Konbanwa!!!

¿Cómo han estado? Espero que bien.

El día de hoy les traigo una nueva historia que, a petición de dos amigas (Lunahyugaelric y Rika Chwan) me pidieron que publicara un fic del TykixLavi o lucky.

Cabe mencionar que además de ser mi primer fic de lucky, es el primer Mpreg que hago, así que sean clementes conmigo, por favor.

Bueno, aquí van algunas advertencias acerca de este fic. Por favor, léanlas:

1.-La historia (como ya lo había dicho), es un TykixLavi y/o lucky, por lo tanto es del género Yaoi (chicoxchico), así que si eres homofóbica(o) o no te gusta el género, entonces retírate por favor de este sitio.

2.-Como ya lo había dicho, este es mi primer Mpreg, así que si no te gusta el género, también retírate por favor.

3.-Además de los géneros de Romance y Angustia, están también los géneros de Songfic (en este género aparecerá una canción para cada capítulo), Familiar, Drama y Tragedia.

4.-Las advertencias que deben de tomar en cuenta son las siguientes: Violación, tortura física y psicológica, humillaciones, Mpreg, (valga la redundancia), lesbianismo, heterosexualismo y otras que añadiré en cada nota de los capítulos que vaya añadiendo.

5.-Al igual que en las notas que puse del fic de LaYuu, la simbología es la misma, osea:

*El pensamiento del personaje se mostrará con ""

*Cuando el personaje repita el diálogo de otro personaje, se mostrará con

*Cuando se muestre una palabra desconocida, se mostrará con **
*Las notas de cada capítulo se mostrarán antes del título, para que así no haya confusiones de que si alguna cosa que se muestre en la historia de la insinuación de un spoiler o parecido.

Bueno, espero que el capítulo sea de su agrado ¡disfrútenlo! ^-^

PD: La canción que se utiliza como "opening", se titula "Kagami" (espejo), interpretada por Kanon Wakeshima, pista 3 del álbum "Shinshoku no Dolce". La canción que se utiliza como "Ending" se llama Concordia, interpretada por Kukui, para más información, mándeme un correo para descargar las canciones de este fic en su versión completa.

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Primer Opening

"Kagami" (versión corta)

Kanon Wakeshima

Ringo no doku wa
Chiisana hagata ga ubai
Shojo no uso wa
Bansan no seki de nemuru

Nanatsu no ai mo
Ooji no kisu mo
Saigo niwa subete
Shiroi hada ni tokeru

Kagami, Kagami
Watashi no minikui kokoro o utsuzu
Kagamiyo kagami, Konoyo de ichiban utsukushii nowa dare?

"La caída de las Hojas"

Capítulo I: "El juguete y el demonio"

Eran las diez de la noche cuando el tren llegó a la estación de San Petesburgo, para esto, era invierno y aunque la gente andaba bien abrigada, el frío era insoportable.

-Ay… Dios mío…. Que frío-Titiritaba el pelirrojo al salir del vagón con dos maletas a la mano: la suya y la de su mentor.

-Deja de quejarte, estúpido.-Dijo el anciano dándole una patada en el trasero al salir del vagón.

-¡Oye Panda ya bájale ¿no?!

-¡Cierra el pico, se nos hace tarde!

-Tsk. Que fastidio.-Refunfuñó cierto nipón con pésimo sentido del humor.

-Deja de refunfuñar y bájate rápido.-Se quejó Allen bajando del vagón junto con Lenalee.

-¡Cállate Moyashi!

-Me llamo Allen para tu información; oh es cierto, debo recordártelo a cada rato porque eres un tarugo.

-¡¿Qué fue lo que dijiste miserable Moyashi?!

-¡¿Qué dijiste miserable gusano?!

-¡Lo que escuchaste BaKanda!

-¡Te voy a matar!

-¡Pues inténtalo Bakanda!

-¡Ya basta con ustedes dos!-Gritó la china a la vez que los pateaba con sus botas activadas.

-Ay… estos niños…..-Suspiró el ojeroso anciano fastidiado.

Tras haber llegado al hotel, todos se dirigieron a descansar un rato, debido a que el viaje había sido largo y pesado, a pesar de haber usado el Arca para llegar al territorio ruso.

Sin embargo, Lavi no se sentía cansado, sino todo lo contrario.

-¿Se puede saber a dónde vas?-Cuestiono el Bookman senil.

-Voy a tomar un poco de aire, es sofocante estar en ese vagón por más de dos horas soportando a ese par de latosos.

Bookman ya no le dijo nada, puesto que Lavi, evidentemente, ya no era un niño, al cual tenía que estar cuidando. Lavi, por su parte, al ver que el senil no le decía nada, alzó los hombros con indiferencia, cerró la puerta y se marchó.

Al salir, se dio cuenta de que las calles se encontraban tranquilas y casi vacías; era normal, ya que eran las diez y media de la noche.

Comenzó a caminar sin rumbo alguno y con algo de prisa; pues no quería encontrarse con ningún Akuma y mucho menos con un Noé.

Llegó a un callejón totalmente solitario. De repente, fuertes náuseas lo atacaron al grado de provocarle el vómito. Tras haberlo hecho, comenzó a derramar lágrimas, las cuales dieron apertura al llanto que a su vez se hizo más y más audible.

-Dios… ¿por qué tuvo que pasar esto?-Sollozaba con angustia el aprendiz de Bookman, quien al sentir de nuevo las náuseas volvió a vomitar.-Me siento muy mal…. Y lo peor de todo… es que ya falta poco….-Susurró poco antes de volver a vomitar, pero ahora con más fuerza a modo de encorvarse, llevando una de sus manos a la altura de su vientre.

Debido al cansancio, cayó de rodillas, su cara lucía pálida por tanto vomitar, le dolía la cabeza y sus ojos estaban irritados y llorosos

Con mucha dificultad logró incorporarse, tenía que volver o de lo contrario la preocupación invadiría a su mentor, a quien probablemente no le vería la cara por el gran secreto que durante mucho tiempo había estado escondiéndole.

Comenzó a caminar con dificultad, como si fuera la cosa más difícil del mundo, cuando en ese momento copos de nieve comenzaron a brotar del cielo.

No le importó, pues la nieve quizás le ayudaría a relajarlo o por lo menos a despejar la mente de aquellos recuerdos que lo frustraban pero a la vez le hacían sentirse amado.

-Flash Back-

Eran la una de la madrugada en la Orden. Todo estaba tranquilo al punto de sentirse un ambiente lúgubre, pues todas las luces estaban apagadas, salvo las del departamento de ciencias y las de la biblioteca, en la que se eyectaba una tenue luz.

En el lugar más recóndito del recinto, se encontraba el futuro heredero del puesto de Bookman; sentado sobre el suelo y recargado sobre un librero, con la mirada perdida y apagada como si estuviera moribundo.

Comenzó a llorar en silencio, por su mente pasaban una y otra vez escenas que quería olvidar pero era imposible, ya que aquellas imágenes eran sucesos que se reflejaban en su cuerpo en forma de moretones, golpes e incluso marcas que lucían como mordidas.

¿Qué había hecho para merecerse semejante trato de parte de ellos? ¿Desde cuándo Allen y Kanda se juntaban para hacer de él su juguete? ¿En qué momento habían planeado violarlo a mitad de la noche para aplacar la maldita lujuria que los invadía? ¿Acaso era porque temían a que él le contara a alguien que los había cachado teniendo sexo en la sala a la media noche cuando regresaba de la cocina con un vaso de leche y el cual había tirado por la sorpresa de verlos en esa situación? ¿O era el precio que tenía que pagar de la apuesta que hizo cuando Allen y él estaban jugando cartas y por obvias razones perdió?

No lo sabía, es más, no sabía la razón por la que ambos exorcistas habían hecho eso y peor aún que lo habían tratado de drogar con una extraña sustancia que robaron del laboratorio de Komui y que ningún efecto en todo ese tiempo.

-R….rayos… d… duele….-Gemía adolorido al tratar de juntar sus piernas que yacían cubiertas por su chaqueta color vino.

-Ah…. ¿por qué me tratan de esa forma?-Sollozaba el joven con angustia, mientras era iluminado por una pequeña lámpara de aceite.

De repente, escuchó el sonido de unos zapatos aproximándose, lo cual hizo que se pusiera muy nervioso e incluso sintiera mucho temor con el simple de que Allen y Kanda regresaron para realizar otra orgía con él, lo cual ya lo tenía harto.

-Buenas noches, Bookman Jr.-Dijo el dueño de aquel sonido.

-¿Quién eres?-Dijo un tanto temeroso al escuchar la voz y el sonido en la oscuridad y que se iba acercando hacia la tenue luz que acompañaba al pelirrojo.

-Tranquilo…. No vengo a matarte ni nada de eso, sólo vengo a jugar contigo un rato.-Dijo finalmente apareciéndose enfrente del ojiverde que se sorprendió al ver de quien se trataba.

-¿Qué haces aquí? ¿Y qué rayos quieres Tyki Mikk?

-Ya te lo dije, vine a jugar contigo.

-"Buenas noches Lavi, descansa para que tengas fuerzas y podamos jugar los tres otra vez."-Dijo Allen seductoramente en los recuerdos del chico pelirrojo, quien comenzó a llorar de coraje, cosa que Tyki notó al instante y que en cierta forma le desagradó.

-Oye, oye…. ¿y ahora por qué lloras? ¿Acaso dije algo malo?-Decía a la vez que se ponía a la altura del pelirrojo para secar sus lágrimas con un pañuelo blanco que había sacado de su saco.

Lavi no le respondió, seguía llorando tras haber aceptado el pañuelo de lino fino para cubrir su rostro lleno de lágrimas.

-Ya, ya, tranquilo, no llores, te ves fatal.-Decía el duque acariciando esas finas hebras rojizas con ternura.

Pasó una hora para que Lavi dejara de llorar, ahora se encontraba recargado en el pecho de su enemigo.

-Vaya, cayó como piedra.-Dijo en tono bajo el ojimiel al verlo con el ojo cerrado.-"Pero se nota que ya está más tranquilo…."-Dijo mentalmente a la vez que quitaba un guante para tomar con la yema de su dedo índice una lágrima que estaba suspendida en las pestañas del chico del parche, al cual examinó de manera detallada: su cabello rojo cereza, su piel blanca, sus ojos verde esmeralda, sus facciones finas y expresiones infantiles….

En fin, observó cada detalle de aquella esbelta figura, que al terminar su análisis, llegó a la siguiente conclusión:

-Que hermoso eres….

-¿Eh?-Dijo Lavi totalmente somnoliento.

-Lo siento, no quise despertarte…

-¿Ya amaneció?

-No, son las tres de la madrugada.

-Hmm….

-¿Te sientes mejor?

-Creo…-Decía entre bostezos.

-Sé que no es de mí incumbencia, pero ¿por qué no traes puesta ropa interior?

Lavi desvió su rostro, no quería volver a recordar lo que Allen y Kanda le habían hecho dos horas atrás y mucho menos llorar enfrente de Tyki, quien le dijo:

-Si no quieres contármelo, lo entenderé, pero yo creo que es mejor que se lo cuentes a alguien de confianza, porque de lo contrario te hará daño guardar tanto dolor en tu corazón. Así que, dulces sueños Bookman Jr.-Dijo antes de desaparecer en la oscuridad.

-Fin de Flash back-

Fue desde aquella ocasión que inició todo: las frecuentes orgías a las que Allen y Kanda lo sometían a base de narcóticos, las frecuentes visitas de Tyki Mikk a la biblioteca a altas horas de la noche y que por una extraña razón fueron agradables, pues parecía que el Noé era el único en quien podía confiar: le contaba sus quejas, sus bromas, sus deseos, sus inconformidades… en sí, Tyki se había convertido en su más íntimo confidente, luego en su mejor amigo y por último en su amante….

-No cabe duda de que soy un idiota…-Se dijo así mismo, pues ¿quién en su sano juicio se enamoraría de su enemigo y más si se trataba de un Noé?

Continuó caminado sin rumbo alguno. Aún no le apetecía regresar al hotel, aún cuando se encontraban Lenalee y Bookman para evitar que aquellos dos hicieron de las suyas con él, claro, ellos no sabían nada de la situación, es más, nadie de la Orden lo sabía.

No obstante, tarde o temprano, se enterarían; no precisamente de las orgías en las ue `participaba involuntariamente con ese par de calenturientos. Sino de algo más grave, algo imperdonable e incluso que lo podía llevar al cadalso pero ¿qué era?

-Oh…. Buenas noches….-Dijo una voz atrás de él que lo hizo voltearse, era una mujer de unos 40 años.

-Buenas noches…. Señora….

-¿Se puede saber que hace un jovencito como tú a estas horas de la noche solo en la calle?

-Caminando….

-¿O es que acaso vienes de algún burdel?-Preguntó con picardía la mujer, haciendo que el chico se sonrojara, pero a la vez le contestó:

-Se equivoca, yo solo….

-Ja, ja, ja, no seas tímido, es lógico que alguien de tu edad quiera tener ese tipo de compañía, además con este frío es obvio.-Decía la mujer dándole una serie de palmadas en la espalda.

-Se equivoca señora… yo…. Sólo quería dar un paseo eso es todo….-Dijo poniendo un semblante triste, mientras seguía su camino con paso lento, cuando en ese momento, un intenso dolor lo hizo encorvarse llevando sus manos hacia su vientre.

-¡¡AAAHHH!!

-¡¿Qué tienes?!-Dijo asustada la mujer ante el repentino grito del pelirrojo, quien le dijo a duras penas:

-D… ele…. ¡¡Ah!! ¡¡Duele!!

-¡¿Qué te duele?!

El chico seguía sin responderle, era tan intenso el dolor que lo hacía privarse de todo lo que le rodeaba al grado de hacerlo caer de rodillas.

En ese momento, la mujer de cabello negro notó como se iba formando un charco de color rojizo alrededor del ojiverde, cuya vista se puso borrosa ante el dolor que lo hacía agonizar.

-"Me lleva… ¿Por qué tiene que pasar esto en este momento?"-Se decía mentalmente viendo como aquel charco rojo que salía de sus ingles se iba expandiendo poco a poco sobre la fría nieve a la que vez luchaba por no perder el conocimiento.

Por su parte, la señora se preocupó, pero no por ello, iba a dejarlo en ese estado, así que le dijo:

-¡Aguanta, llamaré a mi marido, él sabrá que hacer!

Lavi comenzó a llorar a la vez que pegaba alaridos de dolor, mientras la mujer salía en busca de su esposo.

Mientras tanto en el hotel, la preocupación invadió al grupito de exorcistas.

-Ya es muy tarde y no llega, Bookman me está asustando.-Decía con voz quebradiza y sumamente preocupada la china.

-Tranquilícese, Allen y Kanda van a encontrar a ese grandísimo idiota, así que deje de preocuparse.

-Es que ya pasaron dos horas y no ha regresado, el solo imaginar que le haya pasado algo malo, me aterra.-Dijo finalmente rompiendo en llanto a la vez que abrazaba al anciano, quien le decía:

-Deje de pensar en esas tonterías, Lavi sabe defenderse, lo más probable es que se haya extraviado el muy estúpido.

-Eso espero….Bookman….

-"¿En dónde estás grandísimo idiota?"-Pensó con preocupación el senil un tanto molesto.

Y mientras eso pensaba, Allen y Kanda seguían con la búsqueda, la cual se hizo difícil, ya que además de ser de noche, para colmo se había desatado una fuerte ventisca.

-¡Genial! ¡Lo que nos faltaba! ¡Una ventisca! –Gritó frustrado el amo de Crown Clown.

-¿Por qué no mejor te callas y seguimos buscando al idiota de Lavi?-Le dijo el nipón harto de las quejas del peliblanco.

-¡¿Seguir buscando?! ¡Estás loco! ¡No se puede con esta ventisca! ¡Entiéndelo!

Kanda guardó silencio por unos instantes, puesto que en parte Allen tenía razón, pero po otro lado estaba el remordimiento que lo carcomía desde hacía unos meses.

-Creo que tienes razón…. En cuanto termine o se calme la tormenta, reanudaremos la búsqueda

Sin decir más, ambos exorcistas regresaron al hotel, donde Lenalee y Bookman los esperaban en la puerta.

-¿Lo encontraron?-Preguntó angustiada la pelinegra corriendo hacia ellos

-No, con esta tormenta es imposible, pero cuando cese o por lo menos se calme, reiniciaremos la búsqueda.

-Estoy de acuerdo contigo, así que esperaremos a que se calme la tormenta.-Apoyó Bookman, mientras que Lenalee de nuevo comenzó a llorar de angustia.

-No llores Lenalee, lo encontraremos, te lo prometo.-Decía el chico tratando de tranquilizar a la chica de cabello lacio que a su vez se aferraba al uniforme del chico ojigris.

No pasó mucho tiempo para que la chica cayera rendida de cansancio y Allen la llevara a su habitación.

-Parece que la tormenta está empeorando.-Dijo Kanda viendo el paisaje blanco por la ventana.

-Tienes razón, a este paso, no nos quedará de otra más que esperar a que amanezca.-Dijo Bookman exhalando el humo de su pipa y poco antes de dirigirse hacia su habitación, dejando a solas al peliníveo y al peliazul.

Ambos permanecían en silencio, al grado de desatarse un pesado ambiente que sólo logró mitigarse un poco cuando Allen comenzó a hablar.

-¿Crees que haya hecho esto, por nuestra culpa?

-…-

Kanda no le respondió mantenía los ojos cerrados, se notaba cansad y Allen también, así que soltó un suspiro para liberar un poco la tensión que lo estaba invadiendo.

-Me voy a descansar un rato….

-Yo también….-Fue lo único que dijo el joven espadachín antes de meterse a la habitación, dejando a un Allen completamente mortificado de preocupación y remordimiento, pero luego, se regresó al no soportar verlo así.

-Cuando lo encontremos, vamos pedirle perdón ¿entendiste?-Le dijo tomándolo del mentón antes de darle un beso mientras el albino derramaba lágrimas.

-"¿A dónde te has metido baka usagui?"-Pensó el ojinegro contemplando la ventisca que la ventana eyectaba al mismo tiempo que abrazaba a su niño de cabello blanco.

Entre tanto, en otro lugar llamando las "Tres estrellas", cierto Noé de porte elegante se encontraba a la mesa con el Conde del Milenio y con los demás miembros de la familia de Noé en la típica y clásica cena familiar.

-Te noto muy callado, Tyki.-Dijo un tanto extrañada la Noé de los sueños.- ¿Te sientes mal? No has tocado tu comida en ningún momento.

-No es eso….

-¿Entonces?

-No tengo hambre.-Dijo con desgane el a la vez que se incorporaba de su asiento, para retirarse de la enorme mesa; dejando a todos los presentes algo preocupados, sobre todo a la ojiazul.

-¿Seguro que no se siente mal?-Preguntó Lullubel antes de llevarse el trinche a la boca.

-No lo sé, me preocupa.-Dijo la chica apunto de levantarse de su asiento, pero Conde se lo impidió diciéndole:

-Déjalo solo, es probable que le pasó algo y lo puso de mal humor.

-Está bien…-Dijo Road con resignación.

-Ya verás que al rato se sentirá mejor.-Dijo el regordete Conde para que la chica no amargara la cena.

Por su parte, Tyki ya estaba en su habitación. Con toda la pereza del mundo se dejó caer en su amplia cama, la cual tenía dos mesitas de noche en cada lado y con dos lámparas de noche.

Extendió el brazo para alcanzar la cajetilla de cigarros que estaba sobre el buró del lado derecho. Tras haber tomado uno y haberlo encendido, degustó por unos instantes el sabor del tabaco, abrió los ojos y exhaló el humo.

-Lavi….-Suspiró con tono enamoradizo contemplando el humo que había exhalado como se desvanecía en el aire.

~ Flash Back ~

-Buenas noches… Bookman Jr.-Dijo cierto ojimiel saliendo de las sombras.

-Hola…..-Decía con desgano a la vez que cerraba el libro que tenía en sus manos.

-¿Qué tienes?

-N…. nada….

-¿Seguro?

-….-

-¿Otra vez te volvió a violar el chico tramposo?

Hubo silencio por unos instantes, Tyki sabía que el pelirrojo a veces tardaba en darle una respuesta, así que esperó con paciencia a que éste le contestara.

-No….

-Hay algo…. Que he querido decirte desde hace un mes….-Dijo desviando su rostro para que el hombre de tez morena evitara ver el rubor que surcaba en sus mejillas.

De nuevo, el silencio volvió a surgir y al ver que le ojiesmeralda no respondía, tomó un cigarro y su encendedor. No obstante, cuando estuvo apunto de ponerlo en su boca, Lavi se lo impidió con un inesperado beso.

Ante el inesperado acto del pelirrojo, el Noé abrió los ojos como plato al mismo tiempo que caía de su mano el cigarrillo.

De inmediato, Lavi despegó sus labios. Se notaba nervioso y un poco asustado, pues no sabía como reaccionaría el pelinegro, quien no se inmutó en ningún momento.

-Te amo…-Le dijo con miedo y con un intenso rojo cereza en sus mejillas.

Tyki no decía nada, no mostraba ninguna expresión de molestia o sorpresa, en sí no parecía causarle alguna impresión la declaración del conejo, cuyos ojos comenzaron a ponerse vidriosos y a humedecerse.

-Lo sabía…. Eres igual que ellos.-Decía el chico cabizbajo tratando de contener los sollozos que delatarían su llanto, pero fue imposible, ya que al encarar al joven de 26 años con una expresión de decepción y coraje.

-….-

-No cabe duda de que soy un idiota…. ¡nunca debí haberme enamorado de alguien como tú que al igual que Allen y Yu me tratas como tu maldito juguete! ¡estoy harto de que peor que a una ra….

No pudo terminar de gritar, puesto que sus labios fueron sellados por los sensuales y carnosos labios del Noé del placer, quien haciendo honor a su sobrenombre, comenzó a introducir su lengua en la pequeña cavidad del pelirrojo, que a su vez estaba completamente descolocado y estupefacto al mismo tiempo por el también inesperado acto del pelinegro, quien al sentir la ausencia de oxígeno se separó del menor.

Ambos jadeaban con tal de recuperar aquel preciado elemento para seguir viviendo mientras el rubor seguía surcando las mejillas de ambos.

-Te voy a demostrar… que estás equivocado… que no eres un juguete… sino todo lo contrario….-Decía el moreno tomándolo de la cintura con toda la sensualidad del mundo.

Lavi se estremeció, no sólo por las palabras y el sensual agarre del veintiséis añero, sino porque aquel hermoso Noé con una mano libre estaba secando sus lágrimas al mismo tiempo que esbozaba una hermosa sonrisa que lo hizo sonrojarse.

-¿Cómo se te ocurre decir que eres un juguete? Si eres lo más hermoso que mis ojos han visto.

-Tyki….-Dijo con una cara que detonaba sorpresa.

-Así que vuelvas a decir que eres un juguete porque no lo eres.-Decía empleando un tierno y suave tono de voz tomando en sus manos aquel rostro lleno de perlas que salían de sus orbes verduscas y un lindo rubor adornando sus cachetitos.

Lavi cerró el ojo, dándole paso a una lágrima que escurría por su rosada mejilla al igual que al romántico beso del mayor, quien quería algo más que besos.

Poco a poco el beso fue prolongándose y de romántico pasó a ser lujurioso y apasionado que en poco tiempo ambos tocaron pared y luego un estante de libros hasta que finalmente tocaron suelo: Tyki encima de Lavi, quien rodeó con sus brazos el cuello del Noé, cuya erección era más que evidente al rozarse con la de Lavi, quien ante la fricción exteriorizó un gemido cargado de éxtasis; el cual fue la gota que derramó el vaso.

Con desesperación y rapidez, ambos se deshicieron de sus respectivas prendas, las cuales esparcieron alrededor de ellos.

-Eres un niño hermoso…-Le dijo Tyki entre jadeos contemplando esa hermosa y blanca piel de aquel ojiverde que se mostraba más que impaciente.

-Tu también lo eres…-Susurraba el pelirrojo posando sus brazos en el cuello del joven de tez oscura para darle un beso, el cual el chico Mikk aceptó con todo gusto.

Tras haber despegado sus labios, Tyki detuvo repentinamente sus acciones, cosa que extraño al aprendiz de Bookman.

-¿P… por qué te detienes?

-Quiero preguntarte algo.

-¿Qué cosa?

-¿Estás seguro de que quieres continuar con esto?

-….-

-Después de esto no habrá marcha atrás, así que ¿estás seguro de que quieres continuar con esto?

-Sí… porque eres la persona que más amo y porque me has demostrado que tú también me amas.-Decía Lavi a la vez que acariciaba con sus dedos aquellas hebras de color negro ébano con ternura.

De pronto, unas perlas rebotaron en el rostro de Lavi, quien se preocupó al ver que esos orbes dorados estaban derramando lágrimas.

-¿Dije algo malo?

Tyki ladeó la cabeza y esbozándole una sonrisa le dijo:

-N… no es eso…

-Entonces ¿por qué lloras?

-De felicidad… porque eres la primera persona que no me trata como demonio.

-¿Demonio? Tú no eres nada de eso.

-Pero…. Es verdad, la sangre de Noé corre por mis venas y…

-Y nada, no me importa que lleves o de donde vengas…. Yo te amo y como vuelvas a decir que eres un demonio te pateo.

-Pero Lavi….

-Te pateo…-Decía el chico callándolo con su índice derecho.

-Está bien….-Dijo después de exteriorizar un suspiro que denotaba resignación, al mismo tiempo que Lavi le daba un beso en la mejilla para luego susurrarle en el oído:

-Necesito tenerte en mi interior…. Ahora….

Un escalofrío hizo que el cuerpo del sir se estremeciera, puesto que el escuchar a su conejito emplear un tono extremadamente lujurioso lo excitaba en demasía.

Y sin decir más, tomó el miembro de Lavi y comenzó a masajearlo. A su vez, Lavi llevó sus manos a la boca para ahogar sus gritillos de placer, aunque no pudo hacerlo por mucho tiempo.

Una vez erguido y estimulado aquel miembro viril; Tyki tomó también su miembro para frotarlo junto con el de Lavi y así poder estimular también el suyo.

-Ngh….T…Tyki….no….-Decía entre dientes el pelirrojo al tratar de contener sus gemidos, pues, la fricción de ambas protuberancias lo estaba volviendo loco, cosa que a Mikk le estaba gustando, al grado de aumentar el ritmo de la fricción hasta que se envolvieran de la viscosidad del esperma que salía abundantemente de ambas virilidades.

Ambos varones se separaron, quienes a su vez jadeaban por el éxtasis que aún permanecía en sus cuerpos aperlados de sudor y con un rubor invadiendo sus rostros; tanto que la cara de Lavi lucía casi igual que su cabello.

-Ah…. te pasas…. Tyki….-Jadeaba el ojiesmeralda recargándose en un librero.

-Pero a qué te gustó….-Decía Tyki entre jadeos a la vez que esbozaba una pícara sonrisa.

-Eso que ni que….

Dicho esto, Lavi sonrió de manera lujuriosa, lo cual llamó la atención del sir al ver que el chico se acercaba cual león que arrincona a su presa.

-Ahora… es mi turno….-Susurró con sensualidad el pelirrojo tras haberse acomodado en medio de las ingles del mayor, quien al notar "las negras intenciones" de su conejito, estuvo apunto de replicar.

No obstante, Lavi no le dio oportunidad alguna, ya que en ese instante engulló el miembro de Noé.

Ante tal acto, Tyki no pudo reprimir ningún gemido que denotaba placer, pues, el simple hecho de sentir como su miembro era masajeado por la boca del chico, era simplemente, fabuloso al mismo tiempo que no aguantaría por mucho tiempo.

Por su parte, Lavi no sólo succionaba, también lamía y sobre todo mordía con suavidad el glande del mayor que ahora estaba haciendo espirales con el cabello de Bookman Jr.

-Mmm…. Lavi… sigue así…

Lavi rió bajito, pues, había logrado su cometido: satisfacer al Noé del placer.

No pasó mucho tiempo para que Tyki empezara a realizar pequeñas embestidas dentro de la cavidad de Lavi, quien se separó del miembro del moreno tras haber ingerido el esperma eyaculado en su boca.

Ante la imagen de un Lavi con el rostro ruborizado, lleno de sudor y una cara que denotaba ternura; la urgencia hacer suyo al exorcista se hizo rápidamente presente y necesaria.

-Eres un conejo sumamente lindo y pervertido.-Le dijo tras haberse colocado encima del mencionado, quien le sonreía a la vez que le decía:

-Tócame…. Y hazme tuyo….

-No hace falta que lo digas…. Conejito…

Dicho esto, Mikk se acomodó en medio de las entrepiernas de Lavi, quien las abrió un poco más, aunque por un lado estaba nervioso y asustado al mismo tiempo, lo cual Tyki notó al instante.

-No te asustes… trataré de hacerlo con cuidado…-Le susurró en el oído para luego darle un beso en la frente para calmarlo, a la vez que embadurnaba sus dedos con su propio semen.

De inmediato, Tyki insertó sus dedos en el ano del chico para lubricarlo; cosa que hizo temblar al aprendiz de Bookman.

-Ah… ay….-Gimió bajito ante la invasión de aquellos pequeños intrusos que oscilaban en su entrada que poco a poco fue dilatándose.

Ante los gemidos del menor, Tyki supuso que era la primera vez que alguien lo lubricaba de la forma en que él lo estaba haciendo. Cuando notó que la entrada del chico estaba lo suficientemente dilatada, retiró sus dedos.

-Voy a entrar….-Le susurró en el oído.

Lavi se estremeció en gran manera; sabía lo que venía, pero a pesar de haber sido penetrado por Allen y Kanda, el simple hecho de ser invadido por la persona que más amaba era emocionante…

Poco a poco Tyki se adentró en el cuerpo de su amado conejito, quien ante el grosor del miembro de Mikk no pudo evitar derramar lágrimas.

-Ah…. Ty…. Ki…. Tyki….

-Shhh…. Tranquilo… lo estoy haciendo despacio….-Le decía con ternura a la vez que repartía besitos en aquel angelical rostro.

Una vez introducido aquel pene, Tyki se detuvo y guardó silencio, como si estuviera esperando el momento de empezar a moverse, claro, siempre y cuando Lavi le diera la señal.

-T…Tyki…

-¿Sí?

-Y…. ya puedes moverte…

-¿Seguro?

-S….sí….

Dicho esto, Tyki empezó a moverse, primero de manera lenta intentando acostumbrar al pelirrojo, pero luego éste, rodeó con sus brazos el cuello del hombre de ojos color miel, quien rápidamente captó el mensaje.

En poco tiempo, las embestidas comenzaron a aumentar en velocidad y en fuerza: al mismo tiempo que, el santuario de libros se llenó de gemidos, jadeos y gritos de placer de parte de ambos varones.

-Ah…. Ah…ah….L….. Lavi….

-T… Tyki…. Ngh…. ¡¡Tyki!!

-L… Lavi….

-¡¡AHHH!! ¡¡Tyki!! ¡¡Más!! ¡¡ Más!!-Gritaba con euforia al sentir el orgasmo invadiendo su ser.

En poco tiempo, los dos llegaron al preciado y anhelado punto máximo de excitación. Sus gargantas no paraban de gritar el nombre de "Lavi" y "Tyki"; así como no paraban de segregar fluidos como saliva, sudor y semen.

-¡¡Tyki!! Ah….ah…más… ¡¡Más rápido!! ¡¡Más fuerte!!

-Ah….L… Lavi….

-¡¡Házmelo!! ¡¡Ah!! ¡¡Házmelo más fuerte!!-Gritaba sintiendo el orgasmo de lleno, al grado de rodear las caderas del mayor con sus piernas para así, profundizar la penetración.

-¿P… por qué tienes que ser tan sexy…?-Articuló con dificultad por la enorme excitación que se estaba acumulando en su cuerpo y que era causada por la presión que l ano de Lavi provocaba en su pene, lo cual era puro delirio y deleite total.

Una fuerte embestida fue la señal de que el Noé había inundado con su semen el ano de aquel pelirrojo que también había esparcido su esperma en ambos vientres, claro todo fue al mismo tiempo cuando pegó un alarido de éxtasis.

Ambos cayeron rendidos y abrazados. Lavi se acomodó sobre su ropa que yacía en el frío piso, mientras Tyki sacaba su pene erecto del ano de su compañero quien derramaba lágrimas a la vez que gemía de dolor por lo mismo.

-¿Estás… bien?-Decía entre jadeos el pelinegro al haber notando diamantitos en aquella esmeralda.

-S… si…-Articuló con dificultad el ojiverde al sentir como el líquido espermático comenzaba a salir de su entrada para hacer un recorrido por sus ingles.

-Lamento haberte lastimado….-Susurró con ternura al mismo tiempo que limpiaba con su pulgar ese ojito que en parte lo había enamorado.

-Descuida… no lo hiciste…. Sólo dolió un poco…-Susurró con suavidad a la vez que le daba un romántico beso; el cual Tyki aceptó con todo gusto.

-Te amo…-Decía el duque entre besos cargados de pasión que le daba al pelirrojo, quien le correspondía de la misma forma, aunque también lo hacía de manera dulce y tierna.

Pasó el rato, ambos estaban tranquilos: Lavi acariciaba el cabello largo y sedoso de Tyki con ternura, mientras que el Noé disfrutaba escuchar la respiración de su conejito quien en poco tiempo cayó profundamente dormido.

Al notarlo, Tyki, besó con ternura la frente de su pelirrojito, quien entre sueños decía:

-Te amo…. Tyki Mikk…

~ Fin del Flash back ~

-Lavi….-Susurró con nostalgia tocando las cicatrices de lo que parecían ser arañazos en sus pectorales, puesto que ya habían pasado ocho meses desde aquel contacto físico con el Bookman Jr.

Y es que la razón era lógica: él era un Noé y Lavi era un exorcista, su amor no tenía futuro alguno, lo único que les rodeaba era la muerte y la eterna rivalidad entre inocencia y los genes de Noé o al menos eso era lo que debían de ser: enemigos.

Pero… ¿y qué tal si en realidad no era así? ¿Qué tal si toda esa verdad era una mentira? O ¿es que el destino quería demostrar que el amor es tan poderoso como para destruir cualquier obstáculo?

No lo sabía y eso era algo lo que lo confundía cada vez que pensaba en ello.

-¡Ah!-Se quejó al haberse quemado con los dedos con el cigarro hecho colilla, el cual cayó instantáneamente al suelo.

-Estúpido cigarro….-Maldijo con enojo y más que nada, se maldijo así mismo por haberse enamorado de un exorcista y peor aún, de haberse allegado asexualmente a él.

-Lavi…-Susurró con frustración el joven de piel cobriza recargando su frente cicatrizada en el cristal de la ventana.

Continuará….

Primer Ending

Concordia (versión corta)

Kukui

Sonzai yori tashika ni
soko ni kizamareta chigai ga
futatsu wo hedate tsunageru
utakata no yume no you

chikatsuite ha hanarete
mayoi yureu goku kokoro
sore demo shinjiteiru no
fukai yami wo koeta hikari wo...

todoita uta koe
kawasareta hitomi ga nazoru rinkaku
yasashii neiro ga tokashiteyuku sono toki wo
futari eien ni

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Bueno, a comparación del primer capítulo del fic de LaYuu, este sí que me salió largo (12 páginas de Word), es probable que me tarde en actualizar un poco el siguiente capítulo así que por favor sean pacientes. En fin, cualquier queja, duda, inconformidad y/o sugerencia son bienvenidas en sus reviews.

Mata nâ!!

ChiKaon ^-^