Hola, se me ocurrió de pronto hacer una readaptación de la película "Por siempre Cenicienta", no se porqué, me gusta mucho esa película (si, lo se, que cursi ¬¬, pero no me importa :D) y me gustó la idea de sacar un fic, así que se los dejo para que lean y me comenten sus opiniones, y espero que sea de su agrado, y por favor, no se olviden de dejar sus RR!!

Otra vez antes de empezar quiero decirles algo. Es mi fic, y por eso, por que es un fic, muchos personajes no aparecerán, como es el caso de Petunia, ya que he encontrado gente mas cruel para sustituirla ^^´.

Capítulo I "La Boda"

Una chiquilla de unos diez años corría por un campo completamente llena de lodo, el vestido que antes había parecido un hermoso vestido de fiesta, ahora estaba totalmente sucio y ya no servía. Era una linda niña de cabello rojo como el fuego, mientras que tenía unos inusuales y hermosos ojos verde esmeralda, que a veces refulgían enojados y otras veces brillaban contentos.

Ella era Lilliane De Evans, hija del Barón De Evans, el cual en ese momento se encontraba de camino, vuelta a casa.

-¡Remus! Regresa acá, ¡vas a ver!- exclamaba la niña entre risas, mientras otro chiquillo también de aproximadamente diez años de edad y cabello ondulado y café, ojos color miel y algo delgado y pequeño para su edad. El también estaba lleno de lodo, aunque en un grado mucho mayor que la niña, ya que ella tenía mejor puntería.

Estaban corriendo cuando de pronto se escuchó por toda la gran casa y parte del campo el sonido del repiquetear de una campana. La niña se detuvo en seco, y olvidándose de que estaba persiguiendo al niño, salió disparada en sentido opuesto.

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Un caballo y su jinete se acercaban a una gran casa, que tenía pinta de ser de una de las personas con mas dinero en todo el reino, ya que estaba decorada con elegancia, aunque con poco toque femenino.

El caballo entró por la gran puerta que había a la entrada para el jardín, y dio todo un rodeo antes de llegar a la puerta de la casa. El jinete se bajó de el caballo, y saludó calurosamente a la fila de hombres y mujeres que se encontraba a la par de el y su caballo. Entre ellos saludó a un anciano que parecía todavía muy fuerte.

-Buenas tardes Maurice- dijo el hombre. Era de aspecto amable y cabello castaños muy claros, con una sonrisa eterna en los labios.

-Buenas tardes señor, veo que ha traído una nueva Baronesa- dijo Maurice, fijándose en el carruaje que acababa de llegar tas el jinete.

-He traído toda una familia Maurice, aunque sin embargo, creo que algo me falta- dijo el hombre, mirando tristemente hacia ambos lados, antes de darse por vencido y ver a las personas que bajaban del carruaje. La primer niña que salió era una muchacha regordeta, de ojos café y cabello castaño oscuro, con una expresión de timidez en el rostro. La segunda niña que salió era rubia, de ojos azules y esbelta y muy bonita, aunque traía una expresión muy mala en el rostro. La tercer persona que salió les quietó el aliento a la fila de hombres y mujeres que permanecían parados. Ella era alta, algo gruesa, de cabello negro y piel blanca, con una expresión muy cruel en el rostro.

-Robert, es fantástico- dijo la señora después de mirar hacia la casa, y adoptando una pose muy coqueta, mientras se adelantaba a sus hijas.

En ese momento un grito desgarró el silencio incómodo que se había formado, y todos pudieron apreciar a una cosa café con algo rojo saltando hacia ellos.

-¡Papá!- exclamó Lily, y se aventó  a los brazos de su padre, quien los tenía abiertos para recibir a su amada hija.

-¡Hija! ¡Te extrañé  bastante! ¿Cómo estuviste? ¿Qué tal te portaste?- exclamó el hombre, mientras abrazaba a su hija dando vueltas –He traído a alguien, para que las conozcas. Lily, quiero presentarte a la Baronesa de Ghant y sus hijas, Narcisa y Arabella- dijo el hombre, señalando hacia dichas personas.

-Hola Lily, por fin nos conocemos, tu padre no ha hablado de otra cosa en tanto tiempo... Hasta me ha platicado de tus dones especiales. Muy pronto irás a la escuela, ¿no? Hogwarts, una escuela especial... Espero que te vaya muy bien. Niñas, saluden a su nueva  y "especial" hermanastra- dijo la Baronesa, adoptando una actitud de desplante hacia la niña, que sonreía sin parar.

-¿En donde esta Remus?- preguntó el Barón a su hija.

-Me quería molestar- contestó Lily, volteando hacia la derecha, y encontraron a un Remus totalmente lleno de lodo y golpeado. (A/N: En juego, no crean que lo maltratan!!!).

El Barón volteó y al ver el estado de Remus soltó una jovial carcajada.

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Esa noche hubo un baile espectacular en la casa del Barón, el cual estaba adornado con luces que encendían y apagaban solas, mientras que hermosos listones que cambiaban de color a cada momento estaban colgados en el techo.

Había muchos hombres y mujeres que Lily no conocía, por tanto decidió quedarse sentada en su silla, esperando que llegara la hora de dormir, para escuchar las historias que su padre siempre le contaba acerca de los trabajos que realizaba para el rey Artur Potter. Estaba pensando en eso cuando de pronto llegó una mujer que se sentó al lado de Lily.

-Hola Lily, ¿cómo estas?- preguntó ella, tratando de parecer jovial.

-Muy bien, usted luce hermosa- contestó Lily sonriendo y admirando el bello vestido que cubría a la Baronesa.

-Quiero platicar tantito contigo... No hemos tenido tiempo de hablar desde que nos conocimos, así que por eso quiero hablar contigo. Platícame lo que quieras- dijo ella, abrazando lo que intentó ser maternalmente a Lily.

-¿Qué quiere que le cuente?- preguntó Lily, con su eterna sonrisa.

-Platícame acerca de tu don especial que tienes- dijo ella, como si fuera un tema trivial.

-¡Oh! ¡Eso! No es nada, es solo que soy hija de magos, bueno, de una bruja, mi madre era bruja, por lo tanto yo iba a nacer con poderes, mi padre no tiene magia, pero aún así me apoya en todo lo que hago, y me ha inscrito en una escuela de Magia muy prestigiada. EL próximo año, que cumpla once, iré a mi primer año allá. Dicen que es tan prestigiada que el mismo príncipe va a asistir- dijo ella, comiendo un trozo de pan que había en la mesa.

-¿Y quien mas sabe de lo de tus poderes?- preguntó la Baronesa.

-Solo los sirvientes, a nadie esta permitido hablar sobre eso, para proteger a la familia, ya que hay mucha gente que desconfía de la magia hoy en día.- contestó ella. En ese momento llegó el Barón para sacar a bailar a su querida hija, así que la Baronesa se quedó sentada en su lugar mientras veía como amaba el papá a la niña. Empezó a pensar muchas cosas, pero no dijo nada, después de todo, no había de que quejarse, ya estaba casada y no como la simple plebeya que era antes, ahora era todo una Baronesa.

Mientras tanto que bailaban, padre e hija charlaban.

-¿Cómo te la pasaste durante mi ausencia, hija?- preguntó el, mirándola paternalmente.

-Muy bien papi, Paulette me llevó al Mercado Diagon (No se me ocurrió nada mas ¬¬) a comprar mi varita mágica, que esta guardada y escondida como lo pediste, al igual que mis libros de hechizos, solo yo se como abrir el escondite- contestó la chiquilla.

-Muy bien, ahora, déjame que te diga que tienes todo asegurado para estudiar, ya que tengo dinero guardado con Paulette, que et estará dando cada año para que compres tus libros nuevos y utensilios necesarios para tus clases, yo no podré atender mucho eso, o la gente podría sospechar, por lo tanto, te pido que seas lo mas precavida posible. Otra cosa, el dinero alcanza también para muchas otras cosas, es bastante para que vivas modestamente toda tu vida, pero prefiero que lo gastes en libros, para que llegues a ser una excelente bruja, al igual que tu madre, que así fue como me cautivó, fui prisionero de sus encantos- dijo el papá sonriendo, mientras abrazaba a su hija.

-Muchas gracias papá, ten por seguro que estudiaré y me convertiré en la mejor bruja que hay, es una promesa, todo gracias a ti- contestó la niña sonriendo.

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Bueno, este es el primer cap, como ven, le he agregado un poco de mi cosecha, espero que les guste, y ya saben que si desean que continúe, por favor, déjenme RR!!!! No les cuesta nada!!!

Próximo capítulo: LA TRAGEDIA.