Acababan de tocar el timbre de entrada en la escuela de Blithe Hollow.Los niños que apenas entraban corrían a toda velocidad hacia sus salones, detrás de toda aquella multitud podía verse una pelambrera extraña que se encontraba en punta, al lado contrario en el que debería de ir el cabello normal. El dueño de este extraño cabello era un chico de catorce años de edad, vestía con una chamarra color rojo, jeans de mezclilla y tenis del mismo color que su suéter. Caminaba con rapidez tratando de pasar por la multitud de niños que había frente a él, si no llegaba a tiempo el maestro de ciencias lo matarla. Al encontrar un hueco por el cual pasar no desaprovecho la oportunidad y corrió a toda velocidad hacia su casillero, tropezó poco antes de llegar a él haciendo que su mochila saliera volando junto con todos sus libros, gruño ligeramente poniéndose de pie, comenzó a recoger los que estaban más cerca de él, cuando alguien más comenzó a hacer lo mismo, alzo la cabeza sorprendido, un chico de su misma edad de ojos azules y cabello color caoba, extrañamente acomodado en un perfecto fleco le extendía parte de sus libros que habían caído al suelo, el los tomo sonriendo aunque trataba de averiguar quién era, ya que jamás lo había visto en la escuela. Vio su camisa la cual tenía un circulo rojo en el pecho y guardo sus cosas con rapidez, volteo a verlo una vez mas y con una inclinación de cabeza le agradeció
-Muchas gracias...
El chico le devolvió el gesto sonriendo. En ese momento se escuchó el timbre una vez mas
-¡Demonios! Voy tarde- Norman se colgó la mochila en la espalda dispuesto a correr de nuevo, pero el chico lo detuvo
-¿Disculpa, sabes dónde se encuentra el salón de noveno grado?
Norman asintió con fuerza ansioso
-Claro, es mi salón. Pero es mejor que corramos, acaban de dar el segundo timbre, y el maestro de ciencias es muy impaciente
Su compañero asintió siguiéndolo con velocidad. En segundos consiguieron llegar al salón, entraron con lentitud deteniéndose al instante ante la mirada de todos, incluido el profesor
-De nuevo tarde... Norman
El paso su mano detrás de la cabeza con nerviosismo
-No... Bueno, si ya sé que es tarde pero es que... El estaba perdido y lo guie hasta aquí
El maestro se retiro ligeramente las gafas viendo con detenimiento al chico quien se hallaba al lado de Norman. Lo examinó durante un momento y al reconocerlo camino hacia el, saludándolo
-Eres el estudiante nuevo, ¿o no?
-Si... Lo soy señor
-Bien, veo que él te indico el camino hasta tu clase.
-Si, por eso fue que llegó tarde hoy...
El profesor volteo a ver a Norman arqueando una ceja
-Solo por este día estas libre de reporte Babcock
Norman asintió con fuerza, y ambos pasaron a sus asientos.
Ese día habría trabajo por parejas, diseccionarían una rana... de nuevo. Todos comenzaron a reunirse, ese día no había asistido Neil así que Norman solo se limito a mirarlos. Era cierto que había sido un héroe salvando a Blite Hollow de la maldición de la bruja, y que con esto había ganado respeto y algo de popularidad, pero eso no servía de nada cuando tenía que relacionarse con alguien más. La gente aún seguía huyendo de él, después de todo lo que había logrado, pero no los culpaba, el estar cerca de la muerte no es un tema cualquiera de conversación. Suspiro esperando a que todos terminaran.
El profesor pudo ver como Norman y el chico nuevo se encontraban solos y ninguno de los dos intentaba reunirse con alguien más, se retiro las gafas viéndolos a ambos
-Norman, Daniel, por favor reúnanse para poder comenzar con el trabajo.
Ambos chicos se miraron sorprendidos, Norman suspiro poniéndose de pie caminando hacia el lugar de su compañero
-Hola de nuevo
-Hola, veo que vamos a diseccionar una rana...
-Sí, una vez más, lo hacemos casi cada tercer día, al parecer el maestro cree que es muy educativo, aunque creo que ninguna de estas ranas piensa lo mismo.
Danny río ante el comentario de su amigo, miro el frasco con la rana que había a un lado de el y sonrió
-Si... Tienes razón
Norman vio el frasco y después a su compañero extrañado, este desvío la mirada del tarro con nerviosismo y río ligeramente. Norman no pudo creerlo, ¿el había podido ver el espíritu de la rana? Dio una mirada rápida al frasco y esta asintió ligeramente adivinando sus pensamientos. El negó casi imperceptiblemente con la cabeza, era una locura, solo estaba emocionado porque había conocido a alguien nuevo pero no tenía que ser casi igual a él, además no se atrevería a preguntarle, podría haber la posibilidad de que el huyera en el momento en el que le mencionara su don para ver fantasmas. No, definitivamente no lo haría.
El profesor comenzó a hacer apuntes en el pizarrón mientras daba indicaciones de como iniciar con la disección. Ambos se colocaron guantes para poder sacar el cadáver de la rana del frasco. Al hacerlo lo colocaron sobre la parrilla que había sobre sus bancas. Norman aún seguía viendo a Danny con interés ante sus acciones, sobre todo porque el espíritu del anfibio había comenzado a dar vueltas sobre sus cabezas con furia al ver lo que le harían a su cuerpo. Pero Danny ni siquiera trataba de ahuyentarla, en cambio Norman la ahuyentaba fingiendo que solo era una mosca. Era verdad que antes había salvado a cientos de ellas, enterrándolas en el área pantanosa de la escuela, pero ahora ya no era posible, le habían advertido que si una sola rana volvía a desaparecer quedaba reprobado en clase de ciencias, así que... No, definitivamente esta rana no podría descansar bajo tierra.
Al finalizar la actividad pudieron tomar un breve descanso, Norman camino hacia una de las bancas que se encontraban a la sombra de los árboles para relajarse un poco. Se sentó y exhalo con fuerza, fue cuando dirigió su vista hacia uno de los comedores que se hallaban en el patio trasero, ahí se encontraba el chico nuevo, su nombre... Era Daniel si no mal recordaba. Estaba solo, y parecía triste tal vez, lo vio con detenimiento por unos minutos cuando algo sorprendente ocurrió. Mary el espíritu de una niña que deambulaba en los baños se acerco a él, Norman puso suma atención en lo que ocurriría, la niña le dio unas palmaditas en la espalda y le preguntó algo. Norman no pudo oír lo que era pero increíblemente el chico le contesto, no podía creerlo, la había visto e ¡incluso estaba hablando con ella! ¡Con el espíritu de una niña! Así que Daniel no era tan normal como parecía, eso le alegraba pero, el no se veía nada bien, incluso había comenzado a discutir con Mary y eso no era nada bueno ella era demasiada sensible. Se puso de pie caminando hacia él, al verlo Danny guardo silencio y lo saludo, Mary lo vio con odio, Norman le dirigió una mirada rápida indicándole que se fuera de ahí. Mary dio un pequeño gruñido dándose la vuelta y flotando con rapidez hacia los baños con indignación. Norman se sentó a un lado del chico saludándolo una vez más.
-Que tal. Una vez más juntos
-Si... Eso parece
Norman movía las manos nervioso, deseaba preguntarle pero no sabía lo que ocurriría si lo hacía, y ni siquiera sabía cómo comenzar. Respiro profundo tratando de acomodar sus ideas.
-¿Y... Porque estas tan alejado de nosotros? No te preocupes que no mordemos, y Alvin ya no está aquí
-Je ¿quién?
-No, nada olvídalo
Danny suspiro casi con nostalgia
-No lo se... Solo que pues, acabo de llegar y no es tan sencillo hacer amigos de la noche a la mañana
-¿Y que hay de mi? ¿Acaso no soy tu amigo?
-Sí, claro. Pero... Tú entiendes
-Está bien, está bien... Jeje solo jugaba. ¿Y porque te mudaste aquí?
El chico giro ligeramente la cabeza desviando su mirada con ligera tristeza
-No... No quisiera hablar sobre eso
Norman agacho la mirada pasando una de sus manos por detrás de su cabeza con nerviosismo
-Entonces... Siento por preguntar
Danny al verlo sonrió avergonzado
-No te preocupes, no es nada
-Ok, jeje. Bueno para cambiar drásticamente de este tema, dime ¿te agradan los zombies?
-No, no me agradan. Son babosos, huelen mal y comen cerebros...
-¡Jaja! No, me refiero a las películas, ¿te gustaría ver una en mi casa? O jugar videojuegos, no lo se...
Danny, reflexiono un momento y al instante volvió a sonreír
-Claro, solo ¿qué día sería?
-Cualquiera, puedes llegar a mi casa y es todo
-Bien, ¿pero donde se encuentra tu casa?
Norman casi se golpea en la frente
-¡Lo olvidaba! Acabas de mudarte aquí... En ese caso, es mejor idea que yo pase por ti. ¿Sabes más o menos donde se encuentra tu casa?
El chico pensó un momento antes de hablar
-Lo único que recuerdo es que casi frente a nosotros hay una casa con un buzón en forma de dragón
-¿Ahí es donde vives? Conozco muy bien ese lugar, ahí vive mi mejor amigo, Neil. Espero y lo conozcas el día de mañana
-Me encantaría
-Entonces está decidido, será el día de mañana ¿te parece?
-Sí. Suena bien
En ese momento el timbre sonó una vez más indicando el inicio de otra clase, Norman se puso de pie con rapidez indicándole a Danny que se diera prisa, este obedeció y camino detrás de él. Pasaron aún varias clases más antes de poder dar un receso. Al dar el timbre para que todos pudieran salir a tomar un refrigerio los pasillos se llenaron de chicos y chicas. Norman hizo todo lo que pudo para poder pasar de entre toda la multitud hasta llegar al patio trasero de la escuela, ahí se sentó sobre el pasto del jardín y tomo su sándwich dándole una enorme mordida, aún le parecía maravilloso el comer sin ser molestado por ningún chico. Al dar otro mordisco diviso a Salma caminar a lo lejos, esta lo saludo y él le devolvió el gesto alzando ligeramente la mano. Al llegar junto a él se sentó a su lado, Norman la vio sonriéndole mientras aún terminaba su bocado. La Salma que ahora veía no se parecía nada a la de hace dos años, le habían retirado los frenos, usaba algo de maquillaje y había cambiado los enormes lentes por unos de contacto. Norman trago limpiándose los labios con la manga de su suéter y sonrió de nuevo
-¿Que sucede Salma?
-Nada, solo quería venir un rato contigo... Oye, tú ya conociste al chico nuevo ¿no es así?
Norman río ligeramente, sabía que su amiga venia por algo en especial
-Sí, más o menos... ¿Por qué?
-Bueno... Es que mi amiga Saori quería conocerlo, y tal vez podrías ayudarnos...
-Tal vez... Le diré, pero el decidirá si querrá conocerla o no
-Está bien... ¡Gracias!
Salma se puso de pie emocionada, en ese momento Danny había llegado junto a su amigo, al instante Salma se sonrojo y comenzó a alejarse lentamente de ahí
-jiji... Gracias de nuevo Norman... Adiós
Salma corrió de nuevo hacia donde estaban sus amigas, Danny la vio confundido y Norman río
-Veo que ya tienes un grupo de admiradoras
-Que... ¿Yo?
-¡Sí! De hecho me pidieron que te dijera si querías tener una cita con alguna de ellas
Danny se sorprendió ante su comentario volteando a ver a las chicas que reían con nerviosismo cuando él las vio. Suspiro y se sentó a un lado de Norman, eso le había acarreado cientos de recuerdos de su mejor amiga Sam, inconscientemente sus ojos comenzaron a humedecerse haciendo que desviara con rapidez la vista de su amigo. Norman lo vio con extrañeza
-¿Que sucede? ¿Estás bien?
Danny respiro profundo tratando de tranquilizarse y al instante volteo hacia el sonriendo
-Claro, no te preocupes
El chico de suéter rojo pudo notar su aire de tristeza así que pensó una forma rápida de cambiar de tema
-¿Y... Las clases? ¿Qué tal vas en ellas?
Danny lo vio arqueando una ceja, incrédulo ante lo que había oído, casi nadie hablaba sobre clases en Casper High, e incluso le parecía algo bobo, su expresión había significado su incredulidad ante la pregunta, pero trato de seguir la corriente
-Bien... Bien, no es tan malo como mi anterior escuela
-¿Y cómo se llamaba?... Ahora que lo pienso no me has dicho de dónde vienes... ¿Puedo saberlo?
-Si... Se llamaba Casper High y vivía en Amity Park, no sé si lo conozcas
Norman asintió dando a entender que si, estaba sorprendido, había escuchado que ese lugar estaba infestado de fantasmas, un verdadero caos, aunque ahora que lo pensaba no era demasiado distinto a Blithe Hollow. Decidió no hacer ningún comentario al respecto y mordió una vez más su almuerzo.
-Oye... Sobre lo de mañana... Creo que no iré...
El chico de cabello extraño casi se atragantaba al oírlo
-¿Qué? ¿Porque?
-No, no me lo tomes a mal, solo que... Mañana tendré demasiado trabajo, y no creo poder estar libre hasta después de las diez
-Ya veo... En ese caso, cambiaremos la fecha a hoy
Danny lo vio sorprendido, inclinando un poco su cabeza
-¿Hoy?...
-Sí, estarás libre durante la tarde ¿no?
-Si... Supongo...
-Bien, está decidido. ¿Pasare por ti entonces?
-Claro... Solo que será mejor después de la hora de la comida, a Vla... ¡Mi tío! No le gusta que salga sin comer de casa
Danny se veía algo nervioso y Norman pudo notarlo, pero no le dio demasiada importancia.
-Muy bien. ¿A las cinco te parece bien?
-Bien, es buena hora
El timbre se escuchó de nuevo por toda la escuela, ambos chicos se pusieron de pie caminando hacia sus casilleros, antes de entrar s clase Norman se dirigió al baño. Dentro se humedeció el rostro, ya que eso funcionaba cuando trataba de relajarse. Se miró un momento al espejo, sus ojos azul mar refulgieron un instante, Norman se puso tenso, esa sensación no le agradaba en lo absoluto, era un escalofrío que subida desde su espalda hasta su nuca. El chico giro con rapidez tratando de averiguar que fantasma era esta vez, pero no hubo nada. Encogiéndose de hombros quitándole importancia se volvió hacia el espejo, cuando repentinamente algo lo sujeto por el cuello lanzándolo hacia la pared que había detrás suyo, al estar acorralado y aún con la opresión en el cuello, logro ver a su atacante. Norman la vio desconcertado ante su acción
-¿Mary? ¿Qué rayos estás haciendo?
