Esta historia está situada después de la muerte de Kutner.
Disclaimer: Obviamente nada de esto me pertenece (Solo Amelia Anderson) lo demás es todo de David Shore.
Capítulo 1:
No podía ser, no esa mañana. ¿Cómo me he había podido quedar dormida la mañana en la que tengo una entrevista de trabajo tan importante para mí? Salí de un salto de la cama y me vestí, peine y lave los dientes en un tiempo record, cogí las llaves del coche y un donut y salí corriendo al aparcamiento con los tacones en la mano. 9:15. Llegaba 15 minutos tardes y ni siquiera había arrancado el coche. Iba a toda velocidad, saltándome los semáforos y escuchando los insultos y pitidos de los demás conductores. Por fin llegue al Princeton Plainsboro, aparque a toda prisa, casi ocupando dos sitios y dándole a un coche, ni siquiera paré a preocuparme por el bollo que le había hecho, baje del coche con los tacones en la mano y corriendo por en medio del aparcamiento. Y ahora, ¿Dónde se suponía que estaba el Departamento de Diagnostico? Les pregunte a varias enfermeras, que o bien me daban unas indicaciones escasas o bien estaban demasiado ocupadas como para ayudar a una loca que iba corriendo por en medio del hospital.
No podía ser, esto no me podía estar pasando. 9:33. Estaba perdida, nerviosa y echa una furia. Departamento de Oncología, desde luego sí que estaba perdida. Iba tan distraída y todavía con los tacones en la mano y medio corriendo cuando de repente me choque con algo y me caí al suelo. Miro para arriba y me encuentro con un hombre alto, pelo castaño oscuro y creo que se estaba disculpando y ofreciéndome su mano para levantarme, pero yo estaba tan enfadada que me levante sola.
-¡Podría mirar por donde va, gilipollas! – Le grito mientras sigo mi camino en busca del perdido Departamento de Diagnostico, mientras aquel hombre me miraba perplejo.
Camine un poco más, con la esperanza completamente perdida, hasta que lo vi, Gregory House, Departamento de Medicina Diagnostica. Si, por fin, me puse los tacones, me arregle un poco el pelo y entré.
-Siento el retraso , soy la Dra. Amelia Anderson, venía por la entrevista- Le tendí la mano pero él no dio la mas mínima intención de apretarla
El estaba sentado con los pies encima del escritorio y jugando con una pelota. Miró su reloj.
-Decir que es un simple retraso es quedarse corto. Las 9:47. Creo que es un poco tarde para la entrevista.
-Lo siento , he tenido un problema buscando esto.
-¿Solo buscándolo? Creo que se le han enredado las sábanas un poco.
-Sí, me he quedado un poco dormida pero…
-Eso será porque no le interesa mucho el trabajo.
-No señor, todo lo contrario, tengo muchas ganas de entrar en el equipo. - Estaba tan nerviosa, seguro que no me hacia la entrevista. Abrió un fichero y empezó a mirarlo.
-Dra. Amelia Paterson, neurocirujana, le pasaron un curso en la Universidad, las mejores notas de su promoción y trabaja en el Hospital Mayo. Siéntese ya que está. –Me senté, parecía que estaba dispuesto a hacerme la entrevista.
- ¿Por qué quiere dejar la neurocirugía en la que le pagan tan bien y en la que es tan reconocida para venir aquí?
- Quería cambiar y hacer algo nuevo.
-¿Se acostó con su jefe? Si es así dígamelo y la contrato ya. – Dijo de manera un poco lasciva.
Yo me quede con la boca abierta ante aquel comentario.
-No, no me acosté con mi jefe. –Me habían dicho que el Dr. House era un impertinente y que no tenía ningún tipo de respeto, pero también sabía lo buen médico que es.
-Aunque puede que la contrate si viene así vestida todos los días. –Miré mi vestido, era negro y ajustado, con un poco de escote y unos tacones altos. Para que me contratase tendría que jugar a su juego, no podía verme intimidada.
-Tengo modelitos mejores. –Le conteste seria pero medio sonriendo. El no se esperaba aquella contestación. – ¿Acosa sexualmente a todas sus empleadas?
-Sí, no te sientas tan especial. Dígame, ¿es bisexual? Lo digo porque me estoy imaginando una escena bastante buena con una empleada mía.
-Esa es una pregunta personal, no profesional, así que no la contestaré. –No pensaba contestar a cosas personales de ese tipo, no le daría ese placer. – Si quiere saberlo tendrá que contratarme para averiguarlo.
El me miró con una media sonrisa y ciertamente interesado. Creo que había conseguido llamar su atención.
-Contratada, el lunes a las 9 en punto, ¿sabe lo que significa estar a las 9 en punto?
-Sí, no llegaré tarde Dr. House, gracias por contratarme.
-Más bien estas en una de prueba, si veo que fallas, te mandaré a la calle. –Salí de su despacho dispuesta a demostrar todo lo que podía dar, aunque estaba ciertamente nerviosa, el equipo del Dr. House es muy bueno, espero estar a la altura.
Estaba tan contenta, llegué al aparcamiento y sí, efectivamente la grúa se lo había llevado. Me empecé a reír de manera descontrolada. Le hice un bollo a un coche. Insulté a un hombre en medio del pasillo. La grúa se ha llevado mi coche. Pero me han contratado.
Tanto si les ha gustado como si no, por favor, dejen un review para saber si continuar con esta historia o no. (Es el primer fan fiction que subo).
Gracias por leerlo
