"Ley"
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Summary: Porque suficiente era con uno luchando contra delincuencia, ahora, dos con el mismo rostro y en el mismo lado de la ley era terrible.
Nota: AU. Menma & Naruto.
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"Juez de Acero"
Para él no era fácil tener que lidiar día con día con la peor escoria de la tierra. Trataba casos de toda índole porque se sentía plenamente convencido de su vocación.
Su deber era que los malos quedaran en las cárceles hasta morir, o al menos lo intentaba. Ser uno de los jueces más jóvenes le había costado mucho, lo suficiente para levantar la envidia de los adultos, el odio de sus iguales y la admiración de los más jóvenes.
Ladeó su rubia cabeza mientras tomaba los documentos del próximo caso, según las evidencias recopiladas podrían conseguir unos cuantos años en prisión para el culpable, no podría recomponer la vida de la víctima, pero sí que podría darle la satisfacción de saber que el culpable pagase.
Lo peor es que era un "pez gordo", el culpable era hijo de un importante empresario de la ciudad, pero eso nada tenía que ver consigo, aunque aquello significaban problemas no solo para sí sino también para quienes le rodeaban, éstos ya estaban habituados; cuando escogió su carrera todos sabían que era un hueso duro de roer.
No permitiría que un inocente pagara por un culpable o viceversa. Evitaba lo mas que podía los reenvíos de los casos y trataba de obtener todos los detalles (incluso los más pequeños) para poder dar un juicio justo.
Acarició su cuello mientras abría el portafolio, la imagen anexa al frente del mismo le hizo fruncir su ceño.
"La víctima presenta hematomas en todo su cuerpo y laceraciones en sus brazos y piernas, en su muslo izquierdo tiene un agujero que casi perfora el hueso. Se confirma que el arma con la cual se realizaron las laceraciones y el agujero fue con la misma arma: un destornillador..."
Su mirada se torno más dura a medida que iba leyendo. Violada varias veces y golpeada, casi muere. Escapo del último asalto cuando golpeó a su atacante con una botella que provocó varias heridas en el rostro del victimario.
—Hay que ver cosas... —murmuró, echando su cabeza hacia atrás, tratando de liberar un poco de tensión. Respiro profundamente. Aquello iba a ser difícil.
Sabía que era poco probable que la víctima quisiera ir al juicio, pero era necesario. Necesitaba su testimonio, aquello en conjunto con las pruebas harían que el bastardo quedará para siempre en prisión, aunque probablemente ella no quisiera o su familia y era comprensible.
A nadie le gustaba tener que enfrentarse de nuevo a la persona que destruyó tu vida, chasqueó la lengua, no le gustaba pero tendría que, de ser necesario, forzar la presencia de la víctima y a la vez, testigo.
Entrecerró sus ojos, un testigo. Volvió a hojear los documentos, buscando con sus ojos bien instruidos a buscar aquella palabra que resaltará entre todas las demás.
—Menma —el aludido detuvo su búsqueda al escuchar aquella voz, girando su cabeza en dirección a la misma.
—Sakura —musitó él en voz baja, con el ceño más fruncido que antes—. Te he dicho que debes tocar antes de entrar —espetó con suavidad.
—No sé cuantas veces querías que tocara la puerta —bufó ella, entrando a la estancia —te he estado llamando desde hace un rato —se acercó a él depositando una taza de té en un pequeño espacio en la mesita baja.
Él pareció ligeramente sorprendido y ella enarcó una ceja.
—Lo siento —se disculpó, inclinando ligeramente su cabeza, sintiéndose un poco incómodo ante la atenta mirada de ella—. ¿Qué? —cuestionó después de un rato bajo su atento escrutinio.
—No permitas que este caso te absorba demasiado —señaló ella —incluso tu madre ha venido a verte y ni siquiera has asomado la cabeza fuera de aquí —Menma cerró sus ojos fuertemente y respiro hondo.
—Maldición —miró el reloj en su muñeca—. ¡¿Ya es tan tarde?! —exclamó, tratando de ponerse de pie pero ella lo empujó por el pecho y lo hizo sentarse de nuevo—. ¿Qu-?
—Tú madre ya duerme —bufó —y yo haré lo mismo dentro de poco —se apartó un poco —tu cena se encuentra en el horno —se hizo un corto silencio entre ambos—. No permitas que este caso te atrape —le dedicó una mirada de reojo y se marchó silenciosamente mientras Menma sentía que había fallado en algo más importante que encontrar a un testigo.
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Sakura acarició sus sienes mientras se sentaba en la cama, ¿cuán difícil era para aquellos dos idiotas anunciar que al menos estaban vivos?
Comprendía perfectamente sus trabajos, mientras uno se la pasaba fuera buscando a aquellos que deberían ser juzgados, el otro se la pasaba metiendo en prisión a quienes eran llevados a juicio; y al menos a este último lo veía más que al primero.
Se permitió soltar un pequeño suspiro mientras pensaba en Menma. A pesar de su juventud, había establecido desde muy temprana edad lo que quería ser, más aún después de que su padre fuese asesinado cuando tenía diecisiete años. Había trabajado arduamente todos aquellos años para encontrar al culpable del asesinato de su padre sin éxito, pero por mientras, se encargaba de darle justicia a aquellos que podía.
No era de extrañar que muchos buscarán matarlo, no era alguien a quien se pudiera sobornar o atemorizar, ni siquiera las amenazas de muerte valían, no cuando sabía que estaba en el camino correcto. Se recostó en la cama, recordando que hacía unos pocos años atrás Kushina-san había sido secuestrada con el fin de atemorizar a Menma y evitar que encarcelara a un pilar de la trata de blancas.
Recordaba el rostro de Menma cuando lo llamaron, sus rasgos endurecidos y su mirada fría.
—"Hagan lo que quieran, hacer esto solo hace que quiera colocar una sentencia aún mayor en la cabeza del convicto" —había dicho con lentitud y claridad; en ese momento pensó que Menma era un monstruo. Incluso los secuestradores sonaron sorprendidos y estupefactos cuando le gritaron si estaba dispuesto a ir tan lejos como para arriesgar la vida de su familia por dictar una sentencia.
Las siguientes palabras que dijo la hicieron estremecer en aquel entonces y aún lo hacían:
—"La justicia debe prevalecer por encima de todo y todos, aún a costa de ciertos sacrificios. La justicia es inamovible" —y corto la llamada.
Recordaba con perfecta nitidez todas las cosas que llamó a Menma, incluso los policías que estuvieron allí localizando la llamada se sintieron ultrajados porque su necesidad de justicia implicará incluso sacrificar a su familia, de allí se había ganado el apodo "juez de acero".
—"¡¿Vale tan poco la vida de tu madre que prefieres sacrificarla como un peón?!" —le había gritado antes de pegarle una sonora bofetada.
Jamás se había sentido tan mal como en aquel momento y, encima de todo, el otro idiota tampoco hacia gala de su presencia.
—"¿Crees que permitiría que mi madre muriera a manos de algún bastardo? Já, suficiente tuve con la muerte de mi padre" —Menma alzó su intensa mirada azul hacia ella—. "¿Me crees tan sediento de hacer justicia para sacrificar incluso a mi madre?" —negó con su cabeza—. "Habría esperado esta reacción de todo el mundo, menos de ti, Sakura" —había finalizado con el dolor reflejándose en su mirada mientras tomaba su móvil que sonaba incesantemente.
Sakura se acostó de lado en la cama, sintiéndose pequeña, muy pequeña, justo como lo había hecho en aquel entonces. Sus palabras la sorprendieron pero no hicieron menguar su angustia ni su enojo.
—"Ya hemos sacado a mamá..." —la voz casi idéntica a la de Menma, que salía de su móvil en altavoz atrajo la atención de todos—. "Esta tranquila y sin un rasguño, aunque no puedo decir lo mismo de esos malditos bastardos..."
—"¡Naruto...!" —se escuchó la voz de fondo de Kushina regañar enérgicamente a su otro hijo por su lenguaje.
—"Puedes proseguir con tu juicio con tranquilidad hermano, llevare a mamá a casa de los Uchiha y me reuniré contigo en el tribunal..." —Naruto había hecho una pausa mientras su madre seguía regañándolo—. "¡Joder mamá, sí que son unos malnacidos hijos de puta...!" —exclamó con energía sin importarle si lo estaban escuchando o no —"¡voy a romperle el culo a cualquiera que quiera hacerte daño, no voy a hablarle bonito a un maldito bastardo!"
Luego Menma le explicó que nunca había pensado sacrificar a su madre, solo había ganado tiempo para que Naruto y su equipo localizaran el lugar y pudiesen rescatarla, incluso había admitido que había sido un riesgo de 50-50, pero habían logrado el cometido con éxito.
Al final Menma consiguió cadena perpetua para el convicto pero el apodo nunca lo abandonó, incluso hasta estos días. Abrazo su almohada mientras seguía recordando.
A pesar de que Naruto había rescatado a su madre, ellos no lograron verse, apenas si logro atisbarlo cuando llegaba al tribunal de justicia aquel día, él y Menma hablaban con otros jueces, rodeados por unos cuantos guardias. Recordaba el contraste entre ambos.
Mientras Menma llevaba uno de sus trajes hechos a la medida en color gris acero, la camisa pulcra, la corbata perfectamente anudada y colocada dentro de su traje, Naruto llevaba una chaqueta de cuero y jeans que habían visto días mejores. Y su rubio cabello revuelto.
Había querido acercarse pero no era el momento y aunque pensó que lo volvería a ver al salir del juicio se sintió grandemente decepcionada cuando no fue así.
—¿Cuánto más vas a huir, Naruto? —murmuró con suavidad, pensando si el rubio menor tampoco en aquella ocasión regresaría.
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—Existe un testigo y quiero que descubras quién es —murmuró Menma, mientras miraba una de las fotografías del caso.
—¿Testigo? No recuerdo haber leído nada de un testigo —respondió con sequedad la voz al otro lado de la línea—. ¿No estarás confundiendo el caso?
—No, no lo hago —Menma dejo la fotografía junto a los documentos y tomó un sorbo de su té ya frío—. Existe un testigo, es alguien a quien quieren mantener oculto —suspiró —quizá sea un menor —señaló.
—Está bien, verificare entre las personas cercanas a la víctima menores de dieciocho —tomó nota para hacer eso a primera hora en la mañana.
—Por cierto, ¿sabías que mamá está aquí...? —se hizo un silencio sepulcral al otro lado—. Eso pensé, Sakura ha venido hace unas horas a echarme una reprimenda por estar ausente, si eso es a mi, qué no te hará a ti cuando te vea.
—No va a verme —respondió el otro con sequedad al otro lado—. Llamaré a mamá para invitarla a comer, pero no pienso pisar esa casa con Sakura ahí.
—¿Cuánto más vas estar huyendo de ella? —refunfuño Menma—. Ya han pasado cinco años de aquello, deberías ser ya lo suficientemente valiente para poder enfrentarlo —soltó un bufido —sino quieres reconciliarte con ella, al menos déjame casarme yo con ella.
—Menma, mete un pepino donde no te alcanza el sol y deja de joderme —gruñó el otro rubio—. Que seamos gemelos no te da derecho a querer meterte bajo las faldas de mi mujer.
—Bueno hombre, tremendo momento escoges para decir que es "tú mujer", ya que durante todos estos años solamente lo ha sido en papel —Menma esbozó como pocas veces una sonrisa ladeada —yo podría hacerme pasar por ti, ¿sabes? Somos idénticos, ella ni lo notaría —rió.
—Ella sí que lo notaría —espetó el otro —no te metas, deja las cosas como están y no mires a Sakura con tus ojos lascivos —advirtió, antes de colgar.
Menma miró el teléfono un poco contrariado, ¿ojos lascivos? ¿Él? Soltó una risita mientras echaba sus cabellos hacia atrás. Lo que más deseaba en el mundo es que su hermano menor pudiera exorcizar a sus fantasmas del pasado y retomar su vida junto a Sakura, aunque él la deseaba como mujer, no la amaba, al menos, no como lo hacía su gemelo.
—Así que meter un pepino donde no me alcanza el sol, eh —esbozó una pequeña sonrisa mientras daba otro sorbo a su taza de té frío.
Ya le preguntaría dónde exactamente era que se refería con ello, por ahora, debía seguir examinando su caso para apartar tiempo al día siguiente para compartir con su madre y evitar que Sakura lo tirase por la ventana.
Já, aquello seria gracioso: "Juez de Acero muere porque su cuñada lo arrojó por la ventana de su casa, al final, no era de acero".
Qué va, solo era un simple humano. Uno que gustaba demasiado de hacer justicia a los demás, mientras buscaba la suya propia.
Y lo lograría.
—¿Fin?—
"Ley" es un experimento que inicie el 11 de este mes (tremendo) cuando trataba de exorcizar el pensamiento de que nunca he escrito algo con Menma en medio y que sería lindo experimentar con él.
No, no me basó en lo absoluto de lo que está aconteciendo en el Anime (para quienes aún lo siguen) yo no lo sigo, pero tengo amistades que sí y ya me han dicho (y he visto fotos) de que andan animando (ajem, inventado, ajem) lo del Tsukiyomi Infinito y por ahí sale "Menma", los personajes al más puro estilo de RtN solo que sin ser RtN (cricricri).
En fin, este es un escrito proyecto que solo constará de dos capítulos (shots). Menma y Naruto. La idea de que Menma sea el mayor me agrada y que sea juez más aún, no sé, tiene la actitud badass para serlo.
Naruto, bueno, él es un tío que se la pasa bebiendo de bar en bar y cofcof, bueno, bueno, ya verán cuánto se emborracha en su correspondiente shot. La categoría es M porque tiene lenguaje soez y violaciones y eso. En el siguiente y último shot entenderán mejor :D
¡Espero que disfruten mucho de este pequeño escrito y me permitan saber sus opiniones al respecto!
¡Ja ne!
PD: No, no he olvidado Seductora Inspiración, aún trabajo en el, lamento no haber actualizado el mes pasado, pero ya pronto lo hago (después del 15 porque es el cumple de mi mamá), bye~~
