Crimen y Castigo o La peor Idea para un Musical
Reto Mayo PervertDays. Libros
Fandom: High School Musical
Pairing: Ryan Evans/Chad Danfort
Autora: Rebeka Black
Hi!! Este es un fic inspirado en el reto del mes de mayo de la comunidad de LJ, me tocó el número 25 que correspondía a Crimen y Castigo de Fedor Dostoievski. La idea original era un Reid/Morgan de CriminalMinds (por la temática de la serie), pero eso sería demasiado fácil, así que mejor va algo… como decirlo… mmm, dejémoslo en diferente.
*+*+*+*+*+*+*+*
Parte I. Escisión.
*+*+*+*+*+*+*+*
-Estas completamente loco Ryan Evans- quien hablaba era una joven de 20 años, bajita, delgada, de preciosos ojos castaños, escondidos tras unas gafas de montura elegante pero simple. Tenía el cabello recogido en dos coletas, a ambos lados del cuello, lo que la hacía verse aun más joven, y una boina color café le cubría la cabeza, estaba ligeramente ladeada, dirigida hacia el lado derecho de su rostro.
-Precisamente por eso mi querida señorita Nielsen, será nunca antes visto y será una obra maestra- Ryan estaba completamente convencido. Tenía bastante tiempo madurando la idea. Desde el momento en que su profesor de Drama había hecho el desafortunado comentario de que los dramas eran demasiado perfectos para volverse musicales, Evans se había tomado a la tarea de demostrarle lo contrario. Y en eso era justamente en lo que estaba trabajando.
-Pero Ryan. Es una faena impresionante- los tremendos ojos azules se clavaron en la chica y ella se encogió un poco, solo un poquito ante la intensidad de la mirada.
-De eso se trata Kelsie. Si fuera fácil no estaría haciéndolo- y ella no entendía. Es decir, ¿Por qué aventurarse en una odisea de ese tamaño? Sobre todo tomando en cuenta que no la necesitaba. Cada profesor en Julliard que conocía a Ryan, lo amaba; literalmente. Era genial componiendo, bailando, actuando, cantando, tocando el piano, en todo, el chico Evans era bueno en todo.
*+*+*+*+*+*+*+*
Al otro lado del país; específicamente en Albuquerque, Nuevo México.
-Hola Bolton- el chico de cabello rizado se acercó a su amigo y lo abrazó.
-Te habías perdido Danforth- le recriminó Troy. –¿Hacia cuanto que no venias a casa?-
-Bastante- confesó, se mantuvieron abrazados por el hombro mientras caminaba a casa del castaño. –Ya sabes- rodó los ojos. –Los entrenamientos.-
-Tú molestas más seguido ¿Cierto?-
-Claro- repuso orgulloso. –Trabajo medio tiempo entre semana, y viajo cada quince días para acá.-
-¿Solo?-
-¿Hace falta preguntar?-
-Bromeaba.-
-Lo sabia-
-Necesito un auto- dijo Chad mirando al cielo, como si esperara que de pronto uno callera de las nubes.
-Tienes uno-
-Algo que gaste menos dinero- rieron
-Muero de hambre- Troy le sonrió. –Vamos a casa- siguieron hablando, rumbo a casa de los Bolton.
Durante el "refrigerio".
-¿New York?- Troy detuvo el sándwich a medio camino hacia su boca, mirando a Chad, abiertamente sorprendido. -¿Es en serio?- el moreno miraba su pedazo de pan, como si fuera lo más interesante del mundo.
-Es una oportunidad grandiosa- su amigo lo miró.
-Debes aceptar- el moren levantó la cara, estupefacto.
-¿Hablas en serio? Esta como a un millón de millas de aquí- exclamó como si fuera algo que el rubio no supiera.
-Sí, pero los Knicks, son los Knicks-
-Lo mismo dijo mi padre-
-Obvio-
-Gracias-
-Me enterneces Chad ¿Venias a pedir mi autorización?-
-Muy gracioso-
Se quedaron quietos, observándose. Chad rompió el silencio masticando el resto de su comida audiblemente. Pasaron el resto de la tarde contándose sus experiencias.
*+*+*+*+*+*+*+*
-Ryan-
-Estoy ocupado-
-Ryan-
-Es en serio- Sharpay se quedó estática en el marco de la puerta. Su hermano llevaba tres días en casa, sentado en el estudio de su padre, solo salía para comer (obligado por su madre) y dormir (obligado por su padre).
Ella estaba anonadada. Ryan no solía negarle cosas; bueno, no mucho. Pero esta vez era el colmo. Después de no verse durante dos meses seguidos, su hermano venia a casa y lo único que hacía era encerrarse en medio de un montón de libros, sin decirle nada, negándose a hablar con ella y para colmo…. ¿Por qué a Kelsie Nielsen si la recibía?
-¡¡Ryan!!- está vez la rubia gritó. Ryan levantó la mirada sorprendido. Hacía mucho que no tenía que soportar una rabieta de Sharpay. No tenía tiempo para pasar por una. Como única respuesta se quedó mirando a su hermana. –Vas a decirme que demonios haces. Y vas a hacerlo ahora- le ordenó, señalándolo con un dedo acusador. Así que era eso. Ryan sonrió cálidamente. Su hermana lo había extrañado, y el llegaba y la ignoraba por completo. Se levantó.
-Vamos por helado- se dirigió a la puerta del despacho. En esta ocasión tomó la delantera, mientras Sharpay se recuperaba de la sorpresa por haber obtenido una respuesta tan inesperada a su orden. Reaccionó y siguió al chico.
Llegaron a la cocina. Ryan fue hacia el refrigerador, abrió la congeladora y sacó un bote de helado.
-Chocolate no- exclamó su hermana en tono chillón. –Me saca imperfecciones en el rostro- el chico bufó. Abrió el bote y tomó una cucharada grande. -¿Podrías usar una copa?- le preguntó su hermana, con una mueca de asco.
-Nop-
-¿Qué te han hecho Ryan Evans?- dijo dramáticamente la rubia. El la miró, ligeramente sorprendido. Ladeó la cabeza. –Mírate. Comiendo helado directo del recipiente. Ahora dime ¿Dónde está mi hermano y porque tomaste su lugar?- ante esto el chico comenzó a reírse. Sharpay se sintió reconfortada por el armonioso sonido de su risa. ¡¡Cuanto le había extrañado!!
*+*+*+*+*+*+*+*
-… y Kelsie me está ayudando-
-¿No podías decirme a mí?-
-Ella leyó el libro-
-Esa es una escusa estúpida- Ryan la miró, ladeando la cabeza.
-Tienes razón- frunció el ceño. Estaba reflexionando –supongo que me he acostumbrado a trabajar con Kel- Sharpay continuaba molesta, tenia los brazos cruzados y una mueca de enojo en la cara. Su hermano se acercó a ella, y la abrazó. –Yo también te he extrañado- le susurró al rubio cabello de la chica. Ella sonrió.
*+*+*+*+*+*+*+*
-Supongo que ya tienes en mente quien hará el protagónico- Ryan la había dejado ayudarle, con la preparación del guión. El rubio suspiró.
-No tengo la más mínima idea-
-¿Bromeas?- la chica estaba genuinamente sorprendida. –Llevas meses con el personaje y ¿Aun no sabes quién lo hará?- era poco propio de su hermano dejar algo tan importante para el final. Un protagónico. Y más que nada, un protagónico de esa envergadura. Sería imposible que lo encontrara… o tal vez…
-¿Shei-shei?- habló por fin Ryan, levantó la cabeza, apesadumbrado. Sabía que su hermana lo conocía lo suficiente.
-¿A quién tienes en mente?- le preguntó con esa sonrisa, la que le recordaba que su Sharpay era una experta manipuladora.
-No importa- sonrió de lado, signo inequívoco de que estaba mintiendo; solo ella lo sabía claro. –Es imposible- increíble, la chica no insistió. Le había convencido la mirada amargada de su; normalmente feliz, hermano.
-Ry. Sabes que puedes decírmelo. Aunque no es necesario ¿sabes?- le dijo, altaneramente, cruzando los brazos. –Pude averiguarlo por mí misma- jaló suavemente el cabello de su hermano. –Debiste habérmelo dicho- lo reprendió bromeando. Le enseñó la lengua.
-Sabía que no era necesario- Sharpay lo miró dos segundos y luego se abrazó a él, sonriendo orgullosa.
-Te amo Ry-
