uh mm, ¡Hola! escribí este pequeño fanfic de homestuck,probablemente haya dos o tres capítulos más. En el género lo marqué como "romance y angst" realmente no creo que sea muy "angst" pero bueno, en realidad no soy como esas/os super escritoras/es que hacen sufrir a sus lectores y a los personajes(?). (No soporto ver sufrir a mi otp, no, joder, no! (?)) No cabe decir que no es un gran fanfic, de echo es tan aburrido y cliché, pero necesitaba escribir algo sobre homestuck.
Pareja: DaveJohn. (Y quien sabe, tal vez se haga mención del DirkJake.)
Un mes había pasado desde la muerte de su padre, sin embargo John sentía que lo había perdido hace tan solo un momento, dentro de él solo existía el vacío, la soledad, y una gran nostalgia. Quería volver a verlo y poder abrazarlo.
Su vida cotidiana cambió, ahora nada era trivial, salvo la ausencia del difunto.
Los primeros días de su perdida intentaba quitarse la vida, tomaba muchas pastillas, (las cuales había conseguido con una antigua receta) mientras mas mejor, y las acompañaba con alcohol fuerte.
Sin embargo no hubo resultado, no las aguantó y las vomitó.
Intentaba diferentes métodos, el tan solo pensaba que: "no quería ser parte de este mundo tan injusto".
Tomaba la afeitadora de su padre y le sacaba la cuchilla.
—¡Perfecto!—habría pensado, algo nervioso.
Miraba su muñeca por un largo tiempo, mientras las lagrimas caían por su inmutable rostro. Tomaba aire profundo, juntaba todo su coraje, y se hacia varios tajos de una vez.
Podía ver como la sangre iba pintando su piel, de apoco, según la profundidad de cada tajo. Sin embargo al ver sangre se sentía más débil que lo normal, y no podía aguantar. Corría a lavarse con agua tibia, para luego vendar las heridas.
Acto seguido se echaba a llorar al suelo por ser "un jodido marica" y no ser capaz de ponerse un arma en la cabeza y volarsela, o salir a la calle y que lo pisara algún auto, o algún tren. O tal vez meterse en la tina llena de agua y que caiga algo eléctrico, colgarse, o tirarse de un edificio.
Había tantas maneras de morir, pero el no podía hacerlo, no quería hacerlo.
Tal vez en el fondo el sabia que no quería morir, que amaba estar vivo o el simple echo de poder existir.
Al pasar los días mientras se duchaba se planteaba a si mismo ¿Que se sentirá realmente morir? Dejar de existir para siempre, no reír, no llorar, ni siquiera estar triste, no tener la oportunidad de pensar en estas cosas, nada, nunca más.
Su amigo Dave Strider, lo llamaba al móvil, pero el no atendía. Iba hasta su departamento y golpeaba la puerta, pero John no abría. No tenía ganas de estar con nadie, que no sea su padre.
Simplemente se quedaba en el sillón, recostado sobre una almohada, mientras observaba el cielo en silencio.
Sin embargo Dave volvía todos los días a golpear la puerta, pero jamás obtenía una respuesta.
El sabía que John se encontraba ahí, no quería obligarlo a que lo recibiera si aún no estaba preparado.
Después de todo, el sabía por el dolor que estaba pasando su amigo.
Al cabo de 3 semanas, en la casa faltaba comida, no había nada, ni siquiera algo para beber, tenía que salir de su casa si o si, o mejor ¡morir de hambre! De todos modos solo estaba comiendo lo mínimo, no tenía ánimos para nada.
En su cabeza permaneció esa idea, tan solo por tres días más, hasta que el hambre se apodero de él por completo, no aguantó y decidió salir. Sin embargo, no soportaba salir de la casa sin preguntarle a su padre si quería que le comprara algo, crema de afeitar, o más tabaco para su pipa, las típicas cosas.
Agarró su móvil, y algo de dinero.
Se puso los audífonos, y la música más "emo" que tenía, para acompañar su tristeza.
Y así, salió a la calle, su cara delataba lo mal que estaba, física y emocionalmente.
Al llegar al super, compró varias bebidas alcohólicas, y pura comida chatarra.
En un momento se quedo parado mirando un punto fijo, malditas cremas de afeitar, esos malditos objetos lo llenaban de una gran melancolía. Casi se pone a llorar ahí mismo, pero pudo contener sus lágrimas.
El vacío que dejó su padre era notable.
Pagó por todo lo que había comprado y volvió a casa.
¿Acaso esto es vida? la misma rutina una y otra y otra y otra vez.
Subió por el ascensor, piso 8.
—Y qué pasa si de repente el ascensor se jode y se rompe, y termino muriendo por un fuerte impacto contra el suelo— pensaba, mientras que el ascensor subía; Por su mala suerte o tal vez buena, llego a salvo a su destino.
Ya en la puerta del depa, se detuvo a buscar la llave, sin embargo no las encontraba. Buscó bien en cada bolsillo que tenía, los de la campera, los del pantalón, no estaban. Estuvo apunto de entrar en pánico, pensó en que se les había caído de camino al super, o tal vez en el mismo super. Tendría que volver y recorrer todo el mismo camino, volver a ver más personas.
Intento abrir la puerta y para su sorpresa esta abrió.
—¿Qué mierda?— pensó,algo nervioso.
Por dentro se escuchaba el sonido de las llaves siendo revoloteadas por el aire.
Si fuera algún ladrón, asesino, estaría feliz que este lo matara o algo así. Entró.
Para su desgracia tan solo era Dave.
Jegus, tenía que dejar de ser tan dramático.
Se relajó un poco, y cerró la puerta. Se sacó la campera y puso las cosas que había comprado, en la cocina.
—¿Que quieres?— preguntó John.
—Esa es la pregunta mas irónica que hayas dicho en toda tu vida—rió.
—Mierda, estoy aquí por ti, ya sabes... para saber como estas, y todo eso.—
—Y esa es probablemente la respuesta más irónica que hayas dicho jamás.— ¿Cómo crees que esté? ¿Feliz? ¿Corriendo en un jardín, lleno de flores, mientras vuelan mariposas a mi al rededor? ¿o, qué?— exclamó, exaltado, casi a punto de ponerse a llorar.
Reinó el silencio por unos segundos.
John caminó hacia Dave para quitarle las llaves.
Este extendió su brazo para alcanzárselas, John las agarró, creando un roce entre manos.
Dave notó que en las muñecas de su amigo habían lineas rojas, frunció el ceño tomando de golpe a John y le obligo a que le mostrara su brazo. De todas formas alguien terminaría viéndolo.
—¿QUÉ MIERDA ES ESTO, JOHN?—frunció aún más el ceño. —¿Qué crees que estas haciendo, idiota?— exclamó.
—Todos estos putos días estuve preocupado por ti, y lo sabes. Escuchabas que golpeaba la puta puerta una vez cada jodido día. Ni siquiera te gritaba para que me abrieras, estuve esperando a que estés listo para hablar, y tú, tan solo... ¿haces esta mierda?—¿Pensabas dejarme para siempre?—
—¿Y QUÉ QUIERES QUE HAGA? Perdón, "Dave la pobre victima que tiene una autentica hermosa vida Strider", pero no puedo andar feliz de la vida como tú, sin ninguna preocupación. Como si nada hubiera pasado. Olvidar a mi padre y listo. ¡No tienes una idea de como me siento!—
Dave inhaló y retuvo el aire. Le ardía demasiado el pecho como para soltarlo.
—Claro que la tengo... entiendo muy bien como te sientes.— musitó, para luego mirar por la ventana hacia el cielo.
Suspiró.
Se levantó del sillón en el que estaba sentado y se acercó a John para darle un cálido abrazo, y en un acto reflejo le quitó la llaves.
—Espérame— le susurró.
—Espero que tengas una cama de más o algo así.—
Fue lo último que escucho de la boca de su amigo. Luego este desapareció de su vista.
La puerta fue cerrada con llave desde afuera, dejando encerrado a John.
Tomó asiento en el lugar donde su amigo yacía hace momentos, ya no le importaba nada.
De repente su estomago gruñó. Se le empezaba a nublar la vista y tenía la sensación de sudor frío. Intentó pararse para ir al baño pero fue inútil, estaba muy mareado. Recordó que hace 3 días no comía.
—M-mierda— se dijo a sí mismo.
Sufrió una repentina bajada del azúcar.
El cielo comenzaba a oscurecer.
Les dije que era aburrido y cliché, sin embargo si seguirán leyendo pues: ¡Nos leemos en el prox. cap! (?) *cursi pls.*
