Titulo: "Te encontré"
Genero: Romance, Drama, Comedia
Pareja: Sasuhina
Mundo alterno\Universo paralelo
Clasificación: Es apto para todos.
Advertencias: Este Fic es sasuhina, si no te gusta esta pareja mejor no lo leas. Posiblemente lo deje como un One-Shot de mínimo tres capítulos, eso lo pensare mientras desarrollo la historia.
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"La vida no solo nos une con aquellos que queremos, si no que también con quien necesitamos"
-Anónimo
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Capitulo 1: I found you...
Alguna vez has pensado en que el amor no existe, si existe, ¿por que el ser humano es tan despiadado?, por que toda la miseria y dolor no desapreciaran si ese sentimiento era tan fuerte, "estupideces", eso es lo que es.
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-¡¿Ca-casarme?!-La chica se asusto un poco ante las palabras de su padre, la palidez de la chica era tan notable que, algunos de los guardias desviaban su mirada para no chocar con la de ella y ahorrarle algo de vergüenza, la chica llevaba un kimono de flores de loto de colo rosa, su cabello agarrado con una media cola dejaba ver sus pequeñas orejas color nieve al descubierto, su piel era bastante blanca, desde pequeña tuvo un desafortunado accidente que provoco que fuera alguien de tez blanca y ojos grises, cosa que a ella no le gustaba hablar.
Sus manos apretaron un poco la tela de su kimono en signo de timidez.
-Silencio-Grito-Hinata, esto no es un pregunta, es una obligación, sabes lo que pasara si no hacemos esto, nuestra región sera atacada por el rey-su desesperación era notable por su sudor resbalando por sus mejilla, a pesar de eso no dejaba atrás su rostro firme y fuerte- ahora vete, te iras al amanecer.
Salio de la habitación sin decir mas, cada paso que daba su padre sonaba pesado y disidido, a ella ni siquiera le dio tiempo de ir contra su palabra, ¿como era posible que tenia que sacrificarse de esa manera?, ¿acaso solo había nacido para satisfacer el deseo de su padre?, a pesar de siempre ser gentil con todo ciudadano de su región, era conocida como alguien en quien se puede confiar, su sonrisa siempre sobresalía y daba algo de esperanza, "no se rinda, todo vale en esta vida" era su frase favorita. No le importaba mucho el casamiento, lo que ella no se sacaba de la cabeza era el echo de que a ella ya le gustaba alguien, aquel rubio que era conocido como un bandido de buena voluntad, ¿por que rayos era tan torpe como para no poder confesar sus sentimientos?.
Salio de la habitación, desviando su mirada hacia las ventanas de el corredor, era su padre hablando con su primo seriamente, el chico de coleta café se dio cuenta de su presencia, sonrió con su típica sonrisa noble y tranquila, se agacho desviando su mirada sonrojada lejos de el, siguió caminado dejando de mirar la ventana.
-Me gustas, hinata-sama...
Aquella palabras que había dicho no hace mucho hicieron que se distanciaran un poco de el, después de todo, no era posible ese amor, claro, eso no evitaba que se sonrojara cada vez que lo veía, y era continuamente.
Vio que algunos de los sirvientes estaban acomodando su maleta para la partida de ella. Toco la puerta llamando la atención de aquellos, hicieron una reverencia, ella paso, camino hacia su cama, arrodillándose para poder sacar una pequeña caja de madera, tenia una cerradura de oro,"podrían guardarlo en la valija por favor" pidió, una de las sirvientas acertó y lo guardo.
"Hinata, es una buena chica"
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-Llego el día-dijo mientras subía al carruaje, sentándose al lado izquierdo junto a la ventana, su padre siguió de un kimono de mangas largas ricamente adornado con bordados de colores muy brillantes, la imagen que llevaba en ello era de agua que fluye y flores azules, confeccionado con la mejor seda y la parte inferior está rellenada para darle más volumen. Se usaba encima del shiromuku como una capa y sin obi.
Onee-san, onee-san-La pequeña hanabi corría a dirección al carruaje, su voz era agitada y cansada, después de todo, corrió por todo el reino solo para poder despedirse-Espero que consigas la felicidad-La puerta del carruaje cerro, sus mejillas se sonrojaron dejando caer un pequeña lagrima, sabia que si hermana podía llegar a ser bastante seria y fría con ella, pero, en sus palabras sonaban con sinceridad-adiós-el carruaje avanzo dejando atrás la pequeña silueta de la menor de las hyūgas atrás.
-Deja de llorar, no es momento para eso-seco sus lagrimas con la manga de su kimono, a la vez tapando su cara para que el no la viera, ¿por que ella?, había tantas personas mejores que ellas para este matrimonio.
-Pa-padre-Hablo con un poco de timidez, voltio a verla sin expresión alguna.
-¿Apuesto que ni siquiera sabes como es...verdad?-Ella acertó, el dio un ligero suspiro-Hace pocos años, las ciudades se lideraban entre todos los jefes de las regiones principales, pero...-hizo una pausa que la hizo interesarse un poco-Llego el "Sharingan", siendo uno de los hijos principales de las colonización mas importante de las regiones de Konoha, en poco tiempo tomo el poder como rey, nadie sabe por que de pronto quizo aceptar el cargo, muchos dicen que la misma avaricia y poder fue lo que lo provoco, su estupidez provoco una guerra momentánea que arrebato miles de vidas, contando con muchos de los innumerables ciudadanos-trago silaba-yo conocía a su madre, era tan pura y amable, no se como es que el termino de esa manera, pero, creo que hasta llegaste a conocerlo...¿no?.-Ella pensoun momento ante la pregunta de su padre..
-Yo...-una voz la interrumpió-
-Llegamos señor Hiashi -la voz del sirviente aviso.
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La puerta fue abierta, dejando ver el interior de lo que era la habitación del rey, el tapete rojo estaba en frente de ellos, no había nada sobresaliente en aquella habitación, era como si no hubiera nada mas que el trono, las cortinas no dejaban ver absolutamente nada, la oscuridad era prolongada y eso provocaba algo de confusión al caminar, la oji-blanca ya era lo suficientemente torpe, ¿esto acaso podría dar mas miedo?.
-Tardaste Hiashi-la voz fría y desalmada que se escuchaba delante de ellos hizo que la mayor de lashyūgas temblara un poco, todos respondieron con una reverencia cortes, su padre hizo lo mismo, ella torpemente copio la acción de su padre, la gota se sudor que derramo el vaso, ¿que debería de hacer en esa situación?
-Me disculpo-Dijo indiferente dejando de hacer la reverencia.
-Basta de formalidades, cumpliré esa estúpida promesa,ahora, vete de mi vista-Reclamo el muchacho de pelo negro, haciendo una seña para que los guardias se lo llevaran, no había necesidad de la fuerza, camino directo a la puerta, dejando a la hyūga sola.
Estaba frente a el, dejo de hacer la reverencia viéndolo al rostro, ¿acaso el era aquel chico desalmado y avaricioso que su padre había mencionado atrás?, llevaba una
camisa blanca de manga larga de tela de terciopelo con un saco negro que le llegaba hasta la parte baja de la los talones, su corona estaba formada por
cerco o circulo de oro con preciosas piedras de color rojo,su pantalón era de color negro de seda, la capa era de un color rojo con bordes blancos, su mirada penetrante reflejaba un alma oscura, casi como sus ojos, me miro de reojo, parándose de su trono, la mayor de las hyūgatemblaba un poco por imaginar que tipo de cosas aria esta persona, a solo un metro de ella, se escucho a uno de los sirvientes pronunciar lo siguiente.
-Nuestro querido rey, Sasuke Uchiha por fin decidió casarse, ¡que grande sea el rey!-Todas las personas dieron pequeños gestos de alegría y aplausos en conmemoración del nuevo anunciado, abrieron las cortinas en seña de "un nuevo amanecer para nosotros es brindado, que viva el rey!.
-Pensé que seria mas bonita-Las palabras pronunciadas por el chico resonaban en su cabeza una y otra vez. ¿bonita?
Ella se acerco momentáneamente su mano a si dirección hacia su cachete, el peli-negro abrió ligeramente sus ojos por la reacción de la muchacha, un susurro se escucho de ella.
-¿Por que...?-dijo con palabras al viento.
-Eh...-El chico no supo que decir-
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-Co-como te atreves a decirme fe-fea-La hyūga apretó los cachetes del chico enojada haciendo un pequeño puchero, el Uchiha solo se enojo , su gesto en el rostro mostraba molestia tratando de quitarse las manos de ella de su cara. Todos se sorprendieron ante el gesto y acción de la mayor de las hyūga¿acaso estaba loca?, dos de los guardias que estaban en la puerta fueron a dirección de aquella escena graciosa, apartando a la chica hyūgadel menor de los Uchihas.
-Su-suéltenme-Dijo tratando de liberarse del agarre de el guardia.
-Maldita loca, ¡Que rayos te sucede!-Grito enfurecido el Uchiha- al parecer no saber modales.
-Yo-yo si se modales, tu fuiste el ma-maleducado primero-contesto, acaso estaba loca, estaba a punto de que la llevaran a la orca o mas aun, que atacaran su región.
-¡Cállate!-el Uchiha giro en dirección a hacia la puerta-no vale la pena seguir sosteniendo esta conversación, llévenla a su habitación, hablare luego con ella, tengo cosas por hacer- camino dejando atras su mirada de terror la cual se transmitía en todas partes. Ella dejo de luchar, hay veces en que te puedes arrepentir de tus acciones, esto era un claro ejemplo.
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Se escuchaba como la cerradura de la puerta de la habitación era cerrada con llave, se resigno a preguntar que es lo que pasaría después con ella y cual seria su castigo, su cama era cómoda, el piso era de madera de marvol, había una ventana que dejaba ver todo el reino al lado derecho de la habitación, la cortina era dorada y el color de las ventanas eran de color amarillo, había un pupitre con un jarrón que contenían rosas rojas, tomo una para poder observar un poco mas con detalle, en la región donde vivía casi no había este tipo de flores, gracias a su clima un poco desorientado, era imposible cosechar o comer cosas que no fueran de ahí. Dejo la flor y se recostó en la cama, sin decir mas, cerro los ojos.
El uchiha tomo algunos papeles de su habitación y dirigió su mirada hacia su pupitre, sentándose, empezó a firmar, catalogar y escribir todo tipo de documentos, las obligaciones no se cumplían por si mismas, a demás de eso, lo mas estresante de ello era pensar en todo lo que venia después.
-Señor-uno de los sirvientes llamo a la puerta
-Entra-llamo, acto seguido el sirviente entro-¿que quieres?-Dijo algo irritado.
-Entiendo en algún aspecto la decisión de contraer matrimonio con la joven hyūga, pero, lo que no entiendo es el por que ella-voltio a verlo un momento- de tantas mujeres con respecto económico mayor y regiones mucho mas grandes que podrían ayudarnos en futuros negocios, usted tuvo que...
-Acaso le pedí su opinión-El peli-negro interrumpió, dejando algo nervioso al hombre-eso no le incumbe-dijo fríamente., recordó las palabras que había dicho no hace mucho ante el consejo general del reino, su presencia solo hablaría sobre su futuro.
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-Las mujeres son estúpidas-refruño con aburrimiento, se hallaba sentado en su trono mientras dos de sus súbditos estaban frente a el a una distancia de al menos 4 metros-tontas, encreidas, asesinarían a quien fuera solo por un tonto vestido y maquillaje-
El Uchiha no había tenido las mejores experiencias con las mujeres, la única mujer quien había querido y admirado era su madre, la que, por circunstancias desafortunadas, habían asesinado por la avaricia y el odia hacia ella, en realidad ella no era nunca fue mala, ni caprichosa, era una persona noble que fue asesinada por el despecho de quedar el las raíces principales de la familia real, lo que no percataron es que tenia un hijo el cual tendría todo el derecho de reclamar el trono si era necesario, aunque sus planes nunca fueron esos al principio.
-Yo no necesito un reino, ni riquezas, cuando sea grande mama y yo nos iremos de aquí y viviremos una vida tranquila, escaparemos de esta gente-dijo en total tranquilidad en los años mas jóvenes del Uchiha, de al menos 12 años, se hallaba leyendo un libro en una de las habitaciones del castillo.
-No es discutible, necesitamos herederos quienes se hagan cargo cuando no estés, no hay mas familia que tenga tu apellido-uno de los diputados levanto la voz, llamando la atención del Uchiha, el peli-negro maldijo entre dientes, como se atrevía a decidir algo tan ridículo como eso.
-¡Ahora vete de mi vista!, que tengo cosas que hacer-El sirviente siguió su orden, sin mas que decir se fue.-maldición...
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La joven anticipo que ya era tarde, abrió sus ojos un poco desorientada y cansada, después de todo, aun no estaba lista para casarse, parándose de la cama, camino a dirección hacia la puerta, grito un momento con palabras gentiles diciendo "necesito ver al rey Uchiha, por favor abran la puerta". Sin alguna replica uno de los sirvientes abrió la puerta, ella salio de lugar sin antes irse sin decir "gracias buen hombre".
Camino por los alrededores de cada pasillo del lugar, preguntando a cada persona que se encontraba, ninguno sabia con exactitud donde podría estar, ¿como era posible que existieran sirvientes que no se preocuparan por Uchiha-san?, no se suponía que el era el rey...
Siguiócaminando hasta las puertas traseras del castillo, un hermoso jardín con diferentes tipos defloresse reflejaban por doquier, había una cascada en centro de ella de mármol, su figura era un caballo salvaje galopando, de su boca salia agua, era un poco gracioso para el gusto de la chica. -Terminaste-Dijo secamente, la mayor de las hyūgas se alarmo, girando rápidamente hacia el dejando la flor en su lugar. No se había cambiado en todo el rato, lo único diferente de el es que se había quitado la corona y la capa, quitando lo anterior, estaba igual.
Aun lado de la fuente había un pequeño quiosco de color blanco con ventanas pentagonales, un pequeño lago había en el costado de donde estaba la esquina de la puerta, era bastante hermoso, las flores sobraban en variedad, aunque, la mayoría no las conocía con exactitud, solo recordaba algunas por su madre, ella le contaba innumerables historias sobre que en cada rincón del mundo existe tantas variedades, tanto en colores como en formas.
Si, esos eran sus recuerdos mas preciados que ella podría almacenar en su corazón, desde la muerte de su madre todo fue mas que desgracia y perfección de su padre, no podía fallar. Tomo una de las flores oliéndola, tenia un olor dulce.
-S-si-afirmo, era la oportunidad perfecta-Uchiha-san...-El Uchiha puso atención, contestando con un "¿que pasa?", bajo un poco la mirada del los ojos de peli-negro-Quería disculparme...por lo de esta mañana, no fue mi intención-los nervios que sentía de habían bajado un poco, volvió a mirarlo a los ojos, el no reacciono de la manera esperada.
-No es suficiente-El peli-negro la miro detenidamente-debes tomar tu responsabilidad por lo que tu hiciste-Se congelo ante sus palabras, ¿responsable de sus actos?, trago silaba por imaginarse lo despiadado y cruel que podría llegar a ser el castigo que el Uchiha le plantaría.
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¿Acaso...esta es la manera de Sasuke Uchiha para tomar la responsabilidad? *
El menor de los uchihas se hallaba recostado boca-arriba en las piernas de la hyūga , sus manos estaban cruzadas, tenia los ojos cerrados en señal de estar durmiendo, la hyūga suspiro un poco, quiso verlo un poco mas detenido al peli-negro, sus pestañas eran largas, su cara no mostraba expresión alguna, sus labios eran gruesos, una persona atractiva en pocas palabras, si lo vieras de esta manera pensarías que es alguien normal, no podía llegar a entender como es que una persona como el era tan temida, posiblemente no lo veía en los momentos mas terribles, pero, nadie era malo, ella misma pensaba de esa manera.
Vio como uno de los mechones del chico resbalaban sobre su cara, sonrió dulcemente, posiblemente el no era una tan mala persona, quito el mechón de la cara del chico, si defini...
-Sabes, ese momento hubiera sido perfecto para besarme-la chica interrumpió sus pensamientos, se asusto temblando un poco, acaso, ¿eso pensaría que haría?.
-N-no, se equivoca, quiero decir, a-acaso-dijo sin hallar las palabras correctas.
El peli-negro sonrió de lado, una sonrisa poco notable.
-No te muevas tanto-ordeno.
Ella solo se limito a seguir su orden, su sonrojado aun era notable, pero, eso no la detenía, ella volvió a mirarlo, que se suponía que debería decir, "a veces el silencio era la mejor polémica", recordó las palabras de su primo,suspiro dejando salir algo de nostalgia al viento. Tenia muchas dudas respecto al matrimonio, y la pregunta mas grande, ¿por que ella?.
-Quisiera poder que darme mas tiempo-esas palabras llamaron la atención de la chica, voltio a verlo-pero, tengo demasiadas obligaciones, eso provoca que no haga mas que trabajar-Se levanto, alejándose de ella camino al castillo.
-Es-espera por favor-La hyūga salio tras el, el giro a dirección a el-...gracias.
Las palabras resonaron en pequeñas hileras de sinceridad, el Uchiha no dijo nada por algunos segundos, provocando cierto nerviosismo en su mirada, ¿que se suponía que pasaría?, ella no era capaz de soportar tal presión, su respuesta no fue hablada, el chico simplemente la ignoro y siguió su camino. La mayor de lashyūgas quedo quieta sin movimiento alguno, mordió su labio inferior un poco apenada.
-No encuentro nada...en lo cual...podamos entendernos-Dijo dejando de pensar, como si las palabras se las llevaran.
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Continuara...
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Bueno, por fin termine, quisiera que pudieran darle una oportunidad, y espero que disfruten lo que hay de el.
Himeko se despide. Adiós y hasta la próxima.
