Capítulo 1: "Encuentros del Destino"

Ciudad de Karakura, 7:15 pm...

Era un día jueves y la noche ya había caído sobre la ciudad de Karakura, el cielo inmediatamente fue cubierto por la oscuridad y fue acompañado de la hermosa luna y sus brillantes estrellas, sin duda era una hermosa noche...

Podía observarse como la ciudad era iluminada gracias a la luz que era ocasionada por el sinfín de hogares, los rascacielos y los faroles de las calles, la mayoría de habitantes se encontraban en sus casas, sin embargo otras se podían observar caminando por la ciudad, divirtiéndose en algún parque, o simplemente perdiendo el tiempo.

Pero todo esto era ignorado por un joven de cabellos naranjas que se encontraba acostado en su cama mientras observaba el cielo distraídamente, en ese momento se sentía tan tranquilo y despreocupado, pero lastimosamente fue sacado de su trance debido al rugir de su estómago, volviendo así a su cruel realidad, el chico tan solo atino a fruncir su ceño y a apretarse su estómago como intentando que este parara de hacer esos ruidos, pero bien sabía que era en vano, después de todo no había ingerido ningún alimento desde el desayuno, debido a que ese día tendría que quedarse en la universidad hasta altas horas de la tarde, por lo que no podía ir a almorzar a su casa y no decidió cenar ya que él era consciente de la escasez de alimentos que había en su hogar, por lo que prefirió no comer para que sus hermanas menores no se limitaran demasiado la comida y quedaran con hambre.

- Tsk... como odio esta jodida situación...- murmuro entre dientes el joven pelinaranja; y como no hacerlo, ya que desde hace un par de meses la economía de su hogar se encontraba por los suelos, el trabajo en la clínica de su loco padre ya no rendía sus frutos como antes, por lo que había afectado gravemente en su hogar... sus hermanas apenas y podían llevar los materiales que les pedían en la escuela, la clínica se estaba quedando sin medicamentos y la comida en su casa era cada vez más escaza. El intentado ayudar en los gastos de su hogar, consiguió un trabajo de medio tiempo que se ajustaba de una manera en la que este no interfería con sus clases de la universidad, pero lastimosamente ni trabajando podía ayudar de la manera en la que él quisiera a su familia, ya que él también se veía obligado a pagar sus propios gastos, tal como lo era el costearse sus estudios...esta situación lo hacía sentirse tan impotente...

- Definitivamente hare algo para salir de esta mierda...- y con ese último pensamiento el muchacho de ojos avellanas se rindió a los brazos de Morfeo para dejarse guiar al mundo de los sueños...

...

En otro lugar de Karakura...

El amanecer ya hacia presencia en la bella ciudad y el imponente sol había pasado a remplazar a la hermosa luna. En una majestuosa mansión, podía observarse como una linda jovencita pelinegra descansaba apaciblemente en una cómoda cama, pero lastimosamente fue interrumpida de su relajante sueño gracias a los luminosos rayos del sol que se colaban a través de sus ventanas, ella fue abriendo poco a poco sus ojos y cuando logro su objetivo prosiguió a sentarse en su cama a la vez que dejaba escapar un sonoro bostezo y estiraba sus brazos, por inercia observo el reloj situado en su mesita de noche y cuando se percató de la hora dictada por este, cualquier rastro de sueño desapareció y en cambio fue reemplazado por uno de total angustia...

- ¡Demonios!...¡Se me ha hecho tarde!...- exclamó una exaltada pelinegra.

Así que se levantó y se dirigió al baño para ducharse rápidamente, eran las 7:25 y sus clases comenzaban a las 8:00, así que en 5 minutos estuvo de regreso en su habitación lista para vestirse adecuadamente. Se dirigió a su armario y tomo lo primero que estuvo a su vista para ponérselo, que resultó ser un bonito vestido color verde de mangas cortas con estampados blancos y unas zapatillas blancas a juego con el vestido. Su larga cabellera azabache la recogió en una coleta alta, dejando suelto a su rebelde mechón que se cruzaba en medio de sus ojos violetas y otros pocos que enmarcaba su bello rostro.

Cuando estuvo lista tomo su maletín en donde llevaba sus cuadernos y salió corriendo de la gran mansión rumbo a la universidad, ni siquiera tuvo tiempo de tomar el desayuno. Rukia a pesar de ser una joven adinerada no le gustaba alardear de ello, por eso intentaba ser una "chica normal" en la mayor medida posible, prefería irse corriendo a la universidad que ser llevada por el chofer de la familia en la lujosa camioneta que su hermano había comprado para ella, por suerte su amado "nii-sama" ya no se encontraba en casa cuando ella se levantaba, pero aun así preferiría que le llamara la atención por comportarse de esa forma tan "corriente" a cambo de poder verlo por más tiempo. Verifico por un momento la hora de su celular y abrió los ojos en grande al ver que solo faltaban 2 minutos para el comienzo de sus clases...

- ¡Maldición!, ¡hoy si me matara Muguruma-sensei!

...

En una universidad de Karakura...

La famosa universidad "Soul Society" era una de las más prestigiosas de la ciudad de Karakura, increíblemente grande e imponente, era bien reconocida debido a sus excelentes profesores, a su increíble tecnología y por muchas otras razones estaba catalogada como la única universidad 5 estrellas del país, por eso mismo era bien sabido que solamente los jóvenes de buena clase social y que estaban en excelentes condiciones económicas eran capaces de lograrse un cupo como alumno en tan majestuosa universidad.

Pero el caso de Ichigo Kurosaki era ligeramente diferente... el chico pelinaranja tenía el enorme orgullo de decir que su motivo de permanencia en el lugar se debía gracias a los frutos de su inteligencia y su brillante intelecto, y es que el chico a pesar de tener pinta de maleante y parecer una clase de pandillero juvenil, nadie podía negar que era poseedor de un brillante cerebro, y que gracias al buen uso de este fue capaz de lograr las notas necesarias para ganarse la media beca de la que era poseedor, de no ser por ese logro nunca hubiera sido capaz de imaginarse en estudiar en un lugar de tal opulencia. Pero lastimosamente su situación económica no le favorecía en mucho, incluso se encontraba en tal aprieto que creía que ya no sería capaz de costearse el resto del dinero requerido para continuar con sus estudios y es que aún le faltaba poco más de un año para culminar su carrera de "Ingeniería en Sistemas", actualmente era un estudiante de cuarto año y recién comenzaba su segundo protagonista de estos pesimistas pensamientos se encontraba actualmente recostado en el tronco de un árbol ubicado en el patio de la universidad, decidió tomarse un pequeño momento de relajación antes de comenzar con las molestas clases, le quedaban aproximadamente unos 20 minutos antes de que comenzaran estas, pero justo en ese momento pudo notar como una pequeña chica pelinegra a la que solo vio de espalda, corría como si su vida dependiera de ello en dirección a uno de los tantos edificios que formaban el campus, observo como un pequeño objeto parecía desprenderse de ella y caer en la maleza...

- ¡OYE!, ¡se te cayó algo!- grito inútilmente el pelinaranja, pues la chica pareció no oírle y aunque hubiera intentado alcanzarla hubiera sido en vano, ella ya había desaparecido de su vista.

El chico de ojos miel camino en dirección al lugar donde creyó ver caer el misterioso objeto, pero por más que busco no noto nada, aburrido de buscar estaba dispuesto a dirigirse a su respectivo edificio hasta que noto algo brillar entre la hierba, al agacharse vio un fino brazalete, lo tomo entre sus manos para observarlo mejor, sin duda era muy hermoso; estaba hecho de oro blanco, era delgado y parecía frágil a su vista, tenía pequeñas incrustaciones de rubí y de él colgaba un dije en forma de copo de nieve formado aparentemente por diamante. Ichigo solo atino a fruncir su entrecejo a la vez que pensaba que esa pieza de joyería debía valer una fortuna, asumía que debía pertenecer a la chica que anteriormente corría como loca y a decir verdad tampoco le extrañaría que ella afuera poseedora de tan fina pieza, después de todo la mayoría de estudiantes del lugar eran unos riquillos que siempre cumplían sus caprichos. Cansado de estar en cuclillas el chico decidió pararse y guardar el bello brazalete en una pequeña bolsa ubicada en el interior de su maletín, luego buscaría a la descuidada chica que perdió dicho adorno, aunque resultara difícil encontrarla entre tantos edificios, pero aun así prefería realizar esa molesta tarea, que dejar la mencionada pieza en el "Departamento de Objetos Perdidos" que estaba a cargo de Omaeda, ya que no se fiaba de ese gordo inútil, aun si el dinero era lo que más le sobraba aparte de grasa, todavía le sorprendía que el director siendo el viejo Yamamoto lo haya dejado en ese cargo.

- Tks... ya basta de divagaciones, es mejor que me dirija al salón...- murmuro el ojimiel para sí mismo mientras observaba la hora que dictaba su reloj de pulsera.

...

En el segundo edificio del lado norte de Soul Society...

Una joven pelinegra se encontraba totalmente aburrida en la clase de matemáticas y no es que no le gustara la materia, después de todo era esencial para un futuro administrador de empresa como lo sería ella, pero el recibir la materia a cargo de Kensei Muguruma convertía esas largas horas muy tediosas y aburridas, observo de reojo a sus demás compañeros y vio como todos parecían poner atención y tomar apuntes, aunque estaba segura que no tenían ni la más mínima idea de lo que el peliblanco decía con tanto afán y de lo que resolvía en la pizarra, a pesar de que todos los que la rodeaban fueran unos riquillos consentidos no aseguraba que resaltaran precisamente por su "brillante intelecto", para ser sincera no se llevaba bien con ninguno de ellos, ni siquiera les hablaba, ella era nueva en esa universidad y había ingresado a inicios de ese semestre que fue aproximadamente hacia una semana, pero con lo poco que había estado en ese lugar le basto para convencerse que no eran más que unos chiquillos caprichosos y consentidos y dado a su conservadora actitud no había logrado congeniar con ellos... y pensar que tendría que soportarlos por 4 años más... eso la desanimaba un poco, después de todo apenas cursaba su primer año de la carrera. Cansada de sus divagaciones y de la aburrida clase decidió entretenerse a su manera y no es que fuera presumida pero ella era consiente que era buena en la materia y ese tema no le era difícil como a todos los de su salón, así que se decidió a tomar un lápiz y estaba dispuesta a plasmar su "arte" en su libreta de apuntes, pero justo en ese momento otra cosa llamó su atención ... vio con detenimiento su mano izquierda, precisamente a su muñeca y no había nada fuera de lo común... ¿eso era normal no?... pero ella tenía la respuesta a esa incógnita y era un definitivo ¡NO!, casi podía jurar que llevaba puesto su preciado brazalete hace unas horas, comenzó a hacer memoria desde que despertó ese día y si... en definitiva se había puesto ese brazalete... con un poco de miedo observo su mesa con la esperanza de verlo ahí, pero no estaba, bajo su vista hacia su vestido pensando que talvez se le cayó en esa zona, pero su resultado fue el mismo que el anterior; ya desesperada y con una mueca digna de una película de terror observo hacia el suelo del salón, pero por más que buscaba con la mirada no era capaz de encontrarlo...- "¡Maldición!, ¡esto no me puede estar pasando!"- pensó una horrorizada Rukia, y no es que fuera materialista, pero ese brazalete para ella más que tener gran valor material, lo tenía sentimental... después de todo había pertenecido a su querida hermana, e inevitablemente comenzó a recordar el día en que le fue adquirido...

Flashback... Un año atrás...

Ese era un día especial, después de todo era el cumpleaños número 16 de cierta chica de ojos violetas, fue un día agradable y tranquilo, aunque para tristeza de la cumpleañera no se encontraba su amado nii-sama, ni siquiera pudo verlo en la mañana... pero para su sorpresa ese día él había regresado a casa más temprano de su compañía. Byakuya Kuchiki no era precisamente un hombre de gran elocuencia o de emociones, sin embargo en esa noche decidió llevar a cenar a su hermana al restaurante más lujoso de la ciudad "Aizen's Gourmet", la cena transcurrió tranquila y aunque rara vez hablaran, la sonrisa de Rukia ya no tenía más cabida en su rostro, a ella le bastaba su compañía. Al regresar a la mansión el pelinegro le dijo que lo acompañara a su aposento, al llegar ahí él se dirigió hacia uno de sus costosos muebles y de una gaveta extrajo muna bonita caja de terciopelo roja que le otorgó a Rukia, ella asombrada la recibió y al abrirla no fue capaz de contener su gran sorpresa y admiración al observas tan bella pieza...

- Nii-sama... esto...- balbuceaba la ojivioleta.

- Pertenecía a Hisana, ahora quiero que tú la conserves...- comento el mayor con su típica seriedad.

- ¿Perteneció a Hisana-nii?- susurro la joven con asombro- ¿Está seguro de querer entregármelo?

- Creo que ahora tú debes ser quien lo atesore y estoy seguro que Hisana querría lo mismo- termino por concluir a la vez que tomaba el brazalete y lo colocaba en la muñeca de su hemana.

- ¡Gracias nii-sama!... lo atesorare y cuidare de él más que nada...- comentaba una sonrojada y emocionada Rukia.

Fin del Flasback...

Rukia aún seguía buscando con la mirada y movía su cabeza en todas direcciones rogando internamente el poder encontrarlo, con esos movimientos logro llamar la atención de sus compañeros e inevitablemente la de su profesor, pero ella se dio cuenta hasta que fue muy tarde...

- ¡Kuchiki!- se escuchó un furioso grito en el salón de parte del fornido profesor- ¡¿podrías mencionarme que páginas del libro, mencione que tienen que resolver?!

- Uhmmm...esto... ah...- balbuceaba una nerviosa rukia sin saber que contestar.

- No solo decides venir tarde el día de hoy... sino que también te das el lujo de distraerte en mi clase...- hablaba un enojado Kensei a la vez que una venita resaltaba en su frente- ahora no solo realizaras los ejercicios de las páginas 102 y 103, sino que debido a tu inadecuado comportamiento también realizaras los de las páginas 118 y 131... y los espero a más tardar mañana al medio día ¿entendiste?- termino por sentenciar el iracundo profesor.

- Si Muguruma-sensei...- acoto la pelinegra entre dientes, mientras podía observar las sonrisas burlonas plasmadas en sus demás compañeros...- "¡Maldición!, cundo pensé que el día no podía ser peor!"- pensaba una decepciona y frustrada ojivioleta.

...

La hora del almuerzo ya había llegado y un grupo de jóvenes se encontraban merendando en el jardín bajo la sombra de un frondoso árbol...

- ¡Joder Ishida!, ya te dije que no logre identificar a la mocosa esa, solo vi su espalda- comentaba un exasperado ichigo cansado de tantas preguntas.

- Deja de ser tan bestia Kurosaki... y si no lograste verla ¿Cómo esperas encontrarla y saber que era ella en un lugar tan enorme como este?- argumentaba calmadamente un chico de gagas, él era Uryu Ishida hijo del famoso y reconocido doctor Ryuken Ishida, pero gracias al gran intelecto que poseía el joven, fue capaz de obtener una beca completa para ingresar a la tan codiciada Soul Society, aunque el dinero no era preocupación alguna para él, no le gustaba depender de su padre- Lo más lógico y sensato que podrías hacer es dejar el brazalete en el departamento de objetos perdidos...- concluyo él chico mientras se ajustaba sus lentes.

- Ni loco dejaría algo a cargo del inútil de Omaeda, seguramente lo perdería o se lo regalaría a quien sabe... no me fio de el- comentaba el chico con cara de espanto al tan solo imaginarse la idea.

- Enserio que eres obstinado- mencionaba un derrotado Ishida.

- ¡Wow!, ¡Kurosaki-kun enserio tienes un gran corazón!- hablaba una emocionada y sonrojada chica pelinaranja y de grandes atributos, ella al igual que el chico de gafas se encontraba estudiando en ese lugar gracias a sus excelentes notas, ganándose una beca completa y aunque luciera ser una joven torpe, distraídas y cabeza hueca, poseía un brillante cerebro.

- Tks... ni que fuera para tanto, no es como si se convirtiera en un héroe al hacer ese "gran sacrificio"- decía burlonamente un joven hombre de sonrisa maniática y de calva impresionante.

- ¿Y entonces porque mierda no la buscas tú mismo Ikaku?- preguntaba un irritado pelinaranja.

- Para empezar tú te encontraste esa baratija, además yo no me tomaría tal molestia, haría lo mismo que dijo él 4 ojos de Ishida, de ahí en adelante lo que pase con esa mierda ya no sería mi puto problema...

- Ahhhh... dejen de pelear de una vez, aun no sé porque me junto con unos animales brutos como ustedes...- comentaba un afeminado chico mientras arreglaba su perfecta cabellera.

- ¿Y a ti quien te obliga a estar aquí Yumichika?- pregunto un enfadado ojimiel con el ceño claramente fruncido y con una venita en su frente a punto de estallar.

- Ya muchachos dejen de discutir...- intentaba calmarlos una afligida Inoue- mejor sigamos comiendo ¿sí?... por cierto Kurosaki-kun, ¿otra vez olvidaste tu almuerzo?- pregunto al ver como todos comían, menos el mencionado- ¡Toma!, ¡tengo suficiente comida para todos!- dijo con una enorme sonrisa, mientras todos la miraban con horror. Ichigo con cierta preocupación tomo los bollos dulces que ella le ofrecía, después de todo su desayuno no fue muy gratificante, suspiro con alivio al ver que los bollos no estaban hechos de algún ingrediente extraño, ahora comprobaba que la carrera de "Gastronomía" estaba ayudando a que la joven mejorara en sus artes culinarias, aunque solo fuera en el ámbito de la pastelería ya que fuera de este ella seguía manteniendo sus peculiares gustos para la comida casera, así que él chico se limitó a decirle un escueto "gracias"- por cierto...no he visto a Grimmjow-san y tampoco ha venido a acompañarnos Renji-san...- murmuro la joven con cierto desconcierto.

- De Grimmjow no me extraña, es un imbécil en potencia, así que ha de estar causando algún alboroto por ahí, pero de Abarai si me extraña un poco, desde hace una semana que ya no viene a tomar el almuerzo con nosotros- comento un pensativo Ishida.

- Pues lo de Renji no es un gran misterio, he escuchado rumores que dicen haberlo visto acompañado de una chica en estos últimos días... aunque no la conozco ni se de quien se trata- les aclaro Yumichika.

- ¿Acompañado de una chica?, valla quien lo diría... tal parece que su ausencia se debe solamente a su deseo de ligar... no me extraña sinceramente- aporto un desinteresado Ikaku.

Y así el día se les fue volando, hasta que fue la hora de salida de nuestro pelinaranja protagonista... iba caminando tranquilamente, pero decidió detenerse un momento por el rio que quedaba de camino hacia su hogar, en ese momento lucia muy hermoso sobre todo como reflejaba los rayos de la puesta de sol, luego de quedarse observándolo un par de minutos decidió volver emprender el camino a su casa, pero a lo lejos pudo distinguir a una figura conocida para él, se trataba del sacerdote Ukitake Jushiro, muy conocido y amado en Karakura, él se encontraba parado a la orilla del rio observando el agua con una cálida sonrisa, pero algo espantoso estaba a punto de desatarse... el carismático sacerdote iba a darse la vuelta, pero al comenzar a realizar dicho movimiento termino tropezándose en una roca y cayó al rio, siendo arrastrado por este. Ichigo observaba horrorizado la escena, de pronto un fugaz recuerdo cruzo su mente, uno done observaba la misma escena frente a sus ojos pero protagonizada por su madre... ¡definitivamente no dejaría que volviera a pasar lo mismo!, menos frente a sus ojos... decidido arrojo su maletín al césped y sin pensarlo 2 veces se lanzó al rio, no le importaba mojarse, que alguien robara su maletín o que apenas conociera al sacerdote, simplemente no permitiría que muriera de esa manera, podía sentirse ser arrastrado por la corriente, pero por fortuna era buen nadador, con un poco de dificultad alcanzo al sacerdote que a penas y mantenía los ojos abiertos y cargando con el nado de regreso a la orilla del rio. Al salir del agua lo primero que hizo fue verificar el estado del peliblanco que había tragado mucha agua, pero por fortuna el tenia vagos conocimientos médicos (cortesía de su padre) y así logro que el mayor expulsara el agua contenida. El peliblanco comenzó a mirar mejor y pudo observar como unos preocupados ojos ámbar lo miraban en ese momento.

- ¿Se encuentra bien?- pregunto un agotado Ichigo.

- Si... muchas gracias joven...- murmuro un agradecido y a la vez asombrado Ukitake mientas respiraba con algo de dificultad.

- ¡Ukitake!- gritaba a lo lejos una preocupada voz que cada vez iba acercándose más.

- Kyoraku ...

- ¿Cómo te encuentras?- indago con aire de preocupación, pues el había observado con horror aquella escena que se dio hace un par de minutos.

- Estoy bien... todo gracias a este noble joven- respondió observando al pelinaranja- así que no te preocupes.

- Muchas gracias chico... no sé cómo compensártelo...- dijo un agradecido Kyoraku.

- No se preocupe, cualquiera hubiera hecho lo mismo.

- No estoy muy seguro... fuiste el único que actuó de esa manera tan valiente- respondió esta vez el simpático sacerdote.

- Bueno... simplemente no me quedaría sentado a ver como alguien muere delante de mis ojos- respondió el chico con fiera determinación, para sorpresa de Ukitake y Kyoraku- si me disculpan debo retirarme ya... menciono el muchacho de ojos miel mientras tomaba su maletín.

- Espera, antes de que te vayas... ¿podrías decirnos tu nombre?- pregunto un intrigado peliblanco.

- Ichigo... Ichigo Kurosaki... nos vemos- termino por decir con una mano alzada, a la vez que se perdia por el camino.

- Kurosaki ¿eh?, quien lo diría... algo me dice que te veremos más pronto de lo que esperas, ¿no lo crees Ukitake?- susurraba el pelicastaño con una pequeña sonrisa.

- Opino lo mismo... el en definitiva es un joven interesante...- respondió el peliblanco con una cálida sonrisa.

A veces el destino es algo tan inevitable como complicado de entender... ¿Qué es el destino?, ¿Qué nos depara?, ¿Cómo lo encontramos?, hay un sinfín de preguntas que pueden nunca llegar a ser contestadas correctamente, pero la única certeza que tenemos es que eso llamado "destino" es inevitable... y una vez llegado el momento de encontrarlo, solo nos queda guiarnos por este... y desde ese día Ichigo Kurosaki inevitablemente y sin saberlo encontró el suyo... ahora... ¿Qué es lo que le depara en adelante?

...

Notas del autor:

Hola a todos :D ¡! Está de más decir que estoy muy emocionada con este proyecto!... puede ser que ahorita les parezca tedioso o aburrido xD ... pero prometo que más adelante se pondrá interesante xD ... A lo mejor no les guste los capítulos tan largos... Así que me gustaría saber si quieren que continue haciéndolos de igual manera o los quieren más "reducidos" por así decirlo xD ... Por favor déjenme sus comentarios... ya sean para críticas negativas, positivas o constructivas...todo es válido! ... Este es mi "segundo fanfic" aunque yo no lo consideraría así xD ... ya que tengo otro pero solo tiene 2 capítulos apenas (para los pocos que lo leyeron xD ...lo continuare :D) xD ...así que sigo siendo primeriza... De antemano pido disculpas por posibles errores ortográficos o por mala narración :p ...por eso espero sus lindos comentarios...eso me ayudara a mejorar! Gracias :) .

Notas del capítulo:

1- Puede que este capítulo los haga confundirse y ustedes piensen que solo tratara de una temática estudiantil... En parte puede ser xD ...pero en realidad será más compleja así que pido un poco de paciencia por favor ;)

2- La edad de los personajes como otros datos se los aclarare en el próximo capitulo.

3- La verdad quería decir que ichigo estudiaba medicina en un principio, pero esa carrera es demasiado larga y además en la mayoría de fanfics él es médico xD ... así que quería variar un poco xD

4- Si les quedo la duda la chica con la que miraban a renji es rukia xD (no lo hice con intención renruki mas adelante aclarare).

Datos del autor? xD:

Se que nadie leera esto xD y dudo que les importe a decir verdad xD... Pero para aquellos que estén interesados... (se escuchan los grillos) ...les dejare un par de datos sobre mi xD:

1- Mi nombre completo es: Natalie Isabelle Castillo Escalante.

2- Tengo 18 años :)

3- Color favorito: Rosado (si ya se ...soy muy aniñada :v)

4- Amor platónico: Jon Bon Jovi *.* ¡! (El único hombre real que amo xD)

5- Cantantes o grupos preferidos: Como ya mencione Bon Jovi xD y también la hermosa Adele *.*

6- Cancion favorita: tengo 2... una de Bon Jovi que es: "These Days" (la letra y ritmo me fascina) y de Adele: "Love in the Dark" x3

Gracias por leer! x3