Disclaimer: Los personajes que aparecen en este fic no me pertenecen. Son de la completa autoría de Stephenie Meyer y yo no los utilizo con ningún ánimo de lucro. Sólo pretendo pasármelo bien un rato y hacer que cualquiera que quiera leerlo se lo pase bien conmigo.

Este fic se trata de un Universo Alternativo. Bella muere durante el parto de Renesmee, y Jacob huye lejos, presa del dolor. Leah, tal y como en un momento determinado de Breaking Dawn habían planeado, huye con él. En este fanfic no esperéis ver nada sobre Jacob imprimado, sobre vampiros que brillan bajo la luz del sol. Este fic va a tratar sobre Jacob y Leah, sobre ellos intentando sobrellevar sus nuevas vidas, Jacob lidiando con el dolor, Leah lidiando con su condición de licántropo y ambos lidiando el uno con el otro. Si buscas cualquier otra cosa, lo siento, pero esto no es lo que buscas. Retrocede, aún estás a tiempo. A todas las demás, bienvenidas, acomodáos y disfrutad de la lectura.

El título del fic se debe a una canción de Creedence Clearwater Revival del mismo nombre, Bad Moon Rising. Y de verdad, espero que el fic al completo sea de vuestro agrado.

APB Productions presenta...


Bad Moon Rising - Prólogo


Los olores se entremezclaban en el bosque. Olía a madera nueva y madera vieja. Olía los nuevos árboles que apenas brotaban del suelo y los viejos árboles que se pudrían caídos en los caminos. Olía el aroma frío y mágico de la luna. Olía la hierba. Olía el aire. Olía a los pequeños y no tan pequeños animalitos que hacían su vida en madrigueras, nidos y pequeñas hondonadas. Olía en dulzón aroma de los vampiros. Y sobre todo, olía la sangre.

Corría en círculos alrededor de la casa de los Cullen, protegiendo el perímetro. Seth dormía en un improvisado camastro con las ramas de un pino, a unos buenos cinco metros del suelo. Y Jacob había ido a hacer compañía al amor de su vida en esos últimos momentos.

Leah entendía lo que sentía. Porque para ella era como si Sam se hubiese muerto. Sólo que seguía vivo, y tal vez eso era más doloroso, porque no había podido llorar de dolor por la pérdida. Sólo de rabia.

Probablemente hubiese sido mejor que hubiera muerto.

Los sonidos llegaban como acordes disonantes en la melodía profunda y ancestral que era el bosque. Oía los susurros de los árboles hablando entre sí. Oía el murmullo de un riachuelo cercano. Oía la canción de cuna que la luna cantaba, llena de magia y amor. Oía los latidos de los corazones de los pequeños y no tan pequeños animalitos que hacían su vida en madrigueras, nidos y pequeñas hondonadas. Oía el corazón de su hermano, frenético para un humano normal. Oía los movimientos nerviosos de los vampiros en la casa. Y sobre todo, oía el corazón frenético de Bella, luchando por sobrevivir a la agresión de su bebé, que se abría paso hacia fuera destrozando el cuerpo de su madre.

Era un sonido rabioso, rebelde. Testarudo. Era el sonido de un corazón que se niega a pararse. Un latido atolondrado, errático. Un latido que, de pronto, se detuvo.

Se vio bruscamente interrumpida en su carrera cuando el conocido dolor de perder a la persona a la que más quieres en el mundo le trabó los miembros, y rodó por el suelo del bosque, hasta chocar dolorosamente contra una loma de piedra. Se quedó allí tirada, sin aliento, sintiendo como el corazón de Jacob se astillaba. Astillando el suyo en el proceso.

Bella había muerto, y ella lo sabía, Jacob moriría también, al menos una parte de él. porque una parte de ella había muerto cuando Sam se había ido.

Cerró los ojos, intentando sobreponerse al dolor para mandarle a su Alfa un poco de calma, de compañerismo.

De repente el dolor mutó, y ella no sólo captó las sensaciones si no también los pensamientos. Jacob acababa de entrar en fase.

Le llegó el dolor de su hermano Seth al haberse caído del camastro ante el primer embate del sufrimiento del jefe de la manada. Su hermano tenía rota una pierna, pero se le curaría en cuestión de segundos. El corazón de Jacob, el corazón de la manada, tal vez no se curase jamás.

De pronto fue consciente de que Jacob se alejaba corriendo. Se iba. Se iba lejos.

Un instante de duda. Dejarlo irse hasta que se rompiese la conexión o seguirlo.

Seguirlo. Sin duda. Si algo había aprendido Leah en el tiempo que patrullaron alrededor de la casa de los Cullen, era que un Alfa comprensivo es mejor que la indiferencia de un hombre.

Aunque ese Alfa fuese Jacob.

Y además, ella no quería estar sola.


¡Hola! Espero que este pequeño prologuito os haya gustado. Prometo subir el próximo capítulo tan pronto como pueda. Y prometo, también, no descuidar mis otras historias, que actualizaré lo más pronto posible :) Si os ha gustado, aunque solo fuese un pelín, decídmelo en un review, porfa ;) Como siempre, muchísimas gracias por leerme. Besitos con sabor a Merodeador (que aunque no sea el fandom, es la costumbre xD)

Thaly