Nota de autora: Fic dedicado a Yuki. Espero que te guste, creo que te debo otro fic yaoi.

Advertencia: Lenguaje vulgar. Mención de yaoi.


· Comepollas ·

Boomer ingreso a la cocina atraído por el exquisito aroma que de allí salía. Se le hizo agua la boca al ver que era lo que olía tan bien; un delicioso y dorado pollo.

Brick sí que era bueno en la cocina, de haber sido Butch o él quienes cocinaran, solo comerían hamburguesas demasiado quemadas. O pizza.

—Siéntate Boomer, iré por Butch.

Boomer asintió sin pensarlo dos veces y comenzó a servirse un pedazo de pollo, acompañado de una gran porción de puré.

[…]

Oh Dios, sabía delicioso, sin duda eso era comida de dioses. Alabado sea Brick y su don en la cocina, porque en verdad, ya no soportaba las comidas recalentadas, demasiado quemadas o a veces crudas.

—Creo que llorare, esto sabe delicioso —dijo a la vez que ingería más alimento—. Te amo Brick.

—No seas exagerado Boomer —le regaño Butch.

—Cállate comepollas.

Brick quedo con la boca abierta mientras su tenedor quedaba a medio camino de su boca, Butch por otro lado lo miraba con ojos muy abierto.

— ¿Qué… dijiste? —preguntó Brick luego de reaccionar. Él no creía que su hermano supiese esa palabra. Podría tener la edad que tenía, pero era Boomer, demasiado ingenuo para conocer esas palabras.

— ¿Qué?, ¿comepollas? —preguntó sin entender—. Butch come pollo, ¿no lo convierte en un come pollas?

—Boomer, ¿Dónde escuchaste eso?

Boomer llevo su mano al mentón, pensativo.

—Pues se lo escuche gritar Himeko; se lo decía a Sedusa —contestó encogiéndose de hombros.

Butch y Brick compartieron miradas.

—Boomer, comepollas no significa que alguien coma pollo —comenzó diciendo Butch. Ante la mirada confundida de su hermano menor se acercó y comenzó a susurrarle.

Boomer abrió enormemente los ojos y miro a sus hermanos alternativamente.

—Entiendo… —habló mientras miraba a Brick y estrechaba sus ojos—. Tú Brick, eres un comepollas. Y tú también Butch.

Ambos hermanos se quedaron en silencio.

—Sí, sé que están juntos. Son muy obvios. Creo que todos lo saben ya.

—Él tiene razón —dijo Mojo quien salía de la cocina junto con un plato de comida—. Hasta los vecinos deben de saberlo, no son muy silenciosos o discretos.

—Lo dije, ambos son unos comepollas. Aunque tengo una duda, ¿Quién da y quien recibe? —Boomer observo como sus hermanos quedaban completamente rojos y sin habla—. Supongo que no me dirá —dijo llevándose el tenedor a la boca.