El primer paso a la destrucción total
-Ella jamás te tomaría en cuenta… menos después de la guerra
-¿Me estas retando?- le respondió el rubio sonriendo- nadie se ha resistido jamás a mis encantos Blaise. Granger no será la primera.
-¿Quieres apostar? ¿Qué tal una saeta de fuego?- le respondió el moreno lleno de confienza.
-Por que no- dijo Draco. Apoyándose de mejor manera posible en el sillón del compartimiento. Sin saber que esas simples palabras serían el destino de todos sus males.
Los tres Slytherin's, cumpliendo su último año en Hogwarts. Los tres para evitar cosas que les esperaban… pero como siempre, juntos.
Zabini había pensando que una pequeña apuesta a principios de año solo sería algo en lo que divertirse. Y Draco, como siempre, estaba dispuesto.
La que no pensaba lo mismo, y miraba con cierta reprobación a sus amigos era Pansy Parkinson.
No es que le molestara lo que le hicieran o dejaran de hacer a Granger… pero al fin y al cabo, era una chica. Y no le gustaría pasar por algo así.
Paralelamente, una chica de cabellos castaños, viajaba "casi" feliz con sus amigos. Sería su último año en Hogwarts, estarían tranquilos y por fin, una vez en su vida podía pasar un año sin pensar en Voldemort. Aunque el ambiente en el vagón no era el mejor de todos… Harry disfrutaba que este año su novia y él estarían en las mismas clases, Luna como siempre hablando de sus extrañas criaturitas y Ron… bueno, el pelirrojo y ella no hablaban mucho después del beso en la cámara oculta ocurrido el año anterior… fingía que nunca paso, y Hermione era una leona orgullosa, no se iba a rebajar y esperar que el pelirrojo le declarara amor eterno si apenas la tomaba en cuenta.
Fue por esa aura molesta a su alrededor que la castaña salió a recorrer los pasillos, cambiar de aires… planear lo que haría en su siguiente año.
Decidió ir al último vagón y esperar que el paisaje mejorara su estado de ánimo, pero fue otra cosa lo que encontró.
-¿a quién tenemos aquí?- escuchó de aquel rubio que miraba el paisaje apoyado en el barandal.
Ella esperaba un: "¡la sangre sucia Granger!" como acostumbraba a llamarla, pero casi se le cae la mandíbula cuando escuchó ese tono de voz tan amistoso y relajado.
-hola Granger. ¡Último año! ven… disfruta el paisaje, ya paso mi turno.
El rubio la dejo pensando si había sido un sueño o qué tendría que hacer para despertar. Sin mencionar que por malditos segundos, mientras él hablaba, había pensado que Draco era sexy y sus labios… ¡esperen! ¿Desde cuando era Draco y no hurón?
Por su lado, el rubio entraba a su compartimiento con una sonrisa de satisfacción en la cara. Sorprendiendo a Blaise y Pansy.
-¿a qué viene la sonrisa tonta?- le preguntó la pelinegra.
-a que Granger tiene un buen trasero
