Estaba casada ya de todo eso. Después de todo lo que tuvieron que pasar con el fin de la guerra, aun estaba allí, escuchando gritos de un lado a otro de la sala. ¿En serio era esta una reunión de Kages? Vio como Naruto vociferaba cosas contra Kakashi, mientras este miraba por la ventana ajeno a todo el ajetreo.
Era como si su vida fuera una pesadilla que jamás acabara, no podía salir de ese letargo de horror. Porque él no podía haberlo hecho ¿cierto? Sasuke no sería capaz de atacar villas indefensas y matar a tanta gente inocente ¿cierto? El no haría eso, no ahora. Ellos hablaban por cartas constantemente, donde le contaba lo tranquilo que estaba, le contaba que había estado en el País del té, le contaba sobre las distintas personas que veía, la gente que ayudaba, las nuevas comidas que probaba. Él le prometió que volvería, limpio de sus pecados.
Sentada allí, en el despacho del Hokage, rodeada de autoridades de los distintos países, sentía que su corazón se rompía, de nuevo, en mil pedazos. Sentía la sangre en sus pulmones. Tenía que salir de ese estado, la frase: sentencia de muerte la había dejado muda.
De pronto sintió como el coraje le subía por la garganta. Se paro lentamente de su asiento mirando hacia el suelo a modo de disculpa.
-Son unos ingratos-murmuró, pero fue suficiente para que todos se callaran y la vieran.
-Sakura…- intento detenerla Tsunade, que había entrado hace poco a la habitación.
-No, son unos ingratos, después de todo lo que ha hecho Sasuke para redimirse, ni siquiera pueden investigar los hechos, estoy segura que él no hizo eso.
- Los relatos de los aldeanos supervivientes son concluyentes. Sasuke Uchiha los torturo. Cinco villas que abastecen a Konoha han sido atacadas de la misma forma. Está tramando algo contra la Alianza. No podemos dejar que destruya la paz que construimos después de la guerra.- decía el Raikage con enfado- No voy a dejar que ese niñato mande a la mierda lo que hemos hecho. Deberíamos haberlo matado hace ya tiempo. Espero, Kakashi, que como Hokage veas por el bien de tu aldea y la Alianza, y tu Naruto… basta, eres muy importante para nosotros pero ,no puedes justificar al Uchiha, firmo su sentencia de muerte.
Un silencio espeso se formo en la oficina. Sakura miro a Kakashi con cara de sufrimiento. Él lo sabía. Todo estaba en sus manos.
-Haremos esto, mandare un escuadrón ANBU a investigar y hare que Sasuke vuelva en seguida. Necesito conocer su versión. No hay más discusiones.-dijo al final de un suspiro, el cansancio se reflejaba en los ojos del nuevo Hokage- Naruto, Sakura retírense necesito hablar otras cosas con los Kages.
Salieron, pero cuando se cerró la puerta se quedaron allí, lo escucharon todo. El cómo traer a Sasuke con una inocente carta, sin embargo, era traerlo a la cueva del lobo. Incluso hablaron del juicio inmediato. "No debemos dudar".
Sakura se estaba desesperando, pellizco el brazo de Naruto y este solo asintió mientras caminaban fuera del edificio. Caminaron hasta la banca donde Sakura vio a Sasuke irse. Inconscientemente llegaron ahí, esa carga afectiva los llamaba, los hacía volver siempre para recuperar a Sasuke.
-No podemos dejar que esa carta le llegue, el volverá sin importar qué. Debemos ir por él. – dijo Naruto decidido. – Saldré en unas horas.
- Si vas tú, nos descubrirán, además, que hay de Hinata. No puedes dejarla a un mes de haberse casado.- El silencio era denso, el aire caliente y la desesperación grande.- Iré yo, tu cuidaras de que no nos descubran, Kakashi debe intuir que haremos esto. Solo dile que es una escoria de mi parte. No dejaremos a Sasuke, no otra vez.
Naruto asintió, y le deseo suerte, que lo mantuviera al tanto de todo.
Así, Sakura Haruno se aventuro a través del bosque, bajo los colores del amanecer, sin rumbo, sin camino pero con el objetivo de encontrar a Sasuke, de salvarlo. Pidió a Kami-sama que la perdonaran en Konoha, ella solo quería paz. Que esa pesadilla se acabase de una buena vez. Tenía que descubrir que estaba pasando, iría delante de todos una vez más. Ella, protegería a Sasuke.
