Un nuevo día amanecía en la aldea mas fuerte jamás conocida, según los expertos, la que más secretos tenia, según los más ancianos y la que mejores ninjas poseía, según su Hockage.
Los rayos del sol, se colaban por la ventana de una mansión de esas típicas japonesas, con sus puertas correderas, sus jardines zen, todo un paisaje de la expresión más suprema de la armonía. Un joven de pelo negro, unos de los mejores shinobis de la aldea, el gran heredero del doujutsu, considerado por algunos, el más temible, el sharingan, descansaba en un sofá negro rodeado de pergaminos, todos ellos abiertos y colocados sin orden, signo de haberse quedado estudiándolos hasta altas horas de la madrugada…poco a poco, la luz le molesto demasiado, y abrió los ojos, unos ojos negros como el carbón, el gran Sasuke Uchiha, uno de los dos Uchihas que quedaba vivo despertaba ante el nuevo día
-Hmp…ouch! Que dolor- dijo mientras se frotaba el cuello- me volví a quedar dormido…
Se levanto, y se dirigió hacía la cocina, a prepara su desayuno, un desayuno tradicional, armonioso, como el resto de lo que le rodeaba…su vista se fijo en una pequeña fuente que tenia, mientras se sentaba en el corredor a observar el nuevo día…
-Hoy parece que hara bueno…de nuevo
Observo el sol, que empegaba a saludara los habitantes del complejo Uchiha, el barrio que Sasuke recordaba que en su infancia había estado repleto de vida, de vidas Uchiha, y que ahora, poco a poco habían empezado a repoblar, gente e distintos orígenes, que venían a konoha bien en busca de protección bien en busca de aventura…otro en su lugar se sentiría algo feliz de que poco a poco la vida volviera a ese desolado lugar, sin embargo sus ojos mostraban un vacio inmenso, un vacio que él, a pesar de su orgullo sabia que poco a poco le estaba destrozando…ya no existía venganza, puesto que Itachi había sido perdonado, incluso por el mismo, ya no existía equipo 7, puesto que nuestro hiperactivo rubio desempeñaba, magistralmente para sorpresa de muchos que se habían mostrado en su contra, el papel de mayor poder dentro de la aldea…
-Usurantocachi…-susurro, si su amigo, su hermano del alama, de batallas, era Hockage, había cumplido su sueño, sus sueños, pensó divertido, ya que, cierta ex compañera suya, otra de las pocas personas a la que el Uchiha había mostrado que tenía un lado quizá más humano que lo que el realmente mostraba, su amiga, por fin se había declarado al dobe, un se reía, cuando este empezó a gritar por todo el poblado Kai, creyendo que le estaban jugando una mala broma él y los demás, hasta que cierto puño de cierta pelirrosa se termino chocando muy poco accidentalmente contra la cara del Hockage, fue realmente divertido hasta que tuvieron que huir todos del a furia de la pelirrosa, menos mal que Hinata la calmo un poco …recordar esos buenos momentos le hacía feliz, por lo menos, él quería pensar que aun tenía algo a lo que atarse, sus amigos, aunque ya no era suficiente…
Se termino el té, el que siempre solía tomar, y mientras recogía su casa, se fijo que ya no le quedaba…
-Kuso! Tendré que salir a comprar más, es el único que eme gusta…hoy que pensaba descansar
Se puso una chamara y se encamino a una tienda en concreto, una muy pequeña donde vendían tés, exóticos y únicos, que a él le encantaban, otra muestra de debilidad, según su orgullo,…
Cierta pelinegra con unos ojos característicos, de un color ámbar, que la delataban como Hyuga, regresaba de una misión ene se mismo momento, estaba cansada pero contenta, por fin empezaba en su vida todo a tomar sentido, le sonreía a la vida, y eso que había tenido que madurar a marchas forzadas esos últimos días, tras la declaración de su amiga medico, aun recordaba la extraña sensación que la invadió, ella siempre pensó que amaba al hiperactivo rubio, pero tras que Naruto arara todo ese jaleo, intentando deshacer a gritos una declaración que en un principio, la autora querría que hubiera sido privada, pero de la que se entero hasta el mismo Kazekage, sin embargo en vez de tristeza y un corazón roto, se encontró calmando a su amiga, y riéndose de la ingenuidad de su kage, sintiéndose alegre por la felicidad de este, al que vio, y por fin lo entendía, como un icono a seguir…nada mas…
Mientras caminaba envuelta en sus pensamientos, choco contra una rubia despampanante, y embarazadísima…
-Hina!! ¿Que tal estas? ¿Has vuelto ya de tu misión?- exclamo Nara…Temari
-Hai! Oh! Estas guapísima, como se ve que el embarazo te sienta bien Temari…
-No digas chorradas, parezco una vaca, y estoy hasta las narices de antojos raros, si es que ella sabía yo que lo que viniese de ese vago iba a ser raro…
- Que va, no te quejes tanto…
-La verdad es que le estoy haciendo sufrir un poquito, no voy a ser la única que sufra al niño, las nauseas los vómitos etc. etc.…jejeje…
-A veces das miedo, Temari- rio con una gota recorriéndole la sien la Hyuga
-Bueno Hina, deseando verte cuanto antes, haremos una fiesta por el primer Narita jejeje, espero que vengas, y traigas a algún invitado especial jeje, ciao
-Adiós, se despidió la pelinegra, Algo en su expresión que paso desapercibida por la rubia, había cambiado, una expresión que a veces se mostraba, es cierto que tenía todo lo que había deseado, o casi todo, su familia la acepto hace muchos años, Neji la consideraba una hermana, había superado su obsesión con su amigo Naruto, tenia gente en la que podía confiar, y de paso ser ella misma, era una buena kunoichi, que hacía muy bien su trabajo, pero…como en toda vida hay un pero, aunque este pero era muy grande, un pero que conllevaba no tener a nadie con quien compartir alegría, tristezas, logros, situaciones, todas esas cosas, que a veces se tenía que callar, o que intentaba no mostrar, para no preocupar a los que quería, y eso que pretendientes no la faltaban en la actualidad, sin embargo, ella buscaba a alguien igual y a la vez distinto, alguien que fuera su luz en la oscuridad, y su noche en el día…y ese alguien estaba más cerca de lo que ella mismo se imaginaba…
