Bueno, éste es el primer fic que publico, aunque tampoco la primera historia que escribo. Espero que guste. En principio lo tengo planificado para unos 6 o 7 capítulos, pero quién sabe.

Espero las opiniones, sugerencias, amenazas de muerte (lo cierto es que confío en no llegar a tanto), en los reviews.

Sin más demora, aquí el primer capítulo.


Capítulo 1: El secreto de Handa

-Ejem, ejem, ejem...

El carraspeo del profesor de turno y las carcajadas de sus compañeros bastaron para arrancar al bueno de Handa de sus dulces, dulces sueños. Que lástima, justo en ese momento en que...

-Vaya, vaya. Ahora resulta que el señor Handa es todo un experto en funciones derivadas e integradas y puede permitirse el lujo de dormir en MI clase.

-Sí, bueno, es decir, yo no... -empezó a decir rojo como un tomate

-¡Ah! ¡Si no sé de que me extraño! Seguro que hay alguna razón de peso como para que el señor Handa haga la marmota en clase.

"Desde luego que había un motivo -pensó él-, pero a ti te lo voy a decir."

-Bien pues, salga usted a la pizarra. Si tenemos dos funciones, cada una con sus respectivas gráficas, ¿podría decirme cuál es la derivada y cuál la integrada?

-Pues... -empezó mientras pensaba algo así como "Así te metas las funciones por el..."

El resto de la clase fue, evidentemente, una tortura. Nunca le habían gustado especialmente las matemáticas, pero si además el profesor se dedica a hacer indirectas constantemente a tu persona... Los minutos pasaron lenta, muy lentamente, hasta que el maestro se fue y entonces Handa decidió ir al baño, aprovechando el cambio de clase.

Se pasó un agua por la cara y luego se miró frente al espejo y vio que no presentaba un aspecto precisamente fresco cual lechuga. Se diría que bajo sus ojos completamente hinchados y enrojecidos llevaba dos morcillas, de las ojeras que tenía. ¿Pero cómo podía presentar un aspecto mejor después de lo que había pasado la noche antes, al fin y al cabo? Con sólo de recordarlo le volvían a asomar las lágrimas... Suspiró. Lo que no puede ser, no puede ser, se dijo... una vez más.

-Handa... ¿Estás bien? -dijo una voz preocupada a sus espaldas

Se giró y vio a su amigo Endo, que le ponía una mano sobre el hombro.

-Nos has dejado algo preocupados. ¿Te pasa algo? -preguntó al ver que tenía la cara algo llorosa

-No, no... No es nada, de verdad -respondió forzando una sonrisa y disimulando- Sólo es que he pasado una mala noche y estoy muy cansado.

-¿Seguro?

-Sí, de verdad

-Si tú lo dices...

-Que sí, pesado, que sí -insistió en tono de broma- Venga, volvamos que el de lengua ya habrá llegado.

Pero algo le decía a Endo que su amigo no estaba siendo sincero del todo. Tendría que tratar de averiguar de que se trataba...


Espero que haya gustado. Sé que tal vez me ha quedado algo corto, pero prometo que el resto de capítulos (que ya tengo más o menos esbozados) tendrán algo más de argumento.