Hola! Después de tanto tiempo regreso con una historia -yaoi, sí ._.- que nació después de leerme varios artículos del Underground o como cotidianamente se le dicen en Inglaterra,tube. Subway es un termino puramente americano, y de ahí la idea... xD
Yeah, me refiero al sub, o metro xD
Sin más, les dejo. Y por favor, no se olviden de revisar, ahora necesito practicar mucho mi redacción n_n
Underground or Subway?
Pareja: UsUk
Lemon, yaoi
Entre tropiezos, jaloneos y besos de paloma, corrimos hacía la salida del enorme edificio. Antes de salir, Alfred replegó mi cuerpo a una esquina del pasillo, jalaba mi traje, aflojando mi corbata para así besar mi cuello y acariciar mi espalda, provocándome fuertes escalofríos.
—Stop it…—le pedí sonriendo altaneramente, después de cortar sus lascivos besos para poder respirar, separé su masculinidad anteponiendo mis manos a su pecho.
—I can't…—susurró él a mi cuello, erizando mis cabellos y haciendo que cerrará las piernas—.You're perfect; your skin, your voice, you sighs...
Estuvimos besándonos otros cinco minutos más, hasta que notamos que la hora del almuerzo había terminado. Si no queríamos ser molestados teníamos que irnos antes que los demás países de la G8 llegaran a la sala de juntas. Buena idea la de Alfred de ir por algo rápido a la cafetería y regresar a charlar los dos solos en la sala.
Ajusté mi corbata, mientras el acomodaba sus doradas hebras, nos dimos un beso rápido y salimos del edificio, caminamos dos cuadras al azar, para que luego él se girara hacía mi.
—¿A dónde vamos,baby?
—No sé… Todo depende que quieras hacer.
—Te diría que fuéramos al hotel… Pero como el caballero que soy y como la dama que eres no podría llevarte ahí.—respondió sonriente.
Lo miré divertido, si no hubiese tanta gente en la calle le hubiera dado un beso. Ya han pasado dos o tres meses desde que el me confesara que me amaba, aunque no le respondí igual por pena y pudor, besé sus labios mientras le reclamaba por los largos siglos que había tardado en pizcar el valor para decírmelo.
—Vamos… a mi casa...—Respondí, sin embargo me di cuenta que no estábamos tan cerca como hubiese esperado. No podíamos regresar por el automóvil de Alfred o el mío; ir era arriesgarse a encontrarse con un pervertido francés que preguntaría el porque hemos dejado el portafolio, porque la tardanza, y el "¿Dónde demonios estaban?" con acento libidinoso.
—Yeah, I follow you.
—Well… First, we should board the underground…and…—Me detuve calculando las estaciones, y que tan cercano quedaría a mi hogar.
—Underground?...—susurró él, quedando pensativo, luego bajó la mirada y miro la punta de sus brillosos zapatos.
—Yes…oh!, the subway—respondí, sonriendo al recordar las variaciones que ese tipo había hecho para nombrar las cosas en su casa.
—Yeah…-Alzó el rostro mirándome dulcemente. -Go…
A paso rápido me dirigí a la estación más próxima, mientras Alfred iba detrás de mí girando la cabeza y mirando lo que las calles londinenses le ofrecían. Como había terminado la hora del lunch, y a diferencia de cuando acabábamos de salir de la junta, las cafeterías estaban tranquilas, pero eso no quitaba que las esquinas olían aun a pescado y papas.
Bajamos las escaleras, compré dos pasajes, y por decisión de Alfred tomamos el último vagón del convoy, por extraño que pareciera, no había nadie, así que nos sentamos en el fondo.
Apenas se cerraron las puertas y el tren ingreso al túnel sumergiéndose en la oscuridad, Alfred jalo mi rostro, volviendo a besarme como si la caminata en las frescas calles de mi casa no le hubieran bajado la calentura. Correspondí, mientras me levantaba de mi asiento, e incómodamente me sentaba en las piernas de Alfred, el movimiento anormal del tren hacía que su entrepierna se frotara maravillosamente en mi culo.
—I want to have sex with you... here
—Estás loco…-Contesté mirando sus labios que ahora estaban rojizos y húmedos.—No vamos a hacerlo en el tube, es… sucio…Además, dijiste que si no íbamos al hotel era para no exhibirme, idiot…
-Please…
Acaricié sus mejillas, mientras hacía el conteo de las estaciones, más o menos, teníamos treinta minutos hasta que llegáramos a White City…Recé porque nadie subiera a ese vagón, y acepté moviendo la cabeza.
Holborn
Se escucha la próxima estación, regresé a mi asiento y esperamos que el tren se detuviera, mientras lentamente acercaba mi mano al miembro aun debajo del pantalón de mi amante. Alfred entrecierra los ojos y reprime un gemido. Comencé a acariciar aun sobre la tela y fijé la mirada a la puerta del vagón, qué suerte, nadie sube.
El tren vuelve a marchar, y apenas se oscureció, bajé la cremallera de mi americano, para comenzar a sacar su miembro, miró sus brillantes zafiros, para sonreirle, luego me pongo de rodillas frente a él y comienzo a masturbarlo a dos manos. Son las caricias más difíciles que he hecho, el movimiento del convoy y los escalofríos de Alfred hacen tembloroso mi agarré; y él se da cuenta.
—S-si es una tarea muy grande podemos dejarlo pa-para después—dice sonriendo.
—Idiota...
Alfred dirige su mirada a la ventana, a la par que contiene su respiración, entonces, cuando estoy a punto de tocar su espina con mi boca la velocidad del convoy disminuye.
Tottenham
Me levanté, sacudí el polvo de mis rodillas y volví a mi asiento, Alfred cubre su cintura con una gabardina, tratando de enfocar su mirada perdida y normalizar su respiración, se abren las puertas; nadie –gracias a Dios- sube.
Apenas cierra, y sin esperar que avance, Alfred me besa salvajemente, mientras espera a que descienda de nuevo a su miembro
Bajé tembloroso, lentamente, arrodillado descubro lo que la prenda cubre, y al ver su estado levantó la mirada divertido. Paso mi lengua varias veces, hasta que por fin me animo y lo engullo todo, mordisqueo suavemente la punta, enrollo mi lengua aun dentro, me sostengo de los muslos de mi amante, mientras este se lleva una mano a los labios y la otra a mis cabellos.
—A-Arthur…
—¿Mmmm?
—I-it… feels good… You're making it so good...
Bajé la mirada apenado, y aun con su miembro en mi boca traté de esbozar una sonrisa.
Siento como Alfred comienza a mover sus caderas, como si no pudiera contenerse durante más tiempo, apresuro el paso del acto, y el comienza a gemir ya sin contenerse…
Pero, cuando ya sentía su cuerpo estremecerme y su falo palpitar en mis labios a la par del agarre masculino en mis cabellos... notamos la velocidad de nuevo disminuir.
Oxford Circus
—Fuck!
—Shit…
Presuroso cubrí su pene, regresé a mi lugar y limpié las comisuras de mis labios, mi amante en cambio se acomoda el abrigo, levanta el rostro y cierra sus ojos, exhala fuertemente y trata de enfocar su mirada entrecerrada. Me encanta su rostro al hacer el amor, es masculino, fuerte, su mirada acuatica y sensual... cuando arremete contra mi cuerpo tiende a perder su visión en puntos vagos... como si estuviera ebrio; y ello me enloquece. Ambos temblorosos dirigimos la mirada a las puertas, él impaciente y frustrado por el orgasmo contenido, yo por la excitación y sensación dolorosa que se centra en mi entrepierna.
Nos miramos durante un par de segundo, sonreímos apenados y lujuriosos.
Dios debe de estar de un jodido humor, o ha temblado tan fuerte que todo el mundo ha muerto, y los que quedan por temor no usan el tube, porque tampoco en esta estación sube nadie.
De nuevo en marcha, me siento en sus piernas, abriéndome yo mismo la cremallera, tomo mi miembro, acariciándome precipitosamente.
—Creí que no te gustaba ser exhibicionista.
—Shut up, idiot…
El aprovecha para besarme en el cuello, desabrochándome algunos botones de la camisa, aun con la corbata en el cuello, sigue pasando su lengua en mi pecho. Respondo como me es posible, me siento mareado, desubicado, aprovechó para decirle en voz audible como me gusta que me lo haga... y en susurros cuanto lo amo. Tiemblo, mientras siento sus manos recorrer mi espalda y bajar poco a poco a mi trasero.
—Hazlo... hazlo ya...
Besa mi frente.
Está pensando su siguiente jugada, está mirando fijamente mis ojos… Toma mi mano, para besarla, luego dos de mis dedos son guiados a su boca.
—Hazlo… tu mismo…
—No seas soberbio, maldito yan... ¡Aaaaaah!...- Es demasiado tarde, mi americano ya ha llevado mis dedos a mi entrada, totalmente apenado y tembloroso, meto mi índice y medio, mientras aprieto los músculos de mi interior, es tan diferente hacerlo a que é lo haga—.…I-I… can't…Aaaaah!
Alfred ayuda a empujar, sosteniendo firmemente mi muñeca y con la mano izquierda mi cintura. No podemos perder mucho tiempo, empuja más hacía mi interior, mientras siento como mi carne se va abriendo y papitando suavemente. Meto, saco, abro y deslizo, aprieto mi anillo y bajo la cadera hasta que siento mi punto.
—Kgh!...ALFRED! –Grito, mientras echo la cabeza hacia atrás, sin dejar de mover mi mano, mientras mi estadounidense me abraza de la cintura y hunde su boca en mi cuello… siento su risa, su nariz aspirando mi aroma, disfrutando el que me de placer, mientras yo me siento morir.
—Buen trabajo, lo encontraste... —dice burlón, mientras me acaricia lentamente mi espina.
Bond Street
Estando a poco de llegar al orgasmo, siento como mi dueño se ha vengado, haciendo que sacara mis dedos, estando medio consciente de mi mismo, acomodo mis pantalones, tembloroso, y cierro mi saco para evitar que alguien note la camisa semiabierta, la saliva en mi cuello…
God, si alguien viera mi estado sería imposible que no saliera corriendo por el police a acusarnos de exhibicionismo. Estaba tan lejos de mi propio estado que no me hubiese importado que mi Reina me viera así… Solo quería que Alfred me tomara, como siempre lo hacía, rudo, necesitado, fuerte… pero siempre pensando en que yo también debía llegar. Hacer el amor con él era fácil (Y digo fácil porque no aplica aquí los dolores del día siguiente), me amaba y yo lo amaba, y así lo reflejábamos a la hora de ello; no podíamos disfrutar sabiendo que el otro no gozaba.
Ambos tratamos de guardar compostura, y de reojo miramos hacía las puertas, confiábamos en la buena suerte que nos estaba acompañando, pero todo se vino abajo cuando un tipo llego de la mano con una chica, afortunadamente se sentaron lejos de nosotros, siendo cubiertos por la lamina que marca el final de la hilera de asientos.
Alfred espero a que el tren avanzara antes de hacer cualquier cosa, apenas entro al túnel, comenzó a abrochar los botones de su camisa discretamente.
—What are you doing? —pregunté, demostrando mi desconcierto, tomando una de sus manos para detenerla.
—My Darling… Si lo que querías era evitar el exhibicionismo. No podemos, ya será en otra ocasión.
En condiciones normales hubiera sido yo el de la idea de detenernos, pero con el dolor de mi erección, y los escalofríos de mi espalda, no podía permitir que eso pasara.
—No, lo quiero ahora y aquí.
—¿Estás loco? No voy a penetrarte frente a dos personas. ¿Qué pasará si alguno se enamora de tu cara llena de placer? —dijo mientras soltaba sonrisa.
—No… me importa… quiero hacer esto, en verdad…
Alfred tomó mi barbilla, acercándome a su rostro para besar mi frente. Asintió con un ligero movimiento. Se detuvo un momento, creo para pensar en la posición que podríamos hacer para no resultar tan llamativos. Me arrastró al final de nuestra hilera para que la lamina aquella nos cubriera, levantó la mirada para observar la pareja, parecía una pareja disfuncional; ambos estaban clavados en sus móviles, dos hileras a la derecha de nosotros; suficiente.
Me hizo descubrirme el trasero, mientras él se masajeaba su espina, me sostuvo de las caderas para ir guiando mi cuerpo. Antes de penetrarme dijo que lo tenía que hacer rápido, y que relajará mi cuerpo. Asentí. Pero no sabía bien a qué se refería hasta que sentí como me dejo caer pesado en su cadera, para ir empujando su pene en mi carne; me sentí morir.
—Kght... n-no... no ta-tan fuerte, torpe... —reclamé sintiendo aun como culebreaba para poder clavarse del todo. Me abracé de sus brazos que rodeaban mi cuerpo a la altura de mi estomago, sentí sus susurros vaporosos en mi cuello.
—So-sorry, honey...
Comenzó a embestir sin piedad a mi cuerpo, lleve una mano a mi boca para morderla y así matar los huraños gritos de placer y dolor, mientras el echaba la cabeza hacia atrás y arremetía sin esperar. Teníamos poco tiempo, así que Alfred debía embestir fuertemente, mientras yo ayudaba moviéndome a la par.
No tardamos más de medio minuto para comenzar a gemir, él en mi cuello, yo al vació del tube. Cuando tocaba mi próstata me sujetaba ariscamente de sus brazos en mi vientre, y cuando yo contraía mis entrañas el mordía mis hombros para retenerse. Ya en casa ambos notamos todos los moretones que nos habíamos hecho, el comentó que nunca había estado tan "salvaje".
Roces constantes a mi punto, los dedos de mi Alfred en mi miembro, y su boca calmando mis ardores fueron totalmente necesarios para sentir que estaba a punto de llegar al cielo, sentía los huesos de mi cadera llenarse de su miembro, apretados, exangües. Me detuve de su abrazo y me giré hasta donde podía para susurrarle.
-I can't more… -confesé a susurros.
-Me too… -dijo apenas escuchándose.
Entonces lo sentí, su caliente semen llenó y separó mis entrañas, mientras mordía sus labios para evitar el grito. Aquello hizo que terminara, comenzando a contraer mi entrada a deleite de mi amante, terminé salpicando el pasillo del convoy, no sin antes maldecir por aquella falta moral.
Marble Arch
Tambaleantes aun por el orgasmo, nos levantamos, tratando de no llamar la atención, mirando hacia atrás notamos que la pareja dormía, teníamos una jodida suerte de los mil demonios.
Abrochamos botones y subimos cremalleras, con el saco en el brazo, cubriendo las manchas de mi orgasmo, salimos de la mano, sin importarnos cuantas estaciones faltaban para llegar a casa.
—We're crazy… -dije, mientras me recargaba en la pared, dejándome resbalar y sentándome adolorido en el suelo de la estación.
—You were great— sonrió Alfred de pie, con una mano en el bolsillo y la otra en el saco—. Deberíamos hacerlo más seguido, honey.
—Idiot…
Me tendió la mano, y sin soltarme, nos dirigimos a la salida, sin mover del lugar los sacos jamás.
—Que hagas eso… por mí, es lo que más amo de ti.-dijo mientras subíamos las escaleras—.I love you so much.
-I love you… too…-contesté, sin importarme que caminábamos de la mano y retando a quien nos viera decidí besarle.
La próxima vez, tomaremos un jodido taxi.
Review?
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