Noche de verdades
-corre, rápido, mas rápido. Edward que ya casi estamos llegando. Dije.
-vamos a subir por las ventanas a ver si las alcanzamos- dijo Edward.
-okey, pero rápido que el sol nos puedo alcanzar.
-al menos tu eres mas rápido que yo Edward.
-bueno, calla que las podemos despertar, y sabes que a mi me gustan cuando están dormidas, sabes despertarlas con una mordida.
-si, espero que, esta ves la mía sea la mayor, siempre tu te quedas con la mayores.
-eso es por que yo soy, mas rápido.
Subimos árboles y cordilleras. Para poder llagar a esa casa, con dos adolescentes, estaban solas serian una presa muy fácil, del solo echo de pensar en la sangre se me derrite la boca. pensé, mientras corría a toda velocidad
Arturo, mueve tu trasero muerto si no quieres que me coma a las 2 y no te deje nada.
- aja, por fin exclame con anhelo, al ver la solitaria casa.
- Hey, Emet ya yo e visto esa casa antes, mejor vamos, me dijo Edward.
- porque acaso eres un vampirito. Le dije a Edward.
- no claro que no, lo que pasa es que creo que vi esa casa antes, cuando ayude a una muchacha.
- que... ayudantes a una humana, en ves de comerla, eso no es natural que te pasa Arturo estas loco. Dije muy sorprendido.
- No de seguro no a de ser la misma casa. Dijo Edward creyendo que no lo había escuchado.
Cuando, entremos a la habitación, la muchacha mas grande, salió a abrazar a Edward, Arturo le correspondió y se besaron.
- que dije, cuando los vi juntos.
- hermanito se me olvido comentarte que mi nueva novia es humana, se llama Bella.
- Que ese maldito libro ya está cambiando a las muchachas a los vampiros, ¿hasta que punto vamos a llegar.?
