Aclaratoria: La imagen colocada para la historia la tome de internet (hago creditos ya que me las han pedido)

El Universo de Saint Seiya pertenece a M. Kurumada, Personajes de SSO (TOEI) LC (Shiori) y OC (A mi)

Universo Alterno.!


La Princesa y el Plebeyo

CASTILLO - TRONO DEL REY

La sala era enorme, las paredes de color rojos con grandes ventanales, las columnas de la sala eran color doradas, las ventanas estaban cubiertas por grandes cortinas doradas, el techo era de color vinotinto con detalles también en dorados, con dos grandes lámparas colgantes. El piso de la Sala era de una baldosa blanca. Para entrar a aquella sala había una puerta enorme de cristal. Desde la entrada hasta las sillas de los reyes habia alfombra color rojo, la silla de los reyes estaba ubicada en dos escalones. Habian cinco sillas, las dos más grandes pertenecían a los reyes, a la izquierda de la silla del rey habían dos silla, y a la derecha de la reina habia una, cada una de estas pertenecia a los príncipes. Aquella sala era conocida como 'El trono del Rey' es donde el Rey, recibía a sus respectivas visitas, muchas veces se celebraban grandes eventos.

En aquel trono, estaban los reyes. Sasha era la reina, era un mujer muy esbelta con un cabello largo color lila claro, su túnica blanca con un cinturón dorado, y su color de ojos verdes. Sisyphus, era el rey, tenía el cabello castaño claro, inclusive muchos decían que era de color miel, llevaba una cinta roja en su frente, y sus ojos color azules muy oscuro.

El rey se encontraba con su amada esposa, ya habían terminado sus deberes, ella tomada del brazo de el, salieron del trono y caminaban por el castillo, cuando escucharon a sus dos hijos hablar con los guardias, se acercaron en silencio porque estaban bastante alterados. El rey solo oía a los dos jóvenes príncipes, pero faltaba alguien más

-No sabemos que paso – explicaba uno de los príncipes – Estaba con nosotros y luego…

-Que ha pasado? – pregunto uno de los generales –

-General Camus, – expreso el príncipe – No sabemos, como ni cuan…

-Principe Aioria – hablo el General Camus, Aioria era el segundo hijo de los reyes – Necesito que se calme y me diga que ha sucedido

-General Camus yo le explico – expreso el príncipe Mayor

-Adelante Principe Aioros

-Saori estaba con nosotros, empezamos a cabalgar y no sabemos en que momento se alejo de nosotros, no sabe… - el Principe no dijo nada, el junto a su hermano se les atragantaron las palabras, se les fue el aliento cuando vieron a su padre furico y a su madre con expresión de angustia

-No quería que me enterara? – Pregunto con Sarcasmo, los príncipes dieron un paso atrás, el General Camus prefería no estar allí, se tensó el ambiente por ese instante – Los dos a la sala del trono ¡AHORA! – Grito el Rey dando paso a los dos príncipes que iban con la mirada hacia el suelo, mientras la Reina los miraba furiosa


BOSQUE

La princesa Saori cabalgaba a gran velocidad por el bosque, había salido con sus dos hermanos mayores, pero por estar pensando en otra cosa se desvió del camino hasta perderse, esto le salió caro, ya que empezó a ser perseguida por un grupo de hombres totalmente desconocidos. Uno de ellos con el látigo jalo las patas de un caballo haciendo que este junto a la princesa cayera. Esta como pudo intento ponerse de pie y correr, pero estaba lastimada y los hombres ya la tenían rodeada

-Hermosa – dijo uno mientras se bajó del caballo, eran vándalos, y estaban en contra del mandato del Rey. Este hombre conocido como 'Afrodita' se le fue acercando lentamente, la princesa empezó a llorar os otros hombres reían. Afrodita se acercó la tomo por la fuerzas y le tomo la cara

-Suélteme – suplicaba la princesa llorando –

-Shhh, tu hermano y tu padre me la deben – decía este mientras paso la lengua por la mejilla de la princesa – y que mejor manera que hacerles pagar con la más pequeña del reino – Saori empezó a gritar con todas sus fuerzas, seguía luchando pero fue en vano, otros dos hombres se bajaron del caballo para sujetarla, ella no se dejaba vencer, la despojaron de su vestimenta, dejándola solamente en ropa íntima. Afrodita puso su mano en el muslo de la princesa y empezó a subir su mano hasta llegar al glúteo donde lo apretó mientras apoyaba su cuerpo al de la princesa, ella ya había dejado de luchar. Afrodita saco una navaja que cargaba en su bota, y empezó a rasgar la corsé de la princesa, para dejar sus pechos al aire.

Los caballos de los hombres que acompañaban a Afrodita comenzaron a correr, algo los habia asustado, los otros dos compañeros de Afrodita, soltaron a la princesa y desenvainaron sus espadas. Frente a ellos apareció un hombre, alto de cabellera azul, tenía los músculos de sus brazos bien definidos, estaba vestido para la época, llevaba una camisa manga larga de color morado oscuro, unos pantalones color marrón con unas botas que le hacían juego, llevaba un cinturón, donde estaba su espada, y otros accesorios, justo en sus hombros llevaba una capa. Los otros hombres se quedaron petrificados ante aquel hombre que había asustado a sus caballos, Afrodita soltó su navaja e hizo lo mismo. Aquel hombre que apareció de la nada, se acercó y solo dio un puñetazo a Afrodita, cuando este dejo de tambalearse lo tomo por camisa que este llevaba

-No quiero verte de nuevo por aquí, y menos que le hagas daño a esta señorita, la próxima vez serán tus testículos los que voy a cortar – El hombre que salvaba a la princesa, saco un cuchillo de su cinturón y corto la mejilla de Afrodita. Lo soltó y Afrodita junto a los otros hombres salieron corriendo. Aquel hombre se acercó a la joven, que él no sabía que era la princesa , ella se abrazó a sí misma, el hombre detallo que la joven estaba semi- desnuda, se quitó la capa que llevaba, con ella cubrió a la princesa y la intento cargar en brazos

-No me dejare – le dijo ella – Quien es usted?

-Disculpe mis modales – dijo aquel hombre, quien hizo una leve reverencia – Solo soy un joven que custodia el bosque de maleantes como Afrodita. Tan solo soy un civil del reino.

-Tu nombre? – pidió Saori

-Soy Saga, y si me permite solo quiero llevarla a mi cabaña para darle ropa y me diga de donde es y custodiarla, una joven tan hermosa como usted no puede estar sola por estos lados. No quiero hacerle daño

-Esta bien – Saga se acercó y la tomo en sus brazos, cuando fue a tomarla, Saori y Saga cruzaron miradas, los ojos verdes de este hombre la dejaron prendida, Saga solo le sonrio de medio lado.

-Cuantos años tiene joven Saga? –

– Solo tengo 24 años y usted?

-Puedes tutearme – dijo Saori – tengo solo 20 años

-Puedo saber como se perdió?

Saori sonrio timida – Estaba cabalgando con mis dos Hermanos, y me distraje cuando me percate estaba perdida, y bueno…

-No se preocupe, recuéstate en mi pecho. Ahora es que falta viaje y supongo que estarás cansada – Saori asintió y obedecio, allí mismo se quedó dormida


TRONO DEL REY

El rey era gentil hasta que se le veía molesto, como se encontraba ahorita

-Lo único que les pedí fue que la custodiaran y la dejan ir por allí como si nada – gritaba el Rey Sisyphus encolerizado, regañaba a sus dos hijos menores, Aioros y Aioria. Aioros era el hijo mayor de los reyes, por ende era el heredero al trono 'por ahora'. Aioros tenia mucho parecido con su padre, a diferencia que este tenia el cabello color castaño muy oscuro, los ojos azules como su padre, de igual manera una cinta roja en su frente. Aioria el segundo príncipe, tenia el cabello castaño claro, ojos verdes como su madre. – Deberias darle vergüenza, saben lo peligroso que es que una señorita este por alli, y más si es de su hermana. Saben que hay violadores, secuestradores, y un sinfín de peligros

-Tiene razón padre – expresaron los dos

-Saben la angustia que me hacen pasar? A su madre? Deberia darle vergüenza, son el futuro del reino y no pueden ni cuidar a su hermana

-Lo sentimos

-Oh Claro! – Exclamo con Sarcasmo – Claro que deben sentirlo, porque pretendo mutilarlos si su hermana no aparece sana y salva – los jóvenes príncipes tragaron grueso. Cruzaron sus miradas, sabían como se ponía su papá en esas circunstancias.

La reina, Sasha lloraba desde su sillón. Los jóvenes príncipes solo tenían la mirada al suelo, su padre tenía todos los motivos para estar molesto. El Rey no dejaba de dar vueltas en círculos mientras gritaba a sus hijos

-Sisyphus – hablo la reina mientras secaba sus lágrimas – Ya se hace de noche

-Ire a buscar mi Armadura, y ustedes también, arreglen los caballos que nos iremos ahora mismo con los guardias, no descansaremos hasta encontrar a su hermana – sus hijos obedecieron y salieron del trono de sus padres. –Los pienso matar- Expreso Sisyphus mientras lo miraba alejarse. Escucho los sollozos de su esposa, se acercó a ella y le tendió la mano, ella la tomo y se levantó. Se aferró a su pecho y empezó a llorar, su esposo el Rey Sisyphus la abrazo y beso su frente

-La encontraremos querida – le susurro el rey, mientras abrazaba a su esposa con más fuerzas. No podia negar la rabia que tenia por el descuido de sus hijos, pero así mismo la angustia que le invadía al saber que su única hija andaba por allí, probablemente sola o perdida, como general que fue y como Rey que era también temía lo peor: Muerta