El otro día quise subir una Matt/Dom (Muse) y después de mucho rato me di cuenta de que no entraba en ninguna categoría en fanfiction xD! Pero bueno, así son las cosas... y ahora, Sirius molestando a Remus y eso es más fuerte que yo... gracias por leer. Y perdonen las historias tan cortitas, pero son cosas que escribí hace muchos años y quería subirlas :)


No le gustaba cuando le miraba así. Era como si le estuviera acechando, listo para saltar sobre él: un perro a punto de devorar a su presa. Y esa era la manera con la observaba a las chicas con las que se acostaba (es decir, así las miraba antes de acostarse con ellas, porque después ni siquiera las miraba). No correspondía que le estuviera observando así. A Remus no le cabía en la cabeza esas actitudes que a veces tenía Sirius con él. Lo que pasa es que Sirius no es normal.

Eso era lo único que estaba claro para Remus. Sirius, analizado desde cualquier punto de vista, no era normal. Una persona de 17 años con ese poco grado de madurez y ese poco sentido de responsabilidad no llegaba a ubicarse dentro de lo que él consideraba "normal". Incluso, con un poco de esfuerzo, alcanzaba la categoría de "niño malcriado" que hacía lo que se le ocurría y lo miraba de reojo, muy coquetamente (quizás demasiado para lo que podía soportar), sentado cerca de la chimenea desde el otro lado de la sala.

- Deja de hacer eso – refunfuñó Remus, nervioso, viendo cómo Sirius le sonreía de aquella manera que no le gustaba (o que no le tenía que gustar).

- ¿Hacer qué?

- Eso… tú sabes a qué me refiero – su mirada volvió a dirigirse al libro que tenía entre las manos, intentando concentrarse para retomar la lectura. Las letras se le confundían y desordenaban sobre las páginas, y no podía sentirse más idiota. Él le seguía mirando.

- ¿Por qué no lees esos poemas cursis que siempre andas leyendo y dejas de mirarme? – lo único que quería Sirius era provocarle, hacerle enojar: quería verle con el ceño fruncido y gritándole que dejara de mirarlo. Se hizo el ofendido y se cruzó de brazos.

- ¿Yo? ¡Por favor! ¿Para qué voy a estar mirándote? – el chico cerró de golpe el libro, enojado - Deja de hacer eso, es lo único que te pido.

- ¿A qué te refieres? –seguía con la misma mirada de metro sexual que ponía siempre que le veía… es decir, siempre que veía a las chicas.

- Esa mirada… me molesta – dijo por fin, viendo como él se acercaba y se sentaba en el sillón, a su lado.

Sirius fingió que tosía, y su tos sonó algo así como "Sé que te gusto". Remus le dirigió una mirada enfurecida y le ignoró, abriendo otra vez el libro y deseando que sus manos dejaran de temblar. Pero si había algo que le molestaba a Sirius, eso era que lo ignoraran y fingieran como que no estaba allí… y más le irritaba que precisamente Remus lo hiciera.

- ¿O me vas a decir que no te gusto? – él le miraba (otra vez) de "aquella maldita manera"… ya no sabía que hacía, sólo se acercó un poco más.

- Si el ego matara, Black… - le contestó sarcásticamente, implorando dentro de sí que dejara de acercarse más. No podía quitar la vista de esos ojos misteriosos, de su todo que se venía acercando cada vez más… cada vez más, como dispuesto a darle un…

- ¡Black! ¿Qué haces despierto a esta hora? ¡Vete a tu dormitorio! – Lily atravesó la sala, enfurruñada, quedándose de pie detrás del sillón, pero cuando vio a Remus suavizó la voz -. Oh, lo siento, ¿interrumpí algo?

- N-No – el rostro sonrojado de Remus daba a entender otra cosa.

- Nada, pelirroja, sólo que tu amigo me estaba mirando como un psicópata… Creo que le gusto – Sirius se levantó y caminó hacia la puerta de los dormitorios de los chicos - ¡No dejaba de acosarme con su mirada lobuna!

Soltó una carcajada y desapareció. Lily miró a Remus de reojo.

- ¿Qué? – le preguntó el chico - ¿No vas a pensar que me gusta de verdad?

Prefirió no ver la cara de puso Lily y abrió su libro otra vez… ahora que no estaba él podría leer perfectamente.