Disclaimer: Ni digimon ni sus personajes me pertenecen.


Chapter I: Algo nuevo que contar.

.

.

Nuevamente me encuentro aquí, en mi cama, sudando frío y con lagrimas en mis ojos.

¿por que?

¿por que esa horrible pesadilla otra vez?

No lo entiendo, en mis dieciocho años de vida siempre he tenido todo tipo de pesadillas. He soñado desde monstruos que salen de abajo de la cama hasta con demonios que desean arrastrarme hasta el infierno.

Pero, jamas, jamas he tenido la misma pesadilla durante tantas noches seguidas.

Esto ya es totalmente delirante. Llevo una semana entera despertando a mitad de la madrugada y mi cuerpo y mi mente ya no funcionan con total normalidad.

Creo que mañana hablare con mi psicólogo acerca de esto.

¡Maldición! soy una lunática sin remedio.


Perfecto, pensé con sarcasmo, otra noche sin poder dormir.

-¡Hikari!- escuche a mi madre llamarme -¿ya estas levantada? llegaras tarde a la facultad!-

Oh si, olvide mencionar que asisto a la universidad.

-Hikari, ¡te estoy hablando niña!-

Y que mi madre es un poco, controladora.

-ya salgo, madre- conteste antes de que esa señora decidiera entrar a mi habitación.

Hoy, sera un largo día.

Luego de alistarme salí de mi casa camino a la parada del autobús. Me estremecí. Es época invernal y no soy buena soportando el frío.

Para cuando llegue a la universidad mi nariz era una fiel competidora de Rudolf, por lo que casi corrí hasta el salón de análisis matemático I. Allí me encontré con Daisuke, uno de mis nuevos amigos allí.

-Hola bonita ¿Cómo has estado?- Le sonreí, estábamos en el segundo semestre, por lo que ya me he acostumbrado al apodo que decidió ponerme desde el primer día.

-Bien- Contesté desviando mi mirada. Suele ser muy perceptivo conmigo, aun cuando con el resto del mundo parece desconectado. -¿Has visto a Zoe?- Pregunté al no ver su cabellera rubia en el salón. Daisuke se encogió de hombros. Suspiré. Hace ya bastantes días que mi amiga se comporta algo extraña.

El resto de la jornada pasó sin más contratiempos.


¡Bien! Ya son las seis de la tarde, hora de ir a visitar a mi psicólogo.

Creo que debería presentarlo. El es... Es... Bueno, no sabría como describirlo, el es nuevo en todo esto de tratar a locos depresivos como yo, realmente. Soy su segunda paciente en estos cuatro meses que lleva ejerciendo, es joven, tiene veintitrés años y su nombre, es Takeru, Takeru Takaishi.

-Buenas tardes señorita, ¿viene a su consulta con el psicólogo?- me pregunto la secretaria.

-Si- dije, sin muchos ánimos de hablar. No era consulta, quise decirle, era te-ra-pia una cosa totalmente diferente.

Pensé entonces en lo estúpido que aquello sonaba. Joder, si estoy loca.

Estuve esperando por unos... Creo que diez minutos, antes de que el doctor Takaishi me llamara.

-Muy buenas tardes Hikari, ¿como te ha ido en la semana?- me preguntó en cuanto entramos al consultorio y cerró la puerta.

Yo le mire con cara de "¿te parece que me fue bien?" mientras señalaba mis pronunciadas ojeras.

El sonrió y negó con la cabeza. Si hay algo que me agrada de él es que me trata como si fuera su amiga, aun sabiendo que yo a el no lo considero como tal.

O tal vez si, hace ya tres meses que vengo a terapia con él. Al principio lo odiaba por el simple hecho de que me hayan enviado allí por la fuerza.

Claro, yo era una loca depresiva que se mutilaba a si misma, ¿quien no querría enviarme a un psicólogo?

-¿Qué te sucede?- preguntó de golpe, pero con la sutileza de todo un profesional, claro.

-Um.. No es nada- Respondí sin prestarle realmente atención a su pregunta. Creo que se dio cuenta de que estaba perdida en mis pensamientos.

-Bien, ¿tienes algo nuevo que contar?- preguntó con tono grave. ¡Nah! que va, ese era su tono de voz normal.

Yo me lo pensé.

¿algo nuevo que contar?

Bueno, a juzgar por la forma en que me mira estoy segura de que sabe que mi mente trabaja para inventarle alguna escusa sobre mi estado, a este tipo no se le escapa una. Suspiré, todavía no me acostumbro a contarle todo a buenas y a primeras.

-Bueno, a decir verdad, sí- Comencé, y él me presto toda su atención -Veras, últimamente he tenido una pesadilla muy recurrente, es tan fuerte la sensación, que me despierto a mitad de la madrugada muy agitada, y por más que lo intente no logro comprenderla-

Hablé con la mirada perdida en el cielo raso del consultorio. Cuando baje la mirada y lo observe, pude ver una chispa de preocupación en su mirada.

-¿Podrías contarme exactamente que sucede en tu pesadilla? Así veré si puedo ayudarte a entender el por qué recurre tanto a tus sueños-

Yo asentí, no muy convencida.

¡Rayos! Esta sesión será muy larga.

End chapter I


Author Notes: Holiwis! Acá yo con otra nueva historia... Ya se que deberia estar actualizando It´s becoming real pero he estado muy metida en el mundo digimon . por lo que a raiz de ciertas circunstancias he decidido publicar esta mini histora que encontre en mi compu :3 Siii... Lo viejo es lo mejor y aun cuando consta de capitulos cortitos (porque en la version original el capi era aun mas corto) intentare extenderlo un poquitito mas para que les guste xD

Nos vemos en la próxima actualización.

Besos, abrazos y galletas virtuales ;) Byes!

Lizzy-chan.-