Casi llegaba el invierno, el otoño
pronto se despediría; todo era normal en la tranquila ciudad de
Tokio, el tiempo pasaba como siempre para todas las personas, pero
hay una joven que no quería que el tiempo siguiera pasando, ya que
lastimaba su corazon, meses atrás destrozado por un amor que desde
un principio no podía ser. A pesar de ello la ilusión del primer
amor nublo esta cruda realidad. El nombre de la joven es Ahome, que
tenia el corazon hecho pedazos después de la cruel despedida de su
amado InuYasha, él, le había pedido que volviera a su hogar, debido
a que su amor no era aparentemente correspondido, ya que el corazon
del joven hanyou aun estaba unido a su adorada kikyo, un amor
imposible de olvidar, un amor ya marchito para muchos pero latente en
el joven.
Además la misión había terminado ya, la perla de
shikon destruyo a naraku pero al mismo tiempo destruyo la oportunidad
de viajar entre ambas épocas, así que ni InuYasha ni Ahome podrían
cruzar el portal.
Así que la única alternativa era la despedida
definitiva ya que InuYasha no quería que Ahome se quedara en el
pasado debido a que no era su lugar natal.
La despedida fue
dolorosa pero firme, ambos confiaban en que se volverían a ver, pero
en el fondo sabían que se engañaban a sí mismos.
Y así fue
como Ahome volvió a su vida habitual antes de que conociera al mas
querido de los seres sobrenaturales, al hanyou que la había
cautivado de una manera que ni ella misma se dio cuenta; y que poco a
poco fue atraída por el muchacho que creía en un principio todo lo
opuesto a lo que se refiere a un amor perfecto.
En efecto el
corazon de Ahome había sido atrapado por un joven común para unos,
pero muy peculiar para ella y que al final se mostró como la sombra
del primer amor, la primera ilusión la que dura para siempre en
nuestros corazones y que no se borra, ni con el tiempo ni con la
muerte.
La vida cotidiana que ahora llevaba, la cual añoraba
cuando tenia la responsabilidad de la perla, no era mas que un mundo
vago sin ilusiones ni sorpresas al menos no para ella, nada la
asombraba.
El recuerdo de aquella experiencia que había cambiado
su vida por completo recorría su mente todos los días sin
descanso.
un día agotador parecía terminar como siempre en la
ciudad de Tokio Ahome regresaba rumbo a su casa abatida como siempre
,después de un día en la escuela , ya que no importaba cuanto
tiempo pasara la herida no sanaba y todo indicaba que pasaría mucho
tiempo mas para que cicatrizara por completo dejando solo el lindo
recuerdo........
Ni siquiera la llegada de un alumno nuevo la
había asombrado a pesar de que eso era de lo único que se comentaba
en la escuela.
Mientras caminaba a su casa sus amigas la
alcanzaron para tratar de animarla, ya que, habían notado que Ahome
nada la alegraba así que trataron de saber que opinaba del nuevo
alumno para distraerla un poco, después de todo era lo que podían
hacer ya que no se atrevían a preguntar la razón de su
desconsuelo.
La chica solo les contesta que tiene que llegar
temprano a casa debido a que le había prometido a su madre
encargarse del templo , así que se despidió de sus amigas con una
sonrisa, una sonrisa fingida, para que no se preocuparan, pero aun
así no logro tranquilizarlas del todo, sus amigas sospechaban que
algo malo le había ocurrido. Pero no dijeron mas y mejor se
despidieron. Al llegar a su casa, Ahome se dirigió a su cuarto se
encerró ahí, dejo sus cosas en el suelo, y se sentó en su cama, no
pudo evitar llorar de nuevo un poco, a pesar de que, le había
prometido a InuYasha y a sí misma no llorar mas por lo perdido y
superarlo tarde o temprano, además que diría InuYasha si la viera
así, al pensar en ello, la ayudo a sacar una esperanza de su
desconsuelo, una sonrisa verdadera, pero no tardo mucho en volver
aquella tristeza, sentía que si se desahogaba descansaría al fin y
podría despertar de esa pesadilla, mientras pensaba en ello su
cabello caía suavemente sobre su hombro deslizándose. Se sentía
muy agotada y se acostó en su cama, de pronto recordó que podía
hacer para consolarse, quería ver su medallón de oro que le había
regalado su padre años atrás antes de que muriera en aquel trágico
accidente aéreo, el cual siempre cargaba entre sus libros, hacia
mucho tiempo que no lo miraba debido a las ocupaciones que tenia de
la escuela y la responsabilidad de la recolección de los fragmentos,
lo que hacia a ese medallón tan especial era que en su interior se
encontraba una foto de su padre cargándola en sus brazos cuando era
ella una niña pequeña, Ahome se levanto y busco entre sus libros
sentía que si veía la imagen de su padre le daría aliento para la
situación que enfrentaba, pero a pesar de que lo busco en todas
partes no lo encontró
-Lo habré perdido, no... no puede ser-se
repetía en su mente
dejo su habitación en desorden pero no tuvo
éxito en encontrar su tesoro, se sentó en el piso desconsolada por
su fracaso ,en ese instante comenzó a llover.
-He perdido el
único recuerdo que pudo haber calmado mi dolor -murmuraba mientras
un rayo caía iluminando la habitación, dejando al descubierto sus
ojos nublados de lagrimas ,estas llenaban el panorama a su alrededor
de soledad y tristeza, la cual brotaba de la oscuridad de su corazon
que había estado sellado desde la muerte de kikyo a manos de naraku
por segunda vez, la tristeza y el desconsuelo se destilaba como agua
a través de las rupturas de un jarrón roto, el cual era en realidad
su corazon. De pronto alguien toco la puerta, Ahome se levanto, seco
sus lagrimas, ya que lo ultimo que quería era hacer que su familia
se preocupara por ella, la persona que tocaba, es su hermano sota,
este venia a avisarle que la cena estaba lista, si quería comer que
bajara, Ahome salió de su cuarto, bajo las escaleras, su madre al
verla le pregunto que si quería cenar, a lo que Ahome le contesto
que saldría al patio del templo un rato, su madre le replico que por
que saldría con semejante clima, ella solo le contesto que no
importaba si se mojaba solo duraría un momento afuera.
Al salir
hacia el exterior de la casa, Ahome sintió la fresca lluvia que caía
sobre su rostro, extendió sus brazos como si esto la liberara de
todas sus tristezas, de todo lo que la atormentaba, y lentamente
empezó a bailar en círculos por todo el patio del templo hasta que
se topo con el árbol sagrado, al verlo detenidamente noto como caía
el agua de lluvia sobre el tronco formando pequeños torrenciales. la
chica toco el tronco con su mano sintiendo el agua, la cual no estaba
fría sino tibia como si fueran lagrimas:
-Tu también, has estado
preocupado por mí veo que la caída de tus hojas de lo demuestran,
desearía saber que ha sido de mi amado InuYasha, tu que eres
intermediario en ambas épocas, como quisiera verlo una vez mas
aunque sea por un instante-
Y mientras decía esto cayo de
rodillas, llorando por una falsa esperanza, sus lagrimas se
confundían con la lluvia que caía sobre ella y el resto de la
ciudad.
De pronto Ahome ya no sintió la lluvia fresca, alguien
estaba junto a ella, voltio hacia arriba y vio a un joven con cabello
negro como la luna nueva que con sus paraguas la protegía, mientras
la lluvia lo empapaba con sus dulces pero frías gotas de agua sin
piedad, la chica se sorprendió de que el muchacho hiciera eso por
ella, después de todo jamás había visto, se incorporo:
- ¿Te
conozco?-
-Tal vez. solo nos hemos visto hoy en la
escuela.............
Al verlo mejor, Ahome recordó su rostro,
precisamente ese día, un alumno nuevo había ingresado a su grupo,
ella no le dio importancia, así que solo vio de reojo cuando se
presento, pero pudo reconocerlo el nombre del joven era Hikaru
Yamada.
-¿Por que lloras?-pregunto
-Por nada en especial-
-Es
un hombre, verdad, si el te hace llorar es que es muy importante para
ti-
le contesto Hikaru mientras secaba sus lagrimas con su mano,
Ahome se sentía extrañada por la confianza con la que le hablaba al
mismo tiempo como si antes hubiera estado en presencia de aquel
muchacho, esta sensación era la misma como si estuviera con
InuYasha, y esta se pudo comprobar cuando Ahome vio fijamente sus
ojos eran idénticos a los de InuYasha en su estado de humanó, sus
ojos eran oscuros al igual que su cabello , era verdad Hikaru era
idéntico a InuYasha, así que no pudo evitar refugiarse en sus
brazos, Hikaru le correspondió abrazándola también, mientras esto
ocurría ,Ahome recordaba el nostálgico calor de InuYasha ,aquel que
sentía al estar cerca de el ,por un momento toda su tristeza estaba
desapareciendo como la lluvia que se derrapaba entre las ramas del
árbol sagrado .
Fue tanto la dicha de la joven que su mente le
hizo creer que el chico que estaba frente a ella era su amado
InuYasha, así que le dio un beso con ternura, Hikaru se sorprendió
un poco pero no retrocedió siguió adelante, de pronto Ahome abrió
los ojos, al hacerlo la ilusión de InuYasha desapareció y solo vio
el rostro de Hikaru, inmediatamente se separo del joven, se voltio
dándole la espalda y alejándose se dijo:
-Que me pasa, pensé
que ya lo había superado, como pude confundir a Hikaru con InuYasha,
mi mente me engaño, como pude hacerlo-.
Se repetía en su mente
una y otra vez.
-¿Que te pasa-? pregunto Hikaru -
-Hikaru.
seré sincera te bese pensando en otra persona-
Hikaru se acerco a
ella y volteándola hacia él, para que su mirada se centrara en la
suya, y mientras apoyaba su cabeza sobre la frente de Ahome
sonrojando a la joven, dijo
- Te aseguro que no te equivocas de
persona, solo vine a devolverte esto-
el chico abrió su mano en
ella estaba el medallón de Ahome, la chica se asombro
-¿De donde
lo sacaste?
-Lo dejaste olvidado, en la escuela y vine a
devolvértelo.
Hikaru le coloco el medallón alrededor del cuello,
Ahome estaba feliz por haber recuperado su tesoro, pero a la vez
confundida, por lo que sentía en ese momento, se sentía nerviosa
ante el chico, por el beso que le dio y la nostalgia que le
transmitía.
-Ahome. Acaso ya te olvidaste de mí -.
El
suspenso consumía Ahome, además se sorprendió a cada momento que
pasaba, el chico solo la miro con mirada tierna, en ese momento dejo
de llover y el cielo se despejaba, parecía que Hikaru se marcharía
a su hogar cumplida ya su misión, cuando en realidad se dirigía al
árbol sagrado ,toco el tronco de aquel árbol que le transmitía
grandes recuerdos a su persona y experiencias buenas y malas vividas
en vidas pasadas y momentos anteriores.
-Este árbol es grandioso
desearía, que me dijera cual es el futuro que me espera, después de
tanto sufrimiento- murmuraba suavemente Hikaru.
Ahome solo lo
observaba, observaba como el viento de calma movía su cabello oscuro
con tal delicadeza dejando ver unas cuantas gotas de rocío que se
escurrían por el copete negro del joven, lleno de recuerdos y
nostalgias; parecía que ese momento era la calma después del a
tormenta, que por fin daría salida a aquella amarga pesadilla. Ahome
se incorporo al ver maravillada como una figura parecida a una sombra
casi invisible se posaba sobre el perfil de Hikaru, esa sombra era la
silueta de InuYasha bañada por la cálida luz de la luna nueva que
se manifestaba enfrente de ella en una forma muy real.
La silueta
cubrió el perfil de Hikaru por completo, esta vez no era una
ilusión, InuYasha estaba viendo fijamente a Ahome, su amada y
querida Ahome, la cual tuvo que dejar ir dolorosamente. Inuyasha se
acercaba a ella poco a poco, Ahome no podía reaccionar, se
preguntaba si era de nuevo una ilusión, una imagen falsa, una trampa
de su mente, pero era demasiado real, InuYasha se acerco a ella mas
de cerca y con una mirada sensible la miró, ella hizo lo mismo,
aunque sus ojos se nublaban de nuevo por lagrimas, ya que su deseo de
verlo de nuevo se había cumplido, InuYasha no evito tomar a Ahome y
refugiarla en sus brazos, en el interior de su pecho, al interior de
su corazon, como si quisiera mantenerla a su lado para siempre, ya
que la oportunidad de volverse a ver era nula pero el destino decidió
unirlos de nuevo:
-Ahome, no pude olvidarme de ti ,aunque paso
tanto tiempo-
la chica solo escuchaba con atención y con cada
palabra que decía, hacia que ella se estremeciera mas en el pecho de
su amado, apretando la camisa de su kimono, como si Ahome le
reclamara todo su dolor por la soledad que sintió
InuYasha al
notar esto, dijo:
-¿acaso ahora me odias?-
Ahome levanto la
mirada
-¿Cómo podría odiarte? Sí la única razón por la que
permanecí a tu lado fue por que yo no podía apartarte de mi corazon
.
Inuyasha le sonrió y secando sus lagrimas, las ultimas lágrimas
de soledad y tristeza.
-Ahome, tus lagrimas no han cambiado nada ,
siguen igual de cálidas como siempre, pensé que estarían frías,
pero ahora que sé esto me siento más feliz y tranquilo, ya que no
te perdí en la oscuridad del rencor y la melancolía -murmuraba
mientras la abrazaba mas fuerte mientras derramaba algunas lagrimas
de felicidad que derramaba como suave lluvia de primavera, las cuales
brotaban por la placidez de haber recuperado a su primavera perdida
una vez y al fin encontrada y, esto hizo que Ahome también abrazara
mas fuerte a InuYasha.
Mientras pensaba en su corazon
-El
nostálgico calor de InuYasha sigue siendo el mismo no cambio eso
quiere decir que por fin a regresado de verdad no es una ilusión;
estoy feliz, mi corazon esta radiando de alegría-
-esta no es una
ilusión es una realidad Ahome estoy aquí contigo, estamos por fin
juntos como lo hubiéramos hecho desde el principio-dijo mientras
acariciaba su mejilla con su cálida mano
El viento soplo
deslizando los cabellos de ambos, Ahome miro a InuYasha con ojos
profundos y serenos como describiendo solo su gran felicidad que
sentía, mientras que los ojos de InuYasha la miraron tiernamente,
pero desvió la vista hacia abajo
-Ahome estas feliz de verme,
notaras que tal vez no soy el mismo de antes-dijo tristemente en
joven mientras miraba su mano totalmente cambiada.
la joven le
sonrió cálidamente
-no importa en que forma regresaste, para mí
siempre serás el mismo, InuYasha -Ahome sonrió sonrojándose un
poco
InuYasha levanto su cara
-para ti soy el mismo
verdad........
-así es .............- contesto Ahome
InuYasha
tomo la mano de Ahome y la coloco sobre su pecho ,se preparaba para
besarla acercándose ,Ahome al ver esto se ruborizo pero no
retrocedió recibió a InuYasha después de todo por fin su ser amado
había vuelto ,así que cerro los ojos lentamente esperando la mas
tierna caricia que InuYasha le podría dar , este fue acercándose
poco a poco hasta unir sus labios con los de Ahome perdiéndose los
dos en el amor que se diluía en el tiempo las hojas caían del árbol
sagrado exaltando la belleza de ambos en aquella escena ,las hojas
dejaron de caer para convertirse en botones de cerezo que caían
suavemente dando una cálida dulzura en el lugar , ya no se
encontraban en el templo higurashi sino otro lugar como aquel bosque
en el que se vieron por primera vez, donde uno de ellos se encontraba
atrapado en las amargas experiencias del pasado y en la confusión
por la falla del amor en su vida, mientras que la otra persona
aprisionada por aquella sensación ,el cautivamiento de corazon que
sentía por primera vez en su vida marcada como primer amor.
El
beso termino como un dulce miel ,al hacerlo todo volvió a la
normalidad, solo se miraban dos personas abrazadas tiernamente
felices por su reencuentro bajo otra forma pero la misma esencia,
mientras abrazaba a InuYasha ,este le susurraba
-ahora que estoy
aquí prometo no volver a dejarte jamás..............-
Ahome solo
apretó fuerte su camisa
un rayo ilumino el lugar transformando a
InuYasha a Hikaru difuminando la silueta, pero esto no afecto en nada
a Ahome ya que por fin comprendía la conducta de Hikaru, al separase
,Hikaru se despidió de Ahome ,no sin antes darle un beso de
despedida ,Ahome lo acompaño hasta las escaleras y de ahí se
despidió de el ,moviendo su mano, la chica contenta y con una gran
sonrisa pensaba en lo afortunada que era ,al haberle devuelto a
InuYasha diferente pero era el ,Hikaru voltio la mirada a los pocos
escalones entonces la silueta de InuYasha apareció con una sonrisa
llena de ternura y alegría,
Ahome le regreso la misma expresión
gritándole -pasas por mi ,cuando te dirijas a la escuela ,que no se
te olvide
Hikaru le contesto:
no lo olvidare es una promesa y
yo siempre cumplo mis promesas-
y diciendo esto se marcho por fin
.
al mismo tiempo Ahome al ver su medallón se pregunto si fue su
padre el que deseo que InuYasha regresara a su lado por la
importancia que tenia para ella o si realmente fue un milagro del
destino ,eso jamás será rebelado...........
