Dueño del destino
Chicago, 1918.
Estaba sola en una habitación privada, (pues mi familia era adinerada) mientras quien sabe cuantas personas están afuera en recepción falleciendo. La verdad no es como si yo fuera a salir de esta situación.
Estaba muy afiebrada, no podía moverme y no tenía fuerzas para nada; Estaba exhausta física y mentalmente, tener cientos de voces en mi cabeza gritando de dolor es insoportable, por lo que trataba de ignorar esas vocecillas.
Entró en la habitación, el Dr. Cullen, era un caballero muy gentil, hermoso, perfectamente hermoso como lo que el era: Un vampiro. Si, podéis llamarme demente, pero es verdad. Lo había leído tanto en su mente, y como se había transformado. Era una historia realmente triste de escuchar.
—No puedo decirle que su esposo ha fallecido, sería muy cruel si la veo en estas condiciones. – pensó el vampiro.
¿Qué? Mi Edward había muerto, estaba desesperada, quería llorar, pero ni siquiera mi cuerpo respondía a esto, no podía moverme.
—Querida Elizabeth, su marido fue llevado a otro hospital, aquí no había mas espacio… pero no te preocupéis, el esta bien. – me dio una sonrisa, forzada supuse yo.
Se sentó junto a mí, por lo que decidí vagar en su mente, se que no era lo correcto en una dama ser tan metiche, pero el en verdad era muy fascinante, pensaba muchas cosas a la vez, su mente era asombrosa.
—Edward esta inconsciente, no creo que pasé de esta noche, La señora Masen tampoco, su corazón late débilmente… Edward es tan… no lo sé… se ve un niño bueno, es como el hijo que siempre quise tener, a lo mejor por las circunstancias que el está pasando podría convertirlo… ¡No Carlisle! No puedes ser tan egoísta, quien querría convertirse en un vamp- en un ¡monstruo! No puedo arrebatar la vida a un humano como me lo hicieron a mí.
Perfecto, estaba todo decidido, lo había visto en sus pensamientos, mi hijo estaba muy mal, aunque yo también estaba casi al borde de la inconsciencia.
Sabía que junto a Carlisle el nunca se convertiría en un monstruo sanguinario, el era un vampiro noble, que se alimentaba de animales simplemente, aunque no lo satisficiera completamente. No quería que el muriera, ya había perdido al amor de mi existencia, no podía perderlo a él.
Bien, es hora de gastar todas mis fuerzas, ahora Carlisle será el dueño del destino. Espero que el tomé el que sea correcto. Convertirlo, se que sería lo mejor.
Carlisle… - murmuré, tratando de levantarme
Ssh… tranquila, recuéstate.
¡Carlisle Tienes que salvar a mi hijo! – grité, no se de donde saqué tal energía, pero seguí hablando – Haz todo lo posible por salvarlo, lo que esté en tus manos. ¡No importa como, solo sálvalo!
Me miró con cara de sorpresa.
¿Ella dijo eso? Imposible. ¿Cómo lo sabe? – pensó. – Claro haré todo lo posible- dijo.
Tenía mucho sudor en mi frente, causado por la fiebre. Cerré mis ojos, ya podía fallecer tranquila, sabiendo que Edward tendría una nueva oportunidad de vivir. Y con mi amor, el cuál me reencontraría en los cielos. Mi corazón dejo de latir.
Gracias a Cute moon, por su ayuda :) Me sirvió para algunas palabras en la historia & Summary. Y a Kare Cullen, que me ayudó con el título de la historia. Si quieren que haga un POV de Carlisle, avisen! Si quieren dan ideas :D
Dejen reviews, es mi primer fic, no sean malas… u.U
Javiera Cullen.
