Disclamer: los personajes pertenecen a AmanoAkira y los occ a sus respectivos creadores.

Advertencias:

- Esta historia incluirá temática de relación homosexual y heterosexual.

- Habrá Mpreg.

- Escenas Fuertes, ya sean sangrientas o sexuales.

- También locuras de una enferma mental.

Nota: yooosh! Aquí el primer capítulo de mi nuevo bebe (? Muchas gracias a todos ustedes por sus donaciones y préstamos de personajes, espero que les guste este capítulo! Aunque al ser el prologo es un poco vago y los niños aun no aparecen kukuku.

Aclaraciones:

-Dialogo –

-''pensamientos''-

-cambio de idiomas-

Este proyecto contara con la ayuda de Yunmoon que actuara como mi beta-reader, muchas gracias por su ayuda.

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Tsunayoshi estaba sentado en el trono que lo delataba como cabeza de la familia Vongola, frente a él una mesa de grandes dimensiones se desplegaba rodeada por sus aliados, amigos y compañeros de innumerables batallas a las que había sido sometido a lo largo de los años desde que asumió el mando de la Mafia Italiana.

Sentado a la derecha del capo estaba su fiel mano derecha, Gokudera Hayato con su expresión seria y ligeramente melancólica, le seguía Sasagawa Ryohei extrañamente calmado, a su lado estaba Rokudo Mukuro sin su habitual sonrisa malvada, su esposo Byakuran Gesso también estaba serio a su lado, Zakuro se encontraba imperturbable con los brazos cruzados, claramente indiferente, Tozaru y Nozaru tenían la misma expresión.

Chrome Dokuro estaba con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados, Uni escuchaba atenta y Ganma se entretenía observando a su Hime-sama.

Levi y Lussuria permanecían tranquilos mientras Belphegor afilaba su cuchilla riendo discretamente,bueno…Tan discretamente como él podía, Fran en cambio le decía entre susurros que se calle y se comporte, ganándose un cuchillazo en el sombrero, Squalo los fulminaba con la mirada absteniéndose de gritar, Xanxus observaba al decimo con una expresión molesta en el rostro desde la otra punta de la mesa.

En el lado izquierdo de la mesa estaban Mammon sentada al lado de Xanxus contando su dinero, Verde tecleaba desinteresadamente en su portátil, Skull se encogía en su silla, Fon estaba con los ojos cerrados, Colonello y Lal Mirch discutían en voz baja, Basil el cual fungía como el actual jefe de la CEDEF susurraba a su esposo Fuuta algunas cosas, Romario se aseguraba de que Dino no cometiera alguna estupidez, Enma estaba con su usual expresión de indiferencia mientras apretaba fuertemente la mano de su esposo, Adelheid lo miraba preocupada, Lambo se frotaba las manos con una expresión nerviosa en su normalmente apacible rostro, Reborn tenía los brazos cruzados y la fedora cubría gran parte de su rostro, Yamamoto Takeshi estaba del lado izquierdo de Tsuna con una expresión de intensa concentración.

¿Y Hibari Kyoya? Pues por supuesto, se encontraba parado detrás del trono de su querido esposo Tsunayoshi, lanzando una mirada de desprecio a los demás, nada dispuesto a sentarse entre insulsos herbívoros.

-Boss… ¿no cree que esto es demasiado precipitado?- pregunto Chrome con el ceño fruncido en preocupación.

- Aún son niños después de todo-Agrego Enma con aprensión.

Lambo asintió frenéticamente ante esas palabras, seguido de otros asentimientos, Tsuna los entendía después de todo el tampoco quería otorgarle esa carga a su hijo mayor.

-Entiendo cómo se sienten, pero recuerden a qué edad nosotros fuimos lanzados a la mafia, algunos de nosotros no teníamos ni la menor idea de este mundo, nuestros hijos cuentan con la ventaja de ser educados y entrenados en este mundo ya desde pequeños, saben protegerse y pueden hacerlo –dijo el Capo entrelazando las manos.

Los padres portadores y las madres presentes se preparaban para protestar, pero cuando Reborn alzo la mano y se enderezo todos callaron dirigiendo su atención a él.

-Propongo una cosa Dame-Tsuna…-Empezó, alzando la vista y recorriendo con la mirada a todos – un año, los enviaremos a Namimori por un año donde tendrán que enfrentar una serie de obstáculos, y si pasan…no pondremos impedimentos para nombrar a la Decimo primera generación, o como la conocemos ahora: la Neo Seconda Generazione- Las parejas se susurraron entre si y Xanxus tomó la palabra.

-El escuadrón Varia acepta la propuesta del Arcobaleno del Sol – Dictaminó ignorando la escandalizada mirada de su consorte.

A los pocos segundos después de las palabras de Xanxus todos acordaron de que era lo mejor.

-Bien, entonces está decidido –sonrió Tsuna con sus grandes ojos castaños brillando de alegría- Mañana Kyoya, Takeshi y Reborn irán a preparar todo para que no haya inconvenientes – exclamó antes de levantarse.

Todos los demás copiaron sus acciones y se despidieron alejándose ruidosamente.

La pareja mas resaltante era la de Squalo y Xanxus puesto que el primero comenzó a gritarle tan pronto salieron de la habitación.

Tsuna se recargó cansadamente contra su esposo, Kyoya lo sujetó firmemente.

-Tú y Reborn lo planearon todo, ¿no es así? –Tsuna sonrió perezosamente al ver la minúscula sonrisa de su esposo y su traviesa mirada.

-Yo sugerí Namimori, será bueno volver- murmuro con cierta melancolía, ambos se besaron dulcemente y salieron de la sala de juntas en dirección hacia su habitación.

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Una figura vestida de negro corría apresuradamente por los pasillos de una siniestra Mansión.

Al llegar frente a una puerta de mármol tocó un par de veces mientras jadeaba e intentaba recuperar la respiración.

Al abrir se encontró con un rostro delgado con una cicatriz similar a la de una cirugía pasando por todo su ojo derecho, sus hermosos ojos de un celeste tan claro que lo hacían parecer blancos, lo estructuraron por un momento antes de sonreír infantilmente y alejarse ladeando la cabeza haciendo que su cabello negro corto y rizado enmarcase su rostro dándole un aire de niño bueno.

-Buenos días E…-se vio interrumpido cuando un cuerpo aterrizó encima suyo, logrando estamparlo contra el suelo.

-Itte! Eso dolió –gimoteo una chica de grandes e intensos ojos negros y cabello tan oscuro como una noche sin estrellas, con mechones disparejos de los cuales los más largos llegaban por debajo del cuello, con un fleco que si bien no ocultaba su mirada si lo hacía con sus orejas, los mechones de ambos lados del rostro sujetos por bandas de color oro hacían contrastar su pálida piel.

-Aya… Sal de encima o Akuma empezara a tener uno de sus raros ataque-murmuro groseramente un joven de gran altura, con el cabello de un extraño color azul oscuro y fulminantes ojos violetas- Tu, la jefa te está esperando – murmuro antes de dar una vuelta y adentrarse de nuevo a la habitación.

-Eres tan grosero Makoto, de esa forma Henrietta-sama no te querrá como novio – gruño la mujer identificada como Aya haciendo un puchero mientras se levantaba.

La persona vestida de negro avanzó ignorando la pataleta que Aya y Makoto protagonizaban.

-La luna es roja- murmuro el de ojos celestes sonriendo para sí mientras pasaba en medio de los otros dos, logrando así que pararan su pelea.

Las cuatro personas llegaron al centro de la oscura habitación decorada en tonos morado y negro, allí recostada en un elegante trono se encontraba una joven de estatura media, piel clara y largo cabello de un pintoresco color morado, que hacia juego con su ropa, la mujer tenía puesto un vestido negro con volantes purpuras, medias blancas hasta las rodillas y adorables botas negras.

La de cabello morado se encontraba discutiendo en voz baja con una joven de lacio cabello negro a la altura de los hombros, no se podía verle el rostro debido a una máscara blanca, igual a la que se utilizaban en los teatros en épocas pasadas, era la máscara sonriente.

-Henrrietta-sama… le traigo noticias de Vongola-murmuró aquella persona vestida de negro bajando la cabeza en respeto a su señora, esta fijo sus azules ojos en su espía y con un sutil movimiento de la mano a modo de permiso comenzó a recitar- según mi superior en vongola, escuché que los mocosos serían enviados a Namimori, Japón, durante todo un año para entrenar y ser sometidos a pruebas para ver si son capaces de tomar el liderazgo de la Mafia Vongola- cito con el rostro serio.

La mujer identificada como Henrrietta se enderezó en su asiento con una arrogante sonrisa en los labios.

-Regina...llama a los demás, es momento de que la familia Diamond entre en acción –exclamo la mujer con una sonrisa perversa en los labios.

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Kyaa! Estoy emocionada! Que les pareció? Un poco corto y sin mucha información pero en el próximo ya aparecerán sus pequeños bebes, aquí ya presente a los padres de los pequeños y también a algunos de los Diamond, jojojo ya veremos si descubren a mi sensual espía…

En el próximo capítulo Namimori Tiembla!

Lynne

Fuera

PAZ!