Disclaimer: HP no me pertenece.
El lobo y el veela
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Capítulo 1
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Potter.
Harry sabe que lo que hace esta mal. Su lobo interno gruñe ante la idea de él tocando a alguien más que su pareja, le pide que pare, le suplica, pero su parte humana que aún tiene voluntad y fuerza le dice que se calle y sigue besando con furia al chico frente a él; y mientras le mete mano bajo la ropa, le odia.
Odia ser mordido por Greyback y ser un maldito lobo.
Odia que Remus ya no esté para guiarlo, para decirle qué hacer.
Odia a Snape por no poder detener la enfermedad en él.
Odia a Voldemort por dejar vivir a ese asqueroso lobo.
Odia a Draco Malfoy por ser su pareja.
Sabe que está lastimando al Slytherin frente a él, al igual que a todos los anteriores, pero le importa poco o nada. Solo quiere hacer sufrir a los demás tal y como él sufre, y cuando acaba le deja tirado en el suelo se arregla y se marcha. Y entonces se va a la torre de gryffindor, a su cuarto y se da una ducha. Deja que el dolor lo recorra porque pronto acabará. Mañana es el último día en Hogwarts y se alejará de Draco Malfoy y de todos los que ha utilizado para engañar a su lobo. Aun cuando sabe que este no lo ha creído.
Logrará seguir adelante, se dice. Él puede. Mañana se irá.
Zabini.
Blaise sabe que lo que hace está mal. Mira alejarse a Potter y se tapa la cara avergonzado, preguntándose en qué momento dejó que la persona que le gustaba a su mejor amigo se convirtiese en su mayor deseo, en su amante…en su ilusión.
¿Cuándo llegaron a ese punto? Se pregunta.
Sabe que Draco no le perdonará. No lo perdonará porque ha renunciado a varias cosas por no luchar contra Potter, porque ha peleado contra su padre y está a punto de perder su apellido debido a eso, y se ha alejado de su madre por esa pelea, a pesar de que la ama con todo su ser. Porque ha llorado en su hombro, sabiendo que no será correspondido y le ha agradecido cada vez por no juzgarlo y estar a su lado cuando no puede evitar quebrarse.
Porque Blaise lo ha escuchado, y a sus espaldas, le ha traicionado también.
Puede que ambos se sientan mal consigo mismos al enamorarse del gryffindor, pero al menos Draco ha conservado su dignidad y se ha levantado cada día con la cara en alto, obedeciendo sus propios estándares y conservando sus principios.
Ese Draco, quien le ha apoyado cuando ha peleado con su madre, quien le dio asilo cuando su padrastro lo echó de casa en vacaciones de invierno en medio de la nieve y sin nada, es el Draco que se sienta junto a él y lo dibuja, que canta levemente cuando tiene pesadillas y le deja acostarse junto a él cuando no puede dormir. Es el Draco que lo acompaña en las compras de Pansy, para que no se aburra. Que le pide ayuda para volar mejor en escoba y ganarle a Potter. El que le dedicó la primera sonrisa de victoria cuando lo logró en el último juego. El que le pidió que no tomase la marca, para que siguiera vivo.
Ese Draco, quién es como su hermano, ha sido traicionado por él, y pagará por ello. Porque después de todo ese Draco al que ha intentado tomar por tonto, es, después de todo, un Malfoy, y nadie lo pisotea. Y algún día todo el cariño que le profesa, todas las sonrisas que le dirige y toda la amabilidad se convertirá en rencor. Y no está preparado para ello, pero no puede evitarlo.
No, importa. Puede resistirlo. Mañana, mañana se irá.
Malfoy.
Draco sabe que Potter suele estar en el pasillo que conduce a las mazmorras junto con el chico del día. También sabe que últimamente prefiere a un slytherin y por ello suele pedir sus rondas lejos de ahí, para no ver nada que pueda lastimarlo. No quiere saber quién es. Prefiere pensar que es uno de los de primero, quienes no saben nada de su tonto enamoramiento. Además está preocupado por Blaise, está tan callado, decaído y evita mirarlo a los ojos, que Draco no puede evitar pensar que está en problemas.
La noche anterior ha llegado sucio y desarreglado, se ha acostado en sus rodillas y ha llorado. Y Draco conoce esa mirada de dolor. Es la misma que le recibe cada día frente al espejo. Es la mirada de alguien que se ha enamorado.
Está tan distraído que no ha notado que ha entrado en el pasillo que evita desde hace un mes, y cuando alza la mirada y ve a Potter besando a alguien el corazón se le parte en dos y tiene que usar toda su fuerza de voluntad para no llorar y mantener su mirada fría.
Pero no lo logra…
No lo logra porque un jadeo sale de sus labios y una lágrima escapa de sus ojos.
Potter abre los ojos y retrocede asustado, y lo mira. Seguramente porque cree que le mandara detención el último día de Hogwarts. Pero la razón no es esa. No lo logra porque quien está con Potter es su mejor amigo.
Es Blaise.
Le ha consolado por acostarse y enamorarse del chico que él ama. Y del cual su amigo sabía.
Es un estúpido.
Las lágrimas empiezan a salir y el dolor se empieza a convertir en rabia. Nunca se lo perdonará. Puede que Potter no esté enterado de lo que él sentía, pero Blaise lo ha sabido desde siempre. Desde que supieron que iría con ellos a Hogwarts, desde que Draco emocionado le ha contado que lo ha encontrado en la tienda de túnicas y le ha dicho lo mucho que deseaba que él le mirase. Desde que Blaise le ha dicho que podía lograrlo.
Blaise le ha dicho que podía lograrlo.
Blaise le había alentado a seguir enamorado. Quizá por ello el dolor es más fuerte. Porque realmente confiaba en él. Mira a Potter y no puede evitar mandarle una mirada de reproche. Se limpia las lágrimas y se da la vuelta.
No hay nada más que hacer ahí. Mañana se irá.
Potter.
Escucha pasos que se acercan pero en realidad no le importa. No están haciendo nada más que besuquearse y manosearse. Después de todo el lobo no permitirá que pase de eso, harto de que no busque a su pareja teniéndole tan cerca. Quizá por ello prefiere a los slytherins, porque le recuerdan a él. Y no es que esté engañando a Zabini porque él sabía desde el principio de que iba esto.
Entonces los pasos se detienen y él voltea a ver con desdén quién le ha interrumpido. Para su sorpresa es Malfoy y de inmediato el lobo empieza a quemarle, especialmente cuando siente el dolor de su pareja al verlo con alguien más.
El dolor de su pareja…
Quiere convencerse de que es debido a que el de al lado es su mejor amigo, pero cuando recibe la mirada de reproche, y ve los plateados ojos mirarlo con dolor, se da cuenta lo estúpido que ha sido. Malfoy se limpia la cara y los mira. Ya no hay dolor… Solo indiferencia hacia él y el moreno de al lado. Sonríe amargamente y se marcha.
Quédate.
Quiere gritar, pedirle que lo escuche, que no se marche. Pero Malfoy se ha alejado y mañana ambos partirán hacia distintos caminos. Mira a Zabini que parece destrozado.
-A él le gustabas – susurra el otro-le gustabas bastante.
Harry abre los ojos y las lágrimas empiezan a amenazar con salir. Entonces siente la rabia del lobo hacia el moreno.
Él lo sabía. Siempre lo supo-grita hacia su parte humana quien comprende sus palabras. Sabía que ambos se correspondían desde que él le llamó con el nombre del rubio. Y no dijo nada. Le azota contra la pared y le da un puñetazo para desquitar su rabia, pero sabe que él es igual de culpable así que le suelta y se aleja. Sabe que la ira se convertirá en llanto y no quiere que nadie le vea.
No quiere que nadie le vea llorar.
Zabini
Todo se ha descubierto, se ha acabado. Draco le odia. Potter se irá. No puede evitar sentirse culpable.
Culpable porque sabe que al moreno quiere a Draco, porque ha dicho su nombre más de una vez cuando están juntos. Porque aún cuando él mismo quiere a Draco no puede evitar sentirse celoso de él.
-A él le gustabas – susurra- le gustabas bastante.
No le sorprende ser azotado contra la pared ni recibir un puñetazo. Se lo merece. Porque fingió ser un buen amigo, porque se besuqueaba con la persona por la que su amigo lloraba, porque le decía a Potter que Draco nunca le correspondería sabiendo que le dolía al moreno.
Porque él era lo más cercano que le permitía estar del rubio. Porque lo quería para él.
Se lo merece.
Así como se merece que al regresar todos lo miren con desdén. Porque ha herido a su príncipe de plata. A su guía. A su líder. A su amigo. Porque con ello ha traicionado a todos.
Por eso cuando mira a Pansy y ella evade la mirada sabe que ha escogido entre sus dos amigos de la infancia. Y no lo ha escogido a él. Cuando mira a Draco salir mientras él entra, sabe que le han preguntado que le ha pasado y él no ha dicho nada, así que ellos ha sacado sus conclusiones.
Saben que él ha sido el Slytherin traidor.
El slytherin del que todos han murmurado por semanas.
Es cierto, ha traicionado la lealtad de la casa verdiplata. Sonríe. Irónicamente él tenía razón. Pagará por ello, porque a un Malfoy nadie lo pisotea. Más cuando es el mejor Malfoy que ha nacido nunca.
Pero mañana será otro día.
Y se marchará.
Malfoy.
Draco sabe que es un veela y quiere creer que el tonto enamoramiento por Potter pasará pronto. Se esfumará. Al igual que su vida en Hogwarts. Al igual que el cariño hacia Zabini, al igual que el dolor en su pecho.
Por eso cuando ve a su madre en el andén ¾ no puede evitar sonreír, porque pese a todo tiene a sus padres, porque aún tiene amigos.
Porque aún tiene esperanzas de encontrar un amor y ser feliz.
Por eso cuando un mes después resulta que su esperanza es Potter no puede hacer más que golpearse una y otra vez en la cabeza como si fuera elfo doméstico y maldecir el día en que las veelas nacieron.
No puede irle peor.
Quiere creer que aun tiene a sus padres, pero un mes después de rechazar el compromiso es expulsado de casa y pierde los beneficios monetarios de usar su apellido en el Mundo Mágico.
Solo y entristecido, se sienta en una banca del callejón Diagon aprovechando que la prensa aún no tiene ninguna noticia y baja la cabeza. No quiere pensar.
Al atardecer ve unos pasos deteniéndose frente a él y al alzar la mirada descubre a Pansy y a Theo mirándolo fijamente.
Van por helados. Les platica su problema.
Pansy opina que puede irse a otro país, después de todo habla varios idiomas y puede sobrevivir de ello. El Mundo Mágico no puede evitar que use su apellido. Por ejemplo, Sirius Black fue renegado de su casa principal y aun así siguió llamándose Black aún en Inglaterra.
Theo opina que puede vivir en el mundo muggle.
El problema es que Draco nunca ha vivido en el mundo muggle, nunca ha sido pobre, nunca ha trabajado y solo tiene 17 años. Y sabe que en cuanto los padres de ambos sepan que ha sido desheredado les prohibirán hablar con él, así que se quedará solo. Por siempre…
Theo que nota la rigidez de su amigo y sabe que en este momento Blaise sabría qué hacer, que Blaise podría haberse rebelado contra su madre y ofrecerle un lugar al menos para quedarse.
Que Blaise sabría qué decirle.
Pansy parece pensar lo mismo porque sus miradas se cruzan en entendimiento y mira al lugar vacío a su lado como sabiendo que les falta alguien. Pero aún así no se les cruza por la cabeza ir por él o dejar de hablarle sólo porque fue desheredado. Ningún miembro de su casa le haría eso a Draco porque, a pesar de ya no ser un Malfoy reconocido, es el Malfoy que defendía a Millicent cuando decían que era fea, el Malfoy que se sentaba por horas con Crabbe y Goyle para enseñarles los hechizos, quien se sentaba junto a Nott en sus grandes horas de lectura, quien acompañaba a Pansy de compras cuando ni siquiera Blaise quería ir y quién jugaba con Adrian Pucey quidditch durante horas.
Es su amigo.
Y aunque Blaise también lo es, Draco aun no le perdona y quizá no lo haga nunca, y no quieren hacerle sentir peor que ahora.
Pansy se para y le toma las manos. Sabe que Draco está confundido y siente que lo ha perdido todo. Sabe que Draco es un veela sin amor de ningún tipo.
Y los veelas sin amor inevitablemente mueren.
La mirada de Draco es como la de un niño perdido, sin nadie que le guíe o le sustente. Tiene su varita, pero no parece tener nada más a la mano. Pansy saca su cartera y le da el dinero en ella. La mano de Draco se quiere retirar, pero ella lo sujeta con firmeza. Draco la mira con agradecimiento y llora.
Theo le dice que vayan a su casa y al estar ahí, disuelve en una taza de té la poción para dormir sin sueños. Mientras Draco duerme prepara unas mudas de ropa, envía una lechuzas a los slytherins y habla con Pansy.
Levantarse en casa de Theo no preocupa a Draco, lo que le preocupa es que Daphne, Millicent , Crabbe, Goyle, Astoria e incluso algunos slytherins de primero están reunidos en el comedor con un mapa en las manos y una pequeña bolsa de lo que él identifica como dinero a su lado.
Sabe que Blaise no está ahí, pero no quiere aceptarlo.
Pansy le anuncia que se mudaran a Francia, con su abuela. Por supuesto nadie tiene que saber que se irá con ella y ella puede alegar estrés masivo como resultado de la guerra. Unos cuantos desmayos y dolores de cabeza fingidos servirán.
Draco mira a todos por igual, antes de sentir en sus manos la ropa y el dinero. Sus manos tiemblan. Tal vez no sea bastante pero servirá para un boleto hasta ahí y unos cuantos días de refugio y comida. De tener nada ahora tiene un poco. Las emociones están cargadas en su mirada y sabe que está llorando de nuevo. Camina hacia Pansy y la abraza con fuerza.
Mira a Astoria, que lo ve alejada del resto.
Sabe que ella le quiere y tenía esperanza de que pudiesen lograr una relación a largo plazo. Camina hacia ella y la abraza suavemente. Astoria se deja y él le pide disculpas por no aceptar su compromiso, mientras ella niega con la cabeza.
No hay nada que perdonar.
Sí. Tal vez su pareja sea Potter y ya no le tenga. Tal vez haya perdido a su mejor amigo, Blaise. Tal vez sus padres le hayan dejado a su suerte.
Pero al menos no se equivocó en algo. Aún tiene a sus amigos.
Tres días después Pansy ya se encuentra en París y Theo anuncia que estudiará medimagia en Versalles el mes siguiente, que casualmente queda en Francia.
Draco ha tomado un vuelo en turista muggle para ahorrar el dinero que le han prestado y ahora, sentado en el avión, cierra los ojos recordando sus últimas palabras para sus amigos.
No dejen solo a Blaise.
Pese a todo aún le quiere y sabe lo que es sentirse solo, y después de todo necesita olvidar los nervios de volar en un avión por primera vez.
Zabini.
Ha pasado dos meses.
Blaise sabe que luego de lo que pasó nadie o casi nadie le hablará, y por eso le sorprende bastante que Astoria se presente a su casa para visitarlo.
Por supuesto, todo mundo en Slytherin sabía que a Astoria le gustaba Draco y la mirada de reproche y enojo que le da hace sentir tan mal a Blaise que aparta la mirada.
Ella suspira y le pregunta cómo está, él responde que bien. Unas galletas y silencio más tarde se despide y se marcha, y Blaise siente que no quizá está tan solo.
Antes de que ella salga por la puerta le pregunta cómo está Draco.
-Se ha marchado-responde ella- al final ha sido desheredado.
¿Qué hay de su pareja? Quiere preguntar, pero solo él, Theo y Pansy sabían de su herencia y los otros dos ni siquiera se han dignado a dirigirle la palabra.
Sabe que Pansy siente que los ha traicionado y Theo prefiere no involucrarse entre ellos, porque al final aunque fuesen muy amigos Theo es como un hermano para ambos y está decepcionado de él. Así que apoyará a Draco porque, de los dos, es quien necesita realmente ayuda.
-¿A dónde?-pregunta.
-No lo sé.
Quizá Astoria lo sabe. Quizá no. Pero sea cual sea la respuesta correcta ya no importa. Su mejor amigo se ha marchado y al final, sin él.
Potter.
Harry se ha esforzado, bastante en realidad, pero no puede dejar de sentir, ni pensar.
Su lobo está que se sube sobre las paredes, no puede encontrar a su pareja.
Ha sido desheredado.
Harry sabe que necesita disculparse, necesita verle, puede ofrecerle su ayuda.
Le necesita.
Ahora que sabe que es correspondido no puede vivir sin él, y aunque Harry sabe que es el lobo el que lo guía, sabe también que si él se no hubiera sentido atraído hacia Malfoy el lobo ni siquiera le hubiera prestado atención.
Escucha su nombre en la voz de alguien y trata de volver a la realidad. Mira a su amiga, quien parece preocupada por él y le sonríe negando con la cabeza. Es el día de Hermione y no la verá hasta dentro de quién sabe cuántas semanas. Viaja para recuperar la memoria de sus padres, quienes están de vacaciones en Francia. Tomará un avión y se marchará un tiempo. A su lado, Ron le despide con una sonrisa que demuestra lo mucho que la quiere y, aunque está feliz por ellos, no puede evitar sentir celos de ambos.
Un aroma a vainilla y menta captura su atención. El aroma de su pareja. El lobo se siente feliz, le ha encontrado, y sonriendo Harry comparte la emoción. Es raro verle en un lugar así. Está un poco más lejos y le abrazan. Todos los slytherins le abrazan uno tras otro y un gruñido sale de su garganta reclamando lo que por derecho es suyo.
Escucha a Ron diciéndole algo, pero él no puede dejar de mirarle. Han pasado dos meses sin verle y graba cada detalle de él. De su sonrisa. Y entonces Malfoy se da la vuelta y empieza a caminar hacia la puerta.
Se marcha.
El dolor empieza a invadir su corazón y Harry no puede evitarlo, corre detrás de él. Para cuando llega a donde están todos los slytherins despidiéndose. Para porque un guardia de seguridad le pregunta dónde está su boleto. Como el rubio ya ha entrado grita su nombre pero está seguro que no le ha escuchado porque no regresa.
Se acabó.
Se deja caer derrotado y mira como las puertas se cierran. No ha visto ni siquiera cuando Hermione ha subido en el mismo avión.
Solo quiere morir.
Malfoy
Draco jamás había volado, así que lo primero que hace cuando aborda es lanzarse un hechizo calmante. No obstante parece que lo lanzó con tal fuerza que termina dormido y cuando se levanta, tarda un poco en recordar que está en un avión y todo lo que ha pasado.
Cuando mira a su lado, su mirada se topa con unos ojos castaños y bien conocidos.
Es Granger.
Ah, tan solo es Granger.
Sonríe.
Cierra los ojos intentando dormir nuevamente y pero entonces el pánico se apodera de él y despierta de golpe.
-GRANGER!
Se levanta tan rápido del asiento que el cinturón le jala nuevamente hacia atrás.
Ella sonríe y él casi prefiere que le de otro puñetazo.
Potter
Quiere llorar, pero lo ha hecho tanto que ya no hay nada que pueda salir de sus ojos. Los slytherins le miran algunos con preocupación y otros con enojo. Por supuesto que saben lo de Blaise, que saben lo de Malfoy.
Pero él no sabía, si tan solo Malfoy le hubiese dicho…
Si tan solo él hubiera preguntado.
Finalmente, tras una larga mirada, parecen decidir que no es su asunto y se marchan, alejándose de él y dejándole solo con Ron quien trata de hacerle reaccionar. Debería rendirse, dejarle ser feliz, intentar vivir el resto de su vida sin él.
El lobo no está de acuerdo pero sabe que su cachorro no puede más y se agacha sintiéndose solo y triste, por él y por Harry.
Entonces nota unos zapatos frente a él y alzando la mirada se topa a Astoria y Daphne Greengrass. Una le mira preocupada y la otra con enojo. Ah, se dice interiormente, es la prometida de Draco. Es decir, su ex prometida.
La razón por la que fue desheredado.
Astoria camina hacia él y le da una bofetada, él está tan sorprendido, como Ron, que solo atina a mirarla de vuelta, esperando una explicación.
Ella dice algo. Él le escucha.
Le dirá dónde está Draco. Siempre y cuando se aleje completamente de Blaise y se reivindique, pero se lo dirá en tres años sólo, y sólo, si aún le quiere, de esta manera ambos podrán olvidar y Draco podrá crear su vida de la nada.
Harry, contrario a lo que cree él mismo, le abraza agradecido; y tanto Daphne como Ron no pueden estar más sorprendidos. La primera porque conoce el sentimiento de su hermana, el segundo porque no tenía ni la menor idea de los sentimientos de su amigo.
Pero Harry es feliz, porque aun tiene esperanza.
Y Astoria sonríe porque pese a todo ambos merecen ser felices.
Zabini
Blaise decide mudarse a Italia, después de todo su familia está ahí. El día en que toma su traslador solo Astoria y unos cuantos amigos han ido a despedirle. Mientras espera que el objeto en su mano se active, se pregunta a dónde fue Draco.
Cuando alza la mirada, ve a Astoria mirándole. Esta le sonríe ligeramente y agita la mano despidiéndose. Blaise sonríe, justo a tiempo antes de desaparecer de la vista de sus amigos.
Si, no está tan solo.
Potter
Aunque parecía esperanzador, pronto Harry se da cuenta que en tres años pueden pasar muchas cosas, por ejemplo, que Draco se enamore de alguien más. Aun así está tranquilo y decide ser una mejor persona y, sobre todo, serle fiel a su pareja. Al menos su lobo está agradecido de no tener que tocar a alguien más.
Puede vivir en celibato mientras espera.
Las pruebas de auror se están dando. Tomará el curso por el momento y luego, bueno.
Luego ya verá.
Malfoy.
Es Granger!
¿Pero qué?¿Cómo?, se pregunta. Aún no está totalmente despierto, pero no parece importarle a la castaña porque pronto se poner a hablar. Draco no reacciona hasta que ella menciona a Potter. Le dice que él está muy deprimido por no encontrarle y le pregunta si le ha visto en el aeropuerto. Él niega con la cabeza, puesto que el nudo en su garganta, no le deja contestar.
Hermione le cuenta que Potter ha tratado de alcanzarle y detenerlo.
¿Será cierto?
No tiene caso saberlo, se dice a sí mismo. Granger le pregunta si quiere a Harry y él la mira a los ojos y le pregunta por qué está ahí. Ninguno de los dos responde y el viaje continúa sentados uno junto al otro. Al final las horas de viaje ganan su aburrimiento y empiezan a platicar de libros, de historias, y ella de películas. Le dice qué le gustará y le recomienda algunas. Draco le confiesa que hará una escala por el mundo muggle, así que ella le da tips y, aunque Draco piensa que no es necesario le escucha. Nunca está demás aprender.
Al final pareciera que nunca fueron la sangre sucia y el sangre pura.
Solo parece que ha ganado una amiga.
Cuando ambos bajan del avión, antes de dar la vuelta e irse, Granger le dice que Harry le ama, y que está segura que fueron las dudas hacía si era correspondido lo que le hizo actuar así. Draco sabe que él mismo no confesó su enamoramiento por la misma razón, asiente; y ella le dice que aunque tiene todo el derecho de empezar desde cero, de olvidarle, le gustaría que no lo hiciera y que le diese una oportunidad. Que por favor se comunique con él.
Él se mantiene en silencio.
Le desea suerte
Ella, insatisfecha por la respuesta, le da su número y se marcha. Solo estará unas vacaciones y se irá. Draco se quedará a vivir ahí, pero le ha dicho que solo es una escala hacia otro lado, así que realmente no importa. Mira Francia, es una ciudad nueva, llena de oportunidades.
Ahí no es un Malfoy, no es el hijo del mortífago, no es un Slytherin.
Desde donde está las luces del aeropuerto le permiten ver la gran ciudad y sacando un mapa busca el lugar de reunión con Pansy. Al salir a las calles nota el aire fresco mecer sus cabellos y la esperanza de que es libre empieza a crecer.
Quizá en el futuro se encuentre con Harry y entonces el veela , quien aún quiere a su pareja, decidirá qué hacer. Una pequeña alegría se forma al saber que era correspondido y elimina, un poco, el dolor que sentía.
Su veela necesita el amor de él, pero su parte maga necesita alejarse, reconstruirse de nuevo.
Necesita olvidar.
Quizá algún día vuelva por su pareja si esta sigue libre. Por el momento irá con Pansy, dormirá unas horas y entonces buscará un departamento y empezará a buscar un empleo.
Quizá estudie para medimago o doctor muggle y luego, bueno.
Luego ya verá.
