He aquí un fic sobre uno de los personajes que a pesar de aparecer desde el primer libro y permanecer constantemente cerca de Harry, nunca se expone, y se saben de él más hechos que sentimientos.
Se inclinaba hacia adelante y hacia atrás nervioso.
Aquél joven muchacho de quince años que no contaba nada de sí mismo. A no ser cosas como que Snape le había quitado diez puntos pos res un desastre en pociones, así como en transformaciones, encantamientos, astronomía… O que su abuela, de quien muchos dudaban que su cordura aun existiera, usaba extraños sombreros con animales disecados a modo de lazo.
Eso era lo único que aquél chico de cara redonda y expresión nerviosa hablaba si se trataba de sí mismo o su vida.
Y aunque era su quinto año en Hogwarts y muchos conocían casi todas sus cualidades, tanto sus virtudes como sobre todo sus defectos. Pero la mayoría de sus compañeros y amigos ni se imaginaba todo lo que Neville Longbotom no contaba a nadie. Lo que guardaba para sí mismo en una mezcla de dolor, vergüenza y cobardía.
Sentía un agujero que se hacía físico en medio de su pecho. Un agujero que era el no haber conocido nunca a sus padres; es decir a sus padres cuerdos, como ellos habían sido realmente y no lo serían más.
Le provocaba vergüenza como se comportaban y al mismo tiempo le volaba como mariposa un inmenso amor hacia ellos siempre que los veía u oía hablar a alguien bien de ellos. De lo buenas personas que habían sido, de cómo habían defendido sus ideales. Se enorgullecía. Con dolor y afecto colosales, tan gigantes que prácticamente lo representaban entero.
Sobre todo en la mirada. La mirada de Neville.
Su mirada era una nube de dolor y amor semioculto detrás de su nerviosismo el cual no era otra cosa que el enojo por lo que había sucedido a sus padres. Las nubes y colores de sus ojos luego le harían perseverar ante todo sus ideales y defenderlos a pleno.
Por sus padres. Por Alice y Frank.
Por eso. Por todo lo que calla Neville, se balacea hacia delante y hacia atrás luego de ver el último artículo de El Profeta que anunciaba una fuga en masa de Azkaban. Y en esa fuga a Bellatrix Lestrange. Aquella babosa con patas que había provocado la ausencia de sus padres en su vida. Aquella sádica mortífaga que le arrebató la cordura a Alice y a Frank. ¡Endemoniada Bellatrix!
Ese día Neville se juró a sí mismo vengar a sus padres y pelear por sus ideales hasta las últimas consecuencias.
Luchar hasta haber ganado la guerra.
Espero que les haya gustado. A mí definitivamente me gusta plasmar lo que creo que pudo haber sentido este muchacho que hace desastres y no habla de sí. Bueno, hasta que en DH da un vuelco sorprendente, por supuesto. Pero me interesó mucho más sus sentimientos al ver la fotografía de Bella en el periódico.
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Un abrazo!Cereza
