Editado: [23/08/17]
Recuerdo perfectamente que al abrir mis ojos no pude ver absolutamente nada mas que un color similar a la muerte que se hacia llamar a si mismo blanco, aquel color rodeaba todo el sitio en el que estaba, y a la misma vez, era el color que me caracterizaba, aquel color que para mi representaba la muerte, era el color que se me concedió desde mi nacimiento.
Y realmente aquel blanco tan muerto fue fiel hacia mí, después de todo, yo estaba muerto desde un inicio.
Aquellas personas que me rodeaban hicieron lo que podían para revivirme, como si yo fuera algo que debia permanecer vivo pase lo que pase, y para ellos así era, para ellos debia permanecer vivo ya que de eso consistia su trabajo, o mejor dicho, yo era su trabajo.
Eventualmente los esfuerzos de aquellas personas por revivirme terminó exitoso... O no, ya que solamente revivieron una parte de mi, mi cuerpo fue capaz de moverse y sentir gracias a el trabajo de ellos, mas sin embargo, solo el exterior revivió pero mi interior nunca fue capaz de volver a la vida... Yo estaba realmente muerto por dentro.
Al principio ellos parecían no tomarlo en cuenta, o mejor dicho, no tomarme en cuenta, puesto a que para ellos mi nombre es "Rata de laboratorio", solamente me necesitaban para experimentos, el que yo tenga voluntad propia hubiera sido problema.
Y Así fue durante pocos años en los que ellos experimentaron con mi cuerpo, y con mi poder, realmente el poder era lo único que necesitaban, mi cuerpo era solo un recipiente donde podría llevarlo para así ellos pudieran usarlo a su antojo, y si el recipiente no tenia fuerza de voluntad para ponerse en contra de ellos, entonces estaba bien si yo estaba muerto por dentro.
Pero... Para ellos las cosas dejaron de estar bien cuando se dieron cuenta de la verdad.
Mis poderes no eran tan eficaces como se supone que debían serlo, cumplían su función pero no de la forma que esperaban, en aquel tiempo yo tenia consciencia sobre mi mismo y sabia que era lo que sucedía, cuando mi cuerpo revivió una parte de mi poder también lo hizo, mientras la otra, murió junto con mi interior.
Fue entonces que ellos determinaron lo mismo que yo habia hecho, mi interior, mis sentimientos, mi voluntad, influia mucho en la forma en las que mis poderes funcionaban, y que si lograban traer de la muerte aquella parte muerta de mi, finalmente tenian el juego ganado.
Fue entonces que los experimentos fueron a más, ahora me encontraba a toda hora rodeado de personas desconocidas que cargaban con muchos instrumentos que algunas veces lastimaban mi cuerpo o también era sometido a maquinas que no recuerdo para que servían.
Cada cosa que ellos me hacían para intentar revivir aquella parte muerta de mi, eran aterradoras, pero sin embargo, no importara cuanto traspasaran mi piel, no importa a cuantas maquinas me sometiera, no importaba cuantas personas estuvieran investigando conmigo y mucho menos si todo parecía aterrador o doloroso.
Nunca sentí absolutamente nada, siempre me quedaba en la camilla mirándolos fijamente, no hablaba, ni intentaba escuchar lo que ellos decían, no me movía y... Simplemente me quedaba ahí dejando que hicieran conmigo lo que sea, realmente no me importaba, no podria oponerme a ellos, no tenia la voluntad para hacerlo así que simplemente me quede ahí justo como debia ser.
Pero no importaba cuanto intentaran revivir aquella parte muerta en mí, no importara a cuantos experimentos me sometieron, nada funcionó.
En aquellos momentos pensaba que era un experimento fallido, ya que era imposible para mi cumplir mi mision si estaba hueco, mis poderes no eran lo suficiente y simplemente ellos debieron empezar de nuevo con otro experimento, pensaba que eso hubiera sido lo mejor...
Pero entonces llegó aquel hombre, aquel hombre que estaba detrás de mi existencia un día se paró delante de mi, tenia una sonrisa en su rostro y sorprendentemente no me miraba como un experimento fracasado como aquellas personas. Aquel día conocí a aquel hombre tan extraño, aquel que era un verdadero dilema el saber que era lo que pensaba, una persona en la que tenias que tener cuidado con sus palabras, él no tiene miedo a decir lo que realmente piensa, y te lo dice pero sin que tu te des cuenta, sus palabras podían sonar absurdas pero en ellas siempre se encontraban la verdad absoluta.
Aquel hombre se arrodilló frente a mi, mientras con elegancia me tendió su mano y se presentó ante mi con el nombre de "Toue", por mi parte no pude evitar no mantener la mirada fija en él y en contestación solo le di mi mano en señal de saludo.
Aquel hombre solo sonrió mas y solo puso su otra gran mano en mi hombro mientras me miraba.
- Supongo que todavía no tienes nombre, así que, ¿Que te parece si te pongo uno? .-La sonrisa del hombre no desaparecía, no era una sonrisa maligna, sorprendentemente, era bastante sincera, casi podía decir que estaba feliz de colocarme un nombre.
- ... -Yo no le respondí, solo permanecía ahí, quieto.
- Muy bien, entonces te llamarás Shiroba.-Fue lo que dijo Toue, en aquel momento solo parpadeé en respuesta y miré sus ojos.
Creo que en parte entendí que era lo que aquel hombre hizo conmigo en aquel momento.
Desde ese día las cosas cambiaron para mi, Toue empezó a acercarse a mi poco a poco, me visitaba a mi "habitación" una vez cada cierto tiempo hasta que se volvieron diarias sus visitas hasta empezó a llevarme consigo, me hablaba de sus planes conmigo, de sus sueños y otras cosas, poco a poco dejé de pasar tiempo en los laboratorios para permanecer con él en su oficina, cada vez que podía me regalaba muchas cosas, desde pequeños a grandes juguetes y ponía a algunos Alphas a jugar conmigo, también me dio una ropa diferente que reemplazó a aquella simple bata de laboratorio, y siempre me decía que yo nunca seré visto como un experimento de nuevo, cada vez que decía eso me cargaba en sus brazos y nos parábamos frente al gran ventanal de su oficina, mientras ambos mirábamos como de grande era Platinum Jail, Entonces me decía lo mismo.
"Este mundo fue creado para ti al final, así que si un día te cansas de él, siempre puedes destruirlo y crear otro."
Siempre me dije a mi mismo que tuviera cuidado con las palabras de Toue, ya que él era alguien muy sincero y a la vez un gran dilema, sus palabras podían sonar como lo que eran, simples palabras, pero podían ocultar un gran significado detrás de ellas. Pero nunca pude encontrar el significado de aquellas palabras, no importaba cuanto lo intentara.
Mientras poco a poco dejé de ser tratado como un experimento fallido, Toue incluso me sacó de aquella blanca habitación y me llevó a una colorida que él mismo creo para mi, esa se convirtió en mi habitación eventualmente, a veces él venia y hablaba o jugaba conmigo o los Alphas venían a jugar conmigo por ordenes de él.
Toue hizo todo a su alcance para hacer que yo viviera como un niño normal... Todo para que yo sintiera lo que era ser un niño, quizás para hacer que aquellos sentires empezaran a surgir.
Pero, no importaba cuantos juguetes tuviera, cuanta comunicación tuviera con el que casi puedo llamar mi padre, ni cuanto jugara con los Alphas, el resultado seguía siendo el mismo, seguía sin sentir nada...
Fue por eso que los experimentos conmigo nunca terminaron, se redujeron en un gran porcentaje pero nunca dejaron de intentar que la parte muerta de mi cuerpo reviviera, los experimentos eran cada vez mas dolorosos y tortuosos pero no provocaban nada en mí salvo el ardor en mi piel.
A la larga, aunque Toue dijera que yo no era visto como un experimento fallido, se muy bien que lo era, había nacido muerto en un principio, y cuando hicieron lo que pudieron para revivirme solo fue una perdida de tiempo, y aun así no logro comprender porque Toue me mantenía bajo aquel cuidado, me trataba como si fuera importante, yo, y no solo mi poder.
Cuando cumplí 7 años, Toue hizo una gran fiesta para mi, claro, solo vinieron los Alphas, algunos investigadores, unos extraños chicos cuyos nombres nunca pude memorizar y también destacaba un hombre extraño de Kimono Azul con una sonrisa bastante extraña que nunca antes habia visto... Según tenia entendido aquella era la única gente que tenia autorización de verme o siquiera saber de mi existencia.
Ese día me trataron como si fuera parte de una familia... Que no existía, ellos trataban de hacerme sentir algo, pero ni siquiera esa gran y animada fiesta funcionó, seguía sintiendo que mi interior estaba muerto...
Pero se que Toue tenia una ultima carta bajo la manga, así que él personalmente, junto a aquel hombre extraño me llevaron a la parte mas baja de la torre, puedo decir que incluso estábamos en la parte subterránea. Ellos no dijeron nada en el camino, solo Toue que me había dicho que tenia una misión para mi, solo eso.
Y cuando abrió una gran puerta y entramos a lo que parecía ser una zona llena de celdas que a mi parecer estaban todas vacías, a excepción de una, fue entonces que me di cuenta de cual era la misión o al menos tuve una pequeña sospecha.
El único calabozo ocupado. Dentro estaba un chico que parecia un poco mayor que yo, arrodillado en el suelo con las manos hacia atrás unidas por unas grandes esposas y su cabeza se encontraba baja, su cuerpo estaba temblando,su cabello era corto de un color rojo intenso que cubria su rostro, su piel era de un color tostado y estaba cubierto de tatuajes de las cuales resaltaban unas flores algo extrañas.
- Shiroba, de ahora en adelante necesito que por favor cuides de él, es bastante inestable, pero estoy seguro de que lograras mantenerlo bajo control, y quizás y puedas hacerlo tu amigo.- Fue lo que dijo Toue aquel día mientras colocaba sus brazos sobre mis hombros. -¿Podrás hacerlo?.- Preguntó sin siquiera mirarme.
- De acuerdo.- Fue lo único que dije mientras miraba fijamente al chico dentro de la jaula.
- De acuerdo, te dejaremos para que se conozcan.- Dijo e introdujo una llave dentro de la cerradura de la puerta para dejarme pasar, una vez que estuve adentro él cerró la misma puerta.- Volveré en un rato.- Dijo y luego se fue junto al otro hombre dejándome solo con aquel pelirrojo.
Me quedé parado mirando fijamente a aquel pelirrojo, mientras él se mantenía ahí arrodillado con su cuerpo temblando, decidido, caminé hasta permanecer frente a él.
- Oye... .-Levanté mi mano hacia su hombro para llamar su atencio pero su cuerpo se sacudió rápidamente y llevó su rostro hacia mi mano y la mordió con una terrible fuerza. -¡Ugh...! -Fue el único sonido que salió de mi boca ante el punzante dolor que me recorrió, cuando el dolor se esfumó rapidamente, me mantuve con la mirada fija en aquel pelirrojo y entonces pude ver su rostro, sus ojos eran de un rojo extraño con unas pupilas anormales y el tamaño de sus dientes afilados era igual de anormal.
¿Quien es este chico? Era lo único que podía pensar.
- Oye, suéltame. -Murmuré a la vez que usaba mi poder para alejar aquel chico, mis poderes hicieron efecto en él y lentamente alejó su rostro de mi mano que ahora se encontraba con una gran marca de dientes y sangre salía de ella, yo solo me quedé mirando mi mano con indiferencia.
Entonces miré a los ojos de aquel chico, se encontraba frunciendo el ceño con una gran ira a la vez que apretaba sus dientes de la misma manera y soltaba gruñidos de vez en cuando.
Fue entonces que me hice una idea de lo que pasaba, ese chico no era humano, y si alguna vez lo fue, ahora se encontraba roto, tanto por fuera como por dentro. Apenas llegué a esa conclusión entendí porque Toue quería que yo me encargara de él.
No era lo mismo hacer que la gente entienda que estas roto cuando ellos se encontraban en perfecto estado, así que trajo a alguien que puede entender lo que siento o incluso más de lo que yo siento.
Suspiré y lleve mi mano hacia su rostro con intención de tocar su piel pero él volvió a morderme sacándome un quejido, pero simplemente lo dejé morderme y llevé mi otra mano a su pelo mientras lo acariciaba un poco logrando que él aflojara su fuerza y se tranquilizara como si de uno de esos animales que Toue me enseño.
- Un gusto en conocerte... Soy Shiroba.- Murmuré bajo mientras me acercaba mas a él y por la posición en la que estábamos logré colocar su cabeza sobre mi pecho mientras cerraba sus ojos y él se calmaba ante mis caricias.
"La fuerza humana está vinculada con sus sentimientos y si esos sentimientos están mezclados con una persona cercana al individuo, la fuerza puede ser mayor"
Estoy seguro, que Toue sabia que podría repararme usándolo a él.
