Yo aquí de nuevo.
Bueno, solo diré que este fanfic lleva tres capítulos y espero subirlo y terminarlo hoy y ahora mismo.
— 1 Capítulo: Pain of Love…
Suspiró. Hizo ademán de abrir la puerta de la biblioteca, colocando su mano en la perilla de esta y la giró. Forzó el agarré del carrito en sus manos y lo llevó hacia su amo quien estaba de espaldas sentado en su escritorio con dos grandes pilas de papeles de trabajo, una más grande que la otra, revisadas y no revisadas.
— Amo — habló sumiso el mayordomo de largos cabellos platas que caían cual cascada por su espalda — el té de la tarde está servido — no recibió respuesta, solo un suspiro por su parte — su… prometida viene mañana, amo. Acaba de…
— No me importa el té — habló severo su señor, quitándose los lentes y colocándolos en la mesa — no me importa esa chica vanidosa y caprichosa, no me importa nada ¿Por qué actúas como si nada pasara? ¿Acaso solo fue un juego? — apretó sus puños al igual que sus labios.
— Señor, yo — claro que le dolía, no soportaba eso — no sé a qué se refiere — mintió con dolor. Apartó su mirada al piso — y, si así fuera, no puedo meterme en sus asuntos, solo soy un sirviente más en esta mansión del Norte.
— Tutéame, no hay nadie, Inuyasha — el chico no dijo nada, solo cerró sus ojos dejando escapar las lágrimas de dolor. Sesshōmaru no le miró, su mirada estaba al piso y su flequillo le tapaba — a mí me duele, pero, me molesta que no muestres ningún sentimiento por esto, sigues como si nada pasara, como si "eso" no importara nada para ti.
— ¿Por qué cree eso? ¿Qué puedo hacer? — Preguntó en un sollozo — yo no soy nadie en este lugar, solo un "ex" esclavo que compraste y contrataste como sirviente — se abrazó a sí mismo con la bandeja en donde iba a poner el té, en una de sus manos — ¿Crees que no me duele saber que ya no estará usted conmigo? ¿Cómo puede decir eso? — Su voz se quebró — no puedo soportar verle con otra persona, pero, ¿Qué puedo hacer? No tengo control de nada, nada me pertenece, ni siquiera mi cuerpo o alma… todo eso es suyo desde que me compró, amo… ¡¿Sesshōmaru?! — exclamó sorprendido Inuyasha cuando el aludido le abrazó.
— Entiéndelo bien, Inuyasha — suspiró Sesshōmaru — solo a ti te amo, solo contigo quiero estar, solo contigo… querría casarme, aunque mis padres se opongan — el corazón de Inuyasha se encogió e infló después, de felicidad — no me importa nada, nada más que tú — agarró al chico de las mejillas y acercó sus labios lentamente — te amo — murmuró — te amo, solo a ti, solo a ti lograré amarte — Inuyasha cerró sus ojos y entre abrió sus labios esperando el beso, la bandeja que tenía en sus manos vacía, la apresó contra su pecho con sus dos manos fuertemente, no podía dejarla caer, la ha usado desde adolescente, desde que Sesshōmaru se la regaló, la aprecia mucho — si estoy con otra persona, me suicidaré — la idea asustó al chico que por respuesta le abrazó — no puedo amar a nadie más, solo contigo quiero estar… entiéndelo… te pertenezco, mi alma, mi cuerpo, mi corazón ¿Cómo puedes decir que no tienes nada sí, tienes todo de mí? — paso sus manos por la larga y sedosa cabellera de Inuyasha, este cerró los ojos dejándose llevar.
— Yo — abrió sus labios de golpe al oír unos en la puerta — Sessh… amo, con su permiso — Sesshōmaru bufó fastidiado ¿Que Inuyasha nunca se cansaba de llamarle así cuando estaban a solas? Miró como Inuyasha abría la puerta y parpadeaba confundido — Hikaru sama, vino antes de…
— Sí, sí. Ya cállate — bufó la chica, mirando por encima de sus hombros al mayordomo — ¿Por qué estas rojo? Y ¿Por qué tienes el uniforme desarreglado? — Inuyasha se sonrojó más de lo que estaba y haciendo una reverencia se fue del lugar apenado — ¡Vaya! Pero que fastidio con ese chico — arregló su maquillaje y con una sonrisa se dirigió al muchacho que estaba cruzado de brazos — Sesshōmaru, querido — el aludido rodó los ojos "aquí vamos de nuevo" pensó fastidiado — te extrañé tanto.
— "Yo no" — respondió en su mente el joven — Kikyō, ¿Qué haces aquí? Viniste antes de lo esperado — preguntó ignorando lo dicho por la persona "demasiado" inesperada en estos momentos — ¿No que venias mañana?
— Nuestro vuelo salió antes y quise darte la sorpresa mintiéndole a ese chico… sucio — "y pobre" — terminó en su cabeza riendo para sus adentros. Pero a Sesshōmaru no le gustó la broma y se contuvo se pegarle una bofetada por hablarle así a su novio — pero, ¿Cómo has estado? Estoy feliz de que nuestra boda se celebré mañana. Al fin, nuestros padres se enorgullecerán de nosotros.
— Como sea — bufó — ¿Estoy un poco ocupado ahora? Además, ahora que corriste a mi mayordomo con la indirecta de su uniforme, que claramente estaba bien ordenado. Porque sabes que a mí no me gusta que ningún objeto o algo esté fuera de su lugar. Me has dejado sin mi té — la chica miró el carrito con la comida y el té que su mayordomo le había traído, para después mirar a Sesshōmaru con el ceño fruncido —. No me veas así, por tu culpa, se me arruinó el apetito. Gracias por Kami sama — Nótese el sarcasmo.
— Lo siento — susurró apenada su prometida — No lo sabía. Además, cuando nos casemos voy a despedirle — anunció, apuntó con un dedo extendido al aire, a cualquier lugar de donde estaba — porque…
— ¡¿Qué?! ¡¿Acaso, loca estás?! — Gritó enfurecido — ¡No lo harás! ¡Ha trabajado para mí, desde hace cinco años! — "él diecisiete y yo diecinueve… el chico es huérfano y aparte de amarlo… nunca lo dejaré ir… jamás... no tiene adonde ir si él se va de este lugar… prefiero morir a que se vaya de mi vida"
— Pero, pero, ya tenemos a Kouga, no necesitaremos a ese chico para ayudarnos — reclamó. Ladeo sus labios e hizo una mueca un tanto infantil para el gusto de Sesshōmaru.
— ¿Y? Estos chicos no son juguetes con los que puedes jugar, Kikyō. Son seres humanos, al igual que nosotros y no importa si somos millonarios y ellos no… somos humanos — recalcó las últimas palabras.
— Hum — gruñó la chica.
"Tock" "Tock" "Tock"
El sonido de la puerta les saca de sus discusiones. Kikyō se giró, abrió la puerta y hace una mueca de desagrado al ver a Inuyasha de nuevo. Inuyasha no hace nada, solo una reverencia y le ignora.
— ¿Tú? — La chica habla con desprecio al dirigirse a Inuyasha — ¿Qué haces aquí? Por lo menos, ya te arreglaste el uniforme.
— Disculpe — el chico se nota serio "Vaya lío, podría jurar que hasta en la cocina oigo sus gritos y que no han ni empezado" — amo Sesshōmaru — camina hacia el joven y le regala una sonrisa, siendo correspondida por Sesshōmaru… Kikyō se impresiona ¿desde cuándo Sesshōmaru tiene sonrisa? — su padre ha llamado, pidiendo disculpas. No es de impresionar — murmura solo a los oídos de Sesshōmaru, ensanchando la sonrisa de este — Disculpas; por no poder venir a su boda mañana. Tiene asuntos importantes que resolver y una reunión ese mismo día… amo… quiso decírselo por adelantado para avisarle.
— Gracias, Inuyasha — Inuyasha le guiño un ojo e hizo una reverencia, al mismo que lamia sus labios.
— Con permiso — Sesshōmaru, complacido, se dio media vuelta y dirigió su vista al montón de papeles con los que trabajaba, ignorando a Kikyō.
— Hipócrita — murmuró. Ella se sintió ofendida después de decir esa palabra, y ser ignorada. Se fue antes que Inuyasha siquiera llegara a la puerta, por mera venganza, le cerró la puerta al chico en la cara.
— Inuyasha.
— Dime, Sesshōmaru — caminó hacia su amo y le abrazó por la espalda — Mgh — gimió gustoso. Mordió el cuello de Sesshōmaru y dio una lamida — con solo probarte puedo notar tus músculos tensos, Sessh chan — canturreo — Ha estado trabajando mucho, mi amo — comenzó a masajear los hombros del mayor — ronroneas — masculló divertido.
— ¡Mgh! ¿Quién no? Masajeas de maravilla — ladeo su cabeza y agarro una de las manos de Inuyasha, para dar un beso en su palma, sonrojando al chico — me encantan tus facetas.
— ¿Cuál de todas? — Preguntó soltándose para volver a su labor de masaje — El ¿Inuyasha lujurioso y sumiso? ¿El Inuyasha tímido? ¿El Inuyasha provocativo? ¿El Inuyasha del trabajo? — Miró como el mayor arrugaba su cara ante esa mención — ¿No te gusta que trabaje? Si para eso estoy aquí ¿No?
— No es eso, Inu chan — respondió — Solo que, siempre te haces quedar mal cuando te pones así. No me gusta, siempre te dices ser pobre, y, no lo eres en todo el sentido de la palabra.
— No soy pobre — dijo como para intentar convencerme así mismo — A ¿No? ¿Sera porque tengo tu amor?
— Si tú lo pones así, sí.
— Creo que ya no necesita más un masaje, amo — Inuyasha carraspeó su garganta y volvió en su faceta de "Inuyasha del trabajo" sabía que Sesshōmaru aborrecía cuando se portaba así, pero no quería que los descubrieran… aun así, cambió de opinión al recordar las fechas — S-Sesshōmaru, ¿podré tenerte una última v-vez? — tartamudeo. Odiaba cuando intentaba comportarse como lo que era; un sirviente… pero, siempre cambiaba a último momento. Él no lo sabía, pero a Sesshōmaru le encantaba eso.
— ¿Tenerme? — El mayor levantó el ceño — ¿T-tenerme una última vez? — indagó burlón. Inuyasha lo supo y arrugó sus labios en una mueca — ¿A qué te refieres, exactamente? — Se levantó de su silla y rodeó al chico con sus brazos desde la cintura pegándole a él — Que yo sepa, siempre seré tuyo y de nadie más…
— Pero, pero, pero — el chico bajó su mirada y beso el pecho por encima de la ropa, justo en donde queda su corazón — su prometida… a-amo.
— No te atrevas a llamarme así cuando estamos solos — ordenó, asustando a Inuyasha — sé que eres terco, pero ya, ya es el colmo — agarró al chico de las mejillas y sonrío — te amo, te amo, te amo, te amo, mi amado tontito ¿Por qué lo sigues dudando? — beso sus labios castamente, sin dar oportunidad de profundizarlo al separarse de los deliciosos labios de su mayordomo — ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? ¿Podrías dejar de ser terco?
— No lo sé, como dice usted — Sesshōmaru iba a replicar ante el modo en que le habló su amante, pero se contradijo al ver que Inuyasha le guiñaba un ojo — soy terco, pero los tercos nacen por naturaleza ¿no? — Enroscó sus manos en el cuello de Sesshōmaru y besó su mejilla — al igual que eres un obstinado y los obstinados son mimados y caprichosos… pero demasiado hermosos a mi opinión.
— ¡Oye! — Reclama Sesshōmaru — pensándolo mejor, es cierto, los tercos son tercos por naturaleza, pero guapos por instinto — Inuyasha se sonroja al entender la indirecta — eres un B-A-K-A — Inuyasha le mira sin entender.— B; un bomboncito de cuerpo completo — sus manos bajan por la espalda del menor hasta toparse con el trasero del mayordomo y hace un agarre en él, sacando un gemido del chico — A; de "adorable"— besa sus labios, cuando siente que Inuyasha abre los suyos, atrapa su lengua contra sus dientes sin lastimarle y por dentro, acaricia con su lengua la de Inuyasha — No quiero seguir diciendo — acepta Sesshōmaru con la respiración agitada.
— Por favor — Ruega Inuyasha "si esas dos cosas que me hizo con las primeras letras me avergüenzan… no quiero saber el significado de las demás" — no sigas, no quiero saber el significado de "K" y "A" — Sesshōmaru sonríe complacido.
— Como tu ordenes, amo de mi corazón — abrazó a Inuyasha y beso su oído — te amo, ¿tienes que seguir trabajando?
— No, solo obedezco sus órdenes, mi señor — después de un suspiro, se separa y mira fijamente a su… amo — lo que usted quiera que haga, intentaré hacer lo mejor posible. Por órdenes de usted, no puedo recibir órdenes de nadie más. Ni siquiera de su prometida — Inuyasha se mordió el interior de una de sus mejillas al decir eso. Sesshōmaru lo notó, siempre que su novio hacia eso; un tipo de hundimiento se hacía en sus ellas, ese gesto siempre le causaba gracia.
— ¡Vaya! — Bufó — a pesar de ser un adolescente hermoso, eres un baboso por terco — se cruzó de brazos y arrugó sus labios, para transformar esa mueca en una sonrisa al sentir un beso en su mejilla — pero, eres único y especial.
— Gracias, amo ¿no necesita algo más? — Preguntó en su postura, colocando sus brazos rectos al frente de su cuerpo — ¿algo más en el que le pueda ayudar? O ¿traer?
— Solo necesito algo — poso su dedo corazón en su barbilla, tamborileándolo en el lugar — necesito a… un lindo chico de cabellos plata en mi cama esta noche — Inuyasha se mordió los labios al entender la indirecta.
— ¿Algún peli plata en especial? Amo.
— Mmh… creo que sí — ladea su cabeza — no, no sé.
— ¿Características con las que puedo contar para poder traerle? — pregunta juguetón. Mientras espera su respuesta mira la ventana que queda un poco lejos de donde se encontraban, "de noche… es de noche y tiene todo calculado, como siempre" — no puedo traerle a alguien así no más, amo. Puede que me equivoque y con eso no me quiero "arriesgar"
— Bueno, veamos — posó un dedo en sus labios y fingió meditar — es de una estatura promedio… bueno… ni tanto — "¡¿Me ha dicho enano?! — Hermosos ojos ámbar — Inuyasha rodó los ojos "vanidoso… tú también lo tienes así" — ¿sabes? Tiene tantas cualidades que; no podría decir bien… pero, podría decir que es amargado, bipolar, obstinado, necio — paró de decir al ver que Inuyasha entrecerraba los ojos — aun así, es hermoso y la persona a la que más amo.
— ¿Sesshōmaru? — Suspiró Inuyasha apenado — creo… creo saber quién es, amo — pasó saliva y dio un beso a su amado en los labios — ¿yo? — Su novio asiente con una sonrisa socarrona — Pero, ¿enserio crees que soy enano? — Preguntó divertido — no será que ¿eres muy alto? Recuerda, tenemos que pararnos de puntillas para besarte hasta la mejilla — Sesshōmaru enarcó una ceja.
— ¿Tenemos?— Le agarró de la cintura, pegándola a la suya —de nuevo— y beso los labios de Inuyasha castamente— Tú y ¿Quién más me besa? Estos labios son solo tuyos y de nadie más, Inuyasha. Cuando te dí nuestro primer beso, mis labios eran vírgenes todavía, no creas que te haya sido infiel con alguien más. Incluso…
— Y ¿Kikyō? — Evadiendo la información, aunque por dentro gritaba de felicidad al saber que "sus" primeros besos fueron con el otro — ¿Qué pasa con ella? ¿No te besa en la mejilla? Que yo recuerde nunca mencioné — lame sus labios y se acerca al a oreja del mayor para morderle el lóbulo y decirle en un susurro provocativo — tus labios rojos y deliciosos. Labios que sirven no solo para hablar, ni besar — alejándose.
— A ¿No?
Inuyasha niega con una sonrisa ante la pregunta de su "señor" y ladea su cabeza sin perder el contacto visual.
— No — responde sonriente y suspira — como no quiero que sospechen, mejor me voy —. Da una reverencia y hace un ademán de irse, dándose la media vuelta. Siendo detenido en el momento en el que da el primer paso —. Amo Sesshōmaru, suélteme, por favor. No quiero que Hikaru sama o alguien más nos encuentre juntos.
— ¿Por qué? ¿Te avergüenzas de lo nuestro? — Inuyasha baja su mirada y niega despacio — ¿Entonces? ¿Por qué no quieres que nos vean juntos? ¿Cuál es el problema?
— Reputación — le dijo Inuyasha separándose al fin — su reputación… no es pena, ni vergüenza, no es orgullo, no es miedo, no es asco o algo parecido… es por su reputación, ¿Qué dirían si nos vieran así? — de un movimiento rápido, Sesshōmaru termina sentado en el sillón, con Inuyasha abierto de piernas lado a lado de las suyas, su rostro pegado al suyo, las manos recorriendo su cuerpo, desabotonándole la camisa y su trasero justo en su entrepierna — así mismo aquí o en algún otro lugar. Muchos no lo aceptarían, Sessh… pero lo que más me inquieta es que me separen de ti, por eso, por eso, no me quiero arriesgar, prefiero vivir en el secreto y oscuridad que mostrarme a la luz y quemarme.
— Yo…
— Entiéndelo — rogó Inuyasha, besando a Sesshōmaru en los labios — yo daría todo de mí solo para estar contigo.
— Inuyasha yo…
— ¡Taishö sama! Debo informarle que — Inuyasha dio un fuerte respingo al oír una voz fuera de la biblioteca. Se levantó rápidamente y arregló sus ropas. Olvidando las de su amo, este solo sonrió y lo hizo él mismo — Hikaru sama quiere…
— ¡Déjame pasar, bastardo! — exclamó la chica. Los peli plata enarcaron el ceño al oír fuertes pisadas y al parecer algo rompiéndose, seguido de algunos rechinidos de al parecer, unos altos tacones. Inuyasha giró lentamente su vista a Sesshōmaru y evitó una risita, tapando sus labios con su mano izquierda.
— Ni se te ocurra burlarte — susurró Sesshōmaru — te meterás en problemas si te oye.
— ¡Tsk! — chistó Inuyasha y suspiró. Entre miró a Sesshōmaru y se ruborizó al ver que este miraba su trasero — ¿entretenido con la vista? Mi señor — preguntó entre una pequeña sonrisa, meneándolo, los ojos de Sesshōmaru brillaron y eso le llenaron de orgullo al chico — ¿no quiere hacerlo? Toque, sé que quiere ¿no?
— No — mintió el mayor — pero, creo que…
— ¡Sesshōmaru! ¡Necesito hablar contigo! — la chica entró dando zancadas al lugar. Al llegar a la par de Inuyasha se detuvo y, fingiendo no haberle visto; estiró sus brazos y "sin querer" le dio un puñetazo en la cara a Inuyasha.
— ¡Gha! — gimió el chico, retrocediendo unos pasos. Llevó una de sus manos a su nariz y divisó, dándose cuenta de que, Kikyō se lo había rompido, en sus dedos quedaron varios rastros de sangre y eso le asustó y sorprendió un poco. Sesshōmaru se molestó. Lo que acababa de hacer, era la gota que derramó el vaso, ya no le soportaba, ya buscaría la forma de no casarse con ella… y al parecer ya sabía cómo hacerlo — lo lamento. Con su permiso — Inuyasha hizo una reverencia. Salió de la biblioteca y con un pañuelo que andaba a mano; se limpió un poco de la sangre.
— ¿Inuyasha? ¿Qué te paso?
— No es nada, Kagome san. Hikaru sama me ha dado un "K.O"
— Ah, debía de suponerlo — Kagome negó con la cabeza y agarró al chico de las manos para verle bien la nariz — ¡ven! Vamos para curarte.
— Hai, arigatou.
— ¿Por qué hiciste eso? — Preguntó evidentemente molesto Sesshōmaru a Kikyō, quitándole la sonrisa burlona que tenía en sus labios — eso no es de damas — quiso decir otra cosa, pero eso lo dejaría para el tan esperado día — no fue cortes haberle golpeado. Y no me mientas — ordenó frío, ya preparado por si la chica se negaba — te conozco muy bien Kikyō, eso lo hiciste apropósito. No estuvo bien y lo sabes. Te estás pasando con mi mayordomo.
— ¿Y? ¿Qué tiene? — la chica se encogió de hombros restándole importancia —. Es solo un sirviente más en esta mansión ¿Por qué te importa tanto? No importa lo que le pase a él…
— Eso no es de tu incumbencia — Sesshōmaru se levantó de su asiento y cogió una taza de pastel que estaba en el carrito antes traído por su pareja secreta. No le importaba si estaba frio, por como venía en su presentación, sabía perfectamente que fue preparado especialmente por Inuyasha. Probó un bocado y cerró sus ojos gimiendo gustoso — delicioso.
— Ah… Sesshōmaru — suspiró la chica. Sesshōmaru le miró con el ceño levantado y siguió comiendo — ¿ya escogiste tu traje para nuestra boda? ¡Porque yo sí! Vieras que hermoso... Bueno… lo verás en la ceremonia — de tan solo oír pocas palabras para el día que él aborrecía; le quitó el apetito y se mostró cuando dejaba su plato en el carrito; casi tirándolo.
Agarró la pequeña campana que estaba a su lado y la hizo sonar desinteresadamente. Kikyō volvió a sentirse ofendida, Sesshōmaru le seguía ignorando. El sonido del cerrojo de la puerta le hizo voltear su vista. Sonrió al ver a Inuyasha agarrándose un poco la nariz.
— ¿Ha llamado usted? Taishö sama — Inuyasha se mostraba frio e incluso ignoro a Kikyō, cuando siempre le volteaba a ver con cierto temor — lamento lo que ha pasado hacía poco.
— No importa. La culpa fue de ella, no tuya — Sesshōmaru señalo con su mirada a Kikyō con el ceño todavía fruncido — ¿Cómo va tu nariz?
— Mh… no ha pasado nada, solo un pequeño desangre que Higurashi san me ha ayudado a curar, amo…
— Bien… Ah… puedes llevarte el carrito — Sesshōmaru se acercó a Inuyasha y susurró en su oído — puedes irte preparando, amor. Ve a mi habitación, báñate y espérame en mi cama ¿sí? — Inuyasha se ruborizó ante la insinuación, pero no le quedó más remedio que asentir nervioso e irse y cumplir los mandatos de su amo — y tú, Kikyō. Puedes irte a tu habitación — "que por suerte queda alejada de la mía" —, me encuentro cansado y si quieres, mañana podemos hablar… cuando yo despierte y me encuentre listo. No sea que vayas a despertarme a las cinco de la mañana — Kikyō hizo amago de hacer una pataleta y refunfuñando, se fue del lugar. Sesshōmaru suspiró y se preparó para irse a su habitación con Inuyasha, el chico le había mejorado la vida desde que entró a la suya.
Espero que os haya gustado el 1/3 capítulos que lleva esta historia.
