En el poliamor del foro se está haciendo un evento con canciones y tiene fecha hasta fin de año. Pero me salió la inspiración y salió está cosita. Es cortita, pero tenía ganas de hacerlo así.
Disclaimer: Digimon no me pertenece. Este fic participa en el evento "música para el cuore compartido" del topic Poliamor del foro Proyecto 1-8.
La canción que me tocó fue: Meninos e Meninas (Legião Urbana) dejada por la maravillosa Koukacs.
Tanto lo uno como lo otro
Joumishiro
Koushiro miró el techo con el ceño fruncido. Sentía el peso de la sábana sobre su torso y el calor que desprendían los otros dos cuerpos desnudos a su lado. Tenía los ojos muy abiertos e intentaba comprender qué había pasado, porque todo había ido deprisa, escaso y muy intenso a la par.
Como decía aquel, había perdido la virginidad doblemente y a causa de dos personas diferentes. De distinto sexo, obviamente.
Para el resto de personas posiblemente eso no significara nada, pues acostarse con la chica que siempre habías amado es algo que debía de suceder si eras correspondido a menos que fuera asexual.
Pero no lo era. Lo había disfrutado. Si cerraba los ojos, —cosa que no quería hacer en ese momento—, recordaría absolutamente todo. La forma del rostro desencajado y sudoroso de Mimi cada vez que se hundía en ella. Cómo cerraba la boca para reprimir los jadeos o sus ojos brillantes. La forma de sus labios hinchados moverse para nombrarle una y otra vez, a la vez que al otro hombre a su lado.
Y es que ese hombre no es que fuera un desconocido exactamente. Hubiera sido más sencillo de ese modo, probablemente. Pero no era así.
Jou, su superior, el médico, el chico de la sinceridad y al que había tenido siempre mucho respeto había estado a su espalda, volviéndolo loco y penetrándole como si su vida dependiera de ello hasta el punto de haber hecho que la causa de su orgasmo se sintiera como una explosión Monumental. Si días atrás alguien le hubiera dicho que tener un hombre en tu trasero se iba a sentir tan maravillosamente bien, se habría negado y lo habría tachado de loco.
Tampoco había experimentado más allá de lo que había vivido en ese momento. Quizás por eso estaba en shock.
Todo había comenzado con una tarde en que quedaron los tres, para charlar y hablar de cualquier cosa sin importancia. Todo se había ido cerrando a medida que Mimi hablaba de sus pretendientes y Jou y él llegaban al mismo acuerdo.
Al final, habían terminado siendo un sándwich interesante entre sábanas y fluidos.
Y ahora llegaba el momento de preguntarse a dónde les llevaba todo eso. Solo había sido un momento y descubrió que su sexualidad no estaba detenida solo a una mujer. También podía gustarle los chicos y las chicas.
No era como decir que le gustaba un portátil o un sobremesa.
También podía decir que le gustaba las castañas y los peli azules.
Todo era un caos que no terminaba de comprender. Solo había sucedido, pero si sabía algo y a ciencia cierta era que le gustaba todo. Lo vivido. Y lo que esperaba que quedara por vivir.
Cerró los ojos con fuerza y se dejó llevar por la respiración de cada persona a su lado. Sintió el pecho plano de Jou contra su hombro y el abultado de Mimi contra su brazo. Incluso pudo notar que el sexo de Jou reaccionaba en sueños y, para remate, que Mimi movía cuidadosamente y sin pensarlo demasiado en el sueño, una pierna hacia él, deteniéndose justo bajo sus testículos.
Podían mandarlo al cuerno si era necesario, pero su corazón latía con fuerza y solo podía rezar porque ambos se despertaran y, de nuevo, comenzar lo que había comenzado tras una charla casual, como algo que se hace sin querer o esperando.
Fin
11 de mayor del 2017
¡Gracias por leer!
