran negocio, y tu dijiste que si.-

Blaine oculto sus sonrisa al notar la expresión de molestia de su novio.

Se sentaron en la cocina solos y disfrutaron de su cena, ese día había acabado tranquilo, y deseaban descansar en los brazos del otro, no solo esa noche sino todas las que llegaran en el futuro.