¿Tom Riddle enamorado?.

Julia, una joven de slytherin, es la unica que descubre que el mago tenebroso mas temido del mundo magico tiene corazón, pero él ¿que sentirá?

Todos los personajes son de J. K. Rowling menos los desconocidos que son mios.

Estaban en una de las tantas reuniones que el profesor de pociones organizaba para el selecto grupo de alumnos del colegio Hogwarts de magia y hechicería. Estos eran de distintas casas, diferentes edades y diversos talentos, pero tenían una cosa en común: Destacaban.

Estos de alguna manera habían logrado llamar la atención del profesor Horace Slughorn. Él mismo los llamaba "el club de las eminencias". Todos destacaban en diferentes cosas, tenían las mejores notas, eran buenos jugadores, venían de familias famosas, o simplemente eran carismáticos.

Estos al terminar el colegio, siempre se hacían famosos o eran importantes miembros de la comunidad mágica.

Esta noche era una de esas que el profesor llamaba a los que de seguro llegarían a su repisa de celebridades, en ella estaban: políticos, jugadores de quidditch, etc. había organizado una fiesta en la que se conocerían los ex favoritos con los nuevos y ahí estaba Tom Riddle de unos 16 años vestido con un traje negro, sin corbata y zapatos negros que le favorecía y mucho puesto que era un joven alto, con el cabello castaño, los ojos color chocolate profundos y sumamente guapo. Estaba escuchando una aburrida platica del profesor con el mismísimo ministro de la magia, sobre un tratado contra los duendes que se les rebelaban, cuando ella entro.

Estaba nerviosa, pero no se le notaba, ya que no demostraba mucho sus emociones. Julia, se había puesto un vestido azul oscuro que resaltaba sus escasas curvas, largo hasta medio muslo y zapatos de tacón negros no muy altos, busco a sus amigas con la vista y se encontró con Riddle que la miraba fijamente, le sostuvo la mirada hasta que el profesor de pociones la vio y le dijo al ministro.

-Disculpe, señor Watson, pero ahí esta Julia Jones, la mejor cazadora de todo el colegio y miembro de mi casa, creo que la conoce es la hija de Arwen la entrenadora del equipo nacional.-

-Si, si la conozco, desde niña, siempre fue encantadora y tiene el carácter de Charles.- ambos hombres rieron, Charles, el jefe de aurors tenia un carácter especial, fuerte y no dejaba que nadie le pase por arriba. Pero también era bastante gracioso cuando se lo llegaba a conocer, por eso se reían, ambos lo conocían bastante, el ministro porque fue su compañero y el profesor porque había sido víctima de sus bromas cuando recién empezó a trabajar en el colegio y también de las bromas de la hija mayor de este.

El profesor Slughorn fue hasta ella.

-Hola, Julia, me alegra que puedas venir, ya que siempre estas entrenando o estudiando.- le dijo con reproche, lo que ella le dio una sonrisa de disculpa y le contesto.

-Lo siento, señor, pero si queremos ganar la copa de nuevo debemos trabajar duro y si quiero conservar mis notas, también.- lo que el profesor no sabia era que ella siempre inventaba una excusa para no ir a las reuniones.

-Esta bien no importa, no discuto los resultados de los entrenamientos, me gusta tener la copa en mi despacho, creo que Albus ya ni se acuerda de como es.- rió el profesor, la tomo del brazo y la condujo hacia donde estaban el ministro y Tom, ambos estaban hablando del tratado, hasta que ellos llegaron.

-Julia, querida, ¿como estas?.- la saludo el ministro.

-Bien, señor, hola Riddle.- saludo al ultimo con tono seco.

-Jones.- respondió Tom en el mismo tono.

-Por merlín!, cuando se van a llevar bien ustedes dos, sin duda son los mejores de los que hay aquí y se llevan como perro y gato desde que se vieron.- se quejo el profesor.

-Bueno, Horace, los niños son así, ni siquiera ellos se entienden y ¿pretendes entenderlos tu?- bromeo el ministro y ambos se rieron, en cambio, los dos jóvenes se fulminaban con la mirada.

De pronto musica movida comenzó a sonar y las amigas de Julia la fueron a buscar para bailar, las tres se disculparon y fueron hacia la pista unos momentos y cuando el profesor desvío la vista para seguir hablando con el ministro ellas salieron de la fiesta, Tom las vio, se disculpo también y las siguió.

-Oigan, chicas, gracias, con eso del tratado de los duendes rebeldes, casi me duermo.- las tres jóvenes estallaron en carcajadas.

-Si, tenias una cara de aburrimiento, que no lo pudimos evitar.- dijo Tatiana.

-Para eso estamos las amigas, Juli.- añadió Celine.

-Les digo chicas, ¿que seria de mi sin ustedes dos?-

-Seguro te juntarías con gente como Black- bromeo Tati.

-¿Que? y ¿estar detrás del prefecto perfecto de Riddle?- dijo Julia con sorna. -prefiero estar en casa sin hacer nada o en otro colegio.- Tom al escucharla rodó los ojos.

-En serio Juli, ¿porque no te cae bien? es tan guapo y listo...- pregunto Celine con ojos soñadores, mientras salían al patio a escondidas, ya que era casi media noche y no tenían permitido salir del castillo a esa hora, Tom espero a que conteste antes de intervenir.

-No voy a responder a eso.- respondió cortante, aunque si era sincera ni ella sabia, simplemente no le caía bien.

Cuando estaban por salir, Tom les dijo. -Que crees que haces, Jones, estas no son horas de salir.- la nombrada ni se molesto en voltearse.

-No es tu problema, Riddle. Vete a molestar a otro lado.- dijo todavía de espaldas y sin detenerse. Tom la tomo del brazo y la dio vuelta.

-Si molesto en otro lado o no es asunto mio, Jones, pero si le quitan puntos a Slytherin por tus tontos paseos nocturnos si es mi asunto.- le dijo a centímetros de su cara. Estaban tan cerca que Tom pudo ver que en su nariz, ella tenia algunas pecas, y ella casi se pierde en los ojos oscuros de él.

-y recuerda, Jones, que un castigo mas y te quitan la capitanía del equipo, no quieres eso, ¿verdad?- añadió él con una sonrisa picara. Ella rodó los ojos.

-Bien.- dijo en un susurro.-tu ganas esta vez, Riddle, la próxima vez, me asegurare de que no me sigas.- dicho esto, dio media vuelta y se fue. Dejándolo solo en el pasillo, ahí se dio cuenta de lo bien que le ajustaba el vestido.

Tatiana y Celine se dieron cuenta de como Tom y Julia se miraban y se dirigieron una sonrisita cómplice.

Lo que nadie vio, es que había otra persona que vio, escucho y se fijo en lo mismo, dejándola furiosa.