Hola, bueno serán noches que pasan los personajes con sus parejas, esta primera es Xanxus/Squalo. Ningún personaje me pertenece todos son de sus respectivos dueños, jajaja.
Por lo que todos están advertidos, este fic es yaoi y leemon, si no te agrada o te incomoda no lo leas, y a los que les guste sean bienvenidos y déjenme sus comentarios.
Este capítulo es desde el punto de vista del líder de los Varia y Squalo.
Capitulo 1.- Una puta carta italiana (Primera parte)
Ahhhh, mal-dito….- escucho su voz tan distinta a lo que suele escucharse, siento su cuerpo intentar alejarse de mi mientras que por otro lado no desea dejarse ceder ante mis deseos y mi fuerza, luce igual que siempre, maldito bastardo – ya….ya suel-tame….¡ Déjame! – su voz sigue siendo arrogante como suele ser, como deseo que siempre sea, solo conmigo ese tono de voz cambia e incluso hay veces que ni conmigo suena débil, odia que lo sometan, que lo dobleguen, que lo posean y solo yo tengo los cojones y el derecho para poseerlo.
Sus caderas chocan contra las mías intentando alejarse de mí, que lo suelte que deje de hacer lo que en el fondo disfruta y anhela, lo sé, solo yo puedo poseerlo y eso le revienta y hace que se sonroje hasta la raíz del cabello, le caga sentirse inferior a cualquier otra persona y yo lo sé. – ¡Suéltame! –
Mis manos se introdujeron en sus ropas, maldito bastardo exhibicionista, con esa ropa de cuero se ve tan apetitoso y provocador que hace que todos los seres a su alrededor lo volteen a ver, lo odio tanto que llego a volverme aun mas histérico que de costumbre, como lo detesto por ser tan puto adictivo.
No soy una persona de tiernas caricias ni besos románticos, al menos no me creo capaz de hacerlo, a mi me encanta dominar a mis parejas, pero por encima de todo me encanta dominar a Squalo, el no es mi pareja, ni mi aliado como todos creen, este tipejo es mi hermano y la verdad es que me encanta cometer incesto con él. Sentir como se niega una y otra vez para al final sucumbir y dejarse llevar por mí, por eso me enfado tanto cuando el imbécil se porta tan amable con los demás. Puto.
Por fin lo beso en los labios, arto de oír sus quejas y su voz aguda, lo siento, sus labios con sabor a menta y chocolate, desde hace años tiene debilidad por ese tipo de dulce, seguramente fue con Viper por más de esas porquerías y se atarrago con ellas, dios, ese sabor me empalaga tanto que llego a detestarlo – Ya—Basta, suéltame ¡carajo! – su voz de nuevo suena desesperada, tengo esa mala costumbre, de asaltarlo por las noches, no todas las noches claro ni que lo necesitara para poder dormir, solo algunas, de vez en cuando, de lunes a sábado, entre las 7 am y las 3 am , sin duda solo de vez en cuando. No, sin duda estoy jodido.
Sus manos hace mucho que dejaron de ser un estorbo, ambas atadas a la cama, claro fue justo cuando llegues a su cuarto, el estaba acostado leyendo una mierda de libro, y sin más las tome y las ate, el solo empalideció y comenzó a gritarme que lo dejara tranquilo que esta noche no tenía ganas de nada más que de leer y dormir, carajo, por que se comporto así, el más que nadie sabe que cuando alguien o algo se me niega no descanso hasta tomarlo, por la fuerza.
Su abdomen firme y de color crema me hizo perderme, se veía tan suave que no pude resistirme en lamerlo y yo se que al le encanta sentirse así, deseado por mí, maldito ególatra, bese justo en su ombligo y para incitarlo mas metí mi lengua en ese pequeño agujerito, dejando un camino de saliva mientras subía a su pecha, me entretuve un rato en sus pezones, junando con ellos, lamiéndolos, intercalándolos un poco, hasta dejar esos puntos rojos como dos bellos botones -….Xan…xus… no….ah…joder..no – escucho su voz ahora un poco ronca y suplicante - ¿Quieres que pare o que siga?, Basura – le susurre un poco aun jugando y frotando sus pezones entre mis dedos, deseaba que el no pensara coherentemente – AH…. Basta…de...ja de hacer..eso! – grito con un poco de desesperación - ¿Por qué? – Pregunte ahora tomándolos entre mis dedos y jalándolos solo un poco para que sintiera un placer doloroso – Por…por favor…- ahí estaba esa palabra, solo la decía conmigo, solo cuando estábamos así, Squalo dejaba de ser fuerte y dominante y pasaba a ser sumiso, solo conmigo – Xanxus….- ese susurro, me acerque y reclame sus labios, era una batalla en la que ninguno deseaba perder, ese chico debajo de mi sabia justo como acomodarse, por un segundo pensé que el y yo fuimos hecho con el mismo molde, sus piernas y las mías ya estaban tan acostumbradas a acomodarse que ni siquiera me di cuenta que las tenía en mi cintura, sus hermoso cabello caía a su lado, entonces comencé a besar su nariz, su frente, sus oídos a los cuales les preste atención y lamí, lento, casi con pereza y pude captar el olor de sus cabellos, y entonces pale mis dedos por ellos para mi sorpresa no encontré ningún nudo así que se sentía todo muy suave – Xan…sux…- mi nombre en esos labios se oía tentador - Para… por favor..esto...no está…bien – otra vez con eso.
También había momentos en los que la culpa nos golpeaba en la cara, la culpa de que ninguno se amaba y que ambos teníamos otras relaciones, yo con mi prometida en Italia y el con el imbécil de Dino, ah, ¿cómo carajo paso eso?, solo supe que un día los vi riendo y después el maldito rubio lo beso, que se vaya a la mierda, si se conocían desde hace años, Squalo y yo nos conocimos desde antes, así que yo tenía más derecho a meterle mano, yo tenía más derecho a marcarlo como mío, además yo se que él se la pasa mejor conmigo, la razón es clara, siempre vuelve a estar en mi cama, en especial los días que veo a Dino en los alrededores y si ese infeliz se entera me importa un carajo, yo no voy a dejar que se lleve a mi Squalo. A mi mano derecha, a mi hermano.
Con lentitud mis manos viajaron a sus cadera y desabotone su pantalón de cuero, dos botones y un largo cierre, pude escuchar el ruido de su cremallera bajando y lo sentí temblar, entonces por encima de su ropa interior de color azul fuerte acaricie el bulto que se notaba a la vista y al tacto, en un segundo lo vi cerrar sus ojos y gritar, sonrojado, siempre fue así de escandaloso, y a mí me encanta escucharlo. – Voiiii—ii…bast..ahh-ah!...por favor…- su voz es tan dulce y ahora suena tan débil que mis brazos dejan su hombría y lo rodean, creo que ese es el único instante donde me pongo cursi, mis brazos lo rodean con tanta fuerza que creo destrozar su cuerpo, el no es tan pequeño como Bel, Viper o cualquier otro pero entre mis sabanas es muy pero muy frágil.
Susurros en mi oído, seguramente maldiciones y groserías dirigidas a mi persona de parte de mi guardián de la lluvia, pero a mí me importa poco lo único que quiero es que acepte que yo soy el mejor, para ser el Vongola decimo, para ser el líder de los Varia, para ser su amante.
De nuvo mis manos toman posición en su parte baja, y con lentitud saco su miembro, puedo sentirlo palpitar en mi mano, mi muy querido Squalo, se que no puedes negar que te encanta tenerme encima, y lentamente comienzo, de arriba a abajo, lento y firme sin dejarlo descansar o respirar, su voz – ahhh…vo-iii…ahh… Xans-…..- lo se, deseas que me detenga tanto como deseas que siga, eres predecible - …ahhh..No...es…ju…sto..ahhh…bas…- mi mano no deja de moverse y la otra tapo la boca de mi adorable tiburón – cállate, basura – lo beso, de nuevo puedo sentir como mi lengua toca la de él, y es hermosa la sensación de tenerlo asi para mi, mi mano que estaba olvidada la ocupe para seguir estimulando sus tetillas, una un rato y luego la otra mientras mi otra mano marcaba un ritmo constante en su parte baja, seguro que debe molestarle tener tanta ropa enredada en sus piernas aun, ya que solo acaricie su parte baja sin quitarle su ropa.
-Shhhh, cállate ya Squalo, oh quieres que todo el mundo escuche tu lastimera voz…- susurre en su oído derecho – y…de quien...Crees...Que es la culpa…idio…ah! Joder!- aumente el ritmo para hacerle callar, odiaba cuando hablaba de mas, y desde la primera vez que los dos lo hicimos descubrí que Squalo a la hora del sexo era muy parlanchín, jaja.
Mis labios descendieron por su cuello, y comencé a dejar marcas aquí y allá , succionando esa piel blanca y de porcelana, ¿Cómo carajos conseguí tener esa piel así?, mi viaje me llevo a su pecho el cual volví a repasar , dejando peligrosamente a su cintura, de un solo jalón saque sus molestos pantalones y ropa interior, ahora estaba completamente desnudo ante mí, y sin pensarlo mucho lleve mis labios a su plano vientre, lo bese ,y deje una cadena de saliva que se extendió en todo su hermoso vientre, su vello púbico era de un bello color plateado y con delicadeza perdí mis dedos en ellos, acariciándolos con ternura – Xan..xus…no…lo..hag..as por fa..vor! – adoraba ese constante juego entre nosotros, seguí moviendo mis manos hasta que me subí justo en su cadera y comencé a mover las mías, haciéndolas chocar continuamente con las de Squalo – ahhhh, ¡maldito!...ya desátame… ¡carajo! – a pesar de oír sus protestas no deje de moverme, dejando a mi guardián sin palabras.
Como odiaba al imbécil de Xanxus, siempre intentando marcar su ritmo, poner su marca en mi, se perfectamente cómo se siente, yo me siento igual que él en momentos como los de la mañana, llego una carta para mi líder de una chica de Italia, maldita bastarda como se le ocurre escribirle a el, por alguna razón no la entregue a nuestro líder, ¿Cómo podía hacerlo?, Si me moría de celos, maldita sea, que se la cargaran a ella y al noveno por ponerla en el camino de Xanxus, esa tipa mando una carta de amor a Xansux, o al menos eso era lo que yo creía así que llame al otro idiota en el que yo creía, mi amigo Dino, me dijo que no debía hacer eso, que la entregara y dejara seguir las cosas, pero de verdad ¿Cómo hacerlo? – ahhhh…. – mierda me perdí en mis pensamientos y no me di cuenta cuando Xanxus comenzó a subir y bajar sobre mis caderas, maldito bastardo, no sabe las ganas que tengo de desnudarle – ahhhhh- mis gemidos cada vez más altos, es un puto provocador y el lo sabe – desátame….- le ruego pero el hace oídos sordos a mi petición.
No me queda más opción odio tener que terminar con su estúpido juego, peor por dios que ya no puedo más, saque de debajo de mi almohada el pequeño cuchillo y rompí las cuerdas mientras mi compañero seguí moviéndose encima de mi , con sus bellos ojos carmesís cerrados, pobre iluso. En un rápido movimiento tome sus caderas y lo coloque debajo de mi – ahora vas a pagar muy caro todo, Bossuuuu ….- le susurre al oído, sin darle tiempo a reaccionar tome su oreja izquierda, pasando mi lengua por el lóbulo, sensible y lo sentí estremecer, tierno, cálido, húmedo.
Mis manos viajaron por su pecho, encima de la ropa, su hermosa camisa negra y apreté sus pezones dejándolos ver a pesar de la tela, mi hermoso chico, siempre pasa lo mismo, siempre terminamos así, el viene a mis brazos una y otra vez y yo finjo que no me encanta tenerlo, que no deseo comérmelo entero, que no me muero por saborear al líder de los Varia. Con mi cuchillo corto su camisa, se que al rato me maldecirá por eso pero ahora me parece perfecto lo que hago, dejando ver su amplio pecho de color bronceado, bajo a su pecho y voy dejando pequeños besos, delicados y suaves, casi solo un roce, no me siento merecedor de tenerle así y seguramente jamás me sentiré.
Veo como cierra sus ojos e instintivamente toma las sabanas entre sus dedos y se muerde los labios, no, no hagas eso, tus labios se maltrataran. La visión es intoxicante su dulce cabello negro le cae y se le pega a su frente y por primera vez soy yo el que se acerca y toma sus labios, sus hermosos y gruesos labios sabor canela, carajo son perfectos, voy bajando por su abdomen bien formado y llego a su molesto cinturón, con lentitud se lo quito y levanto mi vista solo para infartarme, el muy lascivo subió sus manos por encima de su cabeza de forma jodidamente sexy, luce bellísimo y no puedo más, literalmente le arranque los pantalones, dejándolo con solo una prenda puesta, mi mano aterriza justo entre sus piernas – Ahhh!...- su voz es tan distinta a como regularmente suena, continuo acariciando mientras djo que mi boca recorra sus muslos, lo siento temblar de nuevo – Ahhh..Squa—ahhhh – no sé como terminamos así, los dos somos imanes de cargas opuestas e iguales, nos repelemos y nos atraemos una y otra vez, en eso estaba pensando, en física mientras dejaba a mi lengua formar patrones en la sensible piel de sus muslos.
Sin poder resistirlo más coloque mi boca sobre su entrepierna y deje salir mi aliento que choco contra su cuerpo, enseguida mi chico comenzó a mover sus caderas de forma un poco desesperada así que yo las tome y las oprimí contra la cama intentando que se tranquilizara – shhh… calma… déjame ir lento… - poco a poco retire la ultima prenda de su cuerpo, ahora estábamos iguales, desnudos entre las sabanas de mi cama, y me encanta que tras cerrar la puerta solo estamos él y yo, no somos el líder de los Varia ni el guardián de la lluvia, solo somos Xanxus y Squalo unos locos enfermos que tienen la necesidad de acariciarse y de marcarse el uno al otro – Squalo…ah….¿que tanto miras? – Impaciente, como siempre – nada, supongo que veo que te has puesto algo gordo jaja – sé que eso es imposible, Xansux nunca se pondría de mal ver, pasara lo que pasara – ¡Imbécil!- me dice medio enojado medio jugando
Sin poder negarnos nada, nos miramos a los ojos y él en un impulso se enderezo y atrapo mis labios, yo le correspondí sin poder contenerme, mordiendo, compartiendo el sabor de nuestras salivas, mi líder era fuerte y demasiado sensual, creo que ni siquiera él se había dado cuenta de ello si no seguramente no dejaría de hacerlo notar, nuestro beso comenzó a hacerse cada vez más desesperado, y fue así como tome su miembro entre mis dedos y lo alinee con el mío y comencé un ritmo lento, sintiendo mi hombría chocar contra la de él. Nuestro ritmo no cambio para nada y con esa misma pereza nuestras caderas siguieron marcando el mismo ritmo, nuestras frentes juntas y nuestro aliento mezclándose.
No se cuanto tiempo estuvimos así, solo supe que mis oídos fueron llenados por sus gemidos y mi boca por los míos, cada vez más rápido – ahhhh…- cada vez mas unidos – ahhh- cada vez mas delicioso – ahhhh, por diooooosss… - cada vez mas juntos- ahh Squaaaaalo…..ah!- cada vez más cerca del orgasmo – noooo…ahh..yaa… Squaloooo! Ahhhh! – inevitable.
Nos quedamos un tiempo así intentando recuperar el aliento, intentando calmarnos, sabia lo que venía, mi cuerpo dentro de el de el moreno frente a mí, así que me deje caer y llevarlo conmigo, chocando contra las sabanas, comencé a besarle el cuello ahora con un sabor diferente, mientras jugaba con el liquido blanco de su abdomen – Ya… - murmuro Xansux, así que tome su cadera en mis manos , listo para poseerlo, como hace años, como cada noche – dije que ya, es suficiente - ¿perdón? , acaso me dijo que ya no quería seguir – Fuiste tú el que vino aquí, y ahora me dices que ya es suficiente, debes estar bromeando, ¿no? – le dije mirándolo directamente a sus ojos – no, solo vine a pasar el rato con una magnifica zorra como tu - ¿Zorra?, yo no soy ninguna zorra - ¿Zorra? Estas imbécil como te atreves a tratarme así, ahora te sientas y me vale madres que no te guste o te duela la cabeza, vas a abrir las piernas y vamos a hacerlo – de acuerdo eso sonó demasiado horrible hasta para mí.
– Pues a mí también me vale madres que te vuelvas impotente, yo me largo y cierras la boca, basura inmunda- como podía ser posible que de estar juntos entre la cama, ahora estábamos discutiendo así, no pude decir nada, solo lo jale del cabello y lo bese en los labios, el correspondió mi beso lleno de pasión y lujuria. Sentí sus manos recorrerme para después aventarme contra la cama – D-i-j-e que era todo por hoy- sonó mi puerta, Xanxus se había ido y yo me quede paralizado recostado en mi cama con los ojos en el techo, mis ojos vidriosos, podía sentirlo, pero no, yo no iba a pasar otra vez por eso, yo no iba a llorar por el de nuevo, pero carajo, me pase la mano por la cara y quite esa estúpida sensación, solo me quede pensando , ¿Qué carajos paso?
Continuara…..
Dejen comentarios, tomatazos y amenazas.
Bye.
