Juegos del Destino.

NOTA: Antes de comenzar con el fic, quiero aclarar que aquí el Destino tiene personificación, de hecho, él narra la historia, lo único si, es que es mujer.

Capítulo I: Problemas y más problemas.

Era una linda y tranquila tarde en el Olimpo, mi actual residencia durante unos cuantos años. Para mí, era un día muy especial: el estreno de "Dirty Dancing" por la TV Olimp (sí, se que es muy vieja para ustedes, pero aquí en el Olimpo tenemos toda la eternidad para ver sus películas, cosa que ustedes no).

Me tuve que aguantar toda la primera parte de la película para ver lo que más deseaba: el baile final. Emocionada y tomando limonada esperé. y lo hubiese visto si no fuera por un chistoso que se puso en frente, con los brazos cual cántaro.

Molesta, reconocí a la persona, ¿persona?, diosa. Esa túnica era muy reconocible en este lugar

-¡Atenea, un honor tenerte aquí!- dije sin mirarla y evitando su cuerpo, en un intento desesperado por ver algo -¿podrías venir en cinco minutos más?

-No- contestó secamente, supuse que algo malo ocurría, pero no me imaginé qué.

-¡Por favor!- supliqué, después de algunos intentos logré que se quitara y cuando el actor recibiría a la chica para alzarla, la tele se apagó

-¡Hey!- protesté, mirándola. Fue en ese momento en que cualquier idea de valentía se fue junto a la imagen de Patrick

-Tengo que hablarte- me dijo, se notaba furiosa, en parte, yo también lo estaba

-¿No podía esperar?

-¡No!- gritó. En ese momento me di cuenta que no valía la pena insistir para que se fuera. Además, de seguro la película ya había terminado-

-¿A qué se debe.?- le pregunté apoyándome del respaldo del sillón en que estaba, en un estúpido afán de hacerme la importante. En respuesta, me lanzó a la cara unas hojas. Alcancé a tomarlas antes que cayeran al suelo

Reconocí las fichas de los caballeros elegidos para esta reencarnación, los cinco de Bronce (Por si acaso, Atenea es la única que tiene el privilegio de elegir a sus caballeros más cercanos. Cortesía de Zeus para su hija favorita). Hyoga Dostoiewsky, Shiriu Han, Seiya Takamoto y Ikki y Shun Hyan

-¿Tus caballeros?- le pregunté mirándola, supuestamente todo andaba en orden; claro, supuestamente

-Sí, o eso creía yo- la miré sin comprender -mira sus profesiones

Claro, ahí estaba el error, el GRAN error: pianista, maestro de yoga, trabajador social, abogado y veterinario, respectivamente. Presentí lo que venía.

-¿No debería decir otra cosa?- me preguntó, supongo que aguantando las ganas de ahorcarme

-Eh.

-¿No debería decir: Caballeros de Cisne, Dragón, Pegaso, Fénix y Andrómeda, respectivamente?

No respondí. "Pronto todo esto hará erupción", pensé, ¡cuánta razón tenía!

-Eh. quizás hubo error de imprenta

-¡Sabes que eso es imposible!

-No hay nada imposible. pregúntale a las Moiras

-¡No me vengas con eso, Disty!- gritó. Así es como aquí me dicen

-Bueno. esto ya está hecho. eh. ya no serán tus caballeros

¿Nunca han escuchado que la mirada de Atenea fulmina?, ¡fulmina!. Si no fuera inmortal como ella ya estría bajo tierra

-¡No!- gritó -¡Lo único que pido para cada reencarnación es la elección de mis caballeros!, ¡¡es el colmo que no puedas hacer ni eso!!

-¿Qué tanto alegas?- dije ya aburrida y devolviéndole los papeles -tendrás tus caballeros igual

-Pero no serán los que yo quiero

-¿Y qué?, ganarás igual, siempre lo haces. Pareces una niña

-Gano- porque-elijo-a-mis-caballeros. Porque-sé-que-son-bueno. ¡Si creíste que es de suerte estás muy equivocada!

-Nunca he dicho eso, Atenea, sabes que te tengo respeto por tu poder, pero.

-¡Pero nada!

-¿Y qué quieres que haga?, ya es tarde.

-No lo es- dijo calmándose -aún quedan dos años para la primera batalla

-¿Dos años?. ¡No alcanzarán a entrenarse!, sabes que necesitan seis años, mínimo

-Lo sé mejor que tú

-¿Entonces?

Ella sonrió tiernamente

-Eso, querida, es tú problema.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste

-¡Estás loca!, no puedo ocuparme de eso, ¡estoy demasiado ocupada!

-¿Taaaaaaaaan ocupada estás que ves películas?

-Era un momento de relajo, ¿ya?

-Bueno

-Mira Atenea, una reencarnación que no tengas a los caballeros que elegiste no te romperá nada

-¿A no?, ¿y qué hago con las próximas cinco generaciones que tengo planificadas?

La miré sin creer lo que había escuchado. ¡Mil años planificados!

-Eres increíble- le dije, pero luego me entró la duda -pero Atenea, ¿qué tienen que ver los chicos de ahora con los del futuro?

-Descendientes- me dijo, caminando de un lado a otro -todos son descendientes de los primeros caballeros. Tienen algo de su sangre. ¿Comprendes ahora?

-Ah. pero estos chicos también tendrán hijos

-¡Sí!- otra vez se puso histérica -¡pero no los tendrán con las chicas con las que están destinados!- en su mano derecha apareció un pergamino -Shiriu con esa tal Mia. ¡debería ser Sunrei!, y Hyoga con esa tal Natasha, ¿dónde está la princesa Fleur?. Mira a Ikki, ¡soltero!, ¿y Sheena?. Y Shun con esa tal Tokio, ¿y Juneth?. ¿¡Ves el caos que se produciría!?

Suspiré resignada, no hay forma de evitar la tarea que se avecinaba

-A ver Atenea, ¿y qué puedo hacer?. Cada uno está en su país, repartidos

-Ya te dije, ese es tu problema

-¿¡Y qué demonios puedo hacer yo!?

-¿Qué me preguntas a mi?, eres el destino, ¿o no?- me dejó sin palabras y sin deseos de ocuparme de este problema

-No- dije, Atenea se enfureció

-¿¡Qué!?

-Que no quiero hacerlo

-¡¡¡Pues lo harás, o si no hablaré con mi padre de tu incompetencia!!!

-Claro- murmuré - me irá a acusar a su papito

-¿Qué dijiste?

-¡Si lo sabes para qué preguntas!

Trueno y relámpago en el Olimpo. Muy mala señal. ¿Cuándo aprenderé a mantenerme callada?

-Lo único que evita tu muerte aquí y ahora es que no puedes morir

-Qué gracia.- murmuré

-¡Ya basta!, ¡¡¡Esto lo causaste tú así que espero que lo repares!!!. ¡¡¡Quiero a mis caballeros, y por tu bien espero tenerlos!!!

Y desapareció

Creo que tengo muchísimos problemas

Nota: Aquí está el primer capítulo, espero que les haya gustado