-Tú dilo, vamos, dilo, dilo como si lo sintieras- respondido Molly
Sherlock estaba en un debate interno, sintió como su cuerpo temblaba por dentro, su ritmo cardiaco aumento. Tenía que hacerlo.
-Te amo- dijo Sherlock
-Te amo- repitió Sherlock en voz baja.
Molly miro su teléfono.
-Molly – dijo Sherlock demandando una respuesta
El contador descendía furioso hacia la muerte de la Dra.
-Molly por favor! – rogo Sherlock
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-te a..-
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Fin de la comunicación. La pantalla se tornó en ese gris característico de corte de transmisión.
Los ojos de Sherlock estaban abiertos. Nada le importo en ese momento. No había ninguna crisis, no había nadie en el cuarto con él. De repente fue directo a su palacio mental.
Había un cuarto, la puerta estaba abierta, el intento acercarse. Molly lo estaba mirando desde adentro.
-No! – grito Molly al verlo acercarse
Sherlock no podía moverse.
-Yo.. – dijo Molly mirándolo a los ojos, su mirada estaba llena de dolor.
Una oleada de calor vino desde dentro de su habitación. Un fuego enorme rodeo a Molly. La puerta se cerró.
-Sherlock! – grito John
Sherlock se encontró sentado en el piso, con el pecho agitado rodeado de lo que fue el ataúd de Molly, sus puños estaban ensangrentados .
-Yo… - dijo – yo la mate John
-No compañero, no lo hiciste, vamos arriba, hazlo por ella – dijo John con los ojos rojizos.
Mycroft en el fondo miraba la pantalla, Eurus estaba dando indicaciones para que se dirijan a la siguiente habitación.
-Te amo – susurro Molly.
Fin de la llamada. Una confundida Molly mira su celular, su pantalla se vuelve negra.
El día iba de mal en peor, el departamento de Sherlock había explotado en pedazos, la señora Hudson se había retirado hacia lo de su hermana y John no contestaba su celular.
Y luego esa llamada. Esa embarazosa y humillante llamada. Molly recordó todo lo que había pasado todos esos años de estar enamorada del detective consultor, años de los cuales nunca fueron correspondidos y nunca lo serán. Tomo su celular para llamar a John otra vez, pero no pudo encenderlo.
-Algo debe andar mal con la batería- pensó.
Se puso su pijama e intento conciliar el sueño, cansada por la situación, cansada de retener lágrimas, se sumergió en un sueño profundo.
Al despertar ya era de día. Tomo su celular para ver la hora.
-Cierto- se dijo
Su celular seguía sin encender. Hoy tenía que cuidar a Rosie al mediodía.
-Solo pido no encontrarme con Sherlock – pensó
Casa de John
John estaba exhausto con todo lo vivido, solo quería estar con su hija, abrazarla y cuidarla. Sherlock estaba en un estado en el que se encerró en sí mismo y no acepto liberar sus emociones, no derramo ninguna lágrima por su amiga Molly, pero John sabia, sabía que esto lo estaba destruyendo por dentro. Sabía que esto no iba a durar mucho, al fin y al cabo él es un ser humano.
John vio a Sherlock sentado con su pose característica. Vio el contorno de sus ojos rojizos. Lo dejo solo y se retiró a dormir junto con Rosie.
Al despertarse, John vio a Sherlock acostado en su sillón, tenía los ojos cerrados pero sabía que estaba despierto.
-Sherlock- dijo John acercándose.
No hubo respuesta.
-Tienes que hablar sobre esto – siguió John – No es tu culpa y lo sabes.
Sherlock abrió los ojos.
-Que no es mi culpa?!- grito Sherlock de repente poniéndose de pie.
-Molly Hooper está muerta John, Muerta, yo no puedo… - Sherlock se detuvo
John miraba al piso.
-Vas a tener que vivir con esto compañero, ella ya no volverá y debes entender que esto no es tu culpa…
-Tenías razón John – dijo Sherlock con una mano en su rostro
John lo miro.
-No me había dado cuenta lo afortunado que era…
John se acercó lentamente y lo abrazo.
-Mantente fuerte, pasara mi amigo, pasara.
-Iré a recostarme - dijo Sherlock
John se había tomado el día libre, no podía ir a trabajar después de lo sucedido ,no por algunos días.
El reloj marcaba el mediodía. Se escucha su timbre sonar.
Sherlock estaba sumergido en un sueño profundo. Se acordó de todos los momentos que había pasado con Molly, ella siempre estuvo ahí, siempre. Ahora ya no lo estará más, deseo haber tenido el valor de darse cuenta antes de sus sentimientos, - Mi primer te amo…a ella… - Pensó. Nunca sintió esta sensación de pérdida lo devastaba y mataba a cada segundo.
Le pareció escuchar a lo lejos el sonido del timbre, aún estaba dormido cuando escucho gritos de lo que reconoció eran de John. Siguió durmiendo.
John se dirigió a la puerta, al abrirla del otro lado estaba Molly Hooper en persona, sonriéndole pero con cara de preocupada.
-OH POR DIOS!- grito John tomándose el pecho con su mano.
Molly se asustó y abrió los ojos.
-John que pasa? – dijo mientras John la abrazaba fuerte
-Donde demonios estabas?! Tu estas muerta Molly, yo te vi yo, nosotros te vimos, tu casa exploto y …! – dijo John gritando
-Yo no estoy muerta! Como puedes decir eso!- grito Molly también , se tomó el pulso con cara de preocupación
-Que está pasando John?!, trate de llamarte pero mi teléfono se rompió y no funciona! - grito Molly nerviosa al verlo así a John
-Pero pero oh Dios mío ¡! Sherlock! – grito John
-Qué demonios está pasando?! Porque gritas así John!? –dijo un Sherlock abriendo la puerta de la habitación.
