Comienza mi nuevo fic y con el primer gran capítulo, se que aun no es navidad, pero ya casi estamos en esa época y quise empezar este fic, es hora de ver que tal me queda y ojala me vaya tan bien como siempre y si se puede, mejor.
Dedico la historia a Charles Dickens, ya que sin él no existiría este fic.
Y ahora el primer capítulo.
Cap. 1 Principio.
Era una noche fría de 24 de diciembre, noche buena, tiempo para que todas las personas se dedicaran a celebrar el nacimiento del salvador del mundo, Jesús, pero para otra, no era más que momento de cremar el cuerpo de una buena amiga y socia.
Se podría decir que en un sepelio se ve una gran cantidad de personas, pero en ese solo había tres personas, un cura, el encargado de la cremación y la única amiga de esa mujer que falleció el 24 de diciembre, se trataba de una chica delgada, de cabello celeste y corto, vistiendo un vestido de color negro, su mirada era fría y sin emoción, algo que asustaba al cura.
El nombre de esa mujer era Mylene Farrow y la mujer que acababa de fallecer, era su amiga Sellon, la única que tenía en el mundo.
¿La razón? Mylene y Sellon eran muy parecidas, déspotas, frías y en ocasiones crueles, empresarias de gran éxito que llegaron a tener su propia y exitosa empresa, pero dedicadas al trabajo hasta la exageración, haciéndoles la vida miserable a todos los que las rodeaban, eventualmente, la muerte alcanzo a Sellon mientras regresaba a su casa en su auto y sufría un terrible accidente, causándole la muerte al instante.
Mylene ni siquiera se molesto en dar aviso, después de todo, otra cosa que tenían en común era que estaban solas, no tenían familias ni amigos, solo ellas, una vida muy triste realmente.
-Descanse en paz-termino el cura.
-Amén-dijo Mylene indiferente.
-Necesita firmar algunas cosas señorita-dijo el encargado del lugar.
-Bien-.
Tras finalizar las firmas, Mylene abandono el lugar y se dirigió hacia su casa, mientras nevaba, a ella le molestaba mucho el frío y escuchar a todos cantando por la navidad.
1 año después….
En el centro de la ciudad de Tokio se encontraba un edificio de gran tamaño, edificio que le pertenecía a la poderosa empresaria Mylene Farrow, quien tras la muerte de su amiga había logrado mantenerla a flote, ese día, la lujosa limosina llego y Mylene descendió, vestida con un traje de color zafiro, la empresaria llego hasta la entrada, donde la recibió el guardia de seguridad, un chico fornido y de cabellos naranjas.
-Buenos días señorita Farrow-saludo Jake, el guardia de seguridad, pero Mylene ni siquiera lo volteo a ver-que bueno que no mencione lo otro-.
Era 24 de diciembre, generalmente era el momento que muchos tomaban para planear su noche buena, pero no para los empleados de Mylene, quien odiaba todo lo referente a la navidad y despedía a quien se atrevía a mencionarla.
La temible empresaria subió al elevador y la llevo hasta el último piso, donde estaba su oficina, al llegar, encontró a todos trabajando, tal como quería, cerca de su oficina estaba una joven de cabello naranja sosteniendo una taza de café.
-Buenos días señorita Farrow-dijo la chica dándole la taza a su jefa.
-¿Ya están listos los informes que pedí?-pregunto fríamente la mujer, mientras literalmente la arrancaba la taza a su asistente.
-Aun no señorita, mi esposo…quiero decir, Dan, los esta preparando para usted-dijo la chica, a su jefa no le gustaban que hablaran de parejas frente a ella.
-Dile a ese idiota que los quiero sobre mi escritorio en 10 minutos o que se considere despedido-ordeno Mylene, mientras entraba a su oficina.
-Si señorita-.
El escritorio de Mylene estaba colocado de forma que su espalda daba a la ventana, cosa que le agradaba, ya que así no veía nada del exterior, pero apenas se preparo para trabajar cuando la puerta se abrió y una joven de cabello azul y largo apareció, mientras sonreía de manera emocionada.
-Feliz navidad tía Mylene-dijo la chica.
-Tonterías-dijo Mylene sin ver a su sobrina.
-¿La navidad una tontería? No estarás hablando en serio tía-.
-Claro que sí-dijo Mylene mirando a su sobrina-navidad, una época más que solo te hace un año más viejo y menos rico, aunque creo que eso a ti no te preocupa ¿verdad Fabia?-.
-A decir verdad no-dijo Fabia-pero no vine a eso, vine para invitarte a pasara la navidad en mi casa, a cenar conmigo y mi esposo ¿Qué dices?-.
-No gracias, tengo mejores cosas que hacer-.
-¿Puedo preguntar que cosas tía?-.
-Dime algo sobrina ¿Por qué te casaste?-.
-Porque me enamore tía-dijo Fabia sonriendo.
-¿Amor? Que idioteces ¿sabías que no solo de amor vive el ser humano? Eso solo pasa en cuentos de hadas, así que dime ¿Qué es lo que celebras si cada año tú y tu marido se vuelven más viejos y no más ricos?-.
-¿Y por que tú no celebras siendo tan rica?-.
Con esas palabras, Mylene se levanto de su asiento-Tú celebra la navidad a tu manera y yo lo haré a mi manera-.
-Pero tú no la celebras-replico Fabia-jamás te he pedido nada ¿Por qué no podemos ser amigas? Yo realmente espero que vengas a cenar a mi casa-.
-Buenas noches sobrina-.
-Pero tía…..-.
-¡Buenas noches!-.
Fabia miro a su tía con tristeza y luego sonrió-Espero verte mañana tía, feliz navidad y feliz año nuevo-.
Y así, Fabia se retiro, mientras Mylene se sentaba en su asiento, fue cuando un chico de cabellos castaño entro.
-¿Qué quieres Kuso?-.
-Aquí le traigo el informe que pidió señorita-.
-Déjelo en mi escritorio y retírese-.
-Si señorita-Dan lo hizo y cuando se dispuso a retirarse-ah y unos caballeros desean verla ¿Qué quiere que les diga?-.
-Hazlos pasar-indico Mylene fríamente.
Dan asintió y dos hombres entraron a la oficina, el primero de ellos era más alto y un poco gordito, su sonrisa era alegre y ni su bigote lograba ocultarlo, el segundo era un poco más bajito y delgado, también sonreía.
-Buenas tardes ¿tenemos el placer de dirigirnos a la señorita Farrow o Sellon?-.
-La señorita Sellon falleció hace un año-.
-Oh, lo sentimos, señorita Farrow…..-.
-¿Qué desean? Y que sea rápido, estoy muy ocupada-.
-Representamos a una empresa que se dedica a ayudar a los menos afortunados, en esta época del año pedimos apoyo a otras empresas, pueden apoyar con lo que quiera, dinero, juguetes, comida, etc. Así que díganos señorita ¿Cómo desea ayudar?-.
-Con nada-.
-¿Disculpe?-.
-Dije que con nada, no pienso darles nada a esos pusilánimes haraganes que no hacen nada más que quitarle a otros que trabajan duro, así que no me molesten con tonterías, yo apoyo a las prisiones y refugios, con eso me basta-.
-Bueno…si…..pero…muchos no pueden ir a los refugios y francamente, muchos preferirían morir-.
-Pues que lo hagan de una vez-dijo Mylene sin piedad-así descenderá la sobrepoblación, hay demasiados pobres en las calles ¿es todo caballeros? Porque estoy muy ocupada-.
-Si, es todo, gracia por su atención, buenas noches-dijeron los hombres, mientras miraban a Mylene con profunda decepción.
Mylene ni siquiera se molesto en despedirlos de la mejor manera, ella simplemente alzo su mano como una señal de despedida, mientras los hombres se preguntaban como podía existir una persona tan cruel y más aun, como la toleraban sus empleados.
El día continuo de lo más normal en esa empresa, los empleados trabajaban arduamente, Mylene gritaba las órdenes y le molestaba cuando sus empleados no hacían las cosas bien, entre muchas otras cosas.
La jornada de trabajo finalmente llego a su fin o por lo menos, más pronto de lo habitual, los empleados debían estar en la oficina desde las 8 am hasta las 9 pm, pero al ser noche buena, esperaron que su jefa los dejara salir temprano y solo había una persona que podía pedírselo.
-Y ese es el asunto señorita-dijo Mira temblando de pies a cabeza.
-Ya veo-dijo Mylene sin dejar de ver sus informes-así que quieren salir temprano ¿verdad?-.
-Si señorita-.
-Y supongo que también querrán libre todo el día de mañana ¿no es así?-.
-Si le es conveniente….-.
-No es conveniente-dijo Mylene con brusquedad-perder el tiempo en celebrar una estúpida fiesta cuando se podría usar ese tiempo para ganar más dinero-.
-Lo entiendo señorita, pero mi hija….bueno, la mía y la de Dan desea que estemos todos juntos, ella ha estado muy enferma y…..-.
-Los problemas de tu hija no me interesan ¿creen que son los únicos con problemas? Si esta enferma denle café-.
-Tiene 7 años…..-.
-Denle café, denle té, no me importa, tu y tu esposo son mis trabajadores más eficientes, aunque no lo suficiente, yo necesito que den el 200%, pero no dan ni el 100% por faltar en los días de fiesta-.
-Lo sentimos señorita….-.
-Pero si no les doy el día libre, todos creerán que soy una jefa tirana, una dictadora, bien, tendrán el día de mañana libre, no se presenten en la oficina-.
-Gracias señorita…..-.
-Pero diles a todos esos haraganes que los quiero aquí a las 6 am pasado mañana ¿entendido?-.
-Si señorita-Mira sabía que lo que su jefa le pedía era casi un milagro, pero debía de estar agradecida porque les diera el día libre de mañana.
Cuando Mira salió, todos los empleados, entre ellos, su esposo, Dan, se le acercaron-¿Qué te dijo?-pregunto Dan.
-Tenemos libre el día de mañana-dijo Mira sonriendo feliz-podremos pasarlo con Emily-
-¡Si!-.
Todos los empleados comenzaron a celebrar por poder pasar navidad con sus familias, pero Mira les apago los ánimos.
-Pero nos quiere a todos aquí a las 6 am pasado mañana-.
-¿Qué?-exclamaron muchos molestos.
-No se quejen, tuvimos suerte de nos diera el día de mañana-dijo Dan-al menos para variar-.
-Tienes razón Dan-dijo un chico rubio y de lentes-pero aun así, es exigirnos demasiado-.
-Lo se Marucho, pero no se puede hacer nada-.
-¿Qué hacen aquí hablando?-cuestiono Mylene apareciendo-aun les queda una hora de trabajo ¡Así que vuelvan a trabajar o despídanse de su día libre!-.
Al escuchar eso, rápidamente volvieron a sus labores, mientras el tiempo transcurría normalmente, pero para los empleados era muy lento.
La empresa de Mylene se dedicaba a muchas cosas, había comenzado como un pequeño negocio de computadoras, pero fue creciendo, hasta dedicarse no solo a computadoras, sino también a juegos de video, finanzas, restaurants, entre muchas cosas más.
También era cierto que la paga, aunque no era la gran cosa, era suficiente para sobrevivir, pero la frialdad de Mylene hacía que trabajar ahí fuera casi un infierno, especialmente porque con el más mínimo error podías ser despedido.
Finalmente el reloj marco la hora de salida y poco a poco, los empleados comenzaron a abandonar la empresa, pero antes de hacerlo….
-Muy bien, ya pueden irse, pero les recuerdo que deben estar aquí temprano pasado mañana ¿entendido?-.
-Si señorita Mylene-.
-Muy bien, retírense-y así, los empleados se fueron.
Mylene fue la última en abandonar el edificio y al salir, su chofer ya la estaba esperando.
-Espero que haya tenido un buen día señorita Mylene-dijo el chofer, que respondía al nombre de Ace.
-Igual que siempre, una bola de haraganes que solo viene a trabajar esperando el momento de salir-.
-Debería ser más paciente con ellos, señorita-.
-Usted dedíquese a manejar y no me vengan con sermones ¿entendido?-.
-Si señorita-.
La casa de Mylene estaba algo retirada de su empresa, de hecho, estaba muy retirada de las zonas de vivienda, a Mylene le molestaba el ruido, especialmente los niños que siempre corrían de un lado para a otro, jugando, gritando, riéndose y sobretodo en esa época, cuando iban doblando en una esquina, un niño apareció corriendo y casi es atropellado, furiosa, Mylene hizo detener a Ace y salió de la limosina.
-¡Niño idiota, por poco rayas mi limosina!-.
-Yo estoy bien, gracias por preguntar-dijo el niño molesto.
-Tú no vales ni la mitad de lo que pague por este auto-dijo Mylene jalando al niño por las orejas-pero supongo que puedes hacer algo por mí-.
Mylene metió al niño a su limosina, mientras Ace negaba con la cabeza y ponía el vehículo en marcha, lentamente llegaron hasta la casa de Mylene, una lujosa mansión de gran tamaño, se podía ver que tenía muchas habitaciones, pero lo más llamativo eran las esculturas de serpientes, ya que además del dinero, las serpientes le encantaban a Mylene, cuando llegaron a la entrada, el niño pregunto asustado.
-¿Qué me va a hacer?-.
Mylene sonrió e hizo que el chofer sacara una pala de la cajuela de la limosina-Vas a quitar toda la nieve que esta en la entrada a mi casa-.
-¿Qué?-.
-Y si no lo haces, pasaras la "navidad" en la correccional-el niño trago saliva y se dispuso a trabajar.
Después de 20 minutos, ya había terminado-Se supone que la navidad debe ser divertida-dijo entristecido.
-Pronto aprenderás que la vida nunca es divertida, ahora lárgate-.
En pocas palabras, Mylene le estaba diciendo que se fuera a pie hasta su casa, pero aunque no quedaba muy lejos, ya era muy tarde y podría pasarle algo, discretamente, Ace metió al niño en la limosina.
-Voy a estacionar la limosina señorita ¿necesita algo más?-.
-Nada, hazlo y retírate-.
-Como desee-y así, Ace encendió la limosina, pero antes de guardarla, llevo al pequeño a su casa.
Cuando Mylene se disponía a entrar en su casa, sus llaves se le cayeron del bolso-Maldición, no me puede pasar esto a mí-dijo agachándose para recogerla, cuando se incorporo quedo estática, ya que frente a ella, en lugar del picaporte de su puerta, estaba un rostro blanco y transparente, pero fue más su impresión cuando reconoció aquel rostro-¿Sellon?-.
Mylene acerco su mano con cuidado hacia el rostro, pero cuando ya casi lo tocaba….
-¡Ah!-grito Sellon abriendo los ojos y la boca, Mylene se asusto y cayó al suelo, cuando se recupero del susto, comenzó a levantarse y descubrió que el rostro de su amiga ya no estaba.
Mylene se quedo muy consternada con lo que había pasado, no entendía que fue lo que había visto, así que nuevamente y con mucho más cuidado, acerco su mano hacia el picaporte, cuando la puerta se abrió y una mujer de tez morena y cabello plateado apareció.
-Señorita Mylene-dijo la chica de nombre Julie, sorprendida de ver a su jefa-¿le pasa algo?-.
Mylene comenzó a salir de su impresión-Me….pareció ver…..a Sellon…-.
Julie miro a su jefa confundida-La señorita Sellon falleció hace un año ¿recuerda señorita?-.
Mylene parpadeo y miro a Julie, mientras endurecía la mirada-Criada estúpida, claro que ya se eso, simplemente fue una ilusión óptica-.
-Lo que diga señorita-dijo Julie molesta por ser llamada estúpida-su cena ya esta en la mesa, que tenga una buena noche-.
-Deja de hacerme perder el tiempo y lárgate con tu esposo, recuerda que debes estar aquí mañana para limpiar y espero que se lo hayas dicho a los otros criados-.
-Si señorita-.
-Bien, retírate-.
Y mientras Julie esperaba a que su esposo la recogiera, Mylene entro a su lujosa residencia, más que una casa parecía un hotel o incluso un museo, Mylene camino por los pasillos hasta llegar al comedor.
Tal como Julie le dijo, su cena ya estaba servida, se trataba de un plato de avena caliente con algunos trozos de carne, a su lado tenía una jarra con agua fresca y una taza de chocolate caliente.
Y así, sola, en aquella gigantesca mansión, Mylene se dispuso a disfrutar de su humilde cena sin ninguna compañía, mientras que en todos los hogares se celebraba la navidad y el nacimiento de Cristo.
¿Qué se puede decir de alguien que no quiere disfrutar la navidad en compañía de sus seres amados? Nada.
Nadie sabía a ciencia exacta porque Mylene era una persona tan fría y déspota, llena de odio hacia la época más feliz del año, ni porque siempre prefería estar sola que acompañada, su única amiga había sido Sellon, pero ambas eran iguales, odiaban la navidad y siempre preferían trabajar.
Ambas celebraban esa época de la misma manera, ni siquiera querían pasarla juntas, algo que no cambio en todo el tiempo que se conocieron.
Y finalmente, la muerte alcanzo a Sellon, para Mylene, su amiga se había ido como una mujer importante y poderosa, que equivocada estaba.
Pero esa noche iba a pasar algo que provocaría un cambio radical en su forma de pensar y ver las cosas, algo que podría salvar su alma.
Continuara…
Ya quedo el primer capítulo de este nuevo fic, espero les haya gustado, cualquier duda que tengan se las responderé con gusto, a lo mucho este fic tendrá 6 capítulos y comenzare con Power Rangers Infinito.
Les mando un gran saludo a todos y que se encuentren perfectamente.
Nos vemos….el jueves…si Dios quiere….
