NOTA: Esta historia está dividida en varias partes, así que, y si vosotros queréis que la siga, os avisaré cuando una nueva parte vaya a comenzar. Por cierto, los personajes no me pertenecen (por desgracia), bueno, solo alguno de ellos. Los demás pertenacen a Stephenie Meyer.


Prólogo

Querido diario:

He terminado de leer el diario de Bella. Y no he descubierto nada sobre el por qué de su locura.

Lo que ha vivido Bella en el campamento es muy bonito. Incluso yo me he sentido mal cuando he sabido que ella y el chico que le gustaba no se dijeron lo que sentían. Pero no he averiguado nada. Y ya no se qué hacer. Necesito ayudar a mi hija, pero no sé cómo. Y Seth ya no aguanta no saber qué le pasa a su hermana. Lo comprendo. Ellos dos siempre han sido uña y carne…

Lo siento. Tengo que subir. Oigo mucho ruido arriba. Seguramente sólo sea Seth, que esté buscando algo, o quizás Bella, destrozando lo poco que queda en su cuarto, ya que ha tirado casi todo por la ventana.

Renée.

Renée subió por las escaleras sin muchos ánimos, pero, cuando oyó el grito de su hijo salió corriendo escaleras. Pasó por la habitación de Bella. Problemas. Estaba abierta. Corrió hasta la habitación de su hijo pequeño, pero la puerta estaba atrancada.

Después de muchos golpes, consiguió abrir la puerta, y lo que vio la dejo espantada…


Acepto todo tipo de comentarios, sugerencias, insultos,... Pero, por favor, ¡DECIDME ALGO!