"Reviviendo mi Pasado"
Por ClockyEvans
Lily Evans había cambiado su vida por completo y se mudó de su país de origen. Ahora debía volver a ver a su familia, ¿Podrá soportar todo lo que creyó dejar atrás?
Las piezas son de J.K. Rowling, el puzzle es mío ;)
Capítulo1
Simples ¿Recuerdos?
Lily Evans era una chica normal. Tenía cabello largo color rojizo y, como encanto, su verde mirada que podía llamar la atención de alguien aunque estuviera a diez metros de distancia. Sus gestos llamaban la atención de ser una persona decidida y con un carácter fuerte. Debía ser que cada vez que estaba en desacuerdo con algo, usaba como medio el quejarse y dirigirse a la gente con frases sarcásticas e irónicas. Pero tenía su encanto de ser una persona amable, cariñosa cuando no tenía problemas y bastante tolerante, dependiendo de la persona a la que se dirigía, claro. Le encantaba pasar el tiempo con sus amistades, el aceite de oliva en cada ensalada, los días soleados y las sodas, pero lo que más odiaba en todo el mundo era tener que pasar un día junto con su familia, la cual había dejado de ver por 5 años desde que salió del colegio.
No era que los odiara, no por completo, pero sus padres tenían bastante importancia en el asunto, en especial su madre. Desde que era una adolescente que le regañaban por la gente con la que salía, por su ropa y, como siempre, por sus estudios. Todos los años de colegio se esforzó para impresionarlos, aunque no era tan difícil ya que Lily había asistido a un gran colegio, al mejor después de todo, de su pueblo. Sus padres siempre hablaron de lo maravillosa que era pero, luego de un tiempo, le exigían demasiado.
Y ahora debía ir a visitarlos para pasar un fin de semana junto a ellos y amistades de éstos por una de las festividades que se presentaba; su prima segunda se casaría.
Lily, para pasar de alto toda invitación de sus familiares, siempre encontraba la excusa perfecta gracias a su trabajo, aunque todo cambió este año, ya que en su trabajo (como fotógrafa en la revista "Dream" de moda, en Nueva York) surgió un problema inesperado que dejó a casi todos los trabajadores en un tiempo de "vacaciones". Lily no pudo evitar molestarse y teniendo que aceptar, obligadamente, la invitación de su prima.
Hace dos días que venía viajando, en auto, y sólo le faltaba medio camino para llegar a su pueblo natal, en el estado Illinois, en la ciudad Naperville, de donde toda su familia provenía. Lily había salido de aquél lugar a los 19 años. Se mudó a Nueva York donde vivió por los próximos cinco años donde encontró su actual trabajo. Su vida no era la gran cosa pero a ella no le importaba.
En medio de la carretera pudo observar el gran letrero que le daba la bienvenida a tal lugar. Desde ya podía oler el apetecible aroma a carne asada y el tranquilo silencio que invadía las calles.
- Lily, te va a ir genial – Le decía su amiga, y su actual compañera de piso, por teléfono – Sólo se amable y no digas cosas de las que luego te arrepentirás
- Créeme, Susan, no me arrepentiría de decirle a mi madre que es una gran habladora – Susan no pudo evitar reír – Gracias a ella que todos en mi familia, y además algunas de sus chismosas amigas, saben sobre mi rompimiento con John – Ex-novio de Lily quien era modelo de la revista donde ella trabaja. Lily simplemente se aburrió de él (palabras textuales de ella). En otras palabras: Rompió con él al habérselo encontrado en la cama con su antigua compañera de piso.
-
Es madre. Todas las madres son así con sus hijos
-
No lo creo, Su, ella es mala – Dijo Lily con un poco de desprecio
en su voz – Algún día te traeré para que la
conozcas y terminarás apoyándome.
- Te apoyo, Lils, es sólo que estás exagerando un poco
- ¿Exagerando? Sí, claro – Dijo la chica sarcásticamente – Es que no los conoces, Su, pero tranquila, haré lo que pueda. Te prometo que no me verás en la portada del Diario con el gran titular "Hija pelirroja que mata a sus padres con una gran pala" – Susan soltó una risa – Ya que yo los mataría con mis propias manos, amiga.
- Lily – Le reprochó Susan divertida.
- Bueno, bueno, estoy casi llegando, creo que pasaré a una gasolinera. Hablamos más tarde. Tienes que contarme sobre la cita con tu chico misterioso – Le dijo la pelirroja pícaramente
- Claro, cuídate – Le dijo Susan cariñosamente para luego cortar.
Lily guardó su teléfono en su cartera, se acomodó sus lentes negros y se detuvo en una gasolinera. Se salió del auto, y se dirigió hasta el tanque donde estaba la manguera. La metió en el auto y comenzó a llenarlo cuando un chico se le acercó para ayudarla.
- ¿Necesita ayuda? – Le preguntó con un acento sureño. Lily levantó la vista y le quedó mirando. Pudo notar sus bellos ojos azules y su cabello negro cubierto por una gorra.
- No, no, gracias, no te molestes.
- Señorita, es mi trabajo – Dijo el joven con una sonrisa. Lily le sonrió de vuelta y fue cuando el joven le comenzó a mirar extrañado - ¿La conozco?
- Eh, no que yo sepa.
- Estoy seguro de haber visto ese cabello pelirrojo antes – Dijo sonriendo. De pronto su sonrisa aumentó y sus ojos se abrieron aún más - ¿Lily? ¿La Lily de 9 años que orinó en la piscina de Lou? – Dijo el chico sorprendido. Lily no pudo evitar reír nerviosa y sonrojarse.
- Ah... Eres Ryan Scott – El joven se sacó la gorra y le sonrió amablemente - Es grato saber que se acuerdan de mí... de esa manera – Murmuró Lily sacándose a la vez los lentes.
- ¿Y a qué has venido?
- Stacy se casa – Dijo tratando de parecer entusiasmada, con una falsa sonrisa – He venido a la boda.
- Ah, ya debía ser por eso – Lily pudo notar un cambio en el rostro del chico, y la falta de brillo en sus ojos al hablarle de eso - No vienes muy a menudo.
- No soy tan… de pueblo.
- ¿Y qué pasó con la niñita que quería ser jardinera? – preguntó Ryan ahora divertido. Lily le sonrió avergonzada, colocándose los lentes otra vez.
- Ya no está, Ryan, se quedó en este pueblo hace muchos tiempo – Sacó la manguera para la gasolina y la dejó en el lugar donde iba, le miró sonriendo por última vez al joven y se subió al auto para irse.
- Lily Evans... quién lo iba a adivinar – Dijo el joven, observando el auto irse por la calle, volviendo a su trabajo.
oOoOo
Había ya llegado. Ahí, frente suyo, se encontraba la casa donde pasó su infancia. Puerta roja, persianas azules y un gran árbol del cual colgaba un viejo columpio.
Todo se veía perfecto, igual como hace años. Su madre se había preocupado bien de todo, como siempre.
Caminó por el pequeño camino de cemento hasta la puerta donde golpeó suavemente unas cuantas veces, suspirando. Escuchó como unos pasos se acercaban a la puerta, se abrió y pudo ver la viva imagen de su madre.
Cabello suelto, rojizo, ojos azul cielo, nariz redonda, ropa estrecha que le hacía ver muy bien y sonrisa mordaz.
- Lily, querida, ¿Fue muy largo el viaje? Por tu aspecto, parece que sí – Le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Madre, ¿Qué tal todo? – La señora Evans le dejó pasar llevándola al patio trasero donde toda la familia estaba reunida.
- Bien, bien, un poco nerviosos por la boda – Salieron al patio y la madre de Lily se dirigió a todos – Oigan, oigan ¡Miren quién esta aquí! – Lily apareció con una nerviosa sonrisa de detrás de su madre.
- ¡Lily! ¿Eres tú? – Su tía Pearl se le acercó sonriéndole – Pero si estás tan grande – Lily rió falsamente.
- Lily, no puedo creer que hayas venido – Dijo una dulce voz por al lado. Lily giró su cabeza y pudo notar a su prima sonriéndole - ¡Estás más pelirroja! ¿O qué? – Dijo la joven comenzando a reírse como un cerdo, dejando al niño en el suelo.
- Stacy, tú estás más hermosa que antes – Le dijo la joven sonriente.
- Bueno, pues, es verdad – Lily puso sus ojos en blanco sin perder su falsa sonrisa.
- Abuelo Thom, abuela Minnie – Dijo sonando "emocionada". Se acercó donde sus abuelos quienes estaban sentados alrededor de una mesa con todos los demás
- Pero si es Lilian – Dijo su tío sentado al lado de la abuela de la pelirroja – ¿Tanto tiempo ha pasado?
- Eso creo...
- Hija, éste es Bob, el esposo de Marty – Le dijo su madre señalando a un señor calvo con una sonrisa encantadora y a su lado se encontraba su otra prima, con un pequeño bulto – Están esperando a su segundo hijo.
- Lástima que no pudiste venir a nuestra boda, Lily, estuvo maravillosa – Dijo su prima sonriéndole.
- Sí, una lástima – Dijo Lily que, para sus adentros, estaba que gritaba de felicidad.
Nunca había querido mucho a su prima Marty. Para comenzar, cuando pequeñas, siempre que hacía travesuras le echaba la culpa a Lily. En la escuela era una de las más populares, Lily no, y siempre la molestaba. En resumen, no eran las mejores amigas, ni siquiera eran parientes tan cercanos - ¿Y papá?
- Está atrás viendo el asado – Dijo su madre quien se sentaba con los demás.
- ¿Papá? – Preguntó la pelirroja al llegar al fondo del patio trasero, donde, alrededor de unos árboles, estaba un señor de cabello negro con algunas canas, de sonrisa cariñosa y mirada verde esmeralda profunda, igual a la de Lily.
- Hola, calabacita – Le dijo sonriente.
- Papá, no tienes que llamarme así todavía. Ya no soy una niña.
- Vamos, para mí siempre serás Lily, la pequeña calabaza.
- Claro – Dijo la chica con fastidio.
- ¡Víctor, querido! ¿Está ya el asado? Nos estamos muriendo de hambre – Gritó la señora Evans; Joyce Booth (nombre soltera).
-
¡Enseguida, cariño! – Exclamó el padre de Lily
para luego seguir cocinando la carne, mientras que la pelirroja le
sonreía nerviosa.
oOoOo
- No, no, pero eso no es todo – Decía una Joyce entusiasmada, sentada alrededor de la gran mesa del comedor – Todavía recuerdo que corría y corría, junto con Ted, desnudos por toda la casa. Con sólo cinco años.
- Mamá... – Decía Lily avergonzada, sin saber dónde esconderse –¿Qué ocurrió con Ted? Supe que se casó.
- Ah, querida, Ted es caso aparte. Se fue del pueblo pocos meses después que tú, decía que no se sentía a gusto ¡Ahí él! Habrá sido tal vez porque supimos lo de su... sexualidad – Dijo la señora con una sonrisa burlona, comiendo un poco de carne asada. Lily abrió los ojos de golpe.
- ¿Su... su sexualidad?
- Sí, querida, ¿No supiste? No era, digamos, normal.
- ¿Era homosexual?
- ¡Por Dios, Lily, esas cosas no se dicen frente a niños pequeños! – Le exclamó su prima Marty, con una mano en su bulto del estómago y señalando al niño que su prima Stacy cargaba en sus brazos. Lily bufó, malhumorada – Pero sí...
- Vaya
- Hija, no te sorprendas. Todos pensábamos que algo de eso tenía, era un chico extraño – Dijo Joyce
- Mamá, es tu sobrino.
- ¿Y? Además, sus padres también se fueron de aquí, ni Lisa ni Joe están. Mandaron una postal desde Portugal y luego nada, como si se hubieran esfumado del planeta – Dijo la señora extrañada
- Los comprendo – Susurró Lily, comiendo de su plato.
- ¿Qué dijiste querida?
- Que no los entiendo – Lily sonrió nerviosa – Discúlpenme, voy al baño – Se excusó y apresuradamente se encaminó hacia el baño. Cuando de pronto el timbre sonó.
- Lily, por favor ve quien es – Le pidió su madre mientras comenzaba a hablar con Marty.
Lily se acercó a la puerta, malhumorada, y la abrió para encontrarse con un joven muy apuesto, de gafas redondas y cabello desordenado. Lily lo encontraba sumamente conocido.
- ¿Potter?
- ¿Evans? ¿Eres tú?
- No, soy la vecina – Le dijo irónicamente – Claro que soy yo, ¿Y tú qué haces aquí?
- Pues, vengo a ver a Stacy, por si no lo sabías, todavía somos amigos.
- Qué interesante – Le dijo la chica con sorna, dejándolo entrar, notando algo diferente en él. Su mirada se veía más fría que en los tiempos de los que eran compañeros. El joven entró calmado y se dirigió hacia el comedor donde todos estaban almorzando.
- ¡James! – Escuchó Lily exclamar a su prima Stacy. Soltó un bufido, molesta, y siguió su camino hacia el baño. "¿Por qué a mi?".
James Potter era un chico atractivo, fue compañero de Lily y de las primas de ésta. En el colegio la molestaba, pero sentía atracción por la pelirroja. A decir verdad le gustaba muchísimo, pero a Lily no le interesaba, estaba demasiado ocupada con sus estudios y con sus planes para salir rápido de aquél lugar. James siempre trató de todo para conquistarla pero como tenía reputación de mujeriego en el colegio, para Lily simplemente era alguien a quien ignorar. James no soportaba que una mujer le ignorara por lo que intentaba ligar con Lily, mientras que ésta le rechazaba. Desistió todas sus intenciones de conquista, por muchos años, hasta que la pelirroja se fue del pueblo. Luego, James comenzó a actuar diferente. Había cambiado, totalmente, su forma de ser y podría ser que ya no sintiera nada por aquella chica de cabello pelirrojo... Tal vez.
Espero que les haya gustado, es mi primer FF :)
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ClockyEvans
