SUEÑOS REALES
PREFACIOTodos los sueños pueden cumplirse si lo deseas realmente. Yo pensando que los sueños, sueños son. Y no, los sueños están para que disfrutes mientras duermes y luchar para conseguirlo.
Capítulo 1 El ComienzoEra Junio y yo iba con mi Ipod escuchando el último disco de mi grupo favorito. La verdad tenía varios que me gustaban pero este grupo era el que más. Cuando vienen a Salamanca ya me falta el aire y no pienso en otra cosa que ir a verlos el día del concierto.
Ahora iba a buscar las entradas, donde siempre las vendían. No me caía cerca de casa, pero así me daba una vuelta y me aireaba. Llegué a la tienda y lo primero que ví fue el cartel del grupo que ponia cuando venían, la hora y el precio de la entrada. El lugar también lo ponía pero ya ni miraba porque iban siempre al mismo lugar: The Irish Rover. La entrada costaba quince euros y en taquilla dieciocho euros, en los gastos de productividad y demás serían dos euros y pico más. La hora sería a las diez y media, pero siempre había artista invitado antes que ellos. Entro a la tienda y a la chica le digo que me de una entrada para ir a ver al grupo Despistaos. La chica se agacha y abre uno de los cajones que tiene a su derecha. Saca una especie de talonario pero cada hoja es una entrada. Cuando me dio la dependienta la entrada y la tuve en mis manos noté un ligero cosquilleo en la tripa. Me dieron ganas de chillar, brincar y cualquier otra cosa para desprenderme de la euforia que sentía, pero me calmé y solo sonreí. Iba a salir de la tienda cuando la dependienta me llama. Me doy la vuelta con cara extrañada, y con curiosidad me acerqué.
Tengo un pase para entrar en el camerino del grupo después del concierto- me dijo la dependienta feliz, como si huviese recuperado el globo que salió volando y se lo dio al niño que lloraba porque se le escapó.
¿Sí?, y, ¿Cuánto cuesta?- respondí con demasiado entusiasmo.
Cuesta igual que la entrada, es la última que me queda. Lo malo que tendrás que esperar, a mi me dieron para vender dos.
Miré el dinero que tenía en el monedero y ví que tenía veinte euros más, asique decidí comprarlo.
Gracias- respondí más contenta que antes.
Salí de la tienda muy contenta y no paraba de sonreir, sóla, como una estúpida, pero me daba igual lo que pensaran los demás.
Desperté de mi pensamiento con la vibración de mi móvil, y vi que me llamaba mi amiga Elena.
Hola guapísima- me saluda ella toda entusiasmada.
Hola maja, ¿qué tal?- respondí con la misma alegría.
Te llamaba para decirte si ibas a ir al concierto de los Despistaos, aunque lo doy por echo, y que si quieres ir conmigo, jeje.
Sí, claro que quiero, pero… ¿no decías que no tenías dinero?
Sí, y sigo sin tener pero le hice a mi madre la pelota y me las ha comprado. Las tengo en mi mano ahora mismo.
¿Qué te has comprado dos entradas? Yo me acabo de comprar una- dije con un poco de culpabilidad.
No boba, tengo la entrada, solo una, y un pase para conocerlos, te llamaba para decírtelo. Me dijo la chica que le quedaba una sin contar la mia. Pensé en ti pero…mi madre no tenía para más.
Elena, me lo acabo de comprar también. Entonces, ¿vamos juntas a las dos cosas?- se lo dije casi chillando por la emoción.
Claro Bea, tranqui que es el sábado. Te llamo para quedar, ¿vale?
Vale, un besito guapa- me despedí.
Otro para ti, cuidate, chao.
Colgué el teléfono y me dispuse a irme a casa. Antes de ir a por la entrada fui a una tienda de discos y me compré el nuevo disco, original. Menos mal, ya tengo donde me puedan firmar, y me llevaré una cámara de fotos.
Elena es mi amiga desde que éramos pequeñas, nos consideramos como hermanas. Me alegro que pueda ir con ella al concierto, aunque no le guste el grupo tanto como a mí.
Llegó el día, el más esperado de toda la semana. Es sábado, el día del concierto y el día en que podré hablar con los integrantes del grupo. A mi el que más me gusta es Dani, el vocalista. Me parece guapísimo, sin contar con lo bien que canta.
Estaba en la habitación intentando rallar el disco de tantas veces que lo he escuchado. No paro de escuchar Con un poco de Suerte, es la que más me gusta del disco y no paro de cantar.
No se me desgasta el hambre
Que alimenta mi locura,
Ni se curan los enjambres de mis dudas….
Escuchando una y otra vez el disco llega la hora de hacer cola en la puerta, pero antes paso a buscar a Elena en el lugar donde hemos quedado cuando me llamó. Después llegamos a la puerta del bar. No había nadie, y es normal, todavía quedaba tres horas para que se abran las puertas. Antes de salir de casa cogí el disco nuevo, me lo firmarían sí o sí.
Las horas se me pasaron eternas, y desde que entré al bar tuve la sensación de que algo iba a suceder.
