Capitulo 1
Jamas en mas de 1000 años
No podía ser. Tenía que haber un error.
Dumbledore caminó apuradamente, en silencio, con la profesora McGonagall atrás suyo. Las varitas de ambos estaban en sus manos, y caminaban apurados hacia las puertas principales. La concentracion de la cara de Dumbledore alejaba a los alumnos de su camino hasta las puertas principales, y todos los alumnos corrian a las ventanas a ver qué sucedía. Todos quedaban sorprendidos en las ventanas, sin importar la casa o edad. Snape esperaba a Dumbledore en la puerta y abrió a Dumbledore y a McGonagall que pasaron sin parar, muy serios, y Snape cerró la puerta detrás de ellos.
-¿Cómo pudo esto haber pasado, Minerva?-Dumbledore le preguntó lentamente, mientras caminaban
-Realmente no lo sé-McGonagall no podía comprenderlo más que Dumbledore. Ahora que estaban más cerca lo podían ver mejor.
Un grupo de unos 7 muggles estaban allí, frente al colegio. 3 de los chicos eran morochos y uno era rubio y de las mujeres una era rubia, la otra morocha y la última pelirroja. 2 camionetas 4x4 todo-terreno estaban paradas atrás suyo, y parecían haber traído un heladera pequeña para mantener frío algo. Dumbledore y McGonagall se escondieron y pusieron hechizos sobre si mismos para escuchar la conversacion del grupo de 4 hombres y 3 mujeres adolescentes.
-¿Alguien tiene cigarrilos?-una voz femenina preguntó. La podían ver parada, su pelo marrón oscuro moviendose con la poca brisa que había mientras que los otros estaban sentados por el piso. Uno de los chicos morochos le tiró algo y ella se sentó-Gracias, me olvidé los míos...
-¿Necesitás fuego?-el chico que le había tirado la cajita le preguntó. Llegaban a ver que tenía el pelo más oscuro de todos, marrón casi negro.
-No, tengo el encendedor...
-Pensé que habías dicho que ibas a parar de fumar, Val-otra voz femenina, un poco más aguda le dijo. Esta chica estaba sentada al lado de la heladera y su pelo era rubio oscuro. Abría en ese momento la heladera y sacaba una botella.
-Yo pensé que después de la resaca de antes de ayer pararías de tomar un poco, Jess-Val le respondió y fumó una bocanada. Jess sonrió y tragó un poco de la botella de cerveza.
-Sobre eso, ¿qué te dijeron tus papás la noche después de la que te encontraron borracha?-otro chico le preguntó, mientras se paraba y sacaba 2 botellas de la heladera.
-Si mi papá me llegara a ver borracha...-la otra chica, la pelirroja les dijo.
-Bueno, no me dijeron nada en realidad, o si lo hicieron no me acuerdo-una ronda de carcajadas siguió a la respuesta de Jess. El chico que le había pasado los cigarrillos a Val aceptó la botella que su amigo le había conseguido y prendió un cigarrillo propio.
-¿Cuándo armamos las carpas?-la chica pelirroja preguntó.
-Mel, yo dejé bien claro cuando mencionaron esto que yo no armaba ninguna carpa, asique la armaras vos con los chicos-Val le respondió riendose.
-¿No habrá ningun baño por acá, no?-un chico que no había dicho nada hasta el momento preguntó. Su pelo era corto y marrón oscuro. El resto parecía contener la risa para no hacer sentir mal al chico y le respondió el chico de los cigarrilos y la cerveza.
-Te dije mil veces, Josh, estamos en el medio de la nada
-¿Pero, entonces, Alan...?-Josh se veía en una situación patética, hasta lo que podían juzgar Dumbledore y McGonagall.
-Hay un bosque, sos hombre, ¿qué más necesitás?-Alan le respondió con un tono de es-lo-más-obvio.
-¿SOS hombre, no?-Jess le dijo bromeando y todos empezaron a reir a carcajadas, mientras el chico empezaba a ir hacia donde Dumbledore y McGonagall se habían escondido, asique decidieron que era momento de actuar. Sacaron el hechizo y fueron hacia el grupo. Josh al verlos se quedó quieto y el grupo de amigos atrás de él se quedó callado al ver a ambos magos.
-Buenos días-Dumbledore los saludó. Estaba muy serio y tenso, ya que no le gustaba para nada eso de tener 7 muggles de campamento frente a su colegio. Si Cornelius Fudge se llegaba a enterar...
-¿Qué quiere?-Alan se paró enseguida y se puso frente al Director. El chico tenía una musculosa negra y se podía ver que era musculoso, aunque no demasiado. El cigarrillo que tenía en la boca lo hacía ver bastante peligroso.
"Bueno, ya sé cuál es el más agresivo de todos..."
El resto de los hombres miraban amenazadoramente a Dumbledore, y las mujeres los miraban curiosas. Las 3 de ellas tenían gran atractivo, y no se necesitaba un genio para darse cuenta por qué las habían invitado los 4 hombres.
-Vengo a averiguar qué están haciendo aquí-Dumbledore le dijo. Sabía que era obvio que estaba tenso, pero todavía irradiaba un cierto sentido de tranquilidad y amabilidad-.No hace falta que se enoje.
-No tenemos que darle ninguna explicación a nadie, esta tierra no es privada-
"¡Demonios! Jamás se le habría ocurrido a nadie que un grupo de adolescentes muggles se fijaría si la tierra era privada en su legislatura o no"
-Cálmate, Alan, no hay problema que pregunten-Val le dijo tranquilamente, después de tomar un sorbo de la botella de Jess.
-Mientras no traten de echarnos...-Josh dijo tranquilamente y se fue corriendo al bosque.
-En realidad-McGonagall empezó-no pueden quedarse
-¿Por qué no?-Jess le dijo indignada y se paró al lado de Alan, que se había enojado más por lo que dijo McGonagall. Los chicos no podían tener más de 16 años, una vez que se los veía de cerca, y normalmente la mera prescencia de McGonagall asustaba a los estudiantes, sin importar el año (aunque los de primer año siempre se asustaban con cualquier profesor) pero estos chicos los desafiaban a ambos.
-Este área es peligrosa, no pueden estar acá-McGonagall señaló hacia el castillo. Ella podía verlo como era, pero los 6 chicos frente a ella no podían. En realidad, veían otra cosa, no el castillo.
-Mentira-uno de los dos chicos que miraban amenazadoramente a Dumbledore y a McGonagall, el rubio, habló por primera vez-solo el edificio es peligroso, y aún así nos dijeron que podemos entrar a nuestro propio riesgo. Lo vamos a hacer a la noche, para divertirnos. Quiero ver qué es lo que es tan peligroso...-un pequeño murmullo de aprovación y entusiasmo siguió al comentario.
"Esto es perfecto, simplemente perfecto" Dumbledore pensó "¿A quién se le ocurre algo como adolescentes responsables cuando está creando defensas para mantener la magia secreta? Necesito dormir, estoy muy cansado para hacer esto".
-Bueno, no importa, se tienen que ir-McGonagall adoptó la postura firme y estricta, cosa que normalmente funcionaba con sus estudiantes.
-¿Simplemente porque una vieja bruja nos lo dice?-Jess le dijo riendose desafiante y todo el grupo, exceptó Mel se levantó y se puso frente a Dumbledore y a McGonagall. Jess no sabía cuánta verdad tenían sus palabras, y, desde su punto de vista, tenían la ventaja de que eran muchos más, y más fuertes. No quería golpear a una mujer en sus 40 y a un viejo que, por lo que parecía, debería haber muerto hacía mucho tiempo. No veía tampoco cómo la varita de McGonagall había empezado a levantarse, pero vió como Dumbledore la paró y no le prestó importancia.
-¿NO PUEDEN TENER UNA CONVERSACIÓN CIVILIZADA ACASO, SIEMPRE NECESITAN PELEAR?-Mel se había parado y, con los brazos, alejaba a sus amigos del par de magos.
Probablemente los salvaba así de recibir un grupo de maldiciones, pero ninguno lo sabía. Ella actuaba en defensa de un hombre viejo, qué, a pesar de la frialdad de sus palabras, ella sentía que irradiaba amabilidad. Sus amigos se calmaron y empezaron a volverse a donde estaban sentados antes de la interrupción, solo faltaba Josh que había salido corriendo hacia el bosque, y Val, que se quedó un segundo más con Mel al lado, para declarar una última cosa.
-No nos vamos a ir por bastante tiempo, asique acostumbrense-Val después sacó el cigarrillo de su boca y se lo tiró a McGonagall con una sonrisa. Enseguida se dió vuelta y con su amiga fueron con el resto. Josh ya volvía del bosque y enseguida se sentó con ellos.
-Chris, -se dirigió al chico rubio-¿le pedirías a Deck el encendedor que a mi no parece escucharme?-fue lo primero que dijo. Deck lo escuchó enseguida, claro, y le pasó el encendedor, con el cuál Josh prendió un cigarrillo.
-Minerva, vamos a tener que hacer otra cosa para alejarlos-Dumbledore le dijo mientras iban por un camino que no haría muy obvio que iban al castillo.
-Lo sé, es sólo qué...
-¿Sí?
-Bueno, si nos acercamos lo suficiente para hacer un hechizo de memoria, antes de que terminaramos de hacerlo sobre uno los otros estarían encima nuestro
-No pretendo que podamos hacerles hechizo alguno, no hay razones para hacerlo. Están teniendo un campamento, no podemos siquiera decir que vieron magia para hechizarlos.
-¿Y qué planea hacer?
-Por ahora, solo podemos esperar.
-Temía que dijeras eso-McGonagall no quería esperar. No podía continuar el día así, los muggles la hacían sentir incómoda. ¿Cómo podía alguien enseñar con muggles cerca?
No podía ser. Tenía que haber un error.
Dumbledore caminó apuradamente, en silencio, con la profesora McGonagall atrás suyo. Las varitas de ambos estaban en sus manos, y caminaban apurados hacia las puertas principales. La concentracion de la cara de Dumbledore alejaba a los alumnos de su camino hasta las puertas principales, y todos los alumnos corrian a las ventanas a ver qué sucedía. Todos quedaban sorprendidos en las ventanas, sin importar la casa o edad. Snape esperaba a Dumbledore en la puerta y abrió a Dumbledore y a McGonagall que pasaron sin parar, muy serios, y Snape cerró la puerta detrás de ellos.
-¿Cómo pudo esto haber pasado, Minerva?-Dumbledore le preguntó lentamente, mientras caminaban
-Realmente no lo sé-McGonagall no podía comprenderlo más que Dumbledore. Ahora que estaban más cerca lo podían ver mejor.
Un grupo de unos 7 muggles estaban allí, frente al colegio. 3 de los chicos eran morochos y uno era rubio y de las mujeres una era rubia, la otra morocha y la última pelirroja. 2 camionetas 4x4 todo-terreno estaban paradas atrás suyo, y parecían haber traído un heladera pequeña para mantener frío algo. Dumbledore y McGonagall se escondieron y pusieron hechizos sobre si mismos para escuchar la conversacion del grupo de 4 hombres y 3 mujeres adolescentes.
-¿Alguien tiene cigarrilos?-una voz femenina preguntó. La podían ver parada, su pelo marrón oscuro moviendose con la poca brisa que había mientras que los otros estaban sentados por el piso. Uno de los chicos morochos le tiró algo y ella se sentó-Gracias, me olvidé los míos...
-¿Necesitás fuego?-el chico que le había tirado la cajita le preguntó. Llegaban a ver que tenía el pelo más oscuro de todos, marrón casi negro.
-No, tengo el encendedor...
-Pensé que habías dicho que ibas a parar de fumar, Val-otra voz femenina, un poco más aguda le dijo. Esta chica estaba sentada al lado de la heladera y su pelo era rubio oscuro. Abría en ese momento la heladera y sacaba una botella.
-Yo pensé que después de la resaca de antes de ayer pararías de tomar un poco, Jess-Val le respondió y fumó una bocanada. Jess sonrió y tragó un poco de la botella de cerveza.
-Sobre eso, ¿qué te dijeron tus papás la noche después de la que te encontraron borracha?-otro chico le preguntó, mientras se paraba y sacaba 2 botellas de la heladera.
-Si mi papá me llegara a ver borracha...-la otra chica, la pelirroja les dijo.
-Bueno, no me dijeron nada en realidad, o si lo hicieron no me acuerdo-una ronda de carcajadas siguió a la respuesta de Jess. El chico que le había pasado los cigarrillos a Val aceptó la botella que su amigo le había conseguido y prendió un cigarrillo propio.
-¿Cuándo armamos las carpas?-la chica pelirroja preguntó.
-Mel, yo dejé bien claro cuando mencionaron esto que yo no armaba ninguna carpa, asique la armaras vos con los chicos-Val le respondió riendose.
-¿No habrá ningun baño por acá, no?-un chico que no había dicho nada hasta el momento preguntó. Su pelo era corto y marrón oscuro. El resto parecía contener la risa para no hacer sentir mal al chico y le respondió el chico de los cigarrilos y la cerveza.
-Te dije mil veces, Josh, estamos en el medio de la nada
-¿Pero, entonces, Alan...?-Josh se veía en una situación patética, hasta lo que podían juzgar Dumbledore y McGonagall.
-Hay un bosque, sos hombre, ¿qué más necesitás?-Alan le respondió con un tono de es-lo-más-obvio.
-¿SOS hombre, no?-Jess le dijo bromeando y todos empezaron a reir a carcajadas, mientras el chico empezaba a ir hacia donde Dumbledore y McGonagall se habían escondido, asique decidieron que era momento de actuar. Sacaron el hechizo y fueron hacia el grupo. Josh al verlos se quedó quieto y el grupo de amigos atrás de él se quedó callado al ver a ambos magos.
-Buenos días-Dumbledore los saludó. Estaba muy serio y tenso, ya que no le gustaba para nada eso de tener 7 muggles de campamento frente a su colegio. Si Cornelius Fudge se llegaba a enterar...
-¿Qué quiere?-Alan se paró enseguida y se puso frente al Director. El chico tenía una musculosa negra y se podía ver que era musculoso, aunque no demasiado. El cigarrillo que tenía en la boca lo hacía ver bastante peligroso.
"Bueno, ya sé cuál es el más agresivo de todos..."
El resto de los hombres miraban amenazadoramente a Dumbledore, y las mujeres los miraban curiosas. Las 3 de ellas tenían gran atractivo, y no se necesitaba un genio para darse cuenta por qué las habían invitado los 4 hombres.
-Vengo a averiguar qué están haciendo aquí-Dumbledore le dijo. Sabía que era obvio que estaba tenso, pero todavía irradiaba un cierto sentido de tranquilidad y amabilidad-.No hace falta que se enoje.
-No tenemos que darle ninguna explicación a nadie, esta tierra no es privada-
"¡Demonios! Jamás se le habría ocurrido a nadie que un grupo de adolescentes muggles se fijaría si la tierra era privada en su legislatura o no"
-Cálmate, Alan, no hay problema que pregunten-Val le dijo tranquilamente, después de tomar un sorbo de la botella de Jess.
-Mientras no traten de echarnos...-Josh dijo tranquilamente y se fue corriendo al bosque.
-En realidad-McGonagall empezó-no pueden quedarse
-¿Por qué no?-Jess le dijo indignada y se paró al lado de Alan, que se había enojado más por lo que dijo McGonagall. Los chicos no podían tener más de 16 años, una vez que se los veía de cerca, y normalmente la mera prescencia de McGonagall asustaba a los estudiantes, sin importar el año (aunque los de primer año siempre se asustaban con cualquier profesor) pero estos chicos los desafiaban a ambos.
-Este área es peligrosa, no pueden estar acá-McGonagall señaló hacia el castillo. Ella podía verlo como era, pero los 6 chicos frente a ella no podían. En realidad, veían otra cosa, no el castillo.
-Mentira-uno de los dos chicos que miraban amenazadoramente a Dumbledore y a McGonagall, el rubio, habló por primera vez-solo el edificio es peligroso, y aún así nos dijeron que podemos entrar a nuestro propio riesgo. Lo vamos a hacer a la noche, para divertirnos. Quiero ver qué es lo que es tan peligroso...-un pequeño murmullo de aprovación y entusiasmo siguió al comentario.
"Esto es perfecto, simplemente perfecto" Dumbledore pensó "¿A quién se le ocurre algo como adolescentes responsables cuando está creando defensas para mantener la magia secreta? Necesito dormir, estoy muy cansado para hacer esto".
-Bueno, no importa, se tienen que ir-McGonagall adoptó la postura firme y estricta, cosa que normalmente funcionaba con sus estudiantes.
-¿Simplemente porque una vieja bruja nos lo dice?-Jess le dijo riendose desafiante y todo el grupo, exceptó Mel se levantó y se puso frente a Dumbledore y a McGonagall. Jess no sabía cuánta verdad tenían sus palabras, y, desde su punto de vista, tenían la ventaja de que eran muchos más, y más fuertes. No quería golpear a una mujer en sus 40 y a un viejo que, por lo que parecía, debería haber muerto hacía mucho tiempo. No veía tampoco cómo la varita de McGonagall había empezado a levantarse, pero vió como Dumbledore la paró y no le prestó importancia.
-¿NO PUEDEN TENER UNA CONVERSACIÓN CIVILIZADA ACASO, SIEMPRE NECESITAN PELEAR?-Mel se había parado y, con los brazos, alejaba a sus amigos del par de magos.
Probablemente los salvaba así de recibir un grupo de maldiciones, pero ninguno lo sabía. Ella actuaba en defensa de un hombre viejo, qué, a pesar de la frialdad de sus palabras, ella sentía que irradiaba amabilidad. Sus amigos se calmaron y empezaron a volverse a donde estaban sentados antes de la interrupción, solo faltaba Josh que había salido corriendo hacia el bosque, y Val, que se quedó un segundo más con Mel al lado, para declarar una última cosa.
-No nos vamos a ir por bastante tiempo, asique acostumbrense-Val después sacó el cigarrillo de su boca y se lo tiró a McGonagall con una sonrisa. Enseguida se dió vuelta y con su amiga fueron con el resto. Josh ya volvía del bosque y enseguida se sentó con ellos.
-Chris, -se dirigió al chico rubio-¿le pedirías a Deck el encendedor que a mi no parece escucharme?-fue lo primero que dijo. Deck lo escuchó enseguida, claro, y le pasó el encendedor, con el cuál Josh prendió un cigarrillo.
-Minerva, vamos a tener que hacer otra cosa para alejarlos-Dumbledore le dijo mientras iban por un camino que no haría muy obvio que iban al castillo.
-Lo sé, es sólo qué...
-¿Sí?
-Bueno, si nos acercamos lo suficiente para hacer un hechizo de memoria, antes de que terminaramos de hacerlo sobre uno los otros estarían encima nuestro
-No pretendo que podamos hacerles hechizo alguno, no hay razones para hacerlo. Están teniendo un campamento, no podemos siquiera decir que vieron magia para hechizarlos.
-¿Y qué planea hacer?
-Por ahora, solo podemos esperar.
-Temía que dijeras eso-McGonagall no quería esperar. No podía continuar el día así, los muggles la hacían sentir incómoda. ¿Cómo podía alguien enseñar con muggles cerca?
