DISCLAIMER: El mundo de Naruto pertenece únicamente a Masashi Kishimoto-Sensei.
Capitulo 1: Sin pasado.
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"Eres Sakura, Haruno Sakura. Nunca lo olvides. A donde quiera que tu alma vaya, nunca debes olvidarlo"
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—Te miras como si esperaras que algo cambie… ¿Me estás escuchando?
No, ella no la escuchaba, su concentración estaba puesta en el reflejo de su rostro en el agua, detallando ella misma cada rasgo y facción, temiendo que en cualquier momento no pudiera recordarse a sí misma después.
Con parsimonia delineo sus labios con el dedo índice, pasando después por una de sus mejillas hasta tocar su barbilla
—Soy Sakura, Haruno Sakura. No debo olvidarlo —se dijo así misma, algo que en realidad se repetía todos los días, sobre todo en cuanto despertaba, usándolo como en una especie de mantra.
Una piedra golpeo en el agua repentinamente, lo que provoco que el reflejo de la muchacha se distorsionara, la jovencita se alejo del estanque, sentándose sobre sus tobillos mientras miraba a la mujer que ya se alistaba para arrojar otra piedra que retenía en una de sus manos.
—Bien, por fin me prestas atención. Por un momento pensé que tendría que arrojarte esta a la cabeza —los labios de aquella mujer se torcieron en una mueca burlona y Sakura se levanto de su sitió, no sin antes llenar un cuenco con el agua del rio.
—Lo siento —la mujer dejo caer la piedra y extendió ambas manos para que la joven le diera el cuenco.
—Tardarán en llenar el barril con esa porquería.
El par de mujeres miro al anciano que se aproximo a ellas. La verdad es que a Sakura no le hacía nada de gracia que fuera con ellos en la caravana. Aquel anciano nunca estaba conforme con nada, se quejaba constantemente y siempre hacía uso de su lenguaje vulgar para ofender a todos. Además era abusivo, arrogante e irrespetuoso, ni que decir del olor tan desagradable que despedía.
—Bien, ¿por qué no lo hace usted mismo entonces? —se quejo la mujer mientras vaciaba el cuenco y se lo extendía al anciano.
—Mujerzuela barata, ¿acaso no vez que no puedo agacharme?
— ¿A quien llama mujerzuela barata, anciano asqueroso?
La joven de hebras rosas se alejo cuanto antes de aquellos dos, irritada por la pelea que siempre comenzaba el desagradable anciano. No podía quejarse de su situación porque muy probablemente sería peor. Tenía que agradecer que aquel grupo la acogiera con ellos y le brindaran cobijo, comida y agua, sin bien, era escaso lo que le proporcionaban; era mejor poco, a nada.
Desde varios años atrás, hasta ese momento, no habían cesado las guerras entre clanes. La verdad es que parecían ir de mal en peor y que estás muy probablemente no vieran el fin. Cualquier lugar al que se quisiera ir era inestable, porque tanto podrías encontrarte en un campo de batalla o bien, con maleantes que se ocupaban de quitarte lo poco que poseías. Para una mujer no había nada peor que estar sola, por eso Sakura y con lo problemática que podían ser algunas personas, no se podía quejar tanto de su situación, menos cuando no hace mucho ella se vía sola y sin memoria. De ella no recordaba ni conocía nada… A excepción del nombre. Su nombre había sido lo único que, milagrosamente se había salvado de su amnesia.
—Haruno-san —la aludida se volteó al ser llamada, encontrándose con una niña que pertenecía al pequeño grupo de huérfanos que conforme encontraban se llevaban con ellos—, nosotros no ocuparemos más el cubo. Puedes llevarlo contigo para llenar más deprisa su barril.
A Sakura le dio una sensación de lastima por aquella pequeña en cuanto miro su rostro, aun abatido por su reciente perdida, pues aquella chiquilla la habían encontrado en una choza en ruinas. La pobre niña lloraba, angustiada mientras se aferraba al cadáver de su madre, quien, por palabras de ella; era lo único que le quedaba. No se tenía que ser muy listo para saber que algún grupo de maleantes carroñeros había sido el causante de que aquella pequeña se quedara sin hogar y huérfana. A cada lugar que llegaban, la mayoría de las veces se topaban con todo tipo de horridas escenas y aun la muchacha no podía acostumbrarse, a comparación de la mayoría que viajan en la caravana y terminaban por mostrarse estoicos e indiferentes.
—Te lo agradezco, Yumi-chan —tan solo le dio tiempo para agradecérselo, porque apenas le entregara el cubo, Yumi salió corriendo en dirección a los demás huérfanos. El sentimiento de compasión creció aun más en la joven. La mayoría del grupo de huérfanos miraban a los demás con desconfianza, a pesar de salvarlos o ayudarlos, su comportamiento era bastante distante, hostil y algunas veces agresivo, incluso parecía que poco a poco se quisieran hacer independientes a ellos y formar su propio grupo.
A pesar de estar unidos para ayudarse mutuamente, las personas de la caravana no eran muy adeptas a estrechar lazos, como el de ser amigos o la idea de ser una gran familia. Por ejemplo, las familias dentro del grupo solo se preocupaban y veían por los suyos, solo cuando era estrictamente necesario se veían involucradas, pero cuando se trataba de entablar conversaciones u otras cosas, solo se limitaban a hablar lo necesario y parecía que a ninguno le afectaba, a excepción de ella. A Sakura si le afectaba y mucho, más que nada por no tener con quien platicar sus inquietudes, emociones o el padecer su falta de memoria. Aunque estuviera rodeada de toda esa gente, era lo mismo a estar sola.
"¿Por qué te afecta? Piensa que es mucho mejor así. Nuestro futuro es incierto y mientras no sientas afecto por alguien de aquí, no sufrirás si aquella persona llegara a perecer"
Esas habían sido las palabras de Mieko, la chica con la que colaboraba para llenar el barril. Quizás se lo decía por su bien y sin la intención de herirla, pero lamentablemente sonaban crudas y de alguna manera la herían.
— ¡Apresúrense! Debemos ponernos en marcha cuanto antes —la estridente voz del líder puso todos a todos a movilizarse con más rapidez. Sakura opto por seguir el mandato y corrió en dirección a su compañera con el cubo de agua.
El líder, era un hombre de mediana edad y complexión robusta, además de tener un carácter bastante voluble. A pesar de eso, todos le tenían respeto… Aunque bien, Sakura más bien lo interpretaba como miedo, miedo a no acatar alguna de sus ordenes y que este los sacara del grupo, quitándoles así la protección y la comida.
Una vez que se cargaran con provisiones de lo poco que se podía obtener del bosque donde estaban , así como con el agua del rio, el grupo se puso en marcha nuevamente. La imposibilidad de quedarse en un solo sitio los había convertido igual a nómadas. La situación lo exigía así, en esos tiempos de guerra donde era impredecible donde se vieran involucrados en alguna batalla, no era conveniente quedarse en un solo lugar. Siempre existía la posibilidad de toparse con una o bien, toparse con criminales. De estos tenían más posibilidades de protegerse, pero con los guerreros de elite, esa posibilidad se veía nula.
Sakura echaba una última mirada a su entorno, en cualquier momento se verían fuera del bosque. Según lo indicado por el líder que había estudiado el mapa que llevaba con él, estarían próximos a cruzar por tierras áridas y de muy pocos recursos donde pudieran abastecerse de lo necesario. Sin embargo, serviría para establecerse y descansar antes de que callera la noche. A la mañana siguiente, de ser preciso por la madrugada, se pondrían nuevamente en marcha. Prevención, cuidado, supervivencia… Todo se resumía a eso.
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La única vez que se detuvieron por exigencia de la mayoría del grupo, fue para beber agua. En unos cuantos segundos ya se veían formados para que esta les fuera dada en sus respectivas cantimploras. Esto disgusto al líder por el hecho de que la mayoría se había terminado demasiado pronto el agua con la que se habían provisionado en estas, ya que el propósito era la de no utilizar el agua de los barriles.
Sakura fue una de las voluntarias a servir, esto con el propósito de que no se originara el desorden que, por la desesperación de algunos se pudiera producir. De alguna manera ella lo entendía, el calor se había vuelto agobiante tras dejar el bosque y caminar un buen tramo de lo que parecía un desierto interminable. Así que por un momento considero absurdo que el líder se molestara, considerando que el lugar por el que caminaban, castigaba por lo inhóspito y terriblemente caluroso que era. En esos momentos, la joven deseo volver al clima tan fresco y la protección que ofrecían los frondosos árboles en el bosque.
Nadie supo cuanto habían caminado más, pero lo que si querían saber, era cuando iban a detenerse. La fatiga comenzaba a gobernar sus cuerpos y daba la impresión de que en cualquier momento sus cuerpos quedarían tendidos en el suelo.
—Aquí —dijo de pronto el líder—. Aquí descansaremos y nos pondremos en marcha de nuevo poco antes de amanecer.
El grupo se sintió aliviado, entre ellos, Sakura, quien ya sentía sus piernas a punto de desfallecer. Sin embargo, el alivio y entusiasmo que comenzaban a mostrar las personas, se vio turbada cuando de la nada, el líder cayó al suelo boca abajo y mostrando lo que parecía un kunai clavado a la espalda. La sorpresa fue mayúscula para todos, pero el terror deformo sus expresiones cuando se vieron rodeados por un grupo mayor de personas que habían salido de entre las enormes rocas que los rodeaban. Todos supieron inmediatamente que se encontraban rodeados por los tan temibles maleantes, que si bien, no eran tan peligrosos como los shinobis, por lo menos sabían cómo usar un arma y matarte con esta. Además, ellos los superaban en número.
El caos comenzó, las personas comenzaron a huir, con la intención de salvar sus vidas, en ese momento poco importaba lo que dejaban atrás. Y así como ellos, Sakura hizo lo mismo, pero sintiéndose perdida, como también aturdida. Era la primera vez que presenciaba un ataque como el que sufrían ahora y el pánico se apodero de ella, sin saber muy bien que hacía o hacía donde corría. A su alrededor solo podía escuchar los gritos angustiados y de terror de las personas, así como el presenciar cuando sus ojos se topaban con alguna espantosa muerte. Entre las víctimas, la muchacha se encontró con el frágil y pequeño cuerpo de Yumi. La joven no podía creer como la crueldad había alcanzado a un ser indefenso.
Sakura se arrodillo frente al cuerpo, con la esperanza de que aún siguiera con vida y pudiera auxiliarla, pero apenas y estuvo a punto de tocarla, un fuerte agarre la tomo por sorpresa. Aterrorizada pensó que pudiera tratarse de alguno de aquellos hombres, pero grande fue su sorpresa al toparse con la chica de nombre Mieko.
—Olvídala. Ya nada puedes hacer por ella —la joven de cabellos rosas sintió un escalofrío, a la vez de un terrible pesar. ¿En serió no se podía hacer nada por esa pequeña?
Mieko puso andar nuevamente a Sakura. Era irónico ver a la persona de aquel crudo consejo ayudarla y no preocuparse solo por ella misma. Como quiera que fuera, ahora se hallaba huyendo a su lado.
Desafortunadamente, ambas jóvenes no pasaron desapercibidas a los ojos maliciosos de tres maleantes, que inmediatamente se dispusieron a perseguirlas. Tanto Sakura como la otra chica se dieron cuenta y apresuraron más su carrera. El miedo ya no solo gobernaba sobre la joven de de pupilas color verde, la otra también sintió el peso del miedo cuando se percataron que los tenían a pocos centímetros de ellas.
Y entonces todo paso demasiado rápido, porque de un momento a otro, Sakura se vio a si misma sola, Mieko había sido alcanzada por uno de ellos y ella quiso ir a su ayuda, pero aquella joven le ordeno que no lo hiciera y que huyera, que huyera; pero que sobre todo no mirara hacía atrás. No supo en qué momento dejaron de perseguirla a ella, como tampoco cuanto había corrido para salvarse. Cuando fue consciente entonces de todo, fue en el momento en que sus pies trastabillaron y quedo tendida en el suelo. Solo entonces comenzó a llorar y con dificultad, ya que su respiración se encontraba hecha un desastre por lo exhausta que estaba.
No solo era el terror que había vivido, era el hecho de que las personas con las cuales había convivido tras encontrarla en medio de la nada y amnésica, estuvieran todas muertas. Mieko se había equivocado, porque, a pesar de las barreras que ponían cada uno de ellos para no relacionarse más de lo necesario entre ellos, la verdad es que; al final de cuentas habían formado una especie de familia y Sakura no estaba tan sola como ahora. Y por supuesto dolía, dolía haber perdido a cada uno de ellos… incluso a aquel anciano tan quejumbroso y desagradable.
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Tras pasar la noche desahogándose de la experiencia vivida, Sakura se puso en marcha. ¿A dónde? Ni ella misma lo sabía, pero se suponía que el objetivo era salir de aquel lugar… Solo con suerte lo lograría, y antes de que terminara deshidratada o hambrienta, porque de lo contrario terminaría muerta en medio de aquel lugar desconocido.
El pelo se le pegaba al cuello y al rostro, así como la ropa se le pegaba al cuerpo. El insoportable calor la tenía casi bañada en sudor. La lucha de vivir y no morir allí se hacía aun más desquiciante, al grado de que la pobre muchacha no se detenía por más que así se lo exigiera su cuerpo y sus parpados quisieran cerrarse.
Mientras su lucha por sobrevivir se hacía más vehemente, a lo lejos pudo ver algo parecido a un campamento, o eso es lo que sus agotados ojos veían, porque ya no sabía si era real o su desesperación la llevaba a alucinar. Como quiera que fuera, se acerco un poco más, pero antes de poder comprobarlo con más claridad, su cuerpo la obligo a dejarse caer y hacer vanos sus intentos por levantarse nuevamente.
¿Estaba muriendo acaso?
Antes de que los ojos de la joven se cerraran, lo ultimo y dificultosamente vio, fue a un hombre, un hombre cuyos ojos rojos la miraban indolente, con una pizca de superioridad y altanería.
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¿Qué les parece? ¿Gusta o no gusta? ¿Les intriga la trama o no?
Bien, bien… heme aquí con una nueva idea. Sé que aun no actualizo mi otra historia, pero entre algunos problemillas de todo tipo e inspirarme con esta nueva idea, me ha resultado complicado. Pero no desesperen, queridos lectores, ya casi estoy por terminar el nuevo capítulo, así que pronto lo subiré. En cuanto a este nuevo fic, debo admitir que me inspire de un par de fics en ingles (ojo, estoy aclarando que es inspiración, no plagio), donde vemos a una Sakura en el pasado, para ser exactos, en la época de Madara y Hashirama, relacionarse con el primero y el hermano menor del segundo. Así pues, yo he decidí crear mi propia idea :D
Si quieren saber más, basta con que me regalen un review con su opinión. Recuerden, su opinión es muy importante para mí.
Paz y amor para todos. (n.n)/
