- Titulo:Cette Vie
- Autor: WritersCompulsive (Miku_Cullen)
- Disclaimer:Twilight y todas sus referencias no nos pertenece, son de la escritora del best-seller, Stephanie Meyer.
- Notas:
* Hola a nuestras lectoras. Como podrán ver esta historia no es parecida a ninguna que hayamos subido antes y es que no hemos hecho nada en conjunto. Esta idea es mía (Miku_Cullen) y surgió día completamente de la nada. Espero que les llegue a gustar y que me hagan saber qué es lo que les parece para seguir subiéndola o simplemente dejarla en mi computadora para mi entretención.
- Algo que deben saber:
1.- Los reviews se responderán a través de PM
2.- No gano dinero haciendo esto, sólo lo hago por diversión
ENJOY!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. -.-. Compulsive .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- .-.-.-
25 de abril de 2011
El día del cumpleaños de la pequeña Anabelle, eso era lo que ocurría el día de hoy y que mantenía a toda la familia Masen Frost más alegres que nunca. Sus padres, Edward y Elizabeth, habían hecho un alto en sus ajetreadas vidas empresariales y en este momento ellos tres, sumados a su hijo mayor, se encontraban cenando en uno de los más lujosos restaurantes de la ciudad de New York.
La importancia de aquella familia era conocida por todo el mundo, o al menos por todos aquellos amantes de la buena tecnología. Masen Company era la mayor empresa creadora de software y artículos electrónicos de alta tecnología y exclusivo diseño y eso hacía que su posición en el mercado fuera el mejor.
A pesar de la gran fama que poseían en la actualidad, debemos admitir que esto no fue siempre así. Edward Masen padre era el hijo mayor de la familia Masen Jancovich y solo era seguido por su hermano cinco años menor, James. Los dos, junto a sus padres, vivían de una manera humilde pero con buen pasar económico, les alcanzaba para vivir cómodamente. Lamentablemente la tragedia se dejó caer sobre la familia, quitándoles sus dos pilares fundamentales y dejando a estos jóvenes en el desamparo, viviendo solo con sus abuelos. Gracias al cielo todo comenzó a mejorar debido al ímpetu y el espíritu de superación que poseían los dos hermanos, quienes no se dejaron vencer por los azares de la vida.
Ambos jóvenes terminaron con su educación secundaria y luego fueron a la universidad. Edward estudió ingeniería en informática y su hermano se decantó por la administración de empresas. Al acabar, entre los dos crearon una empresa de tecnología que comenzó a crecer a pasos agigantados.
Pero no todo eran negocios y estudios en la vida de estos jóvenes, el amor también se abría paso. Mientras que James salía con una joven estudiante de leyes y de buena situación económica, su hermano salía con una joven camarera que lo atendía cada vez que él iba a beber un café cada mañana antes de ir a la universidad. El nombre de la chica, Elizabeth.
Esta chica, camarera para subsistir pero con una gran mente programadora computacional y muy buena con los números, no tenía una vida muy diferente a la de él. También se había criado sin sus padres y hacía lo que fuera para subsistir.
Comenzaron una relación que fue creciendo poco a poco y que finalmente dio como primer fruto al pequeño Edward Anthony de apenas 3.100 kilos y 48 centímetros. Desde ese 20 de junio de 1995 su vida había cambiado. La empresa comenzó a crecer aún más y tomó mucha más importancia de la que tenía.
La vida de los Masen iba de lo mejor, no podían pedir nada más. Habían pasado de ser jóvenes huérfanos y con unos pocos dólares y centavos en los bolsillos para subsistir a tener los bolsillos llenos de dinero.
Mientras James se dedicaba a salir y pasarla bien, malgastando su dinero, su hermano se dedicaba a disfrutar de su vida en familia, manteniéndose alejado de los paparazzi, los flashes y la buena vida que se daba su hermano y que tanto adoraba este.
Cinco años más tarde la vida de los Masen Frost volvió a dar un nuevo vuelco cuando llegó a sus vidas la pequeña Anabelle. Ella había llegado a llenarles de más dicha y con todo un nuevo mundo de ideas y proyectos para la mente de su padre, al igual que lo había hecho su hermano. Ellos eran su inspiración y gracias a ellos su popularidad aumentaba con cada día que pasaba.
— Feliz cumpleaños, mi pequeña princesa— le dijo su padre levantando su copa llena de un fino espumante—Eespero que disfrutes de esta noche y que te guste tu regalo— le entregó una alargada caja de terciopelo rojo.
— Gracias papis— les agradeció la pequeña con una sonrisa y abriendo la caja que estaba entre sus manos— ¡Es hermoso! ¡Gracias!
El hermoso brazalete con dijes brillantes relució en el interior de su estuche y lo hizo aún más cuando Elizabeth lo sacó para colocarlo en la muñeca de su hija menor y entrando en contacto con las luces del lugar.
— Te queda precioso, mi vida— le dijo su madre, besándole la frente.
— Muchas felicidades, Belle— la felicitó su hermano abrazándola fuertemente contra él— ¡Salud por mi hermanita!
Todos levantaron sus copas y vasos con alegría y bebieron un poco del contenido de estos, para luego comenzar a comer entre risas, bromas sin sentido y conversaciones varias.
Poco le importó a Edward padre gastar una gran cantidad de dinero en la cena o en el regalo de su hija. Si podía hacerla feliz, así lo haría. Tenía un extraño presentimiento hace unos días y no quería que pasara algo sin poder mimar y disfrutar a sus hijos.
Al acabar con la cena pagó la cuenta, le dejó una buena propina a los meseros y salieron del lugar, llamando la atención de todos los presentes con sus trajes caros o con su imponente estampa. Se subieron a su lujoso Aston Martin del año y partieron rumbo a su casa.
Lamentablemente el destino les tenía preparados otros planes.
Un camionero que llevaba varias horas manejando por todo el ancho de los Estados Unidos cargando una gran cantidad de productos. Las horas que llevaba manejando ya parecían ser demasiadas y ni siquiera fue consciente de cuando sus ojos se cerraron por una milésima de segundos, provocando que la vida de una familia cambiara en ese instante.
Edward padre, a pesar de sus años de experiencia tras el volante de los autos, no pudo evitar el inminente choque entre los dos vehículos.
— ¡Cuidado Edward! — gritó su esposa tratando de evitar lo inevitable
Ese día, precisamente ese día, Edward hijo había decidido no colocarse el cinturón de seguridad, pero su hermanita si iba en su silla ¿Para qué colocárselo si iban a solo unas cuadras del lugar donde habían cenado? Esa fatídica decisión provocó que su cuerpo, delgado pero bien fornido cuerpo, saliera eyectado por el parabrisas, quedando tirado sobre el frío asfalto de la ciudad.
Tal vez la fortuna o la mala fortuna se cruzó por la vida de este muchacho cuando un vagabundo lo recogió y lo llevó a su "refugio" después de percatarse del accidente que había ocurrido. A pesar de haberlo ayudado quitándolo de la calle, sus intenciones no eran las mejores y tomó la billetera del joven, llevándose sus identificaciones, el dinero que tenía y todas las tarjetas que tenía en ella, dejándolo sin nada. Después de sacar lo que necesitaba se dio a la fuga, dejando el malherido cuerpo del chico tirado bajo unas cajas de cartón, en el suelo.
— Edward— fue lo último que alcanzó a recordar antes de que el dolor y la negrura se lo llevara directamente a la inconsciencia.
Continuará…
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. -.-. Compulsive .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- .-.-.-
N/A: Los agradecimientos van a las autoras Sandryttaa y Jnnfrmrz por sus consejos y ayudarme en esta locura que les acabo de dejar
Un beso, para todo los que leen y doblemente para los que dejan reviews haciéndome saber su opinión… Hasta la próxima
