Hola, este fic serán una serie de 7 One-shot, cada uno refiriéndose a un pecado capital. Saligia es el acrónimo de Supervia, Avaritia, Luxuria, Invidia, Gula, Ira y Acedia.
Este es mi primer fic de este estilo así que no se realmente como me habrá salido y como se lo tomen. Seria agradable leer sus comentarios, se aceptan criticas siempre y cuando sean constructivas. Este primer capitulo es Draco/Hermione pero los demás capítulos tendrán diferentes protagonistas.
ADVERTENCIA: Este capitulo contiene Lemon.
Disclaimer: Todos lo personajes son propiedad de J.K Rowling solo la historia es de mi autoría.
Este fic ha sido creado para los "Desafíos" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"
Saligia (Pecados Capitales)
Luxuria:
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"Recuerda esta noche... Porque es el comienzo de la eternidad.
Dante Alighieri"
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La manera en la que se mordía los labios con apremio cuando estaba concentrada, esos risos contenidos precariamente en una cola alta dejaban ver la pequeña gota de sudor que recorría lentamente su cuello y se perdía en la blusa del uniforme…
-¡Maldita sea!- Siseo Draco, estaba molesto. No dejaba de mover el pie con impaciencia, lo único que quería era salir corriendo de allí. Observo de nuevo a la culpable de su estado y simplemente bufo.
-Maldita sangre sucia-pensó- ¿En que jodido universo paralelo se encontraba para que se sintiera así?
-Señor Malfoy, espero mi clase no le este aburriendo.-Escupió Snape de pronto.
Hasta ese momento Draco no se había percatado de que llevaba aproximadamente 15 minutos mirando directamente a Hermione Granger.
Todos los que se encontraba en las mazmorras dejaron de lado las pociones en las que hasta el momento trabajaban para observar con asombro al rubio, incluyéndola a ella. Pues Snape jamás regañaba a nadie de su casa, mucho menos a Malfoy.
El solo se limito a mandarle una mirada asesina a los que lo veían y dirigió su vista a su profesor enarcando una ceja con insolencia.
–Si ya termino de perder el tiempo en mi aula señor Malfoy, le invito a continuar con su trabajo a menos que quiera salir- Dijo Snape con molestia mientras volvía a su escritorio. – Y todos ustedes vuelvan a sus respectivos trabajos si no quieren una detención el sábado en la noche, con 20 puntos menos cada uno. Al escuchar esto todos volvieron a lo que estaban haciendo antes de la interrupción.
– ¿Qué demonios te pasa Draco? –Pregunto un chico moreno que estaba sentado a su lado.- ¡Conozco a alguien que te haría el favor!-dijo burlón
–Metete en tus asuntos Blaise, no estoy de humor para tus tonterías. –dijo mordazmente el rubio.
–Como quieras Draco, después de todo tú nunca estas de humor. –dijo sonriendo sibilinamente volviendo a trabajar en su caldero.
La siguiente hora paso más lenta de lo que el rubio hubiese querido, cada 5 minutos volteaba a ver a la castaña, cada que murmuraba algo para si o ayuda a la comadreja dándole alguna indicación, o ese puto momento en el que ella pensó que quitarse la túnica era buena idea ya que los vapores que emanaban de las pociones tenían bastante caldeado el ambiente, por supuesto ella no fue la única que lo hizo pero el rubio solo se percato de ella, y como la odio por tan inocente acto. El sudor de su espalda hacia que se le pegara la blusa del uniforme transparentándose en el acto, pudiéndose observar sus formas, se le podía distinguir la pequeña tira que se adivinaba era un inocente sujetador azul. El rubio trago grueso, y se maldijo por estar viendo a Granger con otros ojos que no fuesen con los que se mira la inmundicia.
–El tiempo se acabo. ¡Dejen de remover sus calderos, guarden una muestra de la poción en un frasco de cristal con su nombre y déjenla en mi escritorio! Recuerden limpiar sus calderos. –dijo Snape con hastió mientras se levanta de su escritorio y se encerraba en su despacho dando un portazo tras el.
En el acto todo mundo empezó a removerse en su asiento mientras unos hacían lo que el profesor les había indicado y otros empezaban a recoger sus cosas para salir de allí, después de todo doble hora de pociones con Snape antes de la cena no era lo mejor que podía pasarles un viernes para cerrar esa semana con broche de oro.
El aula fue vaciándose a medida que los alumnos dejaban el frasco con la muestra de la poción en la que habían trabajado esa tarde, solo quedaban unos pocos rezagados entre ellos el trio de dorado. La castaña estaba comparando la consistencia de su poción con la que explicaba el libro antes de guardarla en el frasco que tenia que entregar.
El rubio se limitaba a observarlos detenidamente desde su asiento mientras guardaba sus cosas con parsimonia. – ¿Draco quieres que te espere, o me voy adelantando a la sala común?–pregunto Blaise.
–Adelántate, tengo unos asuntos que resolver. Nos vemos en el comedor.- dijo el rubio de manera monocorde.
–Como quieras, nos vemos. –dijo el moreno de manera aburrida saliendo del aula.
La castaña ya había terminado de recoger todo y se dirigía al escritorio de Snape a depositar su muestra cuando el rubio observo su mochila colgando de su hombro izquierdo y no supo porque, no pensó, para cuando se dio cuenta ya había tomado su varita disimuladamente y había apuntado a el bolso de la castaña murmurando un Diffindo, rompiéndolo en el acto provocando que todo se desparramara por el suelo.
– ¡Demonios! – murmuro la castaña mientras se arrodillaba a recoger todo el desastre.
– ¿Hermione estas bien?– dijeron al unísono Harry y Ron haciendo un ademan de acercarse.
– ¡Chicos no se preocupen! Creo que el bolso se me rasgo por el peso de los libros. –
–Todavía no entiendo para que los cargas todos, después de todo yo nunca cargo mas de dos encima.- dijo el pelirrojo mientras torcía los ojos.
–Ronal el hecho de que tú no los lleves contigo siempre no quiere decir que yo lo tenga que hacer. Los llevo conmigo por si tengo que revisar algo en algún momento y no tener que perder tiempo subiendo a la sala común.- dijo la castaña con voz cansina. – Chicos adelántense, los veo en la cena. Así aprovecho y paso por la biblioteca dejando unos libros que termine.
– ¿Estas segura? – dijo Harry mientras le dirigía una mirada fría al rubio que estaba a pocos metros de ellos haciéndose el desentendido pretendiendo que limpiaba su caldero.
Ella siguió la mirada de su amigo y vio a Malfoy. – Claro que si Harry, voy a estar bien. – dijo mientras le dedicaba una sonrisa mostrándole que no tenia de que preocuparse.
–Vale, entonces nos vamos. – dijo Ron arrastrando a Harry a la salida mientras le comentaba que mientras mas rápido dejaran sus cosas en sus habitaciones mas rápido bajarían al gran comedor ya que moría de hambre.
La chica negó con la cabeza mientras sonreía, pues había escuchado lo que le había dicho Ron a Harry. En ese instante se dio cuenta de que se había quedado sola en el aula con Draco Malfoy y se apresuro a recoger todo. Con un Reparo acomodo su bolso y metió todo lo que se había caído, descartando un frasco de tinta se que se había roto. Se acomodo el bolso en el hombro comprobando que todo estaba en su lugar y se encamino a dejar su frasquito de cristal junto a los de sus compañeros.
Draco se quedo observándola y tomo una decisión, que Melín lo perdonara pero tenia que sacársela de la cabeza costara lo que costara. Después de todo, quien habría de enterarse…
En lo que la castaña salió del aula el chico se apresuro a seguirla de manera silenciosa, no tenía un plan trazado sobre lo que haría pero ya se lo inventaría dependiendo de la situación. La chica iba un poco mas de unos siete metros delante de el y todavía no se había percatado de la presencia del rubio. Estuvieron así alrededor de diez minutos hasta que llegaron al cuarto piso donde se encontraba la biblioteca, los pasillos estaban desiertos seguramente por la hora, pues la mayoría estarían en sus salas comunes descansando antes de la cena.
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Espero pacientemente detrás de una armadura a que la chica terminara de salir de la biblioteca, al hacerlo la siguió de nuevo y cuando entraron a un pasillo del quinto piso se acerco lentamente y con un movimiento rápido la tomo de manera brusca por la cintura con una mano y con la otra le tapo la boca para que no gritara se acerco a una puerta y empujo con el hombro para poder pasar. Cuando estuvieron dentro soltó a Hermione de manera poco delicada haciéndola trastabillar, saco su varita y en un movimiento rápido murmuro un Accio y la varita de la chica salió volando del bolsillo de su túnica no pudiendo hacer nada y fue a parar a las manos de su peor enemigo. Con otro movimiento de varita sello la puerta y silencio el aula.
-Granger, Granger, Granger- dijo chasqueando la lengua y negando con la cabeza.- ¿Acaso no sabes que no puedes andar sola por allí? Podría ser peligroso, nos sabes quien podría estar al acecho.- exclamo torciendo los labios en una mueca sarcástica.
-¿Qué diablos quieres Malfoy? ¿Qué es todo esto? ¡Devuélveme mi varita y déjame salir!- dijo la chica mientras se enderezaba y lo miraba con furia contenida.
-¿Por qué habría de hacerlo?-
-Malfoy te lo advierto, además los chicos me están esperando, si tardo vendrán por mí y tu estarás en problemas.- dijo tratando de sonar segura.
El rubio soltó una carcajada provocándole escalofríos a la castaña.-A ver Granger… ¿Acaso me crees tan imbécil?
-¿De verdad quieres que te responda eso?-
-Para ser una sabelotodo eres demasiado estúpida. ¿Acaso no te has dado cuenta en la situación en la que estas? Estás desarmada a mi merced, sangre sucia.-dijo Malfoy con burla.
-¿Si soy una sangre sucia como dices, porque compartes el mismo espacio conmigo por decisión propia?- ¿Qué diría tu padre?- dijo con un deje de burla en la voz.
-Maldita sea. ¡Ya cállate! ¿Cómo te soportan la comadreja y San Potter?- exclamo molesto.
-¡No te metas con quienes no están para defenderse, eres un maldito cobarde, no estarías encerrado conmigo e insultándome si estuviésemos en igual de condiciones!-
-Tú y yo jamás estaremos en igual de condiciones.-
La castaña ignoro el último comentario emitido por el rubio y analizo la situación, encerrada con Malfoy sin su varita y estaba más que segura que ni Harry ni Ron la irían a buscar en un buen rato pues pensarían que se distrajo en la biblioteca.-¡Demonios!-pensó- Tengo que salir de aquí.- Además… ¿Qué se traía Malfoy entre manos? ¿Por qué de un momento a otro le dio por respirar el mismo aire que ella por voluntad propia?- La castaña se quedo mirándolo, el rubio caminaba de un lugar a otro murmurando cosas para si, se veía bastante frustrado.- Tanta endogamia tenia que tener consecuencias.-pensó la chica.
-¡Malfoy!-dijo de repente Hermione.
-…
-¡Malfoy!-
Ya se estaba exasperando.- ¡Malfoy!- dijo por ultima vez con voz en grito.
El rubio la miro con sorpresa, por un momento olvido que ella de verdad estaba allí.
-¿Qué quieres?- le pregunto de manera seca.
La chica lo miro con incredulidad.- ¿De verdad le acababa de preguntar eso? Si, definitivamente la endogamia se las cobro bien caro.
-¡Bueno, por si ni te has fijado me has secuestrado, desarmado y encerrado en un aula abandonada!-
-¿Y?-
-¿Cómo que "y"? Malfoy de verdad me preocupas. ¿Acaso te has vuelto loco? ¿Para que has hecho todo esto?- pregunto.
-¡Porque puedo!- dijo sonriendo de manera burlona sentándose con un movimiento fluido en el escritorio que normalmente utilizaban los profesores.
-¡Ah!- dijo la castaña reclinándose en una pared cercana y cruzándose de brazos.
Después de un buen rato en una batalla de miradas en la que de manera infantil ninguno de los dos quiso dar señal de darse por vencido, la castaña tomo la resolución de ser la madura esta vez.-Bufando se enderezo un poco y hablo.-Ya, en serio Malfoy, déjame salir.-
-¿Por qué Granger?- exclamo en un tono de voz extraño para ella mientras se bajaba del escritorio y caminaba lentamente hacia la castaña. Hermione nunca había visto esa actitud para con ella. Su voz sonaba ronca, jamás lo había escuchado hablar con ese tono, de hecho le sorprendió, a decir verdad era un registro mucho más agradable al que utilizaba cuando la insultaba.- ¿Pero que demonios te pasa Hermione? Nada, absolutamente nada es agradable en Malfoy.-bufaba mentalmente la castaña.
- ¿Y entonces Granger?-musito el rubio violando con creces el espacio personal de la castaña, que distraída como estaba en sus pensamientos, no se entero en que momento el rubio se le había acercado tanto.-
-¿Perdón, que…
-¿Acaso no me escuchaste Granger?- susurro mucho mas cerca. A estas alturas Hermione ya estaba bastante aturdida por la cercanía de Draco.
El rubio sonreía de medio lado mientras veía el estado de la castaña, se había ruborizado como nunca, casi rivalizando con el color de cabello de la comadreja. Su respiración estaba un poco más acelerada, se notaba por como su pecho subía y bajaba de modo frenético. Y bendito sea Merlín, hace un rato maldecía a la castaña por haberse quitado la túnica en clases pero en este momento lo agradecía.
Gracias a que no llevaba la túnica y que todavía estaba sudada se le transparentaba la blusa con los primeros dos botones abiertos y la corbata dorada y carmín que estaba completamente desecha. Dándole un vistazo mas amplio pudo notar que tenía bonitas piernas o eso podía adivinar gracias a que su falda no era muy corta, ya vería después como resolver ese problema.
-¿Malfoy, que haces?- balbuceo Hermione que se había dado cuenta de la mirada intensa que le dedicaba el rubio.
-Hmmm… No lo se.- dijo el chico pegándose definitivamente al cuerpo de la castaña apresándolo en el acto contra la pared rozando levemente su cintura con sus dedos.- Tu eres la sabelotodo, así que dime… ¿Qué crees que hago?-le susurro en el oído.
Hermione tenía la mente obnubilada, el susurro ronco del chico y su aliento caliente sobre su oído y cuello no hicieron más que empeorar su estado. No sabia que le pasaba, jamás se había sentido de esa manera, lo único cierto en todo esto era que le gustaba esa sensación.
-No lo se…
-Me lo imagine.- dichas esas palabras el rubio la miro de forma penetrante a los ojos y vio lo turbada que estaba, esta era su oportunidad, acercándose lentamente sin dejar de mirarla ni un segundo unió sus labios con los de ella, la sitio tensarse por la sorpresa cosa que duro solo un momento. En un principio fue un beso suave, como tanteando, la suavidad de los labios de la chica lo tenia extasiado. Draco la tomo por la cintura y la acerco mas, necesitaba sentirla mucho mas cerca, la castaña entreabrió los labios y el no pudiéndose contener mucho mas profundizo el beso de manera hambrienta, mordía y succionaba sus labios y le sorprendió que la chica le respondiera con igual ímpetu, al principio con timidez para luego besarlo con la misma vehemencia que el estaba imprimiendo en ese beso.
De un instante a otro la suave y delicada sensación de unos labios tibios rozaban el cuello de Hermione, su parte racional le decía que tenia que parar, que era Draco Malfoy quien le prodigaba estas exquisitas sensaciones, lo que fuera que estuviera pasando, se estaba convirtiendo en un tormento delicioso lleno de anhelo y fue allí, cuando el rubio le dio un pequeño mordisco en el cuello cuando la chica mando toda su lógica al diablo, ya mas tarde se lamentaría.
Sentía roces de labios tan lentos y pausados que llegaban al borde de la desesperación, la suave cosquilla que le producía la respiración de él sobre su piel, le dejó helada… Ni ella misma sabía que se podía sentir de esa manera. En un acto de lo mas inocente subió sus manos que hasta el momento había mantenido a los lados de su cuerpo y acaricio el pecho del rubio mientras ascendía, rozo el cuello de Draco con la yema de los dedos de manera sutil para luego entrelazar los dedos en la nuca de este.
Draco estaba mas que fascinado, los toques inocentes que le daba Hermione lo estaban volviendo loco. Quería tocarla, lo necesitaba. Coló una mano por debajo de su blusa y acaricio sus costados, delineando su cintura y sus caderas. Era suave, su piel cremosa lo invitaba a tocarla mas, pero tenia que controlarse si no la quería asustar. Llevo su mano mucho mas allá y rozo su espalda, mandándole una corriente eléctrica que surco toda la columna de Hermione.
Al sentir el toque del rubio Hermione reprimió un gemido, le daba vergüenza mostrar tanta debilidad. Draco dándose cuenta de esto la tomo por el trasero y la levanto, la chica emitió un gritico que fue acallado por la boca del rubio. Hermione se obligo a cruzar las piernas por detrás de la espalda del rubio para no perder el equilibrio. El rubio la besaba cada vez con más violencia y se asusto al darse cuenta de que eso le gustaba. El beso era una batalla para ver quien se hacia con el control, cada vez era mucho mas difícil saber quien llevaba la delantera.
Al necesitar aire se separaron un poco, el chico enterró el rostro en el cabello de Hermione aspirando su aroma a vainilla. La chica jadeaba, y mientras mas oxigeno entraba a su sistema su cerebro salía del embotamiento en el que estaba y se daba cuenta de que lo que estaba haciendo era una locura. Abrió los ojos con incredulidad al recordar quien era el rubio que tenia la cara recostada en su hombro, se tenso y trato de empujar al chico, este siendo mas fuerte que ella la presiono contra la pared y tomo sus manos y las puso sobre su cabeza.
-¿Malfoy, que demonios…. – Pero no logro terminar de hablar pues el rubio volvió a besarla con mas fuerza para hacerla extraviar de nuevo su cordura. La chica estaba desorientada, no entendía que pasaba pero tampoco era que quería entender mucho, soltó un gemido al sentir al rubio besar el nacimiento de sus senos y noto que la fuerza ejercida en sus manos se aflojaba y soltándose de manera suave volvió a colocarlas de nuevo en la nuca del chico y busco sus labios.
Draco la tomo del trasero de manera mas firme y la llevo trastrabillando al escritorio mientras la besaba. La deposito suavemente en este y se hizo un espacio entre sus piernas. La castaña se empujo un poco hacia delante para acercarse mucho más al rubio y sentir la fricción de sus cuerpos. El chico sonrió al notar lo que la castaña quería, empezó de manera sutil a tocar sus largas piernas centrándose en sus muslos, hacia pequeños movimientos circulares con sus dedos mientras la besaba. A Hermione ya le dolían los labios pero no quería parar, quería sentir mas, no sabia que, pero quería sentir mas de Draco. Se animo a besar su cuello, lo lamia y succionaba haciendo que se le escaparan gemidos roncos al rubio. Este saco sus manos de debajo de su falda y llevo sus manos a su blusa y empezó a desabotonarla botón a botón, sin ningún tipo de apuro, la castaña solo atinaba soltar pequeños suspiros cada vez que el rubio rozaba sus senos. Al terminar con el último botón el rubio se acerco a su cuello y empezó a prodigarle besos en la base de su cuello, este no era un sutil roce, Draco había cogido su hombro con algo más de fuerza de la necesaria y simplemente ahora besaba con ímpetu su cuello. Se deshizo de la blusa de la castaña, quedando solo con un pequeño sujetador azul, la admiro por un momento. Hermione a ver su escrutinio se ruborizo. - Hermosa…- Susurro acercándose de nuevo a besarla.
Hermione no se quedo atrás y empezó de igual manera como hizo Draco a sacarle la túnica que este llevaba y la camisa blanca del uniforme. El solo se dejo hacer. Al encontrarse sin la parte de arriba la chica pudo notar lo suave y fuerte que se sentía al tacto. Sus manos rozaban su pecho fibroso con descaro, le agradaba la sensación de poder tocarlo.
El chico estaba más que excitado, delineo su cintura y fue bajando hasta tomar sus caderas y de manera un poco fuerte la acerco para tener mas contacto. A sentir esto, ambos emitieron un gemido. Querían mas, eso lo sabían.
En un movimiento rápido el rubio le quito el sujetador azul y lo lanzo a algún rincón de ese viejo salón en el que encontraban. Tomo un seno y los masajeo de manera suave. Los movimientos del chico le tenían perdida en un mar de sensaciones. Se acerco mas a la castaña y tomo el pezón del seno que hasta ahora había estado descuidado entre sus dientes, mordisqueando y succionando la castaña no hacia mas que gemir ante el contacto. Ascendió por su cuello dejando un camino húmedo de besos hasta llegar a sus labios, los cuales ella recibió gustosa.
Sus manos jugaban con el cierre de su falda y de un momento a otro se la estaba bajando lentamente por las piernas quedando así en una única y pequeña prenda que la protegía de la desnudes absoluta. Ella, azorada como estaba bajo la mirada con timidez, el le levanto el mentón con delicadeza y le dio un beso corto para darle seguridad. Se separo un momento de ella y se alejo para acercar la túnica que hacia poco se había quitado, la estiro en el suelo y se acerco a la castaña, mientras le daba pequeños besos en el cuello la bajo del escritorio y la llevo a donde estaba la pieza extendida ayudándola a recostarse.
Viéndola allí, yaciendo semidesnuda, parecía una beldad. Con sus risos castaños desperdigados por toda la superficie con el rubor en sus mejillas y los labios hinchado y rojos. Jamás había visto una mujer más hermosa, ni en sus más profundas fantasías. Se inclino hacia ella y la beso de forma delicada mientras rozaba su vientre bajo con la yemas de sus dedos notando los pequeños espasmo de placer que producían en ella. Se separo un poco de ella y pudo ver la tímida sonrisa que le dedicaba, como dándole permiso para lo próximo que tenia que ocurrir.
Draco se levanto y en un movimiento rápido y fluido se quito el pantalón oscuro y la ropa interior y volvió a su lugar.
A Hermione le llegaban momentos de lucidez cada tanto que se iban con cada roce o beso que el chico le daba. Draco le besaba todo el cuerpo, eran apenas roces de labios tan lentos y pausados que llegaban al borde de la desesperación, la suave cosquilla que le producía el aliento cálido del chico… No sabía cómo reaccionar y tampoco sabía por qué su cuerpo no despertaba y se apartaba de él.
El rubio le quito la ultima prenda que le quedaba a la castaña, la chica se había tensado un poco ante esta acción tratando infructuosamente de mantener las piernas cerradas, Draco notando esto la beso y acaricio de manera sutil mientras se hacia un espacio entre sus piernas con una de sus rodillas, acercó su miembro a su entrada, frotando su erección sobre sus pliegues para incrementar su excitación.
La castaña se estremeció al notar su miembro ahí abajo, esto disparo todas sus alarmas.
-¿De verdad quería esto? -Era Malfoy, quien la había insultado por años. ¿Acaso quería que su primera vez fuese solo un acto llevado solo por la lujuria?
A quien engañaba… El rubio le gustaba hacia mucho. Luego se lamentaría, y tomando una resolución decidió mandar todo al diablo, esta vez definitivamente.
Le lanzo una mirada profunda al rubio y asintió.
-¿Estas segura? No hay vuelta atrás.- dijo el rubio con voz ronca.
Hermione pudo notar lo difícil que fue para Draco pronunciar estas palabras, pues podía ver el hambre y la excitación en sus hermosos ojos grises. Se preocupaba por ella… Eso quería pensar.
-Hazlo…- susurro.
Draco la beso y de manera suave se fue adentrando en ella hasta que se encontró con la barrera que proclamaba a Hermione como pura, se sorprendió, ella después de todo lo que el le había hecho se estaba entregando a el, su inocencia…
El la volvió a besar, esta vez de una manera más dulce para darle seguridad, esto la enterneció hasta límites insospechados. Trato de relajarla con suaves caricias mientras iba ejerciendo presión lentamente hasta que pudo romper la barrera y estar completamente dentro de ella. Hermione sintió un dolor agudo y para evitar gritar por el dolor mordió el hombro del rubio, el paro un momento para que ella se acostumbrase. Estaba tan caliente y húmeda… Pero por sobretodo tan apretada… Lo estaba volviendo loco pero tenia que controlarse, después de un momento cuando imagino ya se había acostumbrado al dolor empezó un lento vaivén de caderas, la incomodidad de la invasión fue cediendo para convertirse en un ardor placentero.
Draco se movía dentro de ella de manera suave y lenta, dejando al borde del placer a Hermione, ésta movía sus caderas al ritmo de las de Draco y arañaba su espalda. Los gemidos descontrolados de ella eran música para sus oídos, el rubio aumentó sus movimientos haciendo que Hermione jadeara por el placer. Ella instintivamente alzaba las caderas para profundizar el contacto mientras el le besaba el cuello.
Ciego de lujuria la tomo de la cintura y la levanto sin separarse hasta lograr cambiar de postura, y tenerla sentada a horcajadas sobre el. Hermione se sorprendió pero no por esto le gusto menos. Instintivamente empezó a deslizarse suavemente sobre el, llegando de esta forma mucho mas profundo tocándole un punto sensible. Tuvo una sensación que la hizo jadear pesadamente y aferrarse a él con todas sus fuerzas al notar que volvía a tocar ese punto. . El la tomaba por las caderas clavándole los dedos, guiándola, haciendo que fuera aumentando el ritmo. Ambos sudaban y gemían juntos, perdidos en un mar de sensaciones que no hacían más que hacerlos querer todo del otro…
La recostó de nuevo sobre la túnica mientras le mordía el cuello y empezó a moverse. Los gemidos iban en aumento, se hacían mucho más intensos con cada movimiento que les enviaba oleadas de placer. Draco se movía furiosamente dentro de ella, el cosquilleo tenso comenzó en la base de la columna de Draco. No iba a durar mucho. Y ella estaba tan cerca…
Hermione jadeaba con suspiros entrecortados, con el orgasmo apenas a la vuelta de la esquina. No hacia más que aferrarse a Draco cuando en ese instante lo sintió, espasmos que iban en crescendo a través de todo su cuerpo, donde la cornucopia de sensaciones estallo arrastrándola y envolviéndola en oleadas de placer, se sintió morir y renacer en esos preciados segundos. El rubio no tardo mucho más en acompañarla en aquel éxtasis…
Al terminar, salió de ella y se puso a un lado para no aplastarla con su peso, le acariciaba el rostro dulcemente mientras la miraba con la escasa luz de luna que se filtraba por una ventana, sobraban las palabras… ¿Que decir cuando le acababas de hacer el amor a tu peor enemigo? Mejor olvidar eso, aunque sea solo por una noche… Se recostó sobre la túnica y atrajo a la castaña mientras la estrechaba por la cintura.
Ya nada existía a su alrededor sólo ellos dos, allí, perlados de sudor, en ese salón abandonado de quinto piso… Ya no eran Draco Malfoy ni Hermione Granger, enemigos jurados. Solo eran dos amantes, dos almas gemelas que se reencontraban después de tantas vidas…
Actualización muy pronto.
Un beso, nos leemos.
Miokathx.
