¿Y si fuera ella…?

Estirado en esta cama, bajo este techo, pienso… ¿Cuánto tiempo ha pasado…? Miro por la ventana, Infinitas de estrellas inundan el manto marino que recorre mi mundo, nuestro mundo… Un mundo por el cual estamos juntos… y que a la vez nos distancia… ¿Qué ha sido de nuestros recuerdos?... ¿Qué ha sido de tu corazón? ¿Qué fue lo que lo cambió? Ahora estoy aquí, tratando de averiguar la respuesta a este enigma, a tu lado y a la vez, un abismo nos separa… Me miro al espejo, yo ya no soy yo… Pero mi corazón es genuino, eso lo sé y siempre lo supe… Desde el día que te conocí… Supe que en algún lugar de mi alma, latía un corazón… Y es por ese sentimiento que aún hoy lucho con fiereza… A pesar de tu olvido, o quizás de tu rechazo… Mi corazón en ti siempre estará… Siempre que me llames aquí estaré, de un modo u otro… Yo nunca te abandonaré.

CHAPTER ONE
"Mutation"

"¿Quién eres?... No recuerdo a nadie con ese nombre, lo siento…"

¿No me recuerdas? Pero… Eso no es posible… ¡Soy yo! ¿Me dirás que no recuerdas todo lo que pasamos, cuando nos conocimos?

"Lo siento… Creo que te has equivocado de persona. Si me disculpas, tengo unas cosas que hacer. ¡Hasta otra!"

…¿Por qué?... ¿Por qué no me recuerdas?... Yo…

Desde aquél día, no pude mirarle del mismo modo… Me sentía un auténtico desconocido allí… Ya no era bienvenido en su nuevo hogar. Parecía que ya no me necesitaba… Nuevos amigos, nueva vida… nuevo corazón… Y yo ya no tenía un lugar en él. Frustrado, cansado y sobre todo herido y dolido, volví de nuevo a "mi hogar", el único lugar en el que parecía ser "bien recibido", aunque yo sabía la verdad… Se aproximaban tiempos oscuros para mí… Y su olvido era el primero y el más duro de los presagios.

Muchacha: Ya está de vuelta… - Permanece sentada en una silla blanca con un bloc de dibujo en su rodillas.

Muchacho apoyado en el poyete de una ventana entonando canciones con su sitar azulado: Parece que no le ha ido muy bien… Si no lo trae de vuelta pronto, el jefe se enfadará mucho… Y sabemos qué pasará cuando eso ocurra…

Muchacha: Así es… Necesito tu ayuda, Demyx.

Demyx: ¿Mi ayuda? ¿Para…? Creí que no confiabas en ninguno de nosotros excepto de ese chico que te hace tilín – Le guiña un ojo.

Muchacha: Eso es irrelevante ahora… -Visiblemente molesta. – Si no huyo de aquí, las cosas se pondrán difíciles no sólo para mí, sino para todo el mundo en general.

Demyx: No creas que es tan fácil desvincularse de la Organización. Tú lo sabes mejor que nadie, Naminé.

Naminé: Por eso mismo he de salir de aquí. Un gran cambio se avecina. El declive de la Organización está próximo. Sino hacemos nada por evitarlo, todo esto arrastrará a los mundos a la ruina.

Se oye un gran portazo.

¡NAMINÉ!

Naminé: ¡¿Axel?!

Axel: ¡No te hagas la sorprendida, lo sabes perfectamente! ¿¡Qué demonios le has hecho a Roxas!?

Naminé: ¿Que qué le he hecho?

Axel: ¡Le has borrado la memoria!

Naminé: ¡Te equivocas!-Levantándose de su silla blanca de un salto.- Yo…

Axel: ¡TRAIDORA! ¡ERES UNA BRUJA! ¡CON TODAS LAS LETRAS!

Naminé: ¡¿YO UNA BRUJA?! ¡Y TÚ ERES UN MANÍACO OBESSIVO!

Axel: ¿¡,AH ESO ES LO QUE CREES!? ¡RENCOROSA! ¡NO QUIERO VERTE MÁS! – Desaparece de nuevo, con un aura rojiza que lo envolvía.

Demyx: Da miedo… Pero eso le otorga cierto atract… ¿eh? Naminé, ¿pero qué haces?

Naminé: ¡Déjame, necesito relajarme de alguna forma! – Dijo garabateando fuertemente con un lápiz en una blanca lámina de papel.

Demyx: Ésta sí que da miedo cuando se enfada… -En susurros.

Naminé: ¡TE HE OÍDO!

Poco podía yo imaginar que, tras esa conversación, si así podíamos llamarlo, mi vida estaba destinada al cambio más absoluto. Poco imaginaba que poco tiempo después me vería metido en esta situación tan incómoda…

Mientras tanto, "el responsable" de mi tragedia, si así se le puede considerar después de todo, trabajaba a nuestras espaldas y observaba los acontecimientos atenta y pacientemente, a la espera de entrar en escena.

Diz: Creo que ya va siendo hora de que el "Elegido" entre en escena… ¿Qué te parece, Ansem?

Ansem: Esperemos un poco más, presiento que aún nos quedan cosas por averiguar.

Diz: Está bien, le concederemos un poco más de tiempo. Démosle una última oportunidad a nuestro cálido amigo.

Ansem se limitó a mirar al horizonte, con la mirada perdida, como recordando tiempos que fueron mejores.

Demyx: ¿Qué buscas, Naminé?

Naminé: Nada en particular, sólo investigo todo aquello que dejó Vexen en sus laboratorios.

Demyx: ¿No está mal fisgar en las cosas de los demás?

Naminé: Puede… Pero no creo que Vexen vaya a poner ningún impedimento, ¿no es así?- Sonríe de una forma misteriosa que a Demyx asusta bastante.

Demyx: Creo que voy a buscar mi Sitar. Que creo que lo he olvidado por ahí, jejeje… ¡Ahora vuelvo!

Naminé: Bueno, veo que tendré que investigar sola… - Revolviendo y revolviendo dio con una cámara secreta tras una gran estantería polvorienta repleta de libros de ensayos y pociones. –Vaya, ¿cómo se abrirá? –Tomó su lápiz de dibujo y lo hendió en la extraña cerradura que protegía su contenido. Misteriosamente, ésta se adaptó a su lapicero y poco a poco fue cediendo hasta mostrar lo que contenía en su interior: Un pequeño frasco de tinta azul muy pálida y brillante.- ¿Qué debe ser esto? ¿Para qué servirá? – Se dijo mientras miraba el frasco a contraluz y lo depositaba después al lado de su garabato. Descubrió que en la cámara no sólo descansaba tal líquido, sino que a su lado a buen recaudo estaba un pequeño sobre amarillento por el tiempo, donde contenía una serie de precauciones sobre dicho producto. Conforme lo iba leyendo, sus ojos iban dilatándose más y más mientras terminaba una línea tras otra.

Demyx: ¡Ya he vuelto! Naminé, ¿A qué no sabes qué buena idea se me ha ocurrido? He compuesto una canción para animar Axel. Será algo así como: "My name it's Axel, I have flames, I figth Rokus because I'm obsessed…"

Namine: Ejem… A eso lo llamo yo plagio... Esto… -En ese momento Naminé se giró para mirar a Demyx justo en el momento que este tropezaba con su sitar y caía sobre la mesa pesadamente.- ¡¡¡¡DEMYX, NO!!!! –Hecha a correr en esa dirección. Demyx se incorpora como puede de la caída, mientras se soba la cabeza estúpidamente. – Gracias por preocuparte por mi, Naminé…

Naminé: ¡No es por ti por lo que me preocupo, pedazo de alcornoque! –Dice apartándolo bruscamente del lugar. Cuando descubre el desastre provocado, su rostro empalidece. – No… ¡NO! ¡¡NOOO!! ¡¿PERO QUÉ HAS HECHO?! –Lo zarandea con fuerza.

Demyx: ¡Sólo ha sido un accidente…! – Se gira como puede para ver hasta qué punto ha metido la pata: Todos los objetos que hasta hace unos instantes permanecían sobre la mesa estaban extendidos por el suelo, en mayor parte arruinados. Pero esto no habría preocupado a Naminé de no ser por lo que yacía en el centro: Su bloc de dibujo abierto por su último dibujo, impregnado por una sustancia azulada conocida.

Demyx: Ahí va…- Se queda mirando el desastre con cara de trauma.

Naminé:……… -Toma temblando en sus manos el garabato que había hecho horas antes. Demyx se acerca lentamente para ver que era lo que tanto preocupaba a Naminé. El dibujo estaba completamente empapado en la tinta incandescente.

Naminé: … ¿Qué voy a hacer ahora?

Demyx: ¿Qué ocurre, Naminé? –Naminé no le responde, simplemente le pasa el viejo folio de papel y Demyx se apresura a leerlo en voz alta:

"Tint of desires"

ATENCIÓN

Esta pócima consiste en una tinta con propiedades de conocer a su portador la posibilidad de convertir en realidad aquello que desea con mucha intensidad. CUALQUIER DESEO, por lo tanto mantener ciertas precauciones con lo que se desea. Una vez realizado, el proceso será totalmente irreversible.

Demyx: E… Eso significa que…

Naminé: Que el dibujo haya quedado inservible no me preocupa… Me preocupa lo que pueda pasar a partir de ahora…

Demyx: Quizás se pueda quitar a tiempo… ¡Voy a por un trapo!

Naminé: No tan rápido… Lee la letra pequeña.

Demyx lee en voz alta el último párrafo: "Una vez vertido el contenido, todos sus esfuerzos por revertirlo, así como eliminarlo de cualquier ser vivo o superficie serán en vano, pues la pócima comienza a actuar en ese preciso instante."

Delante de ambos, la tinta comienza a brillar, a volverse cada vez más y más clara hasta volverse transparente y al fin ser absorbida por los poros del papel, sin traspasar misteriosamente la lámina.

Axel: ¡No pienso volver a ese condenado castillo! ¡JAMÁS! ¡He llegado a mi límite! –Dijo mientras se alejaba con paso decidido de allí. – Aunque… Tampoco es que tenga muchos lugares adónde ir… - Se detiene y suspira. – Bueno, de momento iré a Twilight Town que es lo que más cerca queda de aquí y después ya veremos…

Poco imaginaba yo que sólo me quedaban unas horas de mi antigua vida… Y que no volvería jamás al pasado. Mi realidad es muy distinta ahora. Pero sólo puedo mirar adelante… por él… sólo me queda luchar… por él… No puedo fallarle ahora…

El cielo se comenzó a nublar sobre mi cabeza y el sol fue ocultándose lentamente en el horizonte. Pronto comenzó a lloviznar, hasta que llegó el punto que mi ropa quedó completamente empapada. No me importaba, muchas veces me había quedado durante horas y horas mirando el cielo infinito, mientras sentía caer la lluvia fresca sobre mi cara. Me ayudaba a pensar con claridad. Pero hoy era distinto, nada encontraba más allá de mis ojos. Sólo el retumbar de la lluvia en mi piel, incesante. Trataba de encontrar una respuesta, pero sólo daba con más preguntas, y después, el silencio. Ese silencio inquietante que lo envolvía todo a mi alrededor, ese silencio que siempre me acompañaba, al igual que ahora también la soledad.

Seguí caminando sin rumbo fijo, dejándome guiar por mis pies, a quién sabe dónde. Hasta que llegué allí una vez más: Villa Crepúsculo. "Aquí estoy de nuevo" me dije. Si saber cómo, terminé frente a la Estación Central. Era totalmente de noche. Nadie más estaba allí. Me sentí único en aquél pequeño universo. Me asomé lentamente al borde de la gran terraza y contemplé el vacío que se alzaba bajo mis pies, y la niebla por la lluvia que cubría el valle. Sentía un gran vacío dentro de mí, el motivo por el cual seguía luchando se iba desvaneciendo como las gotas de lluvia en mi rostro. El dolor comenzó a dejar huella, mi alma se hundía en ese profundo abismo, en esa impenetrable oscuridad. De repente, sentí un ligero mareo y como cierto calor subía por mi espalda. Creí al principio que se trataba de un resfriado, pero no podía estar más equivocado. El calor no cesaba, incluso comenzaba a ser molesto para mí. Medio mareado me alejé del borde por mi seguridad, todo me daba vueltas, no entendía qué pasaba. Como pude, traté de salir de allí, ponerme a resguardo, pero la estación estaba cerrada. Cada vez, sobre mí, la lluvia caía con más violencia. Ya se oían los truenos acercarse a lo lejos. Cada vez mi cuerpo pesaba más y mis piernas temblaban más aún. Tambaleándome y con un dolor de pecho cada vez mayor, intenté llegar al castillo, pero estaba demasiado lejos, no aguantaría tanto. El fuerte malestar se me fue traspasando a cada rincón de mi cuerpo y comenzó a martillearme. Tanto que llegué a creer que reventaría. Sentía la fiebre más y más alta y rayos caer sobre mi cabeza. En ese estado, sólo podía hacer una cosa: Pedir ayuda. Sólo me quedaba una salida. Me dirigí a ese callejón como pude y caí pesadamente sobre el porche, bajo un charco.

"Roxas"

"Roxas… puedes oirme? Necesito… tu ayuda…

"Por favor…"

"Roxas"…

Mi mano hizo un último ademán por rozar su puerta, pero estaba demasiado agotado por el dolor. Ya no podía soportarlo más. Mi mano cayó pesadamente en el suelo empapado y mis ojos y mi mente se rindieron a la oscuridad.