Oscuridad y dolor; eso es lo único que percibía en esos momentos, junto con una voz burlona que me decía "déjame ayudarte".
El día que por fin salí de la oscuridad; el día que por fin pude abrir mis ojos y despertar, lo único que había era luz, una hermosa luz proveniente de la luna, el dolor había desaparecido y la luna brillaba frente mío; poco a poco fui descendiendo, a mi alrededor flotaban cenizas. Al tocar el suelo vi un pequeño charco de agua en el que me reflejaba, me acerque y note que mi cabello era de un tono café chocolate con algunos destellos rojizos y dorados, era completamente chino y me llegaba a la mitad de la espalda, tenia flequillo; mis ojos eran de un color ámbar intenso y tenia una mirada llega de curiosidad, como si todo lo que pudiera encontrarme fuera nuevo para mi. Mi piel apiñonada. Por ultimo la ropa, era de tonos de café y beige, tenia en ambas manos unos guantes que solo cubrían en delo índice, anular y el pulgar, eran de piel color café oscuro; una blusa de manta sin mangas y un poco holgada; luego un grueso cinturón de cuero color café oscuro, los pantalones de color beige también eran holgados, tenia una bolsa de color rojo oscuro un poco tostado, colgando de la cintura y otra colgando de la pierna izquierda. No tenía zapatos pero si tenía un tipo de red de cueros de color café oscuro en las piernas.
Termine de examinarme y pase a observar a mi alrededor; no había ni se oía una sola alma, nadie que pasara cerca, solo había arboles, de todos tamaños, pero, había uno que me llamo la atención. Era un árbol de tronco ancho, alrededor de unos 4 mts. De altura, lo más frondoso que te puedas imaginar, se veía curioso ya que había algunas quemaduras en formas irregulares alrededor de su tronco. Lo que llamaba mas mi atención era que estaba justamente alado del lugar donde yo había despertado.
Me acerque con mucha cautela para poder tocar las marcas, pero justo en el momento en que mi mano hizo contacto con la madera del tronco, esta se empezó a mover de una manera muy extraña, como si la superficie del tronco fuera liquida. Al principio dude un poco pero al final decidí meter mi mano y atravesar esa superficie.
Mi mano atravesó sin mayor problema; al llegar, a lo que yo supongo era el fondo, mi mano se cerro por instinto y salió inmediatamente, pero envés de salir sola, salió con una rama curveada con marcas similares alas que tenia el árbol en su tronco. Lo observe por un momento, no tenía ni la menor idea de que pudiera ser eso que se encontraba en mis manos; entonces escuche una grave y masculina voz proveniente del cielo, alterada voltee instantáneamente, la voz provenía de la luna .
–Ailin Yaz – Me decía – ¿Acaso esa… esa soy yo? –pregunte confusa. No hubo respuesta hasta después de un momento –espíritu del verano, tu deber es proteger y ayudar a los niños- me dijo nuevamente, realmente no comprendía ni una palabra – ¿Proteger? ¿Pero… pero como debo hacerlo, de que manera supones que lo haga?- pregunte algo desesperada, pero no hubo respuesta. Y esa fue la última vez que el hombre de la luna hablo conmigo.
