Long live the Queens.

Todo comienza con un beso de amor verdadero, o eso dicen. Técnicamente yo no estaba allí cuando pasó, ni siquiera en la mente de mis madres. Sí, has leído bien, madres. Digamos que provengo de una familia algo peculiar, pero si estás leyendo esto es que ya conoces de dónde vienen y quiénes son. Ese beso de amor verdadero del que hablo nos ha llevado a todos a un lío del que yo los tengo que sacar. Hay gente que aun quiere tener su venganza sobre mi familia y al final la han obtenido. Es incluso absurdo, porque la persona encargada también ha sido eliminada de la vida, pero bueno, supongo que tenía muy presente lo dicho por Macchiavello: "el fin justifica los medios".

Igualmente, debería haceros una pequeña introducción de quién soy yo y por qué escribo esto, andaréis algo perdidos, aunque creedme cuando os digo que no estáis más perdidos que yo. Acabo de despertar unos 30 años atrás, donde mis madres aún no estaban juntas, donde mi hermano mayor ahora tiene mi edad, donde aún existe la maldición de Hyperion Hights, y donde nadie conoce de mi existencia. ¿Mi misión? Evitar que la maldición que me ha traído a mí a esta época se desate. ¿Cómo? No tengo ni la más remota idea, mis madres me mandaron aquí sabiendo que era la única persona que no tendría un doble en el tiempo. Se supone que viniendo de dónde vengo es todo un honor y bla, bla, bla. Técnicamente también soy fruto del amor verdadero y la perfecta unión de magia blanca y negra, vamos que tengo todo el paquete.

Volviendo al punto de introducción, mis madres son las reinas Regina Mills-Swan y Emma Swan-Mills. Hasta donde sé, vosotros os habéis quedado con que Emma estaba con el capitán guyliner, que Regina estaba en su plena faceta de Roni y que mi hermano, Henry, estaba a punto de morir si rompían la maldición de Hyperion Hights. Pues bien, yo estoy en el mismo punto. ¿Alguna recomendación para encauzar a mis madres de nuevo a estar juntas? Creo que ellas no pensaron en eso cuando me mandaron aquí.

Sé que debería estar dándome prisa para evitar todo el rollo de la maldición, pero teniendo en cuenta que hasta dentro de 30 años no ocurrirá, creo que puedo detenerme a escribir todo esto para vosotros. El autor sigue siendo mi hermano, de la familia digamos que no me ha tocado el don de la prosa, pero según me dijo él, tengo que mantener viva la historia de nuestra familia o, mejor dicho, de todos nosotros. Así que, con vuestro permiso, primero os contaré mi historia y ya luego nos ponemos a evitar maldiciones y todo eso que vive constantemente mi familia. Igualmente no se siquiera si esto le está llegando a alguien, no sé por qué Henry me mandó a mi esta tarea, no sé por qué mis madres, mi familia, todo el mundo esperaba que fuera el legado de ellas y que pudiera conseguir evitar la maldición que nos ha acontecido. Supongo que os preguntáis por qué ha hecho la maldición, pues bien, digamos que ha fulminado el futuro de dónde vengo. Totalmente borrado. Yo aún conservo mis recuerdos, y no tengo muy claro si eso ha sido más maldición aun o un bonito recordatorio de mi misión. Al parecer mis madres tuvieron el tiempo justo para verter todos los recuerdos de todo el mundo en unas piedras, para que cuando fuese el momento adecuado fuese restaurando a la gente sus recuerdos futuros. A saber cuándo será el momento adecuado. Así que lo único que se ha salvado de ese futuro son esos recuerdos, un par de cartas que me dieron mis madres para entregárselas a sus yo de ahora individualmente y sin que me dejaran leerlas, y mi propia persona.

En resumidas cuentas, estoy en un lugar pasado, sin familia que me recuerde o siquiera tenga planes para concebirme, dicha familia está desperdigada por diferentes sitios, con una maldición aun encima que no se ha roto y que debo descubrir también cómo romperla sin que mi hermano acabe muriendo, porque eso cambiaría el futuro y a lo mejor eso me hace a mí no existir. Ah sí, ese pequeño detalle, no sabemos cómo me afectará a mí el continuo del tiempo, hay varias opciones, puedo quedarme aquí para siempre ya que no existe un futuro, puedo eliminarme a mí misma si cambio algo sustancialmente y que ya no siga el mismo camino escrito hacia el futuro de dónde vengo, o bien consigo que todo salga bien, los advierto de la maldición de borrar el futuro pero yo sigo siendo eliminada porque técnicamente ese futuro ya volvería a ser cierto. Lo sé, un auténtico lío. Si os soy sincera yo aún no lo entiendo.

¡Pero bueno! Acabo de ver que al final no me he presentado, pues bien, mi nombre es Isabella María Mills-Swan, aunque todo el mundo me llama Izzy. Ya había demasiados diminutivos con ella o bella, así que… Disculpad mis modales, cualquiera diría que provengo de la realeza más destacada del Bosque Encantado. Está claro que por estos sitios no puedo ir con mis apellidos reales por bandera, hasta donde se Regina está despierta de la maldición y Emma…bueno, ella sigue en Storybrooke con capitán guyliner intentando ser feliz con él, aunque no sea su verdadero final feliz. Aunque eso es otra historia que contaré más adelante. Sé que tenéis muchísima curiosidad por todos estos años, cómo se reunieron mis madres y acabaron juntas, que pasó con la relación de Emma y Hook, cómo es posible que yo haya sido concebida (os adelanto que a pesar de que Regina tomase aquella poción para evitar tener hijos que Cora los utilizara contra ella, Emma logró sanarla en formas que nadie esperó y de ahí salí yo). Bueno, todos esos detalles, escabrosos en algunas partes, que estáis deseando conocer y que es mi trabajo ir repartiendo poco a poco. Además, terminaré esta primera entrada confesándoos algo, me quedé con algunos de los recuerdos de Emma, digamos que la cosa en algunos momentos no fue del todo buena y preferí que ella no los recordase con todo detalle, pero alguien tenía que quedárselos.

Os pido disculpas ahora, sé que para ser un primer paso he dado muchos saltos, que estaréis confusos, pero la que primero tiene que poner orden soy yo, para luego poderos transmitir las cosas con el mismo orden y que comprendáis lo que está pasando en esta familia peculiar. Por el momento solo me queda pediros un poco de paciencia y agradeceros que leáis esto, pues sin vosotros, la historia que he de contar quedaría sin vida y por ende, mi trabajo se vería vacío de contenido.

Siempre vuestra,

Isabella Mills-Swan.