Lo siento, otra vez algo corto y sin mucho sentido :) pero es que adoro a esta brujita, y mas cuando se esmera en hacer magia!

Esperando el momento.

Estaba segura de tener ya todas las cosas que necesitaba. Dos velas negras, dos velas blancas, los fósforos, la daga de plata... el libro por si mágicamente se me olvidaba qué era lo que debía decir. Reí para mis adentros pensando en que eso era prácticamente imposible. Había leído aquel conjuro tantas veces que no tenía dudas de habérmelo aprendido ya de memoria.
Me acerqué a la puerta para asegurarme por enésima vez de que se encontraba cerrada; hice lo mismo con la ventana, sólo por si acaso, y también cerré las cortinas para que nadie pudiera ver nada desde afuera.
-Si es que hay algo para ver -susurré soltando un largo suspiro.
No era la primera vez que lo hacía, pero digamos que la primera vez no había resultado de la mejor manera. "Pero resultó", me animé a mi misma para continuar.
Me ubiqué en el centro de mi habitación, sentada en el suelo, y dejé todas las cosas a un lado.
Encendí cada una de las velas y las ubiqué a mi alrededor, parándolas sobre pequeñas gotas de cera caliente, formando así mi círculo de protección. Una vez así, cerré los ojos, concentrándome en el poder que sabía se guardaba en algún rincón de mi interior.
Abrí los ojos cuando lo creí conveniente. Tomé la daga de plata y me hice un gran corte en la mano derecha dejando que la sangre cayera en el suelo delante de mi. Dejé la daga a un lado y con mi mano izquierda fui usando la sangre como pintura untando un poco en cada una de las velas.
Podía sentir la magia revoloteando a mi alrededor. Estaba funcionando. Nuevamente. Respiré profundamente y sin vacilar comencé a pronunciar las palabras sin necesidad de llevar el libro a mi lado.
-A través de la oscuridad yo te llamo a ti. Con mi sangre, yo te llamo a ti. Con el fuego y la plata, yo te llamo a ti. Escucha a través de mi el frío mas allá de la tumba. Óyeme a través de las sombras, mas allá de la noche. Yo te llamo. Tengo necesidad de ti. Escúchame y ven.
El mundo se quedó en silencio y yo a la espera. Poco a poco comencé a sentir una cantidad infinita de presencias a mi alrededor, todas esperando a que pronunciara su nombre. Pero había sólo una persona con la que yo quería hablar en ese momento. No debía vacilar. ¡Debía escucharme!
Abrí la boca para pronunciar su nombre, pero entonces un fuerte golpe en la puerta me sobresaltó. La magia a mi alrededor y cada una de las presencias comenzaron a desaparecerse incluso antes de que el fuego de las cuatro velas se extinguiera.
Sin siquiera preguntar quien se encontraba del otro lado de la puerta, observé mi mano que aun seguía goteando sangre, tan solo con un pensamiento en la cabeza: al parecer, este tampoco era el momento indicado.

Oigan, si alguien lee esto, les aviso que ya lei Phantom… por lo tanto, no puedo subir mas capítulos de mi fic xD dije que no lo haría :) aun así, gracias a todos por haberlo leído!