Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer... yo sólo juego con ellos con mucha ilusión y sin ánimo de lucro... mi único pago son vuestros comentarios
Summary: Nessie acaba de cumplir 5 años y ya es toda una jovencita... Aparenta 17 años y empieza el instituto en el último año... Su objetivo: aprender a desenvolverse en el mundo humano, del que ha estado apartada desde siempre… allí hará nuevos amigos con los que vivirá nuevas experiencias…
Rating: ~ M ~ Esta historia contiene escenas de sexo explícito, así que estás avisado... si sigues leyendo es por tu propia decisión, luego no te vengas quejando...
Note: Esta historia es la secuela de ~Nessie~ {Amanecer y mucho más}, pero no es necesario haberse leído la 1ª parte para poder seguirla… aun así recomiendo su lectura para entender mejor el carácter de Nessie, sus reacciones y algunas otras cosas… Espero que os guste
~ Mi vida empieza aquí ~
{ Nessie 2 }
Prólogo:
Mi vida estaba a punto de dar un giro radical. Había estado muy protegida tanto por mi familia de vampiros como por mis amigos lobos. Incluso el abuelito Charlie, mi humano favorito, intentaba protegerme a su manera. Habíamos pasado por una situación muy complicada en el pasado, con la visita de todos aquellos vampiros malos, y les costaba mucho no sobreprotegerme, especialmente a papá.
Al menos no había estado tan recluida en casa como puede parecer, por suerte. Tenía todos los bosques de la zona a mi disposición para explorar, siempre que fuera acompañada por alguien. Según ellos aún era demasiado pequeña para ir sola a ninguna parte, a pesar de ser más fuerte y rápida que un ser humano. Pero habiendo tanta gente en casa, siempre había alguien disponible para ir conmigo a donde fuera.
Mi única restricción real era que no podía dejarme ver en el pueblo por los humanos, ya que ellos no podían saber nada de mi secreto. Era una lata tener que ir escondiéndose cuando iba a visitar al abuelito, pero todo estaba a punto de cambiar. Este año por fin iría a clase al instituto de Forks, conocería gente nueva y haría amigos.
Por fin mi crecimiento se había ralentizado, aunque no se había parado del todo. Pero si lo había hecho suficiente como para hacerme pasar por una humana de unos diecisiete años, aunque sólo tuviera cinco. Por fin podría incorporarme al mundo humano. Había estado tanto tiempo esperando este momento, que me costaba asimilar que lo tenía ya aquí. Estaba deseando que empezara todo ya.
...
Capítulo 1: Impaciente
Nací en el seno de una familia muy peculiar y he crecido rodeada de buenos amigos. Mi vida estos cinco años ha sido bastante tranquila, dentro de lo que cabe. Bueno, al menos a partir de que los vampiros malvados intentaran matarme a mí y a todos los que me rodeaban. Desde entonces no han vuelto y todo ha ido sobre ruedas.
Mis padres son las personas más maravillosas sobre la faz de la tierra. Su inmenso amor mutuo y hacia mí no tenía comparación. El hecho de que fueran vampiros sólo significaba que estarían a mi lado para siempre, cuidando de mí. La familia siempre había estado muy unida y en su momento también se incorporaron a ella los miembros de la manada y sus humanos.
Durante todo este tiempo ocurrieron muchas cosas en mi entorno. La vida siguió adelante, aunque mis experiencias estuvieran muy limitadas. Mucha gente estaba enterada de mi existencia, pero sólo unas pocas personas conocían mi peculiaridad. Mi crecimiento acelerado era un secreto muy bien guardado.
Por eso precisamente no había podido entablar amistades fuera de nuestro círculo íntimo. Mi familia de vampiros y mis amigos los lobos eran toda mi vida, todo lo que necesitaba para ser feliz. Conocía a muy poco humanos y todos tenían una vinculación muy profunda con el mundo sobrenatural del que yo formaba parte.
El más peculiar de todos era el abuelito Charlie. Había entrado poco a poco en todos nuestros secretos y se había adaptado bastante bien a este mundo tan peculiar. Aun alzaba una ceja alguna que otra vez, cuando veía algo que no le cuadraba del todo. Pero normalmente no era nada que no pudiera asimilar o ignorar.
Le quería muchísimo y me encantaba pasar tiempo con él. De vez en cuando el abuelito me llevaba a pescar con él para pasar tiempo juntos. Conocía un montón de cosas sobre los peces y me había ido enseñando a reconocerlos, pescarlos y asarlos. Aunque esa parte se le daba mejor a mamá que a él.
La última vez que intentó asar el pescado, casi acabo en desastre. Si no llegan a estar allí mis vampiros, se habría armado una buena. Aun no había terminado de soltar un grito cuando ya estábamos fuera en brazos de tío Emmett, mientras tío Jasper se encargaba del fuego con el extintor. Al final todo quedó en nada.
Si no la abuela Esme no nos habría perdonado el arruinar su maravillosa cocina de diseño. Bueno, aunque pensándolo bien, seguro que habría aprovechado para remodelar toda la casa. Era algo que le encantaba, remodelar casas. Creo que ya tenía planes para hacer algo con la del abuelo Charlie, pero era una sorpresa.
La cara de pánico que tenía el abuelo, aun junto a mí entre los brazos de mi tío, era de lo más cómica. Entre el sobresalto de la llamarada y el encontrarse de repente en el exterior, el pobre hombre estaba bastante aturdido. Ser sacado rápidamente de la casa en volandas por Emmett había sido una experiencia demasiado fuerte para él.
El color aun tardó unos minutos en volverle a la cara. Me costó no acompañar a tío Emmett en sus risas, pero no quería que se sintiera mal. Él le veía el lado divertido incluso a la situación más peligrosa. Además, estaba preocupada por el abuelito. Le podía haber pasado algo. Cuando llegó mamá también se preocupó por él.
Después de eso mamá le había prohibido al abuelo volver a acercarse a los fogones. Más adelante les pediría que me enseñaran a cocinar, que ya iba siendo hora. Ya no se fiaba de él en la cocina y menos teniéndome a mí a su lado. Ni que fuera a hacerme daño una simple llamita. Más preocupada estaba yo por el abuelo, que no tenía velocidad para escapar del fuego ni una piel impenetrable como la mía.
A pesar de todo eso, el abuelito Charlie se había convertido en una parte más de mi extensa formación personalizada, quizás la más importante. A través de él podía ver mejor el mundo humano y esa normalidad que tanto deseaba. Con él podía dejar a un lado durante un rato todo este mundo sobrenatural del que formaba parte.
Su dificultad para asimilarlo todo era un buen punto de referencia respecto a los humanos. Me ayudaba a comprender cómo afectaría a todos si me precipitaba antes de tiempo. Me obligaba a ser paciente y esperar el momento oportuno. El mundo humano no estaba preparado para conocerme, por mucho que yo lo deseara.
Pero ser diferente también tenía sus ventajas… Tuve la enorme suerte de que me permitieran, e incluso alentaran a, explorar a mi gusto todas aquellas materias que llamaban mi curiosidad. Es más, contaba con la ayuda de todos mis queridos vampiros para ello. Eran una completa biblioteca de conocimientos a la que podía echar mano en cualquier momento.
Así que gracias a ellos mi formación académica fue muy completa y variada, aunque de lo más inusual. Mi curiosidad natural era insaciable y mis temas de interés de lo más variados. Entre mi aprendizaje rápido y los excelentes tutores que me rodeaban, había progresado a pasos agigantados.
Ya tenía una formación más completa que la que tendrían mis compañeros de instituto cuando estudiaran la universidad. Les llevaba muchos años de estudio de ventaja. En mis cinco cortos años de vida, ya había cursado a distancia muchas asignaturas de varias carreras universitarias, movida por mi insaciable curiosidad.
El entretenimiento de mi familia era estudiar, ampliar en lo posible sus conocimientos, buscándole un sentido a sus vidas. Su ansia por el saber, por aprender cosas nuevas, les había llevado a explorar diferentes profesiones a lo largo de su existencia. Yo había tenido la oportunidad única de compartirlo con ellos.
Mi primer foco de interés fue la literatura. Desde el principio la mejor parte de mi día eran los ratos que pasaba leyendo con mamá. Analizábamos los textos de muy diferentes autores, reviviendo las experiencias de otros a través de sus relatos. La lectura fue mi forma de aproximarme a un mundo humano del que estaba excluida. Pero hasta que llegara el momento de incorporarme a la sociedad humana, tuve que conformarme con leer acerca de ello.
Después de mi primer cumpleaños, mamá empezó a estudiar literatura y filología a distancia. Ella no quería separarse de mí, ni yo podía imaginarme separada de ella. Y como no podía dejarme ver en público aun, mamá y los demás cambiaron su matricula presencial en Dartmouth por una de educación a distancia.
Me sabía mal que mamá se viera privada de esa experiencia, pero a ella eso no le importaba. Prefería estar a mi lado, disfrutando de mi fugaz infancia, descubriendo cada aspecto de mi crecimiento a mi lado. Siempre me decía que ya tendría tiempo de ir a la universidad conmigo más adelante. Teníamos todo el tiempo del mundo.
Mamá se ponía a estudiar a mi lado y mi insaciable curiosidad hizo el resto. Casi sin darnos cuenta estábamos estudiando juntas sus asignaturas. Compartir esos ratos de estudio con mamá fue lo más natural del mundo y pronto los demás se ofrecieron a ampliar mi oferta de asignaturas. Todo me interesaba.
Tía Rose intentaba alejarme de los estudios de vez en cuando. Ella y tío Emmett eran los compañeros ideales para mis momentos de diversión, lejos de los libros. Me encantaba pasar tiempo con todos, pero con ellos todo eran risas y juegos. Sacaban mi lado más infantil con tan solo una sonrisa o unas cosquillas. Con ellos tenía que ser una niña a la fuerza, pues tío Emmett era como un niño grande.
Intentaban recordarme que aun era muy pequeña, aunque mi cabeza me dijera que eso había quedado atrás hacía mucho. Fue justo en el momento en que pensé que perdía a mi familia a manos de los Vulturis. Ese momento supuso un cambio para mí. Pero aun así reconocía que también necesitaba alejarme de los libros. Me costaba dejar algo sin analizar o sin estudiar detenidamente, pero a su lado era más fácil.
Nunca tenía bastantes conocimientos en mi cabeza. Pasé de estudiar asignaturas sueltas a seguir los planes de estudio oficiales de las universidades. Sólo me faltaba hacer algunas prácticas para completar las carreras universitarias que seguía con mi familia. Eso llegaría más adelante, cuando terminara el instituto.
Después de hacer literatura con mamá, estudié historia con tía Alice. Dado que ella tenía lagunas en su memoria humana, quiso completar sus conocimientos con Historia Contemporánea. El hombre había evolucionado mucho y muy deprisa en los últimos tiempo. La mayoría de los avances se habían logrado muy recientemente. Me maravillaba la capacidad del ser humano para crecer y mejorarse a si mismo.
Así que el siguiente paso fue lógico. Me atreví a enfrentarme al pensamiento humano, estudiando Filosofía con tío Jasper. Era muy gracioso ver la cara que ponía tío Emmett cada vez que nos poníamos a discutir las diferentes corrientes de pensamiento en la Grecia de Aristóteles. Creo que tío Jazz elegía dar las clases al aire libre para que pudiera oírnos y así poder chincharle a gusto.
Pero no todo era estudio y seriedad en mi vida. Todo tenía su momento y su lugar, como siempre decía papá. Si lo días de entre semana eran para estudiar con mis vampiros, los fines de semana eran decididamente para divertirme con mis lobos, sobretodo con Jacob. Me encantaba pasar tiempo con él, aunque sólo paseáramos.
Jacob terminó el instituto y estudió ingeniería mecánica en Seattle. No podía ni pensar en irse a estudiar lejos de mí. Siempre se le había dado bien lo de las máquinas, así que era una carrera lógica para él. Ahora él y tía Rose ya no discutían sobre quién me dada de comer, sino sobre piezas de motor y esas cosas. Ya no eran tan divertidos como cuando yo era pequeña. Ese no era un tema que me interesara especialmente.
Pasar el tiempo con la manada era de lo más divertido, aunque echara de menos a algunos de los chicos. Se habían ido fuera a estudiar en su mayoría, según iban acabando el instituto. Todos salvo Sam, que tenía otras responsabilidades en el consejo y para con su familia. Pero gracias a las diferencias de edades entre los chicos, siempre hubo los suficientes lobos en la manada. Pudieron seguir con las guardias y proteger la reserva sin ningún problema con la ayuda de mi familia.
El Tratado era más fuerte que nunca desde que lo modificaron por mí, como siempre se encargada de recordarme Jacob. Los nuevos términos pactados tras mi nacimiento habían estrechado los lazos entre ambas familias. Ahora no era raro ver a los lobos merendando la deliciosa comida de la abuelita Esme. Ni tampoco era raro ver a algún Cullen paseándose por La Push para ir a recogerme a la Primera Playa.
Mi familia iba y venía libremente por toda la zona sin ningún problema. Ahora que la manada contaba con la ayuda de mi familia de vampiros para vigilar toda el área de Forks, se notaba la facilidad de trato existente entre ellos. Mis tíos estaban encantados de hacerse cargo de esa responsabilidad extra, ya que para ellos era más una diversión que otra cosa. Y los lobos sabían agradecerles la ayuda.
Mi tíos y mis padres antes iban al instituto, pero tras graduarse tuvieron que hacer como si hubieran abandonado la zona. Así que tenían muchísimo tiempo libre. Supuestamente todos estaban fuera en la universidad, al menos esto era así para todos los habitantes de Forks y para la abuelita Reneé, a la que yo aun no conocía. Tenía la esperanza de verla pronto, pero no quería asustarla.
Mi familia tenían su vida limitada al igual que yo, ya que no podían dejarse ver por el pueblo. Eso hacía mi vida menos difícil de llevar, pues compartíamos esas prohibiciones, aunque ellos por una razón completamente opuesta. No debían delatarse al no haber envejecido en estos años transcurridos desde que llegaron a la zona. Pero a parte de Forks teníamos todos los bosque de alrededor para explorar.
Todos esos límites iban a cambiar para mí muy pronto, aunque no para ellos. En unos días empezaba en el instituto, donde cursaría el último curso, y me integraría en el mundo humano por fin. Estaba muy emocionada con la perspectiva de conocer gente nueva y hacer amigos humanos. Ya me sabía las materias que iba a estudiar allí, así que no tendría que dedicarles mucha atención.
El objetivo real de mi único curso en el instituto estaba claro en mi mente: Hacer vida social y nada más. Quería conocer nueva gente y hacer amistades. Lo necesitaba desde hacía tanto tiempo. Era lo que había esperado todos estos años. Estaba deseando que el curso empezara cuanto antes.
El futuro se me planteaba lleno de posibilidades. Estaba a punto de conocer a un montón de gente nueva. Era mi oportunidad de entrar en el mundo humano con normalidad, de integrarme. De vivir mi lado humano, compartiéndolo con los demás. Ahora que por fin había dejado de crecer tan deprisa, nadie notaría nada extraño en mí. Bueno, casi nada. Por eso ellos no se acercarían por allí.
Ahora que ya había dejado de crecer a ojos vista, podría incorporarme a la sociedad humana por fin. Mi familia seguía siendo bastante especialita y sus límites seguían vigentes. Ellos no se podían dejar ver por el pueblo y eso incluía el instituto. Así que habíamos tenido que hacer algún que otro ajuste y concesiones.
Pero sobretodo se trataron de concesiones por parte de mis padres. Ellos no podrían acompañarme en mi primer día de clase en el cole, como siempre decía papá. Esa experiencia no podrían compartirla conmigo. Cada vez que mamá o él lo pensaban, se ponían tristes. Pero no había nada que pudieran hacer.
Al final se decidió que aparentaríamos que vivía con el abuelito Charlie, aunque yo siguiera durmiendo cada noche en mi cama de casa. Para todos en el pueblo me acababa de mudar con él, mientras mis padres estudiaban en la universidad. Yo iría a su casa cada mañana y él me acercaría a clase antes de ir a trabajar.
Para la gente de Forks mis padres me habían adoptado al terminar el instituto, pero nunca se habló claramente de mi edad. Creo que para Charlie fue duro ser abuelo tan joven en un primer momento. Pero es que yo realmente no parecía su nieta, sino su hija pues mamá y yo aparentábamos casi la misma edad físicamente.
Ella se quedó congelada justo antes de cumplir diecinueve años, pero yo había crecido rápidamente hasta aparentar diecisiete. Mamá y yo más bien parecíamos hermanas que madre e hija, cosa que les hacía bastante gracia a todos, salvo al abuelito. Tío Emmett no dejaba de tomarle el pelo con eso. Se le veía demasiado joven para tener una nieta adolescente, pero eso era justo lo que tenía.
Además, este arreglo me permitiría tener un sitio donde llevar a mis amistades. Esperaba tener muchos amigos, quedar con ellos. No es que despreciara la amistad de mis lobos o de mi familia, pero todos eran mayores y me conocían desde siempre. Yo quería saber quien era fuera de su protección. Quien era realmente en mi interior.
Y allí estaba yo, en la fiesta de mi quinto cumpleaños, impaciente por lo que estaba por venir en los próximos días en lugar de divirtiéndome con los demás. Tía Alice había convertido la celebración de mi cumpleaños en toda una tradición familiar. Dado que el mío era el único que le dejaban organizar, se desquitaba del todo.
Pero siempre estaban presentes las atracciones de feria y los fuegos artificiales que tanto me habían gustado aquella primera vez. Nos lo habíamos pasado tan bien todos, sobretodo tío Emmett y yo, que al final se convirtió en una imposición para tía Alice. Podía variar otras cosas, pero siempre teníamos ese espectacular fin de fiesta.
No se podía resistir a mi carita suplicante. Y si se me unía tío Emmett con sus chiquilladas, tía Alice estaba perdida. Lo disfrutábamos tanto todos, que ella no podía negarse a traer la feria un año tras otro a nuestro patio trasero. Pero, como no, se las apañaba para sorprenderme cada cumpleaños con algo nuevo.
No se podía decir que mi vida fuera normal, pero había cosas como ésta que compensaban todo lo demás. Mi infancia no había sido precisamente la típica de una niña, más que nada porque yo no era una niña humana. Conocía lo que era una infancia normal de haberlo leído en los libros, verlo en las películas, oír de labios de mis familiares y amigos, pero eso estaba fuera de mis posibilidades… Hasta ahora.
En pocos días empezaba mis clases en el instituto y todo lo que eso implicaba. Todo se volvería un poco más normal y podría disfrutar de un año de instituto, de ser una adolescente, de tener amigas humanas con las que hablar y un montón de cosas más. Porque aparentemente yo era una adolescente de diecisiete años, aunque en realidad sólo tuviera cinco años de edad.
Por fin había dejado de crecer aceleradamente, después de cinco años de ir frenando poco a poco. Iba a incorporarme al mundo humano del que había estado apartada toda mi vida. Podría tener todas esas cosas con las que había soñado durante todo este tiempo. Estaba impaciente de que todo empezara de verdad.
Era como si mi vida empezara aquí.
N/A: Espero que os haya gustado este capítulo inicial... Animaos a dejadme vuestra opinión en un review... Recordad que los coments son el único pago de los escritores aficionados como yo
Muchas gracias a alejandra cullen, alexblackcullen, Ana Laura, AssiiaWolfe, auraazul1123, bellalicerose, BlackCullen, Cris Cullen Black, Cullen-21-gladys, cynthia mazari, DhampireCry, Diana M, fjrod, flexer, el angel de la muerte, gaby black, Hikari Takaishi 184, Josenso di Farias, krismery, lexa0619, Lily Snape Cullen Malfoy, malu, maria, Martu Cullen, Mazy Vampire, melilu, melina, Mikaela, Miru Invernizzi, Mon de Cullen, Mony Black, Nessa610, NessylitleCullen, reneesme cullen swan, PattyQ, polkoji, Robmau, Rosse, samirasama cullen, sue y v cullen por los coments que me habéis ido dejando a lo largo de los capítulos de la 1ª parte... Espero que esta 2ª parte también os guste
Este inicio es un poco rollazo porque había muchas cosas que explicar a los que no se han leído la primera parte... Tenía que situar a los nuevos lectores en la situación de cómo ha llegado Nessie al momento actual... además, también hay un par d datos de interés de qué le ha pasado a Nessie en estos cuatro años desde que dejamos la 1ª parte... No es imprescindible habersela leído, aunque yo lo recomiendo para entender mejor a Nessie... espero que no se os haya hecho aburrido este primer capítulo... prometo que a partir de ahora será todo mucho más animado...
Aún estoy escribiendo esta secuela y voy casi por el principio, por lo que no puedo subirla demasiado rápido o me pillareis sin capítulo que subir... y entonces os tocará esperar y esperar, porque soy muy lenta escribiendo... Así que para esta historia voy a poner las actus semanales con día fijo los Lunes... Nos vemos el próximo Lunes con el Capítulo 2: "El primer día" Muchos besos a todos
