IMPORTANTE: es un universo alterno, los personajes aquí mencionados pertenecen a NAOKO TAKEUCHI, en cuanto la trama es pura imaginación mía.

CRIMEN PERFECTO

(No existe)

Era una noche de verano, o más bien de septiembre, hacia un calor enorme, y estaba de pie, recostado en el auto mientras terminaba su cigarrillo, cuando de nuevo tenía que entrar en acción, lo llamaron por la radio

-agente 63td, emergencia en la carretera 84- dijo una voz femenina, tras tanta frecuencia. Escucho de lejos mientras se dirigía a pagar a la ventanilla de servicio al auto. La muchacha que lo atendió era agraciada. Tuvo que correr para callar el llamado de la central de emergencias

-copiado- dijo, entrando en el auto, se abrocho el cinturón de seguridad, activo el contacto del auto patrulla y salio, tenia una cajita de donas y un vaso con soda que era la cena de costumbre, mil cosas rondaban su cabeza justamente esa noche.

Tenía treinta y dos años, y se había recibido como detective de la policía en la división de investigación de crimen a los veintiséis años, sus superiores le habían dicho que era una promesa para la institución y así fue. Era felicitado por su mente fría y calculadora en cada caso, y pensaba seguir así hasta que se hiciera jefe de división, y escalar más,

Escalar era lo que había hecho durante toda su vida, desde niño cuidaba de sus hermanas Amy y Rei, las mellizas de la familia, eran el encanto de la casa y el quien más las sobreprotegía, siempre era el chico rudo y lindo de la escuela, además ayudaba a su madre para sobresalir en los pobres barrios del centro. No quiso conocer a su padre por el simple hecho de que el, tampoco quiso conocerlos, por eso su corazón se torno frío ante todos, ero ante su familia, por ellas moría, su madre y sus hermanas

-casi no hay gasolina- dijo mirando el panel de control del auto, condujo unas cuadras mas allá y se encontró con una estación de gasolina, le pidió al encargado que llenase el tanque. El muchacho asintió, mientras el se iba al cuarto de baño, se lavo la cara. -necesito rasurarme para mañana en la tarde, mi turno termina a las cuatro de la mañana.

Entro de nuevo en el auto y le dio un billete al muchacho y arranco, no espero que le diera el cambio, no, el niño lo necesitaba mas. Giro el volante, saliendo de la ciudad tuvo que encender las luces de largo alcance, no era un auto deportivo, pero tenia cuatro ruedas, un motor frenos y se movía, y eso para el, era importante. Su compañero no se encontraba con él aquella noche, eso lo recuerda por que se tuvo que terminar las donas y la soda.

-si sigo así tendré un malestar horripilante a fin de mes- se dijo mirando el horizonte del desierto, llegar hasta donde le habían dicho seria una hora mas, pero no tenia quien lo esperase no tenia novia, no quería sujetar a nadie y ni que lo sujeten, para el la libertad y la verdad era lo imprescindible, y por eso se hizo detective.

La luna llena iluminaba tanto, situada en el mismo cielo, que parecía mas un sol, al lado de la carretera se encontraba algunos cactus y los numerosos montículos de tierra. Luego todo era nada.

Empezaba por dolerle la columna de tanto estar sentado, cuando algo le robo la atención, era un brillo en medio del desierto, quizás era uno de esos ladrones de camino, y su división era lo suficientemente pobre para que le robaran también a el, pero su curiosidad pudo mas que el, y se salio del transcurso. Y pego un alarido cuando se dio cuenta que conducía sobre piedras, cosa que lo hizo rebotar en su asiento, rebotaba el, el vaso y las donas.

Casi termino por aburrirse cuando condujo tranquilo y sin saltar. Aquel brillo parecía por desaparecer cuando noto aquello, había un bulto debajo de la luz, acelero para llegar más rápido, la luna estaba por esconderse tras unas nubes, y tuvo un mal presentimiento, eso quería decir que no era un caso como los anteriores, iba ser más difícil de encontrarle motivos. Y por fin llego.

Salio del coche con una linterna, empezó a mirar la zona, en un radio de dos metros, fijo la luz en el bulto, era un cubierto de tela gris la luz que le había llamado la atención era una pequeña cajita musical que tenia una espejito, que, con el brillo de la luna le llamaron la atención.

Quito la cajita y camino hacia el otro lado, mas no dejando de analizar la escena, cuando se puso en cuclillas y se dispuso a descubrir que había debajo de la tela, se quedo anonadado cuando vio el expresión de serenidad en el rostro de la mujer debajo de la tela, y bajando la mirada se fijo en el tremendo corte que surcaba en el cuello fino de la mujer, se le helo la sangre al ver cada vez las barbaridades de la gente. Se dirigió a su coche, alcanzo la radio

-necesito al equipo de forense de inmediato, emergencias en la carretera 65. Repito agente Chiba, necesito...- algo en el piso lo hizo olvidar las instrucciones de la mujer al otro lado de la línea, se agacho a recogerlo. -una identificación- alumbro con la linterna, la fotografía sonriente de la mujer al costado leyó el nombre

Volvió a la radio -mujer de aparente veintiocho años, presunto homicidio, su nombre es Serena Tsukino, manden al equipo de forense de inmediato...-

Hola...

Soy yo con una nueva historia (por fin después de la primera que lance) por fin puedo decir que es mía, mía de mi, de mi imaginación... (Estoy en unos apuros tengo un examen de economía dentro de 5 horas y hacia días que la idea de una nueva trama rondaba mi cabezota)

No me vayan a matar por los capítulos siguientes y si no fuera tanta molestia dejaran algunos comentarios, quizás. Pienso quedarme en el estilo narrativo, así que ya no tendré mucho más molestia que antes. Si encuentran algunas fallas en la redacción, seria genial que me lo hicieran notar... Claro, si les gusta las historias de misterio o de detectives, tengo un final ya rondando aunque ya nada esta aun escrito.

Esto empieza y, si ustedes me apoyaran, también tendrá su final

Mil abrazos

M&M