A tu rescate

Capitulo 1: Un nuevo rumbo.

-¡ISLA!

El Going Merry se encontraba navegando por cristalinas aguas y bajo un cielo completamente despejado. Ya habían pasado dos semanas desde la última vez que la tripulación habían tocado tierra; pero a lo lejos, se podía divisar la figura de una pequeña isla.

- ¿Isla? ¡Isla! ¡Oi Nami, Usopp vio una isla! ¡ISLAAA…! – gritaba contento un morocho.

- ¡CALLATE, YA LO OÍ! – respondió una pelinaranja golpeándolo en la cabeza – Eres un dolor de cabeza… - luego miro a la sima del mástil, donde se encontraba el narigón – Usopp, ¿hacia donde esta esta isla?

- Al norte – dijo este mirando por un telescopio – Y parece no haber señal de la marina en ella.

- Genial – Nami se dirigió a la proa del barco y se fijo la distancia en que estaba la isla – Si el viento sigue así de fuerte, llegaremos allí en la mitad del día.

- Esa es una buena noticia – una voz atrás de la pelinaranja hizo que esta se sorprendiera.

- Ah, Robin eres tu – la pelinegra le respondió sonriendo.

- Parece que nuestro capitán-san esta muy entusiasmado – dijo volteando a ver a Luffy, quien seguía gritando y corriendo de un lado a otro junto a Usopp y Chopper, ahora, acompañándolo.

- Si, se nota con solo mirarlo… - dijo con una sonrisa tierna mirándolo.

Robin al escuchar esto sonrió. Parecía como que la navegante-san, según ella, escondía algo relacionado con su capitán.

No era nada raro que la pelinegra se diera cuenta de esto (aunque la pelinaranja lo disimulara muy bien) ya que, después de todo, era Robin; una chica silenciosa y tranquila, pero muy observadora, además de ser la mejor amiga de Nami y ser muy cercanas, se conocían muy bien ambas.

Las dos siguieron observando a los tres "niños", y vieron como juntos se acercaban (aun gritando) hacia el espadachín sentado contra el mástil, tomando una siesta.

- ¡Isla! ¡Oi Zoro, hay una isla hacia el norte! – Luffy se acerco al peliverde, pero al ver que seguía sin reaccionar le hablo a sus dos acompañantes – Usopp, Zoro no reacciona…

- Ya hace dos horas esta así. Me pregunto si se habrá muerto… - dijo pensativo el tirador - ¡Piquémoslo con una ramita para comprobarlo! – se fue corriendo en busca del objeto.

- ¡Zoro muerto! ¡Oh, no! ¡Llamen a un doctor! ¡Lamen a un doctor! – gritaba y corría desesperado Chopper buscando un doctor, sin recordar que él era uno.

- Jajaja – reía divertido Luffy – Él no puede estar muerto, miren – luego se puso al oído del peliverde, tomo aire y grito como nunca - ¡ZOROOO…!

- ¡¿Qué demonios quieres? – exclamo golpeando al chico el espadachín, quien gracias al "despertador" de Luffy, se había caído del susto.

- Hay una isla al norte – dijo el morocho tocándose el nuevo chichón de su cabeza.

Zoro miro el mar hacia la dirección de la isla, la cual seguía a una gran distancia, y la vio - ¿Me despertaste para esto? ¡Todavía falta mucho para llegar!

- También Usopp y Chopper pensaron que estabas muerto y les quería demostrar que era mentira…

- Entonces, - dijo volteando a ver a los "cómplices" escondidos – ustedes también fueron!

Zoro comenzó a correr por todo el barco a los dos chicos tratando de pegarles, que luego de unos segundos Luffy se les unió, luego de insultar al enojado peliverde.

Nami y Robin seguían observando la escena desde la proa del barco. Nami solo se repetia irritada la palabra "idiotas", pero por adentro se estaba riendo, en especial por las acciones de Luffy. Robin, por otro lado, observaba mayormente a Zoro, y no pudo evitar soltar una risa, lo que su amiga noto.

Ambas, después de unos minutos, comenzaron a hablar de lo habitual. Pero la pelinegra no podía dejar de pensar en lo sucedido y en el espadachín, soltando cada tanto una sonrisa de lo cómico que era verlo enojado, y también lo veía …. ¿lindo? Estaba confundida, ya hace tiempo sentía algo cada vez que lo veía, pero no estaba segura que. Decidió sacar el tema en la charla.

- Navegante-san – dijo tranquila – ¿Alguna vez sentiste algo por alguien?

- ¿A-a que te refieres? – Nami se puso nerviosa por la pregunta, y no entendía como Robin preguntaba algo así.

- Quiero saber si sientes algo especial por alguien, y que – la morocha sabia muy bien los sentimientos de su amiga hacia su nakama, pero quería comprobarlo y ver si eso la ayudaba en sus dudas.

- Yo… yo… - pronuncio sonrojándose – La verdad yo…

- ¡Ya esta el almuerzo! – grito Sanji avisándole a todos que vayan a la cocina - ¡Oi, Nami-swan, Robin-chwan, vengan a comer!

- ¡S-si! – la pelinaranja se escapo de su amiga y de responder la pregunta.

- ¡COMIDAAA…!

- ¡Luffy, espera! – gritaban Usopp y Chopper corriendo a Luffy, quien entro a la cocina rápidamente.

- Idiotas… - murmuro Zoro caminando, pero luego se dio cuenta de que Robin seguía parada en su lugar - ¿No vienes?

- Si, lo siento – respondió sonriéndole y comenzando a caminar.

El espadachín no contesto. Algo en la chica le resultaba extraño. Su actitud era diferente, como si le pasara algo. Lo ignoro; tal vez era algo común lo que la preocupaba.